31 diciembre 2011
Nochevieja 2011
¿Y para qué?
PARA NADA.
Porque los últimos años, por más que me he esforzado en desear feliz año,
EL MUNDO NI P*T* CASO.
Más bien al contrario, sigue igual. O peor. Que si desastres naturales. Que si enfermedades. Que si paro. Que si crisis. Que si prima de riesgo. Que si "os dije que no iba a subir los impuestos pero nadie me preguntó sobre inventarme impuestos nuevos"...
En fin, una Caca de la Vaca Paca. Big Time.
Pues este año paso.
Me niego a desear Feliz Año a nadie.
¿Para qué?
¿Para que hagáis lo que os da la gana?
Ah, no. A mí no me vuelven a pillar deseando en vano...
Estas fiestas, en vez de desearos cosas, os voy a dar un consejillo práctico.
Tomad nota.
¡HUID!
¡HUID, INSENSATOS!
Son apenas las cinco y twitter ya está "over capacity".
En 2012 llega el fin del mundo, que lo sé yo.
27 diciembre 2011
Ya llegó la navidad, la familia alegre está
-¡Mira, un elefante volando justo detrás tuya!
Ostras, ¡un elefante volando! Me di la vuelta, pero no debí ser lo bastante rápida, porque cuando me giré el elefante ya no estaba.
-No veo na...-dije, volviendo a mirar a mi madre. Pero mi madre había desaparecido.
Me pareció oirla a lo lejos, gritando mientras bajaba a toda velocidad los cinco pisos hasta la calle agitando los bracitos...
Desde entonces no la hemos vuelto a ver, ni a ella ni a mi padre. Se rumorea que se han ido a la playa a atiborrarse de marisco y jamondelgüeno.
Falacias.
¿Por qué iban a huir de la cena de Navidad en familia?
Tampoco es que sea tan malo, ¿verdad?
Y cocinar para toda la parentela, cada uno con una manía diferente, no debe ser ni tan duro ni tan difícil, ¿no?
Cualquier idiota podría hacerlo... ¡y tengo la prueba gráfica de que así es!
ZaraJota™ ha censurado el resto del vídeo. Para ser sinceros, lo que hizo fue quitarme la cámara por la fuerza en cuanto llegó a casa.
-Eso es censura-le dije.
-No, es abuso de autoridad.
Ah, bueno, si es eso vale.
22 diciembre 2011
La tarta Towsend
Para que luego digan que no se tortura en las escuelas. ¡Hablar de tartas de chocolate a las 11 de la mañana cuando no has desayunado debería ser delito!
Después de aquello me entró un antojo tremendo de tarta Sacher™. Es lo que tiene. Pero, tal y como habíamos leído en clase, la receta es secreta y sólo se puede conseguir una porción de auténtica tarta Sacher™ en Viena.
Jo...
Claro que, siempre hay imitaciones. En internet hay un montón de recetas, y como tenía un antojo enorme decidí crear mi propia versión, usando esta como base.
Ante todo, que quede claro que lo he hecho NO es una tarta Sacher™, no sea que venga la SGAE ahora a crujirme por cocinar.
Por eso lo primero es darle un nombre diferente:
LA TARTA TOWSEND
Porque la primera vez que la hice llevé un trozo a casa de Towsend y Sheena para que lo probaran, pero Sheena no llegó a probar ni un trocito.
Nadie sabrá nunca lo ocurrido, pero la mayoría de los expertos opinan que Towsend olió el chocolate y se escondió dentro de la lavadora para comérselo él solo, mientras repetía "mi tesoro, mi tesoro".
O algo así.
Más tarde me dijo que la tarta "estaba hecha del material con el que se fabrican los sueños", pero ya no sé si lo decía en serio o había tragado suavizante sin querer y le estaba afectando al cerebro.
Allá vamos:
Para la base necesitas, por orden de aparición:
1 tableta de chocolate para fundir
100 gramos de mantequilla, con margarina también queda estupenda
6 huevos
100 gramos de azúcar
un puñao de almendras (decir "puñao" es correcto si se usa como unidad de medida)
100 gramos de harina
un sobre de levadura
una cucharada de canela
un poco de sal
Como no tengo báscula, ni falta que me hace, tengo dos opciones: usar la Wii Balance Board o uno de esos cacharritos de medir.
Para la mantequilla uso un sistema de aproximación matemática: si la tarrina es de 500 gramos, la mitad son 250, y la mitad 125, y así sucesivamente.
Creo que he perdido un par de fotos. En algún punto hay que triturar las almendas... Es posible que estuviera tan emocionada triturando que se me haya olvidado hacer las fotos.
Jo, un maravilloso recuerdo que nunca volverá.
Bueno, lo primero es lo primero:
Se parte el chocolate en trozos y se pone a derretir en una perolita a fuego lento. Mira que mono.
A mí me gusta echarle un chorrito de leche, queda más cremoso y tarda más en pegarse.
Aún así, a la que te descuides se pega. Hay que remover y remover...
Cuando esté todo derretido añadimos la mantequilla y seguimos removiendo.
Hasta que quede una pasta cremosa y uniforme. O algo.
Apagamos el fuego y, haciendo uso de una gran fuerza de voluntad, dejamos el chocolate aparte para que se enfríe.
