Un día, al llegar a casa, me encontré a Hermano Pequeño a pata coja sobre el sofá, con el palo de la fregona en la mano, mientras que Hermano Mediano, de pie en el suelo, trataba de elevar una pierna por encima de su cabeza mientras doblaba los brazos en una postura que parecía dolorosísima.
-¿Qué os pasa? -pregunté.
-Nada, que un tipo ha dibujado una cosa así.
Como postura me parecía de los más incómoda. Además, vale, uno dibuja, pero ¿y el otro? ¿Se queda mirando? Claro, por eso está encima del sofá, para ver como queda desde arriba. Lo que no entendía es por qué mis hermanos lo imitaban, si ya dibujan de pena en una postura normal.
-Ah -dije, porque no quería herir sus sentimientos recordándoles la dura realidad.
-Y en una página dicen que es imposible -explicó Hermano Mediano.
-¿Y qué?
-Pues que queremos demostrar que sí es posible.
-¿Qué os pasa? -pregunté.
-Nada, que un tipo ha dibujado una cosa así.
Como postura me parecía de los más incómoda. Además, vale, uno dibuja, pero ¿y el otro? ¿Se queda mirando? Claro, por eso está encima del sofá, para ver como queda desde arriba. Lo que no entendía es por qué mis hermanos lo imitaban, si ya dibujan de pena en una postura normal.
-Ah -dije, porque no quería herir sus sentimientos recordándoles la dura realidad.
-Y en una página dicen que es imposible -explicó Hermano Mediano.
-¿Y qué?
-Pues que queremos demostrar que sí es posible.
-¿Por qué?
Nunca supe la respuesta. Sonó un crack, debajo de Hermano Pequeño el sofá empezó descender, y con aquello de oh-dios-mío-y-ahora-a-dormir-la-siesta-sentados-en-taburetes el incidente se me olvidó...
Hasta el asunto Asterix.
Aquel día llegué a casa, me aseguré de la estabilidad del sofá antes de sentarme y entonces Hermano Mediano me dijo que iban a sacar otro Asterix.
-Que bien, ¿no?
-No.
-¿Por qué?
-Es una m**rd*.
A Hermano Mediano siempre le parece todo un m**rd*; es un efecto secundario de ser un poco friki.
A mí siempre mi gusta llevar la contraria; es un efecto secundario de ser un poco tocapelotas.
-¡Pero si todavía no lo has visto! -exclamé airadamente.
-Sí que lo he visto, en ADLO!
-¿En qué?
Que gran momento para haberme callado, oyes.
-Un blog. Te lo enseñé, ¿te acuerdas? El día del sofá.
-Ah...
-Exacto.
Tomé nota mental del nombre, claro. Con un buen abogado, lo mismo podíamos conseguir otro sofá.
El problema era que ningún abogado parecía dispuesto a aceptar el caso. "Es coña, ¿verdad?", decían. "¿Dónde está la cámara oculta?", repetían. "¿Quién la ha dejado pasar?", gritaban.
Así que al final decidí tomarme la justicia por mi mano.
De esto hace casi un año, y no me ha ido mal del todo.
Vale, he tenido que montar un blog "que no trata de nada", hacerme pasar por friki, enseñar las bufas y hacer cierto tipo de favores, pero he conseguido infiltrarme, y ahora la venganza está a mi alcance.
Nunca supe la respuesta. Sonó un crack, debajo de Hermano Pequeño el sofá empezó descender, y con aquello de oh-dios-mío-y-ahora-a-dormir-la-siesta-sentados-en-taburetes el incidente se me olvidó...
Hasta el asunto Asterix.
Aquel día llegué a casa, me aseguré de la estabilidad del sofá antes de sentarme y entonces Hermano Mediano me dijo que iban a sacar otro Asterix.
-Que bien, ¿no?
-No.
-¿Por qué?
-Es una m**rd*.
A Hermano Mediano siempre le parece todo un m**rd*; es un efecto secundario de ser un poco friki.
A mí siempre mi gusta llevar la contraria; es un efecto secundario de ser un poco tocapelotas.
-¡Pero si todavía no lo has visto! -exclamé airadamente.
-Sí que lo he visto, en ADLO!
-¿En qué?
Que gran momento para haberme callado, oyes.
-Un blog. Te lo enseñé, ¿te acuerdas? El día del sofá.
-Ah...
-Exacto.
Tomé nota mental del nombre, claro. Con un buen abogado, lo mismo podíamos conseguir otro sofá.
El problema era que ningún abogado parecía dispuesto a aceptar el caso. "Es coña, ¿verdad?", decían. "¿Dónde está la cámara oculta?", repetían. "¿Quién la ha dejado pasar?", gritaban.
Así que al final decidí tomarme la justicia por mi mano.
De esto hace casi un año, y no me ha ido mal del todo.
Vale, he tenido que montar un blog "que no trata de nada", hacerme pasar por friki, enseñar las bufas y hacer cierto tipo de favores, pero he conseguido infiltrarme, y ahora la venganza está a mi alcance.
Confía en mí, sofá, tu muerte no ha sido en vano.