30 agosto 2006

las 5 más mejores series

Las chicas de Quédate a dormir me han pasado el meme de elegir las cinco más mejores series.
Lo tengo un poco chungo porque no veo mucha tele, entre el horario caótico/imprevisible que llevo y que me cuesta prestar atención durante mucho tiempo seguido. Novio ha calculado que en los siete años que llevamos de pareja nunca le he escuchado más de cinco minutos del tirón. "Por eso nos llevamos tan bien", le digo. "Sí, porque yo a ti tampoco te escucho", dice, y ya la tenemos liada.
Además, en casa el mando a distancia de la tele es un apéndice de Hermano Mediano: nadie sabe qué aspecto tiene debajo de los dedos.

Así que en lugar de escoger las cinco series más mejores que escogido las cuatro series que Hermano Mediano me deja ver; la quinta la ha escogido Hermano Pequeño, porque a mí no se me ocurrían más.

1- Home Movies
¿Cómo definir esta obra maestra del creador, guionista, compositor, actor y único Brendon Small?
El protagonista, Brendon Small (¿lo dudabais?) es un niño de ocho años que rueda películas con sus amigos Jason y Melissa. Las películas son del tipo que suelen rodar los niños de ocho años, como por ejemplo una opéra-rock sobre Kafka. El capítulo de Star Boy y el Capitán del Espacio Exterior, en el que los malvados George Washington, Picasso y Annie Oakley conspiran para dominar el mundo, se convirtió en un clásico instantáneo (es mejor no verlo, luego no hay quien se quite la canción de Mr. Pants de la cabeza).
Me encanta esta serie, me la sé de memoria.
Y no puedo resistir la tentación de poner un poquito que explica perfectamente por qué debe estar entre la cinco más mejores series.
Además salen mis personajes favoritos, Walter y Perry.



Bueno, sin duda esto explica por qué la ponían a la una de la madrugada.

2- Perdidos
Empecé a verla porque Dominic Monaghan me daba pena. Después de hacer LA TRILOGÍA tenía todas las papeletas para convertirse en el típico actor casposo que se tiene que ganar la vida en convenciones de frikis y haciendo cameos en películas de Kevin Smith, así que cuando salió la serie pensé, bueno, vamos a darle una oportunidad al chaval, y ahora me he enganchado y esto ya no tiene remedio, porque Hermano Mediano se ha enganchado también, y a ver quién le quita el mando.

3- Las Chicas Gilmore
De mayor quiero ser Alexis Bledel. Y punto.

4- Más que coches
¿Qué?
¿Que no es una serie?
¿Cómo que no?
Pero si Novio me dijo que era lo último de David Lynch...
Ya me parecía a mí que moría poca gente.
Tú, sí, tú, esta noche al sofá.
Bueno, pues en vez de esta elijo...

Samurai Pizza Cats
¿A quién llaman cuando tienen apetito?
¡A los gatos samurai!
Por su total y absoluta falta de sentido, y porque es una de las pocas series de las que no se puede decir que pierdan con el doblaje.
Además, aunque al principio me parecía que una flauta es un arma más bien inútil, después de oir tocar a Hermano Pequeño cambié de opinión.

Y ahora os dejo con el susodicho Hermano Pequeño.
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5.-La aldea del Arce

Cuando digo que La Aldea del Arce es una de mis series favoritas, mi interlocutor suele hacerme una serie de preguntas. La primera suele ser “¿Qué c@®@@ es La Aldea del Arce?”
Pues es una serie japonesa de animación cuyo titulo original es Maple Town Monogatari producida en 1986 emitida Aquí en 1987. Aunque la original consta de 52 episodios aquí solo llegaron a emitir 26, seguro que has oído el opening:



La segunda suele ser: “¿De donde se ha escapado este tipo?”, a lo cual suele responder LorzaMamá ofreciendo una gran cantidad de detalles sobre partos y pesos.
Después de semejante shock la pobre persona que tengo delante se atreve (alejándose cuidadosamente de LorzaMamá) a preguntarme por qué la elijo como parte de un meme.
Pues por que es una serie donde se tratan temas como la amistad y el amor a las pequeñas cosas... y porque mi hermana ya había escogido Las Chicas Gilmore.
Y porque lloro cuando escucho el opening de La aldea del Arce .
Tú también llorarías si tu hermana mayor te hubiese dicho que en realidad todos los personajes están muertos.