Mientras tanto, cogemos los huevos, los casca... eh... mientras tanto separamos las claras y las yemas.
Ahora hay que montar las claras a punto de nieve. Se puede hacer a manita o con un cacharrito de montar claras, que es mucho más rápido.
Al mío lo llamo Dalek Chef.
Las claras tienes que quedar así. Si les echas un poquitito diminuto de sal es más rápido.
Todos los demás ingredientes se mezclan con las claras. Así, a mogollón.
Bueno, para ser sinceros, es mejor batir primero las yemas, después añadir el azúcar, y poco a poco todo lo demás, porque si no en lugar de una "masa uniforme" te quedan "ñoscos de dudoso aspecto".
Cuando me pasa esto (o sea, cada vez que hago la tarta), añado mantequilla derretida hasta que la masa tiene aspecto de masa:
Mucho mejor.
Ahora añadimos el chocolate.
Y cuando todo está bien mezclado, añadimos las claras.
Muy despacito, y usando una espátula para remover...
...porque si lo haces deprisa o con brusquedad todo el trabajo de Dalek Chef se deshace, y Dalek Chef se enfada, y, creedme, no queréis ver a Dalek Chef enfadado: una vez me pillé un dedito con las varillas en movimiento y no veas lo que duele.
El resultado es una especie de cerveza de lodo.
Y ahora lo de siempre, embardurnamos un molde con alguna sustancia pringosa para que la tarta no se pegue...
Llegado este punto es cuando me doy cuenta de que se me ha olvidado precalentar el horno.
En mi horno de la Srta. Pepis bastan 20 minutos a 180 grados.
Metemos el molde con cuidado de no tirarnos la masa encima.
No es que me haya pasado nunca. No. Que va. ¡Malditos moldes de silicona flácida!
Eso sí, después se te queda un brillito en el pelo monísimo.
Y ahora mucho ojito. Esta tarta cuece rapidísimamente. En este horno de juguete está lista en 30 minutos a 180 grados, de los hornos de los demás no me atrevo a opinar.
Mientras se hace, aprovechamos para recoger la cocina.
No sé muy bien cómo, pero el chocolate suele llegar a lugares insospechados:
Cuando la tarta esté lista, la sacamos del horno y esperamos a que se enfríe.
Y cuando esté bien fria la cortamos por la mitad con un cuchillo y evitando los deditos para que quede así.
Ahora embadurnamos las mitades con mermelada. Este es el paso más importante porque la mermelada es fruta, así que cuenta para las cinco porciones de fruta al día, y además es light, ¡así que TODA la tarta es light!
Para que luego digan que la comida sana no está rica.
Cuando está todo bien empapado de mermelada unimos las dos mitades como si fuera un bocadillo.
Y ahora cubrimos de chocolate; repitiendo los pasos del principio: calentamos en una perolita una tableta de chocolate, una bola de mantequilla y un poco de leche y... TA-DÁ!!!
Seguramente os estáis preguntando para qué he puesto la tarta sobre un andamio...
Para que el chocolate chorree libremente en vez de rebosar por el plato.
Dejamos que el chocolate chorree bien y cuando esté un poco más consistente pasamos la tarta a un plato.
Llegado a este punto la tarta se puede comer, pero no sé, como que le falta algo...
Lleva huevos, mantequilla, chocolate, harina, azúcar, sí... pero lleva muy poca mermelada. No conseguiremos una dieta auténticamente sana y equilibrada sin alcanzar las cinco piezas de fruta al día.
Pues a ver como meto yo cinco piezas de fruta en una tarta tan pequeña...
¡Ah, pues ya está!
Decimos que es un pino que da manzanas de colores y ya está.
¡FELIZ NAVIDAD PARA QUIENES CREAN EN ELLO
Y GRAN PITANZA PARA LOS QUE NO!
18 diciembre 2011
Es la historia de un amor como no hay otro igual 3
Me dieron a escoger entre dinero o mis principios y me quedé con mis principios.
¡Seré lela!
Después de poner la reclamación recibí una llamada de la academia.
-Estamos muy sorprendidos porque es la primera vez que nos ponen una reclamación.
-Pues a mí no me sorprende, si a todo el mundo le ofrecen dinero para que no la pongan.
-No creo que sea eso.
-¿No?
-Lo que pasa es que la gente normal no le da importancia a las faltas de ortografía.
Espero, ¿me está diciendo que no soy normal? ¡Si ni siquiera me conoce! ¿He llegado al punto en que la gente no tiene ni que verme para darse cuenta? Es el olor, ¿verdad?
-Verá, es que no estamos hablando de cualquier tipo de gente. Ustedes ofrecen cursos para profesores. ¿De verdad pretende que me crea que no les importan las faltas de ortografía?
-Sí. Quiero decir, ¡nuestros libros no tienen faltas de ortografía!
-¡Claro que tienen y es vergonzoso!
-Está bien. Le ofrecemos nuestras disculpas. Lamentamos mucho los transtornos que le hayamos podido causar. Haremos que nuestros mejores expertos revisen los materiales y le enviaremos una copia corregida.
Claaaaaro, claaaaaaaro, y voy yo y me lo creo.
Pues bien, aproximadamente una semana más tarde recibí por correo certificado una copia del libro del curso teóricamente corregido.
