24 septiembre 2011

¡Ah del castillo!

Como a ZaraJota™ no le entusiasma la playa, decidimos que también haríamos excursiones.
-Podemos ir a ver el castillo -propuso la Tita.
-No, porfi, el castillo no, que lo he visto muchas veces -le dije.
En realidad el problema no es que haya ido muchas veces, sino que como dentro hay una bodega, cada vez que he ido he salido a gatas. Y no es plan. Que soy una mujer casada. Jo.
-Pues podemos hacer una excursión a Cádiz en el vaporcito.
-¡Sí, porfi!
El vaporcito es era un barco que hace hacía el trayecto entre El Puerto de Santa María y Cádiz. Es Era lento, es era ruidoso, es era incómodo, pero el ruido del motor y la forma en que se balancea balanceaba entre las olas tiene tenía su encanto.
-Pues mañana vamos.
Esa misma noche, la Prima Dinamita recibió una llamada de su hermana.
-¡Anda ya! -la oímos decir. Y luego colgó el teléfono y vino a buscarnos al salón.
-Que dicee mi hermanaa que sa hundidoo el vaporcitoo.
-¡Anda ya! -dijimos la Tita, ZaraJota™ y yo a coro. Parecía que lo habíamos ensayado, pero no: lo que pasa es que tenemos un talento natural para estas cosas.
-¡Que sí, que lo haan vihto en la telee!
Encontes ZaraJota™ hizo lo que siempre hace en momentos de crisis: mirar en internet.
-¿Dicen algo? -le pregunté.






-Eh... creo que mañana no vamos a ir a Cádiz en el vaporcito.
-Jo. ¿Qué hacemos?
-Bueno, en El Puerto hay muchas cosas que ver. Está lo de Alberti, está Puerto Sherry, está el castillo.
-¡El castillo no!
-Que perra te ha dado con el castillo. Bueno, pues el castillo no.
-¿Podemos dar una vuelta por el centro SIN entrar al castillo?
-Vale. Y pasado vamos a la playa.
Así que al día siguiente dimos una vuelta por el centro SIN entrar al castillo, y al otro amaneció lloviendo.

Lloviendo a todo llover, por cierto.
Por lo que nos dijeron, la nube estaba localizada justo encima del Puerto, y en el resto de la provincia hacía un día estupendo, pero la Tita había tenido que volver al trabajo, no contábamos con el coche, y no podíamos coger el cercanías porque no nos admitían el abono transporte.
-¿Qué hacemos? ¿Intentamos salir? Hay varias cosas que podemos ver por el centro.
-Sí, he oído que hay un castill...
-¡QUE HE DICHO QUE NO!
-Vale, vale...
Salimos a la calle. Para entonces ni siquiera chispeaba y no cogimos el paraguas. Nos fuimos andando al centro (esto es: andamos dos manzanas) y vimos el Museo Arqueológico, la Fundación Alberti...
Y al salir de no sé donde descubrimos que había empezado a llover.
A lo bestia.
No había donde guarecerse y, por supuesto, no teníamos paraguas. Tampoco nos hubiera servido de nada.
-¿Qué hacemos? -preguntó ZaraJota™ mientras miraba de soslayo como el agua que corría por la calle me llegaba por los tobillos.
-Aix... podemos entrar en el castillo. Al menos hasta que esto pase.
-¡Bien! ¡Siempre he querido guarecerme del peligro en un castillo!
Corrimos/chapoteamos hasta el castillo, y cuando llegamos nos encontramos la puerta cerrada.

-Hay un cartel.

-Espero que sean los horarios.
-¿Qué pone?
ZaraJota™ no habla andaluz. Es un defecto que tiene. Está intentando aprender, y empieza a entender los rudimentos básicos, pero no acaba de hacerse con las sutilezas del idioma.
-Dice "QUE PAASA, QUE SÓLO NOH DA GAANA DE ENTRAAR EN EL CAHTILLO CUANDO LLUEEVE, ¿NOO? POH AHORA SUH HODEIH".
-Lorz, pone "CERRADO POR VACACIONES".
Lo que yo decía: no se hace con las sutilezas del idioma.