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El meme se lo pasamos a Anómalo.

28 agosto 2006

25-8-2006

8:00
Recibo la visita mensual de El Olor de las Nubes.
Se me han acabado las Píldoras de la Felicidad.
Odio al universo.

9:35
Llamada matutina de Novio.
-Lorz, estoy deseando que veas lo que te he comprado. Es genial, te va a encantar, ya verás...
-¡Bieeeeeeeeeen!
-Pero no puedo dartelo.
-¿Cómo que no?
-No, tus hermanos me lo han prohibido.
Sabía que tenía que haber un motivo lógico.

10:00
Me agazapo en el pasillo, y cuando pasa Hermano Pequeño salto sobre él, le hincho a collejas, y luego salgo corriendo. Nunca sabrá qué o quién le atacó.

13:15
En el trabajo, una viej... anciana me escupe.
Parece que ha sido un accidente, pero con ellas nunca se sabe.

17:05
Eme A me da 27 tirones de orejas.
-¡No te pases! -le digo, sin casi agredirle.
-No me paso: 27.
-¡Que son 26!
-¿En serio? Creí que tenías 27 y te conservabas bien para tu edad.
-matarmatarmatarmatarmatarmatarmatarmatarmatarmatarmatar...-No irás a guardarme rencor por esto, ¿verdad?
-No, claro que no.

17:30
Llamo a todos los periódicos de tirada nacional para poner el siguiente anuncio:

Modelo de lencería adicta al sexo
busca hombres que satisfagan
su voraz apetito.

Como teléfono de contacto pongo el de Eme A.
Sin rencores.

18:00
Voy a recoger a Novio al trabajo.
Cody hace gala de su habitual hospitalidad.
-¿Quieres café? ¿Té? ¿Galletitas? ¿Chocolate? ¿Periódico? ¿Una caja vacía? ¿Unos calcetines rojos?
Con el shock se me olvida felicitarle por su cumpleaños, y preguntarle a La Doctora por su experiencia islandesa.

18:30
-Toma, para ti -dice Novio.
-Creí que mis hermanos te lo habían prohibido...
-Sí, pero este es otro. He ido a comprarlo en la hora de la comida porque me dabas pena.
-Gracias, creo.

20:00
La cena familiar se va a pique porque Hermano Pequeño tiene turno en el Pizzaleches. Decidimos ir a cenar al Pizzaleches. El plan: nosotros comemos y él mira.

21:00
Novio, Hermano Mediano y yo estamos en el Pizzaleches, pero ni rastro de Hermano Pequeño. Preguntamos a la chica del mostrador.
-Entra a las nueve y media -dice-. ¿Les tomo el pedido?
-No, vamos a esperar.
-Si es por el descuento de empleado, se lo hago igual.
-Gracias, mejor esperamos.
Llamo a mi madre a ver dónde se han metido y descubro que estamos en el Pizzaleches que no es.
Me pregunto si en este también hay un Hermano Pequeño, o si la chica se limitaba a seguirme la corriente mientras pulsaba de forma convulsa el botón de alarma.

21:30
Llegamos al Pizzaleches que sí es.
Mis padres me regalan un pijama y unos calcetines, señal induscutible de que me he hecho vieja.

22:00
¡Pizza! ¡Pizza!

23:30
De vuelta a casa Novio se pierde.
-Les diremos a tus padres que te apetecía dar la vuelta a la M-30 -dice en un tono de voz que no admite discusión.
-Novio se ha perdido -digo en cuanto llegamos a casa.
Corro por mi vida.

24:00
He sobrevivido a mi 26º cumpleaños.
Recibo un mensaje de Rory: "no te preocupes, la carta de Hogwarts está al caer".
Más le vale.

25 agosto 2006

Cumpleaños

Hoy cumplo 26 años y para celebrarlo he compuesto un haiku:

Mi carnet joven
a partir de mañana
de nada sirve
.






Ahora estoy trabajando en una endecha sobre el drama que supone pagar 6,50 euros por una entrada de cine.
Os mantendré informados.