Y digo teóricamente porque una semana me parecía poco para corregir, imprimir y enviar, por no hablar de que los veía capaces de decir "vamos a enviarle la misma copia, total, no creo que sea tan rara como para leerse el mismo libro DOS veces".
Durante unos días he tenido el libro encima del escritorio, sin atreverme a abrirlo, por miedo a que siguiera teniendo faltas de ortografía.
Además, ayer Sark salió en su defensa. Que por cierto, ya le vale. Si en un cómic hay una errata es el fin del mundo, en cambio le parece bien que un libro de texto las tenga a porrillo...
-Todos tenemos faltas de ortografía.
-Ya, ya... A veces no sé que haría yo sin Efe.
-Sobretodo cuando escribimos rápido y no lo leemos después.
-Hombre, lo normal es leerlo después. Sobre todo si te están pagando por ello.
-Además, ser corrector es muy difícil. Llega un punto en que no ves lo que lees.
-No creo que hayan usado un corrector. De hecho, creo que no han usado ni el corrector de word.
-Bueno, a lo mejor sí lo han usado, y han creído que las líneas rojas y verdes eran para resaltar lo más interesante.
-De todas formas, no son sólo las faltas de ortografía.
Escribir es muy difícil. No me refiero a escribir bien, o cosas buenas, o cosas interesantes. Me refiero al simple hecho de escribir cualquier cosa: a las normas gramaticales, al orden de las palabras, al uso de las comas. Son cosas que puedes intentar aprender de memoria, pero, por lo general, sólo se aprenden bien leyendo mucho, mucho, mucho, hasta que interiorizas el ritmo.
Aunque por supuesto, yo no soy nadie para dar lecciones: ¡precisamente por eso no me dedico a escribir libros para formar a profesores!
Total, que hoy me he levantado dando un salto mortal, he cogido un boli rojo y me he puesto a leer el libro, marcando todo lo que estaba mal. No he sido muy estricta, les he perdonado el mal uso de las comas si a pesar de ello se entendía el sentido de la frase.
Por suerte para mi salud mental, tengo que admitir que han pasado el autocorrector de word. Y sé que ha sido el autocorrector de word, y no una persona humana que se haya leído el texto porque las palabras que se pueden escribir de dos maneras diferentes no han sido corregidas, como aparte, sino, cuánto...
Lorzconsejo memotécnico: todo junto se escribe separado, y aparte se escribe todo junto.
Por Rowling, que si tengo que leer un "esto lo pondremos a parte" más me arranco los ojos.
También me gustaría recordar que se puede escribir "si no" y "sino", y que a pesar de lo que se pueda pensar NO son SINÓNIMOS. Sorprendente pero cierto.
Total, que después de leerme las primeras treinta páginas del libro he llegado a la conclusión de que realmente habían hecho el esfuerzo, lo que pasa es que, simplemente, no dan más de sí.
La conciencia me dice que debería volver a reclamar, pero realmente no es culpa suya no poder hacerlo mejor. Y además es Navidad. Y ayer me atiborré de chocolate y me siento muy en paz conmigo misma.
Resumiento, que en vez de protestar he decidido colaborar, y voy a ponérselo fácil dándoles la solución:
Ahí vamos.
¿Preparados?
¿Listos?
CONTRATAD A ALGUIEN QUE SEPA HACER SU TRABAJO.
Si es que más sencillo imposible.
13 diciembre 2011
Es la historia de un amor como no hay otro igual 2
La educación privada te da un título a cambio de dinero, cuando lo que debería hacer es darte conocimientos a cambio de dinero.
Dada la dificultad de los exámenes los hice todos seguidos, todos del tirón, sin leer los apuntes para nada y en un tiempo aproximado de una hora.
Acto seguido recibí un correo de mi tutor diciéndome que ya había aprobado y dónde y cuándo podría recoger mi título.
Como había hecho el curso en una hora y se suponía que era de 130 me sentí un poco culpable y decidí leerme los apuntes a pesar de todo, a ver si por casualidad aprendía algo.
Pues no. Aprender, lo que se dice aprender, no aprendí nada. Pero los apuntes me trajeron muchos recuerdos de juventud, concretamente de cuando me compré mis primeros apuntes de Magister: faltas de ortografía y erratas de todo tipo, información incorrecta o directamente errónea, párrafos sin ningún tipo de sentido...
Esto me tocó mucho la moral.
Pero mucho mucho.
Porque veréis, Magister tiene mucho prestigio en el mundillo. Al menos, entre lo que nunca han sido alumnos suyos.
Parte de este prestigio se debe a que la propia academia difunde el rumor de que:
a) los miembros del tribunal que examina, cuando no conoce un tema, utiliza el manual para corregir
b) los propios profesores de la academia son, en muchas ocasiones, miembros del tribunal examinador
Se supone que esto habla a favor de la academia, pero, aplicando la lógica: ,si lo
Si los miembros del tribunal no tienen ni idea de la materia
Y
los miembros del tribunal son profesores de Magister
SE DEDUCE QUE
los profesores de Magister no tienen ni idea de la materia
No lo digo yo, lo dice la Filosofía de 3º de BUP.
Pero no debe estar tan claro, porque con la velada amenaza de que Magister controla los tribunales de oposición consiguen que no haya nadie que les chiste.