17 septiembre 2011

El ratoncito asustado

Una vez que ZaraJota™ accedió a que pasáramos las vacaciones en casa de mi tía empecé a preparar el terreno para que el impacto fuera lo más leve posible.
-Mi tía habla mucho -le expliqué.
-Le dijo la sartén al cazo*.
-¿Qué?
-Nada, nada...
-Como decía antes de que me interrumpieras (para variar), mi tía habla mucho. La parte buena es porque puedes mantener con ella conversaciones de bajo mantenimiento.
-¿Y eso que quiere decir?
-Que exigen muy poca intervención por tu parte. Apenas necesita que hables. Bueno, en realidad sólo habla ella.
-Eso no es una conversación, es un monólogo.
-No, no, no. A veces hay que asentir con la cabeza y eso.
A ZaraJota™ le pareció muy bien, porque, aunque no lo parezca, es muy tímido y odia a la gente. Unos días antes del viaje, mi tía me anunció que también estaría allí una de mis primas, la única prima adolescente que me queda. A ZaraJota™ le horrorizó la idea.
-¡Que no la conozco de nada! -me dijo.
-No te preocupes: yo tampoco.
La prima Dinamita nació un mes antes de que me mudara a Madrid, y después de eso nos hemos visto en bautizos, comuniones y bodas. Mas concretamente, en su bautizo, en su comunión y en mi boda.
-Pero por lo que recuerdo de ella, es una niña supertímida, que se hace una bolita y te mira como un ratoncito asustado.
-Si es tan buena, ¿por qué la llamas "Dinamita"?
-No sé, sus padres la llamaban así cuando era pequeña. Siempre han tenido un sentido del humor muy raro.
Después de aquello se tranquilizó un poco.
Pasaron los días, nos subimos al tren, llegamos al Puerto, y en el andén nos estaban esperando la Tita del Puerto y la prima Dinamita.
-Hol... -empecé.
Y no me dio tiempo a acabar, porque se me adelantó la prima.
-Holaa, ¿quetalelviahee? Habeisllegadomuyprontoo, andaa, quemenudahorapahllegaar, contoalafrehcaa. Ymiiraqueaquiidentroohasefrehquitoo, yaverahelcocheecomoehtáaquelohemohdejadoenmitaalachicharrillaa. Menohmaalqueencasalatitatieneairee, ahoraahacemuchoocalorparaestarenlacaalle. ¿Luegocuandorefrehquepodeemohiralohpuehteciitoh? Ehquemequierocompraarotrapulsera. ¿Hahvihtoocuantahtengoo? Bueno, ¿Vosotrohcomoehtaaiih?
-Eh... ¿aturdidos?
-Claaro, lohviajeescansanmuchoo. Ahoradescansaaiihunratitooyluego...
Y así siguió, y siguió... y a la vez que hablaba, se movía, jugaba con cualquier pitraquito que se hubiera encontrado por ahí, cambiaba de postura, nos hacía mimos a su manera... Era como ver a una Supernena atiborrá de tripis.
Para cuando anocheció me dolía mucho, mucho la cabeza.
-Me duele mucho la cabeza -dije, aprovechando que la prima Dinamita había parado durante medio nanosegundo para respirar.
-Debe ser por el cambio de presión -intervino mi tía.
Sí, seguramente es por eso.


Aquella noche, cuando la niña cayó rendida, mi tía se fue a dormir, y nos quedamos solos por fin, ZaraJota™ me miró muy serio.
-Exactamente -me dijo-, ¿cómo son los ratoncitos de tu pueblo?







*"Aparta que me manchas", le dijo la sartén al cazo. Es una bonita expresión popular que sugiere que la persona que habla está criticando un defecto que ella misma posee. En este caso su uso es totalmente desafortunado. Yo no hablo tanto. ¿Verdad? ¿Eh? ¿Eh?

10 septiembre 2011

El prepucio de Zarajota

Este año ZaraJota™ y yo nos hemos ido de vacaciones, los dos juntitos, al Puerto de Santa María, y como a ZaraJota™ no le caben las patitas bien en el autobús, y son muchas horas, y tuve una experiencia traumática el año pasado, nos hemos ido en tren, en un Alvia, que es como el Ave pero para pobres.
Nada más subirnos al tren descubrimos con horror que nos habían tocado los asientos del final del vagón, y que en vez de estar en fila india como les corresponde, unos detrás de otros, así...