23 agosto 2006

Trullo

Mi supermercado se está adaptando a la normativa, pero que nadie me pregunte a cuál, que ni idea, oyes.
Debe ser por eso que nos han repartido unas bolsitas transparentes.
-¿Y esto? -pregunté a la Secretaria Adjunta de Repartimiento de Bolsitas Transparentes, ignorando a la viej... anciana que me tendía el dinero en un desesperado intento por pagar su compra e irse.
-Es para tus efectos personales -explicó la Secretaria Adjunta de Repartimiento de Bolsitas Transparentes, en adelante SARBT.
-Anda, como en el trullo -solté.
No podía haber dicho, "mira, como las que usan en C.S.I.", no.
-¿Qué?
-Ya sabe -expliqué-, las bolsitas que te dan para dejar tus cosas, cuando ingresas en prisión y eso.
Nunca había visto a una viej... anciana abrir tanto la boca.
-No sé... nunca he estado en prisión.
-Yo tampoco -se apresuró a añadir la SARBT.
Creo que fue ahí donde me dí cuenta de que lo mismo me estaban tomando en serio.
-No, ni yo -dije.
-No tienes que avergonzarte -dijo la SARBT, mirándome con lástima.
-Yo no tengo nada contra la gente así -aseguró la viej... anciana.
Me estaba desesperando por momentos.
-¡Que yo no he estado en el talego, oiga!
La SARBT y la viej... anciana intercambiaron una mirada compasiva.
-Hija, no te apures, que eso le puede pasar a cualquiera.
No, pensé. Estas cosas sólo me pasan a mí.

Pd: tengo que ver menos tele.

21 agosto 2006

Clavijas

Este se lo dedico a la persona o personas que me visitan regularmente desde la Subsecretaría de Economía y Hacienda (con fines no oficiales, espero).
Un saludo.


Aquí tenemos mi maravilloso ordenador portátil nuevo:

He calculado que tengo que atender a unas 3840 viej...ancianas para acabar de pagarlo (a razón de una viej...anciana por hora de trabajo).

Este es el enchufe de mi maravilloso ordenador portátil nuevo:

Es de lo gordos, es decir, de los que tienen clavijas gordas.

Este es el enchufe de mi pared.

Siempre me he preguntado porqué se llaman igual el enchufe enchufante y el enchufe enchufando. Acepto teorías.

El enchufe de mi pared sólo acepta enchufes de clavijas delgadas, porque en nuestra sociedad se ha impuesto un estereotipo de belleza ideal que... Bueno da igual.
Para que las clavijas gordas entren en los agujeritos delgados uso este adaptador.

Mejor dicho, usaba.
Porque en cuanto tuve el ordenador encendido llamé a Novio por teléfono.
Y cuando estaba contándole lo mucho que molaba mi adaptador de enchufes porque hacía ruiditos y a veces salían lucecitas azules por debajo de la carcasa de plástico, Novio me dijo que eso no era normal.
-Vas a necesitar otro -me dijo.
-Pues vaya, a ver dónde encuentro un adaptador de clavijas gordas a agujeritos pequeños.
-Eh... ¿en una ferretería?
-¡No puedo entrar en una ferretería!¡Soy una chica!
-Bueno, yo voy.
-¿De verdad?
-No te preocupes, que yo te consigo un adaptador de clavijas gordas a agujeros pequeños.

Bien. Pues esto es lo que me consiguió Novio.

Y ahora lo que me pregunto es:

¿En qué parte falló el proceso de comunicación?

18 agosto 2006

Estrella invitada VII (y ya)

-Hermano Medianoooooooooo, escribe algooooooooooo....
-¿Para qué?
-Para el blog.
-¿Y por qué no lo escribes tú?
-Jonoséesqueesagostoytodaslasviej...ancianassehanidoyyonoséquéescribiry...
-Que ya te has hartado, ¿no?
-Noooo.
-Es que lo sabía. "Jo, yo quiero un blog". "Venga, porfi". "De verdad que yo lo cuido". Y al final siempre pasa lo mismo.
-¿Qué?
-Que te aburres.
-Ah.
-Y ahora, ¿a quién le toca cuidarlo, sacarlo de paseo, y darle de comer, eh? A Hermano Mediano, como si no tuviera bastante ya con la casa...
-¿Casa?
-Que es que os creeis que la casa se hace sola, pero no.
-No.
-Pues ahora te aguantas y apechugas con tu blog. Y si no, no haberlo pedido.
-Pero...
-A ver si aprendemos a ser responsables.
Jo.

