El caso es que íbamos por la calle y se nos acercó un señor que vendía collares.
-Hello -dijo.
Yo le hice el gesto universal de gracias, no nos interesa, pero Nena-chan no estaba para gestos universales.
-Hello.
-Oh, do you speak English.
-A little.
"A little", dice. Nena-chan no ha hablado "a little" en su vida, ni en inglés, ni en español, y de verdad que con tal de darle a la sinhueso es capaz de hablar hasta el suajili. Pero no a little, a LOTTLE.
-Where are you from?
-Well..
-Pero Nena-chan, cómo que well, que vivimos en Carabanchel. Que hemos venido en metro y estábamos discutiendo si volver a casa en bus o andando, que well ni que well.
Yo esperaba que el señor de los collares se diera por vencido pero no, porque nadie sobrevive en la calle vendiendo collares sin un buen sexto sentido para detectar quién maneja el tinglado.
-But you speak English very well!
-Yes, sometimes.
"Sometimes" los cojones, que esta niña no ha hablado sometimes jamás, que habla hasta dormida, por el amor de dios.
-Venga, Nena-chan, que tenemos prisa -el señor de los collares me ignoró otra vez, así que añadí-: hurry up.
Que vea que yo también hablo idiomas y eso.
-So, do you want a necklace?
Nena-chan miró los collares y se lo pensó en plan uy, uy, a ver cómo quedaría esto en mi instagram. Que no tiene, pero es que las nuevas generaciones son así.
-No, but that's very nice of you.
THAT'S VERY NICE OF YOU. O sea, ¿de dónde se saca estas cosas? ¿Por qué puede aprender palabrotas, como los otros niños?
Así que nos despedimos del señor como si hubiéramos estado tomando el té con la reina de Inglaterra y nos subimos al bus, porque de pronto me sentía agotadísima.
Nena-chan se quedó muy callada, cosa rara en ella. Se va a quedar frita, pensé. Pero no.
-Oye, mamá -me dijo de pronto-, ¿tú crees que soy rara?
A ver qué le digo yo ahora.
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