...estaban unos frente a otros, así:



Los asientos así son un rollo. No puedes estirar las piernas por miedo a darle al de delante, y te pasas todo el viaje con las patitas encogidas hasta que te dan calambres y dejas de sentirlas, por no hablar de lo incómodo que es tener a un desconocido mirándote durante cuatro horas, especialmente si tienes la costumbre de coger la posturita y dormirte con la babilla colgando.
Para empeorar la situación, nuestros asientos, que eran de cara a la marcha, estaban ocupados por una pareja de viej...ancianos.
-Creo que estos son nuestros asientos -les dije.
-Sí, sí, es que los nuestros son los que van de espaldas a la marcha, y a mi marido no le van bien por la lumbalgia, y hemos pensado que si no os importara cambiarlos...
Lo primero que pensé es que la viej...anciana era maquiavélica. En lugar de esperarse en su asiento y preguntarnos si lo podíamos cambiar cuando llegáramos, se había aposentado en el nuestro y apostado por la política de hechos consumados.
-Claro, claro, no importa -le dije. Y nos sentamos en sus asientos.
Lo segundo que pensé fue que ahora que habíamos establecido contacto verbal, digamos, la situación iba a ser mucho más tensa.
¿Tenía que decir "hasta luego" cada vez que me levantara?
¿Debía ofrecerles gominolas?
¿Era necesario que entablara conversación?
¡La vida no te prepara para estas situaciones!
Mientras yo me debatía en un mar de dudas protocolarias, el viej...anciano sacó un ABC y empezó a leerlo. Crucé los dedos para que la señora sacara el Hola! o el libro de crucigramas que les regalan a los viejos cuando compran un billete de tren, pero nada. La señora, que se sentaba frente a mí, se quedó mirando al vacío, impidiendo que me concentrara lo suficiente como para echarme una siestecita.
Entre tanto, ZaraJota™ inició movimientos en torno a la mochila.
-Voy a leer un rato -anunció.
-¿Qué libro te has traido?
Que me importaba un pimiento, era por dar conversación.
-El del prepucio.



-¡No puedes sacar eso! -le grité en voz baja. Es una técnica que se me da muy bien: consiste en murmurar agitando los bracitos. Así, con disimulo.
-¿Por qué no?
-¡Porque tienes delante a un viej...anciano leyendo el ABC!
-Pero no es nada pornográfico, es la biografía de un señor judío...
-¡Peor me lo pones!¡Si sospecha que eres un enemigo de la fe es capaz de matarte con sus manos desnudas!
-Que lea la biografía de un señor judío no quiere decir que sea judío.
-En serio, ¿has visto tu nariz?
-Bueno, ¿y qué quieres que haga?
-Pues de entrada, ponerlo boca abajo.


-Lorz, la que estás liando por nada. El señor está leyendo su ABC y ni nos mira. Y si nos mira y nos ve murmurando con la mochila en la mano no va a pensar que somos judíos: va a pensar que somos terroristas islámicos.
-Voy a ver si puedo tapar el título con algo.
-Ahora que lo pienso, tenía una solapa.
-Vamos a intentar ponérsela delante del título... ya está.



Ya no pensará que somos enemigos de la fe.

03 septiembre 2011

Aniversario 2011

En septiembre del año pasado me casé con ZaraJota™, el día 2 en privado y por lo civil y el día 4 en público y por lo jedi.
Esta variedad de fechas ha llevado a ciertos desacuerdos sobre cuándo debemos celebrar nuestro aniversario, si el 2 o el 4, si es más importante la boda "de verdad" o la boda "con la familia", si tiene más validez la boda por el Código Civil Español o por la Alianza Galáctica, si el vestido que llevaba el día 2 era más bonito que el del día 4, y otras consideraciones de similar importancia.
En lo único que estamos de acuerdo es en que nuestros sentimientos no han cambiado, y si lo han hecho es sólo para hacerse más fuertes.
Y es que lo que siento por ZaraJota™ es tan grande, tan fuerte, tan intenso, tan puro, que sólo puede describirse en todos sus matices con una canción.
Allá vamos.




Ya se sabe: los midiclorianos los crían y ellos se juntan.