16 agosto 2006

Estrella invitada VI

Hoy le cedo el puesto a mi mamá.
Cada vez que escribo algo lo lee, se ríe, lo vuelve a leer, se ríe, y al final me dice "Lorz, que payasa eres" y me arrea una colleja, pero con cariño.
Cuando me dijo que había escrito algo para mí lo leí, me harté a reir, y le dije "mamá, que payasa eres".
Pero no le di la colleja.
Estoy esperando a que se distraiga.


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RUTINA

Todo trabajo acaba siendo antes o después rutinario. Eso lleva a que te confíes y a caer en el “esto lo tengo dominado”. Y de eso a “tierra trágame” hay sólo un paso.
Había recogido aquella mañana el enésimo fax con la reclamación del enésimo cliente y me disponía a registrarla en la aplicación A: “Se recibe escrito del Sr. Gómez en el que reclama….”.
O eso creía yo.
Podía haberle echado una ojeada antes de guardar pero nooooo, rápida como el rayo lo guardé. Entonces, ¡ahora sí, que lista!, se me ocurrió repasarlo y con los ojos como platos leí: “Se recibe escroto del Sr. Gómez en el que reclama…”. ¡¡¡Aggg!!!.
-¿Se puede borrar una nota guardada en la aplicación A?.
Pregunté, como quién no quiere la cosa, a un compañero, intentando que no se me notara mucho la prisa por quitarme aquello de encima.
-No, tienes que enviar un e-milio al departamento Z, estos lo “escalarán” (maldita palabreja) a Y que lo pasará a Ñ y allí lo borrarán.
¿Y el escroto del señor Gómez de mano en mano?, amos anda, un poquito de respeto hacia los clientes y sus intimidades. ¿Y el cachondeo entre mis compañeros? , venga ya, que una tiene una reputación que mantener.
Y se quedó grabado para la posteridad. Y yo me quedé convencida de que la c*g*d* no era fácilmente superable. Hasta que mi compañera Larita me demostró que las puede haber peores.
Correctísima y educada como siempre, Larita se disponía aquel día, como tantos otros, a llamar a un cliente. Marcó el número de teléfono, esperó que contestaran al otro lado y, avalada por sus años de experiencia profesional y su buen hacer en este trabajo, dijo con voz alta, clara y decidida:
-Buenos días, señor Fernández, mi nombre es Larita García, el motivo de mi mamada es informarle de que hemos comprobado su…..
Larita se fue encogiendo poco a poco en su silla, su cara se fue poniendo cada vez más roja y su voz se iba haciendo más débil por momentos. Aguantó el tipo, acabó como pudo la llamada y colgó. Acto seguido se encomendó a todos los santos del cielo rogándoles para que en la empresa no se recibiera una llamada del señor Fernández interesándose por los servicios de la amable señorita García.
No quise preguntarle después a mi compañera que es lo que le había comprobado al cliente, ni tampoco en que estaba pensando en el momento de hacer la llamada para que el subconsciente le jugara esa mala pasada, eso es algo muy íntimo y personal.
Tanto como el escroto del señor Gómez.


Pd: Dedicado a Larita, que también se ríe, pero sin encollejar a nadie.

14 agosto 2006

Estrella invitada V

Mi padre tiene una camisa verde de algodón.
La echó a lavar, y se fue a pasar el fin de semana fuera con mi madre.
Yo puse la lavadora y me fui de pingo, dejando la ropa húmeda dentro durante horas (unas 48).
Cuando la tendí estaba casi seca, y cuando la destendí era una bola de origami verde.
He tardado en plancharla tanto o más que en planchar las sopocientas camisetas de mis hermanos, doblar los chorricientos calzoncillos, todos iguales, y hacer bolas con un número impar de calcetines.
Y aún así, todavía se le ven arrugas.
Pues yo ya me he hartado.
Y el post que lo escriba mi padre, hombreya.



