Ya pueden retirar el caballo muerto de mi cama, gracias.
Bien.
Hace mucho, mucho tiempo, en una galaxia muy lejana (Carabanchel) ZaraJota™ estaba empeñado en que nos compráramos un bluray. Sus motivos eran extremadamente lógicos:
-¡Es que Atreides tiene uno!
-¿Y si Atreides se tirara por un puente tú también te tirarías?
-¡Nooooo! ¡Aprovecharía para ir a su casa y robarle el bluray! ¡Y la tele de chorrocientas pulgadas!
Por desgracia yo no quería un bluray (ni una tele de chorrocientas pulgadas), y mis motivos también eran extremadamente lógicos:
-¡Que he dicho que no y es que no!
-¡No es justo! ¡Siempre decides tú lo que compramos y lo que no!
-¡Pues apréndete el pin de la tarjeta, que pareces tontito!
Entonces me quedé embarazada (Esto no es contenido materno-filial, esto se llama "contexto"), y ZaraJota™ vio lo que hoy en día llaman "ventana de oportunidad". Sin motivo aparente. Con "oportunidad" sobra, digo yo. ¿Para qué quiere la oportunidad una ventana? ¿No era calva? ¿A cuento de qué viene esto?
La familia venía y preguntaba:
-¿Qué queréis que le regalemos a la niña cuando nazca?
Y antes de que me diera tiempo a contestar, saltaba ZaraJota™.
-¡UN BLURAY!
-Ejem... ¿no os valen unos patuquitos?
Y luego nació Bebé-chan. Y llegó la navidad. Y la familia preguntaba:
-¿Qué le ha pedido Bebé-chan a los Reyes Majos?
Y ZaraJota™ contestaba:
-¡UN BLURAY!
Y luego Bebé-chan creció. Y antes de que nos diéramos cuenta había pasado un año. Y la familia preguntaba:
-¿Qué quiere Bebé-chan por su cumpleNO VAMOS A COMPRARTE EL PUTO BLURAY!
Parece ser que ya como que se lo veían venir o algo.
Y entonces llegó esta navidad.
Y la familia ni preguntó.
-¡Que no! ¡Que no te compramos el bluray de los güevos! ¡Que el regalo es para la niña, no para el pelma del padre!
-¿Y una PSP? ¿Una pequeñita?
-¡QUE NO!
-Jo...
Y no sé si fueron las hormonas, la falta de sueño, la escasez de sexo o qué, pero me dio mucha pena el pobre. Entonces le escribí una carta a los Reyes Majos:
Queridos Reyes Majos de Andalucía
dos puntos
Sí, soy yo. No llaméis a la policía, por favor. Solo quiero un bluray. Una pequeñito.
No es para mí, es para un colega.
Gracias.
Y los Reyes Majos le trajeron a ZaraJota™ un bluray, uno pequeñito.
Un bluray pelao y mondao, sin nada más que el bluray y el mando. Y ni siquiera es bonito.
Vaya, el bluray que había de oferta.
Los muy tacaños.
A ZaraJota™ le dio igual.
-¿Un bluray? -dijo cuando abrió su regalo- Si no quería...
-Mira, majo, no me toques las narices, que llevas siglos incordiando con el bluray.
-Ya, pero era broma, jajaja.
-¡PUES AHORA TE LO QUEDAS!
-Ya, jaja, es que te vas a reír, jaja, pero nuestra tele no tiene entrada para bluray, jaja, ¿a qué es gracioso?
-...
-¿No te parece gracioso?
-Eh... ¿Te acuerdas en Apolo XIII cuando tienen que encajar una cosa redonda en una cuadrada y si no lo consiguen se van a morir por falta de oxígeno?
-Sí.
-Pues hazte a la idea de que el bluray es la cosa redonda, la tele la cuadrada, y yo la falta de oxígeno.
-Ya veo.
Y ZaraJota™ lo intentó. Lo intentó durante todo un domingo. Lo intentó de todas las maneras posibles.
Pero nada: aquello era como intentar que un elefante se zumbara a una hormiga.
Al final, cuando se quedó sin ideas, cogió el puñetero bluray, se lo llevó a casa de mis padres, e intentó enchufarlo en su televisión.
-Tengo una noticia buena y una mala -me dijo cuando volvió a casa con el cacharro bajo el brazo.
-¿La buena es que llueven piruletas, y la mala es que caen con el palo pabajo?
-Eh... no. La buena es que el bluray funciona perfectamente, y la mala es que nuestra tele no.
-...
-Podemos devolverlo si quieres.
-Mira, ZaraJota™, llevas años dando la brasa con el bluray. AÑOS. Yo ya no puedo más. El bluray se queda. Así que dime lo que tenemos qué hacer para que funcione. Me da igual. Lo que sea.
-Bueeeeeeno... podríamos comprar una tele nueva.
-Está bien...
-Con una de chorrocientas pulgadas bastaría...
-No tientes tu suerte.
Entonces nos compramos la tele. No es de chorrocientas pulgadas, pero al menos admite el formato bluray. Tardaron casi una semana en traerla a casa, y cuando llegó ZaraJota™ consiguió que funcionara a la primera.
-¡Ya está! -anunció.
-¡Bieeeeeeen!
-¿Y ahora qué?
-Pues ahora habrá que ver algo en el bluray, ¿no?
-Claro, cualquier DVD.
-Ah, no. Ahora que tenemos bluray yo quiero ver un bluray de los de verdad.
-Eh... sí. Pues entonces tengo una noticia buena y una mala.
-¿La buena es que llueve chocolate y la mala es que cae de canto?
-Eh... no. La buena es que tenemos un bluray...
-Ya.
-Y la mala es que tenemos UN bluray.