Eso no puede ser. Los alumnos no somos clientes de una mafia, somos clientes de una empresa a la que pagamos porque preste un servicio, y no lo está prestando correctamente. Por ello, en lugar de agachar la cabeza y hacer la pelota al tutor ante la remota posibilidad de que esté en el tribunal que nos examine, deberíamos quejarnos.
Y en consecuencia, fui a poner una reclamación.
Mala, mala idea.
Vivo a escasos 100 metros de la academia y hago todas mis gestiones por internet porque cuando voy me tratan como a ganado. Puedo estar más de media hora esperando a que me atiendan mientras las chicas charlan entre ellas, y cuando por fin me hacen caso es con desgana y sin educación.
Tuve que ir tres veces hasta conseguir que alguna de las chicas me dirigiera la palabra.
A la tercera, muy educadamente, les pedí por favor una hoja de reclamaciones.
-¿Por qué?
-Porque quiero poner una reclamación.
-Espera.
La chica se fue y volvió con un señor con bigote. El señor con bigote traía la (y digo la porque luego me enteré de que no tenían más) hoja de reclamaciones cogida de una esquinita, como si fuera tóxica.
-¿Eres tú la que ha pedido una hoja de reclamación?
A punto estuve de decir que no, pero como no había nadie más me pareció que sería estúpido negarlo.
-Sí.
-¿Por qué?
Porque quiero escribir un haiku y me he quedado sin papel, ¿usted qué cree?
-Porque quiero poner una reclamación.
-¿Por qué?
Me hace ilusión. Es una apuesta. Me han dicho que si pongo una reclamación me dan una piruleta...
-Porque no estoy contenta con el curso que he hecho.
-¿No?
-Está lleno de faltas de ortografía.
-Eso no es cierto.
-¿Lo ha leído usted?
-Eh... Nuestro curso está hecho por grandes profesionales.
Francamente, que sean obesos no aporta nada a esta conversación. No sé por qué lo sacó a relucir.
-¿Me va a dar la hoja de reclamaciones?
-Te la doy si me explicas para qué la quieres.
-Para poner una reclamación.
-No tienes ningún motivo para poner una reclamación.
-¡El curso es infecto!
-¿Cómo te atreves a venir a MI casa a insultarme?
-No le insulto a usted, es al curso, y no es un insulto, es la cruel realidad.
-¿Ah, sí? Entonces, ¿por qué hasta ahora no ha venido aquí nadie a quejarse?
-No sé, ¿porque es un curso a distancia? ¿Me va a dar la reclamación o no?
-Te la doy, si quieres te la doy, pero no puedes ponerla. ¡Hasta ahora nunca nos han puesto ninguna!
-Pues mira que me extraña. ¿Me va a dar la hoja de reclamaciones o no?
-¡Está bien! ¡Te devuelvo el dinero del curso!
-No quiero dinero. Quiero la hoja de reclamaciones.
Esto, para mí, no era una cuestión de dinero. Era una cuestión de moral, de que quedara constancia de que esta gente no está haciendo bien su trabajo, y que no formo parte de la masa que se resigna y permite que el sistema se perpetue.
Entonces se giró a las chicas.
-¿Estáis oyendo? ¡Le estoy ofreciendo devolverle el dinero! ¡Y no lo quiere! ¡Sois todos testigos! ¡Le ofrezco dinero en lugar de la hoja de reclamaciones y no lo quiere! ¡Que quede claro que tengo testigos!
-Muy bien, ya tiene usted cuatro testigos de que ha intentado sobornarme. Ahora, ¿me puede dar la hoja de reclamaciones?
-Te la doy, si quieres te la doy, pero no puedes ponerla. ¡Hasta ahora nunca nos han puesto ninguna!
Me da la impresión de que no estamos avanzando.
Como sé que no os gusta esperar para saber el final, os lo cuento ya y me ahorro unos cuantos twits.
No conseguí que me diera la hoja de reclamaciones, y, como se puso muy violento, me fui sin conseguir rellenarla.
Una vez en la calle me di cuenta: ¡se había salido con la suya!
Volví, y con muchísima dificultad y después de llamar a la policía conseguí que me diera la hoja. La rellené, se la entregué, se retiró a su despacho y me la devolvió con un añadido: "se le ofrece el dinero y no lo quiere".
Estupendo, señor, ahora también ha dejado constancia por escrito.
Continuará...
08 diciembre 2011
Es la historia de un amor como no hay otro igual 1
Esta es la fantástica historia de mi relación con una academia de formación para el profesorado cuyo nombre no voy a mencionar para que preservar su anonimato.
Sí, es Magister.
A la m**rd* el anonimato.
Hace años me compré el temario de Magister (ya no le pongo más links, a ver si encima voy a acabar haciéndoles publicidad) para presentarme a las oposiciones de Profesores de Enseñanza Secundaria (especialidad Geografía, Historia y Arte).
Aquel temario pesaba once kilos, de lo cuales sólo me fueron de provecho los 100 gramos de las tapas, que usé para hacer manualidades. Las mandíbulas de las marionetas, para ser más exactos.
El resto lo acabé tirando. Después hice mis propios apuntes, con los que, casualmente, conseguí a aprobar.