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Estaba yo tan tranquilo, admirando las cualidades interpretativas de Aurora Snow en el Windows Media, cuando aparece mi hija Lorz(¡¡¡¡¡control+alt+supr finalizar tarea!!!!!), me acorrala y me dice:
-Papaaaaaaaá, escribe algo para mi bloooooooooog...
-¿El qué?
-No sé, lo que quieras.
-¿Puedo contar mis aventuras con los grises en la universidad?
-No, eso no.
-¿Y cuando en la mili estuvimos a punto de inventar el mortero de 120 mm antiaéreo?
-No. Y nada de cuando nací, ni de cuando nació Hermano Mediano.
-De acuerdo.
-Ni de lo que dijo la matrona al ver el tamaño de los genitales de Hermano Pequeño.
-Correcto.
-Ni de cuando en el primer caso de oficio pediste que te condenaran al defendido.
-¿Y lo de cuando gané el recurso de casación en el Supremo?
-Para otro.
-¿La asistencia en comisaría al “suizo” el día de la operación de vasectomía?
-Mejor olvidamos la operación de vasectomía, no se vaya a preguntar alguien por qué tenías tanto interés por hacértela. Y de la operación de menisco ya he hablado yo.
-Ok.
-Y las filípicas sobre ergonomía y psicosociología, y la teoría de que si no hubiera existido el Califato de Córdoba no existiría la informática...
-Tampoco, ¿no?
-Pues no. Pero dejando aparte eso, puedes escribir lo que quieras.
-...

Pues eso, creo que el veintidós de diciembre de dos mil seis, hará frío y como siempre no me tocará el gordo de la Lotería.

11 agosto 2006

Estrella invitada IV

Hoy le toca a Novio.
No quería escribir, pero le invité a ser sexualmente autosuficiente y cambió de idea de pronto.


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Hace muuuchos años en un lugar muy lejano había un sapo que vivía en su charca y un caballero que vivía en su castillo…
Tal vez no haga tantos años ni fuera tan lejos, y a lo mejor la charca y el castillo eran sendos apartamentos pero el caballero sí que era un caballero, y el sapo… en fin, sigamos.
El sapo era feliz con su vida tranquila y sin complicaciones, hacía sus tareas y se iba a la cama, hacía sus tareas y se iba a la cama, hacía sus tareas y se iba a la cama, así un día y otro y otro y todos los días de su vida.
Pero un día, mientras el sapo hacia sus tareas apareció un caballero de brillante armadura que le propuso al sapo que, una vez acabadas sus tareas y antes de irse a la cama, hiciera algo.
-¿Qué he de hacer? -preguntó el sapo.
-Lo que tú quieras -respondió el caballero antes de marcharse.
El sapo, cuando acabó su trabajo, se fue a la cama.
Al día siguiente el mismo caballero pasó de nuevo junto al sapo y le preguntó:
-¿Qué hiciste ayer?
-Nada especial -respondió el sapo.
-¿Por qué no?
-Por que no se me ocurrió nada y eso hice.
-Entiendo -dijo el caballero rascándose la cabeza- ¿podrías contar cuántas plantas diferentes hay en torno a tu charca?
-Vale.
Al día siguiente el caballero se acercó a la charca y encontró al sapo esperándole.
-Hay 18 especies de plantas en torno a mi charca, pero seguro que hay más detrás de esa roca.
-¿Y por qué no has mirado?
-Porque para eso tendría que rodearla y me llevaría mucho tiempo.
-¿Y estás muy ocupado haciendo…?
-...
- Ya veo, en fin. QUIERO que mires detrás de la roca y me digas cuántas plantas hay.
-Vale
Era la tercera vez que ese caballero llegaba a la charca y el sapo sabía que esta vez le daría una respuesta satisfactoria.
-Hay 9 plantas que sólo se dan detrás de la roca.
-Ajá.
-Y varios bichos que no había visto antes.
-¿Sí? ¿Cómo son? ¿Son muchos?
-No sé, yo contaba plantas.
-...
-¿Por qué quieres tumbar ese árbol con la cabeza?
-… dolor...
-A lo mejor podía haberme fijado un poco...
-… pupita...
El caballero se marchó tambaleándose y el sapo se encontró extrañamente triste. No conocía de nada a aquel tipo que le estaba complicando la vida con esas estúpidas preguntas que a nadie importaban y sin embargo no quería decepcionarle.
Al día siguiente el caballero no apareció, ni al otro, ni el de después.
El sapo ya no era feliz, hacía sus tareas y se iba a la cama, hacía sus tareas y se iba a la cama, hacía sus tareas y se iba la cama. Pero no podía dormir, tenía algo que se le revolvía por dentro.
Al día siguiente se fijó en los bichos de la roca, en cómo eran, cuántos había, qué hacían.
Y se encontró mejor.
Al día siguiente se fijó en las plantas y los bichos que había dentro de la charca.
Al día siguiente levantó la mirada hacia el cielo por primera vez en su vida y vio centenares de cosas diferentes.
Con el paso de las semanas el sapo lo aprendió todo acerca de su charca, conocía las plantas, los insectos, los animales…
Un día el sapo se sorprendió deseando terminar sus tareas para poder ir a mirar unos brotes que estaban saliendo de uno de los árboles.
El sapo era mucho más feliz de lo que jamás hubiera imaginado, cada cosa que hacía le aportaba algún conocimiento, unos más agradables que otros, y cada nuevo conocimiento le llevaba a hacer más cosas en una espiral que el sapo esperaba que no acabara nunca.
Pero echaba de menos al caballero.
Quería hablarle de todo lo que había hecho, de todo lo que había visto y de todo lo que había aprendido, pero sobre todo quería darle las gracias porque si no se hubiera molestado en hablar con un sapo, éste se habría perdido muchas cosas.

