Yo quería comprarme una cámara digital y necesitaba que me ayudara, porque en lo que se refiere a nuevas tecnologías mis conocimientos se reducen a "bonito" y "feo". Como los coches, vaya.
Después de arrasar en Sección Infantil (con los libros, so malpensados) y en el estante de Patrick o'Brian nos fuimos a ver videojuegos porque al día siguiente era el cumpleaños de Hermano Pequeño y, ejem, no es que nos hubieramos olvidado, es que hasta ese momento habíamos tenido otras prioridades.
Estábamos en estas cuando Hermano Mediano decidió sacarse la tarjeta de socio de la tienda, y preguntamos al amable dependiente dónde teníamos que ir. Por suerte el amable dependiente no era yo (mi técnica consiste en decirle a los clientes que lo que buscan está al fondo; si de verdad lo está, estupendo, y si no, ya se toparán con ello mientras van hacia allí) y nos indicó perfectamente:
-Además -dijo-, hoy estamos regalando entradas para el pre-estreno de V for Vendetta.
Las entradas en cuestión.
-¿Queremos verla? -pregunté a Hermano Mediano.
Hermano Mediano es mi asesor cultural. El me dice: " ve a ver Inteligencia Artificial, vacaburra", y yo voy.
No escarmiento nunca.
Total, que le pregunté.
-Bueno, he oído que no es tan mala como yo había decidido de antemano que sería.
-Bueno, son gratis.
-Sí, venga.
Después de una breve aventura en una cafetería, que no contaré porque nadie me iba a creer, hicimos una cola que lo flipas por las entradas, ignorando la lluvia, el frío y el aire. Bueno, un poco de aire sí que hacía, que se me puso en pelo que daba pena mirarlo.
Y todo esto porque cuando eres un poco friki te parece normal hacer cola para ver una peli que no te interesa, basada en un comic que no te has leído, un día que lo mismo no puedes ni ir.
-Es el jueves -dijo Hermano Mediano cuando tuvo las entradas en la mano-. ¿Puedes ir?
Gruesos lagrimones de felicidad brotaron tras mis gafas.
-Sí...
Es que con nada me emociono.
En cuanto volvimos a casa y le dijimos a Hermano Pequeño lo de las entradas vino a mi habitación y me dejó el tomo de V for Vendetta en el escritorio.
-Por si te apetece leerlo -dijo, con un tono de voz que sugería que en caso de no leerlo la próxima vez que necesitara un vaso del estante alto me lo iba a bajar Superman.
Me lo leí y no me gustó nada.
-Es una mezcla de El Conde de Montecristo, 1984 y Cabaret -le dije.
Algo en los ojos de Hermano Pequeño me hizo pensar que ya podía ir buscando el número de busca de Superman. Es que a mis hermanos les tocas a Alan Moore y se ponen de lo más borde.
Bien, pues a pesar del comic, yo conservaba la ilusión por ver la peli.
Hasta ayer, claro.
Hasta que, estando en el trabajo, llegó hasta mí esa voz.
-Oye, Lorza, ¿mañana podrías...
Los pelos de punta se me ponen sólo de pensarlo y todo.
-Hermano Mediano, lo siento, vais a tener que ir sin mí -le dije en cuanto volví a casa.
-Vale -contestó Hemano Mediano sin la menor muestra de pesar.
Sospecho que Hermano Pequeño le ha contado lo de El Conde de Montecristo.
Jo.
Espero que los asientos sean duros, la peli sea una birria y las palomitas estén rancias.
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31-3-2006
Hermano Pequeño me da por fin su visión de la película (doble click para ver grande).
Y que conste que a él el comic le gustó.