Parte del problema eran las faltas de ortografía. A ver, en todos los libros hay errores ortotipográficos, pero ¿tantos? Lo peor era que a veces o estaba claro si era un error ortotipográfico o no, (como muestra un botón) por lo que había que revisarlo todo y corregirlo, y claro, una vez que dudas de las palabras empiezas a dudar también de las cifras: ¿será verdad que Colón llegó a América en 1942? Al final resulta que tienes que revisar cada dato para asegurarte que es correcto y, francamente, así no se avanza mucho.
Después de 72 temas llegas a la conclusión de que el autor de semejante horror no sólo no sabe de su materia, es que no sabe escribir, y, lo que es peor, ¡no sabe usar el autocorrector de word!
Además estaban las cuestiones "de estilo", las que ni con word se arreglan: parrafos sin ningún signo de puntuación, o con signos de puntuación aleatorios a porrillo, casi entre palabra y palabra. Frases que se quedaban a medias, así, por que sí, sin que nunca llegues a saber cómo acababan. Frases sin sujeto. Frases sin verbo. Párrafos copiados y pegados de otros libros que contradecían al párrafo anterior, o que directamente no tenían nada que ver.
Y los errores ortotipográficos no eran el único problema. Los apuntes que te daban (a cambio de la friolera de 350 €) eran fotocopias de las fotocopias de las fotocopias de los originales. Las imágenes, que en cualquier caso eran robadas de cualquier otra publicación, apenas se veían, y te las tenías que imaginar por lo que decía el pie de página. El tema de la Revolución Francesa no hablaba de la Revolución Francesa, Napoleón nunca existió y, a pesar de que alardean de que los temarios son actualizados, la Unión Europea nunca superó los 12 miembros, aunque debo reconocer que sí habían actualizado el título del tema, lo que resultaba aún más desconcertante.
Después de aquello me juré a mi misma que no volvería a Magister.
Peeeeeeero hace poco empezaron a anunciar unos cursos de formación para profesorado.
Mi voz interior me dijo "¡no lo hagas, insensata!".
Mi voz exterior me contestó "bueno, está avalada por la Universidad Francisco de Vitoria, que aunque no sea gran cosa no habrá dejado que usen su nombre para cualquier bodrio de curso, ¿no?".
Ejem...
Me apunté.
Error. De los gordos.
Porque yo de verdad quería aprender, y este curso no está pensado para eso: está pensado para que pagues, te den un título, y punto.
Por que si de verdad quisieran que aprendieras algo, las tareas de evaluación no serían estas:
"TAREA 2
A continuación vamos a realizar una participación en un foro. Para la realización de esta práctica se puede utilizar cualquier foro que esté disponible en la web, o bien el foro proporcionado por el curso [...].
En el foro se tendrán que valorar las ventajas que supone utilizar plataformas E-learning en la educación virtual, qué ventajas e inconvenientes puedes suponer ante la enseñanza tradicional."
No sé ahora, pero cuando yo hice el curso el "foro proporcionado por el curso" no pirulaba, por lo que la única opción que tenía era "utilizar cualquier foro que esté disponible en la red".
Muy bien, me dije, lo único que tengo que hacer es entrar en el El Focoforo y soltarles una filípica sobre las ventajas del E-learning... y después correr a esconderme.
Porque se me cae la cara de vergüenza hacer una tarea tan estúpida, pero sobre todo se me cae por haber pagado para hacer un curso diseñado por alguien capaz de idear una tarea tan estúpida.
Por suerte, había más tareas.
"TAREA 4
En esta tarea vamos a hacer una intervención en el chat (se podrá utilizar cualquier chat que se conozca). No hace falta que se hable con ningún usuario, basta con hacer un monólogo"
A ver si lo he entendido: me meto en cualquier chat, suelto cualquier parida y me dan un título de profesor de e-learning.
Por favor, por favor, por favor, decidme que lo he entendido mal...
Por si las tareas te resultan demasiado difíciles, o si te parece que conseguir un título sin haber aprendido nada es vergonzoso, tienes la opción de hacer algunos exámenes.
Los exámenes son tipo test, puedes repetirlos las veces que quieras y te dan las preguntas por adelantado en el libro de texto.
Menos mal, porque las preguntas son así de difíciles:
Yo no digo que esta pregunta sea tonta. Al menos no en un curso presencial. En un curso online en el que te informas por mail y te apuntas por internet igual ya podemos presuponer que los alumnos saben usar su correo.
Y mi favorita:
Continuará...
01 diciembre 2011
Día del sida
¡Bien, bien!
No tengo muy claro el protocolo en estos casos, si hay que cantar feliz cumpleaños o qué. Lo que sí sé es que el sida es una enfermedad muy seria, fácil de prevenir y difícil de curar.
Aprovechando la coyuntura, voy a contar una anecdotilla reciente.
Hace un par de semanas mi riñoncito volvió a darle la lata y fui al médico, pero al médico de verdad, no a urgencias. Bueno, sí, los médicos de urgencias también son médicos de verdad, pero sólo parchean, y yo estoy harta de que me pongan parches, lo que quiero es que me arreglen el riñón pero ya.
Por eso, antes de que la cosa fuera a más y me retorciera de dolor gritando "¡dadme mi buscapina, c*br*n*s!" fui al médico de cabecera y le expliqué la situación.