09 agosto 2006

Estrella invitada III

Toc-toc.
-¿Lorz?
-¿Hermano Pequeño? ¿No estabas agonizando?
-Sí... Aún lo estoy -cof, cof-. Pero como me dijiste que no tenías nada para el blog, y que si te podía echar una mano escribiendo una crítica de
Los managers...
-¿Sí?
-Pues que he sacado fuerzas de flaqueza y la he escrito.
-No.
-Sí.
Mi cuerpo es un mapa del dolor, cada movimiento que hago es una agonía, mi piel escarificada sufre al contacto con las teclas y cada mínimo sonido me provoca laceraciones innombrables, pero mi hermanita me dijo que necesitaba una crítica de Los managers, y yo, si mi hermanita me lo pide, soy capaz de soportar los más atroces sufrimientos.
-Ah.
-¿Lo vas a publicar?
-Eh... Pues no.
-¿Cómo que no?
-Pues que no, que ya he puesto
lo que escribió Eme A.
-Ah, no, eso sí que no. Me tragué esa m**rd* de película, casi me muero escribiendo, ¿y le das mi columna a Eme A?
-¿Columna?
-No me puedo creer que me hayas hecho esto, aunque ya me lo veía venir... Desde las trescientas primeras veces que te expliqué qué era un blog supe que de aquí no podía salir nada bueno... Y ahora que tienes público ¿qué? ¿No tienes bastante con eso? Noooooooo, la señorita además tiene que secuestrar a bloggeros de brillito y obligarles a escribir para subir las audiencias... ¿Que será lo próximo,
fan service? Pues yo me niego a hacer posturitas para que la señorita tenga más comentarios, que luego ni me mencionas como coautor, ni me pagas derechos de imágen ni nada, claro que eso fue antes de que te consideraras demasiado importante como para hablarme, y que tuviera que pedir cita por correo electrónico para preguntarte si me pasabas la sal, cacho guarra, y además me da igual, ¡que me has hecho daño, que esto no te lo perdono y que eres una cenobita!
-Tengo un hueco el miércoles.
-Venga, va.