Hace mucho, mucho tiempo, en una galaxia muy lejana (Carabanchel) ZaraJota™ estaba empeñado en que nos compráramos un bluray. Sus motivos eran extremadamente lógicos:
-¡Es que Atreides tiene uno!
-¿Y si Atreides se tirara por un puente tú también te tirarías?
-¡Nooooo! ¡Aprovecharía para ir a su casa y robarle el bluray! ¡Y la tele de chorrocientas pulgadas!
Por desgracia yo no quería un bluray (ni una tele de chorrocientas pulgadas), y mis motivos también eran extremadamente lógicos:
-¡Que he dicho que no y es que no!
-¡No es justo! ¡Siempre decides tú lo que compramos y lo que no!
-¡Pues apréndete el pin de la tarjeta, que pareces tontito!
Entonces me quedé embarazada (Esto no es contenido materno-filial, esto se llama "contexto"), y ZaraJota™ vio lo que hoy en día llaman "ventana de oportunidad". Sin motivo aparente. Con "oportunidad" sobra, digo yo. ¿Para qué quiere la oportunidad una ventana? ¿No era calva? ¿A cuento de qué viene esto?
La familia venía y preguntaba:
-¿Qué queréis que le regalemos a la niña cuando nazca?
Y antes de que me diera tiempo a contestar, saltaba ZaraJota™.
-¡UN BLURAY!
-Ejem... ¿no os valen unos patuquitos?
Y luego nació Bebé-chan. Y llegó la navidad. Y la familia preguntaba:
-¿Qué le ha pedido Bebé-chan a los Reyes Majos?
Y ZaraJota™ contestaba:
-¡UN BLURAY!
Y luego Bebé-chan creció. Y antes de que nos diéramos cuenta había pasado un año. Y la familia preguntaba:
-¿Qué quiere Bebé-chan por su cumpleNO VAMOS A COMPRARTE EL PUTO BLURAY!
Parece ser que ya como que se lo veían venir o algo.
Y entonces llegó esta navidad.
Y la familia ni preguntó.
-¡Que no! ¡Que no te compramos el bluray de los güevos! ¡Que el regalo es para la niña, no para el pelma del padre!
-¿Y una PSP? ¿Una pequeñita?
-¡QUE NO!
-Jo...
Y no sé si fueron las hormonas, la falta de sueño, la escasez de sexo o qué, pero me dio mucha pena el pobre. Entonces le escribí una carta a los Reyes Majos:
Queridos Reyes Majos de Andalucía
dos puntos
Sí, soy yo. No llaméis a la policía, por favor. Solo quiero un bluray. Una pequeñito.
No es para mí, es para un colega.
Gracias.
Y los Reyes Majos le trajeron a ZaraJota™ un bluray, uno pequeñito.
Un bluray pelao y mondao, sin nada más que el bluray y el mando. Y ni siquiera es bonito.
Vaya, el bluray que había de oferta.
Los muy tacaños.
A ZaraJota™ le dio igual.
-¿Un bluray? -dijo cuando abrió su regalo- Si no quería...
-Mira, majo, no me toques las narices, que llevas siglos incordiando con el bluray.
-Ya, pero era broma, jajaja.
-¡PUES AHORA TE LO QUEDAS!
-Ya, jaja, es que te vas a reír, jaja, pero nuestra tele no tiene entrada para bluray, jaja, ¿a qué es gracioso?
-...
-¿No te parece gracioso?
-Eh... ¿Te acuerdas en Apolo XIII cuando tienen que encajar una cosa redonda en una cuadrada y si no lo consiguen se van a morir por falta de oxígeno?
-Sí.
-Pues hazte a la idea de que el bluray es la cosa redonda, la tele la cuadrada, y yo la falta de oxígeno.
-Ya veo.
Y ZaraJota™ lo intentó. Lo intentó durante todo un domingo. Lo intentó de todas las maneras posibles.
Pero nada: aquello era como intentar que un elefante se zumbara a una hormiga.
Al final, cuando se quedó sin ideas, cogió el puñetero bluray, se lo llevó a casa de mis padres, e intentó enchufarlo en su televisión.
-Tengo una noticia buena y una mala -me dijo cuando volvió a casa con el cacharro bajo el brazo.
-¿La buena es que llueven piruletas, y la mala es que caen con el palo pabajo?
-Eh... no. La buena es que el bluray funciona perfectamente, y la mala es que nuestra tele no.
-...
-Podemos devolverlo si quieres.
-Mira, ZaraJota™, llevas años dando la brasa con el bluray. AÑOS. Yo ya no puedo más. El bluray se queda. Así que dime lo que tenemos qué hacer para que funcione. Me da igual. Lo que sea.
-Bueeeeeeno... podríamos comprar una tele nueva.
-Está bien...
-Con una de chorrocientas pulgadas bastaría...
-No tientes tu suerte.
Entonces nos compramos la tele. No es de chorrocientas pulgadas, pero al menos admite el formato bluray. Tardaron casi una semana en traerla a casa, y cuando llegó ZaraJota™ consiguió que funcionara a la primera.
-¡Ya está! -anunció.
-¡Bieeeeeeen!
-¿Y ahora qué?
-Pues ahora habrá que ver algo en el bluray, ¿no?
-Claro, cualquier DVD.
-Ah, no. Ahora que tenemos bluray yo quiero ver un bluray de los de verdad.
-Eh... sí. Pues entonces tengo una noticia buena y una mala.
-¿La buena es que llueve chocolate y la mala es que cae de canto?
-Eh... no. La buena es que tenemos un bluray...
-Ya.
-Y la mala es que tenemos UN bluray.
Creo que me habría ido mejor si los Reyes Majos hubieran llamado a la policía.