-Voy a hacerte una analítica completa.
-Vale. Espera, ¿"analítica completa" implica sacarme sangre?
-No, un equipo de elfos vulcanianos te imponen las manos y detectan cualquier anormalidad.
-...
-Pues claro que hay que sacarte sangre.
-Jo.
-Ya que estamos, ¿quieres que te pida también las pruebas de enfermedades de transmisión sexual?
-No sé, ¿hace falta?
-Bueno, eso depende de si perteneces a un grupo de riesgo.
-No, no, no me gustan los deportes extremos. En realidad, ningún deporte.
-Me refiero a si consumes drogas, o si eres, ejem, promiscua.
-Drogas no, promiscua tampoco, porque mi nombre no se lee igual del derecho que del revés.
-Ya veo... ¿cuántas parejas sexuales tienes?
-Eh... sólo una.
-¿Estás segura?
Aquí ya me empecé a mosquear. Una cosa es que me llamen promiscua, y otra que insinuen que voy por ahí acostándome con cualquiera. Como si tuviera tiempo.
-Sí, sólo mi marido -le dije, y luego me di cuenta de que me había pasado de borde, y pensé en hacer una broma para aligerar el ambiente-. Aunque claro, no sé qué irá haciendo él por ahí, jejeje...
Por desgracia, parece que mi médico carece de sentido del humor.
-Te voy a pedir las pruebas del sida.
-¡Oiga, que mi marido no me engaña!
-Claro que no querida, claro que no.
No sé por qué, pero me dio la impresión de que no me creía.
Unos días más tarde le conté la anecdota a mi padre, y le hizo una gracia tremenda.
-¿Se puede saber de qué te ríes?
-Jajaja..."mi marido no me engaña"... jajaja... eso es lo mismo que decís TODAS... jajaja...
Llegado este punto ya estabas más que mosqueada.
-Mira -le dije a ZaraJota™-. Que me engañes con otra tiene un pase, pero que me peges guarrerías de otra pelandrusca no te lo consiento.
-¡Que yo no te engaño con nadie!
-Claro, claro, pero mira como lo de las guarrerías no lo niegas...
Ha sido una semana muy larga.
Al fin, ayer fui al médico a recoger los resultado, y me recibió con una sonrisa gigante.
-Te alegrará saber que no tienes ni sida ni sífilis -me dijo-. El resto de tu cuerpo está hecho una m**rd*, pero, ¡lo del sida es una buena noticia!
Después de aquello tuve que disculparme con ZaraJota™ por haber dudado de su fidelidad.
Ayer por la tarde conté toda la historia a una compañera de trabajo.
-Pero oye -me dijo-. ¿Tú no usas preservativo?
-Sí, ¿por qué?
-Porque si usas preservativo aunque ZaraJota™ te engañe y coja el sida no te lo puede pegar.
-No te sigo.
-Que el hecho de que tú no tengas sida no implica necesariamente que ZaraJota™ no te sea infiel.
M**rd*, creo que la única forma de solucionar esto va a ser cortándosela.
21 noviembre 2011
El accidente de Eowyn
Hace un par de semanas mi madre me llamó mientras estaba en el trabajo. Respondí al teléfono muy preocupada. Mi madre nunca me llama mientras estoy trabajando.
-¿Qué pasa, pedorra? -le pregunté.
-¿Te ... mal? ¿Estás ...jando?
-Sí, pero ya salgo, dime.
-No te ... nada...
-Sí, es que aquí hay poca cobertura. ¿Ha pasado algo?
-... llamado Eowyn. ... en un paso de peatones y ... daño.... Está muy nerviosa, ... atropella un coche que pasaba, ¿te ... creer que no ha parado ...? Está en la calle ..., y no ... mover. Y tu padre y yo ... en el Puerto, y su madre ... contesta, y tu hermano no ... el móvil encima, ¿Puedes ir a buscarla? ... en O'Donnell.
-Ahora mismo.
Un coche malvado había atropellado a Eowyn y se había dado a la fuga. Tenía que llegar allí antes de que se desangrara en el paso de peatones o, peor, alguien la grabara con el móvil y subiera a internet el vídeo de su muerte dramática y prematura.
En aquel momento no pensé que era absurdo que me cruzara todo Madrid para ir a recoger a Eowyn del suelo. Ni que si Eowyn, en lugar de llamar a mi madre, hubiera llamado directamente al Samur, ya estaría en un hospital. Ni que aunque Hermano Mediano no tenga su teléfono encima, donde trabaja hay teléfono, y se puede ver por internet.
Simplemente salí corriendo del trabajo, salté sobre el primer taxi que vi, y le grité que fuera la calle O'Donnell cagando leches. Metafóricamente.
Una vez en el taxi, llamé a Eowyn.
-¡Voy para allá! ¿Dónde estás?
-En O'Donnell... me han ayudado a sentarme en un banco.
La gente tiene muy buena intención, pero es un poco tonta, ¿cómo se les ocurre mover a la víctima de un accidente? ¡Podría tener una lesión permanente!
-No te muevas, ¿vale? Voy para allá y te llevo al hospital.
-¿Al hospital? No, sólo necesito que me acompañes a la mutua del trabajo.