Pues eso; aquí tenemos la crítica de Hermano Pequeño a Los managers.
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Fernando Guillén Cuervo forma parte ya del selecto club de mitos del cine español. Este respeto se lo ganó en los años sesenta y setenta interpretando, como ningún otro podía haberlo hecho, personajes de tipos duros y sin sentimientos, en filmes policíacos y spaghetti westerns. Pero el verdadero Fernando Guillén Cuervo, el que perdurará durante muchos años, es el Fernando Guillén Cuervo director.Un director imprescindible en la historia del cine, que no pierde el tiempo en concesiones estúpidas y se dedica simplemente a hacer lo que mejor hace, cine. Un autor clásico que construye sus películas con la habilidad de un artesano y cuenta historias sinceras y sin artilugios superficiales. Cine que llega directo a las entrañas seguramente porque esta hecho con ellas.
Los managers es su mejor película en los últimos diez años. Decir esto de cualquier director sería ya un halago, pero de un creador que ha dirigido en estos años películas como Robo en el cine Capitol, o Año Mariano, el comentario tiene una dimensión mucho mayor.Estamos ante una película perfecta. Una cinta sin ninguna grieta, sin ningún punto débil. Magistral de principio a fin. Escrita, dirigida e interpretada de forma inmejorable que te agarra el estómago y no te lo suelta hasta el último fotograma.Guillén Cuervo se maneja como nadie en la delgada línea que separa el melodrama del telefilme. Resulta complicadísimo contar una historia dramática y no caer en le tentación de buscar la lágrima fácil y de convertir una historia de cine en una película de sobremesa de fin de semana. Esa línea invisible Guillén Cuervo la marca con claridad y contundencia y no permite una sola licencia de cara a la galería. No se vende a lo fácil. Con una estructura de guión clásico, la película nos desmenuza y nos retrata a un grupo de perdedores que se agarran a un sueño para poder seguir viviendo. Gente torturada por su existencia que sólo encuentra alivio a su dolor en el deseo de perseguir una utopía lejana e inalcanzable, pero que les da fuerzas para levantarse cada día.El reparto de esta historia está impecable. Enrique Villén destaca con una interpretación memorable que le convertirá, sin duda, enser nominado por segunda vez a los premios Goya. Villén realiza un trabajo sincero, puro, compacto y contundente. Una interpretación al alcance de muy pocos, tal vez sólo Bardem este año haya podido estar a su altura.Enrique está arropada por dos veteranos que ceden el protagonismo interpretativo al actor pero que elevan el nivel de las secuencias con recreaciones muy auténticas de sus personajes. Sancho Gracia, transmite experiencia, sabiduría y ternura con su naturalidad habitual y Manuel Manquiña firma su mejor interpretación desde 'Año Mariano
'Los Mánagers', será un clásico. Lo será porque es cine de verdad, auténtico, en estado puro. Una obra maestra que demuestra que no todo está perdido, que se puede tener todavía fe en el cine. Mantener la ilusión en cineastas que siguen contando historias y las cuentan con el corazón. Autores como Guillén Cuervo son indispensables porque viven al margen de las modas y de las corrientes del mercado. Porque no necesitan efectos especiales ni grandes campaña de marketing para realizar su cine. Porque entiende la vida y el cine de una forma diferente y principalmente porque su estilo se ha convertido ya en arte...

Está bien, lo admito.

La crítica la he copiado de Tiramillas

Aguanté cinco minutos de película y luego me fui al baño a llorar.

Id a verla y lo entendereis.

07 agosto 2006

Estrella invitada II

Señoras y señores hoy les presento un impresionante testimonio gráfico por cortesía de Fray Albertus.



Ahora yo me pregunto:

Con lo grande que es el monte, ¿no había otro sitio para vender melones más que debajo del cartel última generación que prohibe la venta ambulante?

¿Contiene el bidón armas de destrucción masiva?

¿Es normal que el monte esté tan verde en esta época del año?

¿Por qué Fray Albertus no puede hacerle fotos al paisaje como hace la gente normal?

Y lo más importante:
Si está sentado, ¿se considera venta ambulante?

Esto sí que son misterios, y no los de Cuarto Milenio.

03 agosto 2006

Estrella invitada

Hace calor.
Estoy vaga.
Mis viej... ancianas, fuente de inspiración inigualable, se han ido.
Cuando tenía a Hermano Pequeño convencido de que escribiera por mí, va y se pone malo.
Al final he encontrado un suplente. No me convence mucho, pero bueno, el chico es nuevo, está empezando, y hay que darle una oportunidad.
Así que sin más les dejo con el único (por suerte), el genuino (nunca mejor dicho)
Eme A.

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-Oye, Eme.
-Dime, Lorz.
-¿Por qué no me escribes un post para mi blog?
-¿Y por qué tendría que hacerlo?
-Jo, yo te escribí un post.
-No me escribiste un post a mí, lo escribiste para mis lectores.
-¿Cuela como regalo de aniversario del blog?
-¿Eso quiere decir que lo tendría que escribir mañana como muy tarde?
-Y que sea largo, nada de dos líneas y una imagen como sueles hacer tú.
-Sigh.

Buenos días, me llamo Eme A. Tal vez me recuerden de otros blogs como ADLO! Novelti Librari o Cosas de Frikis. Me encuentro hoy ante ustedes con el objeto de dar a conocer mis experiencias con este ente, Lorzagirl, y de la red de mentiras y manipulación que ha tejido a su alrededor.