Pobre Eowyn. El golpe en la cabeza ha debido ser muy fuerte... a la mutua, dice. Me dieron ganas de gritarle que se dejara de mutuas, que lo que tenía que hacer es llamar a una ambulancia. Pero no quería alterarla, en su estado. Y además, era posible que Eowyn tuviera oscuros motivos para evitar las ambulancias. Igual es una fugitiva de la justicia. Igual no tiene seguridad social. Igual le tiene fobia a las ambulancias, como la pobre es tan rarita...
-No te preocupes, te recojo y vamos a la mutua.
Cuando colgué, el taxista, que había estado todo el rato con la oreja puesta, aprovechó para preguntar.
-¿Tu amiga ha tenido un accidente?
-Sí, vamos a recogerla y a llevarla al hospital, ¿vale?
-Bueno... ¿está sangrando mucho?
Ya estamos con la manía de los taxistas de mantener limpia su tapicería...
-No -mentí-. Ha sido poca cosa. Pero dese prisa, por favor, me gustaría llegar a tiempo de evitar su dramática y prematura muerte.
El taxista se metió en la M-30. Era lunes por la tarde y llovía, así que sí, se metió en la M-30, avanzó diez metros y se paró, atrapado en un atasco.
-Espero que de verdad lo de tu amiga no sea grave.
Entonces llamó de nuevo Eowyn.
-Oye, que ya no hace falta que vengas.
-¡No me jodas! ¿Te has muerto sin darme tiempo a llegar?
Menuda falta de consideración.
-No, no, es que ya está aquí tu hermano.
Juro que podía oir la música de violines de fondo. Y los pajaritos. Y los corazoncitos flotando.
-Pero... ¿no necesitas ayuda?
-No, él es todo lo que necesito en esta vida...
-Está bien, me voy a casa.
Bueno, más o menos. Porque la M-30 no se movía. El taxista, aburrido, encendió la COPE, Radio Olé o Intereconomía Radio, lo que fuera aquel horror. Dos semanas antes de las elecciones, os podéis imaginar. Tenía miedo hasta de respirar por si el taxista detectaba a una Internauta Inshidiosa Dishidente Peligrosha y me golpeaba con un palo, o peor, me obligaba a bajar del taxi en mitad de la M-30 y bajo la lluvia.
Fue la media hora más larga de mi vida.
Cuando por fin conseguimos salir de ahí pensé que si me iba a casa todos los nervios que había acumulado explotarían dentro de mí y me reventaría la cabeza y pondría el techo perdido de sesitos, y en vez de encerrame en casa me acerqué a una de las tiendas del barrio.
Y allí me encontré a una amiga de Hermano Pequeño.
-No te lo vas a creer, pero justo esta tarde han atropellado a Eowyn.
Se le cambió la cara. Concretamente se le cambió al emoticono "¿han atropellado a tu cuñada y tú estás aquí de compras?". Así que le conté toda la historia.
Cuando me fui, esta chica llamó a Hermano Pequeño. Hermano Pequeño llamó a mi madre. Y mi madre me llamó a mí.
-¿SE PUEDE SABER QUÉ VAS CONTANDO POR AHÍ?
-Lo que tú me dijiste, que han atropellado a Eowyn.
-¡Yo no he dicho eso!
-Claro que sí. Espera, que lo tengo escrito más arriba en el post, te lo copioypego: -... llamado Eowyn. ... en un paso de peatones y ... daño.... Está muy nerviosa, ... atropella un coche que pasaba, ¿te ... creer que no ha parado ...? Está en la calle ..., y no ... mover. ¿Ves?
-¡Yo no he dicho eso! Lo que dije fue: "me ha llamado Eowyn. Ha resbalado en un paso de peatones y se ha hecho daño en el tobillo. Está muy nerviosa, casi la atropella un coche que pasaba, ¿te puedes creer que no ha parado nadie? Está en la calle ahora, y no se puede mover."
Para que luego digan que los móviles facilitan la comunicación.
16 noviembre 2011
Zarajota Presidente 5 y ya
Hemos dejado lo mejor para el final porque sabemos que lo que más preocupa a los españoles, después del sexo, es la economía
Bueno, algunos españoles tienen que pensar en el dinero antes para poder conseguir sexo, pero son los menos.
Eso creo.
Eh... política económica, sí, eso.
Y con esto acabamos la campaña electoral. Tengo un par de anecdotillas en la reserva y no voy a atrasarlas más por esta tonter... quiero decir, que ZaraJota™ tiene todo mi apoyo, y espero que el vuestro.
Para consultar nuestro programa electoral completo pulsa aquí. ¡Con el ratón, no con el dedorro!
13 noviembre 2011
Zarajota Presidente (4)
Esta situación no puede seguir así, más que nada, porque es muy deprimente.
Por eso hoy nuestro candidato propone una medida revolucionaria para acabar con el desempleo.
Tan simple que a nadie se le había ocurrido antes.
09 noviembre 2011
Zarajota Presidente (3)
El problema de la educación está en boca de todos estos días. Se dice que los profesores son vagos, que los niños no tienen disciplina, que los padres no los controlan... ¿Dónde está REALMENTE el origen del problema? ¿Cómo podemos darle una SOLUCIÓN?
Una vez más, sea cual sea la pregunta, nuestro candidato tiene una respuesta.