Consiguió engañarme ya en nuestro primer encuentro en la red: Lorzagirl (si es que ése es su verdadero nombre) entró a mi blog fingiendo ser una indefensa y desorientada chiquilla que había llegado por casualidad a ADLO! cuando la realidad era (como descubrí más tarde, leyendo sus archivos) que llevaba meses espiándome en secreto, esperando el momento oportuno para dar su golpe. En la incursión de la que estoy hablando dejó un enlace-trampa que me hizo caer en su blog, de tal forma que no tuve más remedio que leermelo entero de una sentada.

A partir de entonces no podía parar, tenía que volver a por mi dosis diaria de Lorzagirl. ¿Quién podía resistirse a esos divertidos relatos de maltrato de ancianas? ¿A esas promesas de fotos de pechos? ¿A esos anuncios solicitando intercambio de fluidos? Con la perspectiva que da el tiempo me doy cuenta de que nada de lo anterior pudo haber salido de la cabeza de esta muchacha, sus ingeniosos trocitos de vida cotidiana seguramente serían fruto de la labor de un talentoso negro o (peor aún) algún plagio/adaptación del weblog de alguna desdichada cajera de supermercado londinense. Pero yo no lo sabía cuando, deslumbrado por el más acertado análisis de V de Vendetta que he leído jamás, cometí el error de mi vida: le dije que se casara conmigo.

No tardé en darme cuenta de mi error: se trataba de una mujer entrada en años, poseedora de un físico discreto (siendo generosos) y sin un mal novio que echarse a la boca; es decir, desesperada. Así que no tardó en presentarse en un acto cultural al que sabía que yo asistiría, vestida de novia (¡con ramo y todo!) y llamándome a gritos. Afortunadamente en eventos multitudinarios me gusta sentarme al lado de la salida de emergencia, así que pude escapar vivo (y soltero) de aquel lugar.

Este fracaso volvió mucho más cuidadosa a la titular de este weblog, y conchabada con sus dos esbirros (a los que se refiere como Hermano Mediano y Hermano Pequeño; también dudo que sean sus nombres auténticos, pero no lo he investigado en profundidad) inventó una serie de excusas que hicieron que me volviera a confiar: que el traje de novia era solo un disfraz de Kill Bill, que ella tenía novio otra vez y era muy muy feliz, que me quería solo por mi cerebro... así que quedamos a tomar un chocolate. En un lugar público. Muy público. ¡Con cuanta más gente mejor! Ese día descubrí con horror una de las razones que le habían llevado a acosarme e intentar derribarme durante varios meses: éramos vecinos, y le venía bien tener conocidos en el barrio en cuya casa refugiarse en caso de que la policía apareciera para investigar la desaparición de aquellas cinco ancianitas, clientas del mismo supermercado (entonces eran cinco, el número ya ha subido a siete).

Ha pasado más de medio año desde la primera vez que leí su maldito nombre, y esta... cosa (a falta de una palabra mejor) se ha incrustado en mi vida de tal forma que veo cada vez más difícil deshacerme de ella. Creo que acabaré necesitando ayuda profesional, un fumigador de jardines o directamente Control de Plagas... pero no inmediatamente. El caso es que estoy desarrollando un cierto síndrome de Estocolmo hacia ella (al menos estoy casi seguro de que es de género femenino). Y además, en verano tampoco hay nada interesante en la tele. Puedo aguantar unos mesecitos más teniendola en mi vida. O añitos. O, como suele decirse, hasta que las mudanzas nos separen.

02 agosto 2006

Crónicas parisinas: lost in traslation (epílogo)

Main Street, Gibraltar; 13:00.


-Lorz, ¿tú hablas inglés?
-Relativamente.
-¿Cómo?
-Depende de la amplitud que le des al verbo "hablar".
-Da igual; pregunta a la dependienta a cuánto está el cartón de Fortuna light.
-Pero tita...
-Venga, Lorz, hazme el favor...
-Bueeeeeeno.... -me vuelvo a la dependienta con aire resignado-. Buenah tardeh, ¿a cuantohtá er cartón de Fortuna lai?
-A dose euroh.
-A doce euros, tita.
-Lorz, vete a reirte de tu madre.
-Ya me gustaría, pero después de tantos años está muy resabiá.



y fin.