Sí, ya, hemos dicho que tenía "una" respuesta, no que fuera "la" respuesta, ni que tuviera nada que ver con la pregunta. A esto lo llamamos el "método Rajoy" y da muy buen resultado en los debates.
Hemos intentado implantar otras técnicas, como el shesheo, pero los perdigoncillos nos ponían perdida la lente de la cámara.
#zjpresidente
Pd. Seguramente os estaréis preguntando cúanto tiempo más vamos a seguir diciendo chorradas. Pues hasta el 20-N, como el resto de los políticos. Avisados quedáis.
06 noviembre 2011
Zarajota Presidente (2)
Durante los próximos días iremos presentando los puntos más importantes de nuestra campaña y hoy hablaremos de uno de los problemas que más nos preocupan a tod@s: la iguald@d de sex@.
Y ahora habrá alguien que diga que eso no es la principal preocupación de los españoles...
#zjpresidente
Si no tienes twitter también puedes seguir la campaña pulsando aquí.
02 noviembre 2011
ZaraJota Presidente (1)
¿Quién ha dicho "la nueva temporada de Juego de Tronos"?
¡Me tenéis muy harta!
¡La campaña electoral!
El photoshop mal hecho de los carteles... los programas escritos por el tipo que hace el Horóscopo de la Cosmopolitan... las chorradas que se dicen en los mítines... la goma de lamer de los sobres... la cara de pena que tienen los interventores de IU en los colegios electorales del Barrio Salamanca... ¡es todo tan emocionante!
Menos el resultado, claro.
Porque ya sabemos lo que va a pasar, ¿no?
Gane quien gane todo seguirá igual... porque todos los políticos son iguales...
¿Todos? ¡NO!
Porque hay un político diferente, con ideas diferentes, hecho de una tela diferente, cortado con distinto patrón. Y esta es su propuesta:
#zjpresidente
P.D. Nuestra propuesta ha tenido tanto éxito que a Rubalcaba le ha faltado tiempo para copiarla
30 octubre 2011
Halloween 2011
-Lorz, lo que has escrito de la bruja no tiene final.
-Ya lo sé, lo quiero continuar el año que viene.
-¿Me vas a tener un año sin saber cómo sigue? Jo, cuéntamelo.
-No puedo, no tengo ni idea.
-¿Y qué vas a hacer?
-Bueno, tengo un año para pensarlo, ya se me ocurrirá algo.
30/10/2011
-Lorz, mañana es Halloween.
-¡¡¡ME C*G*NL*P*T*!!!
-No tienes ni idea de cómo seguir, ¿verdad?
-Bueno, algo se me ocurrirá.
En el capítulo anterior...
La vieja y malvada bruja se hace pasar por una vieja y malvada bruja de mentira para conseguir un plano que necesita para sus malvados planes de vieja y malvada bruja de verdad.
La bruja corrió por el bosque con el Libro Secreto apretado contra el pecho para protegerlo de cualquier peligro que se pudiera presentar. Las uñas largas y amarillas de sus pies dejaban pequeñas marcas en el suelo cada vez que se hundían en la tierra húmeda, dejando tras de sí un rastro de pequeños paréntesis a medida que avanzaba.
Al entrar en la cabaña cerró la puerta detrás de sí. Sin apenas pensarlo, se quitó de la cara los restos de los desgraciados insectos que había atropellado en su carrera. En otras circunstancias los habría recogido con mimo para preparar un escabeche o saltearlos con un poco de ajo; esa noche, en cambio, tenía cosas más urgentes que hacer. Encendió un par de velas, y después, descontenta con el resultado, encendió todas las que tenía, y también la chimenea, y empujó su maltrecha mesa de tres patas al punto más iluminado de la estancia. Con dedos templorosos abrió el Libro Secreto y se encorvó sobre él para estudiarlo.
Falso, sin duda. Deliciosa y maravillosamente falso. La Arcana lo había fabricado ella misma, con la hoja de un cuaderno, tinta de colores y purpurina. Muchísima purpurina. La vieja y malvada bruja se había preguntado muchas veces de dónde habría sacado la Arcana tantísima purpurina: parecía como su hubiera metido un hada en el molinillo del café y le hubiera sacado el juguillo a base de bien.
La bruja se permitió a sí misma una sonrisa. No era una sonrisa bonita, ni agradable. De hecho, un observador ajeno podría haber pensado que, más que una sonrisa, la bruja estaba sufriendo un retortijón. La falta de práctica es lo que tiene. Ajena a lo que otras hipotéticas personas pudieran hipotéticamente pensar, la vieja y malvada bruja disfrutó de su sonrisa unos tres segundos antes de recolocar sus músculos faciales en el rictus que le era habitual.
Llevaba meses buscando todos los ingredientes que necesitaba para la Muy Terrible Pócima de la Horrendidad Inmunda; varios de esos meses los había desperdiciado buscando un cuerno de unicornio que, finalmente, resultó ser un nombre metafórico para las zanahorias. Después de eso, no había tardado en comprender que los ojos de rana eran pasas, los sesos de mosca eran pasas, y los riñones de murciélago eran pasas. También. A estas alturas la bruja estaba de los nombres metafóricos hasta el piticlín, metafóricamente hablando. Es decir, la vieja y malvada bruja no tenía piticlín, aunque llevaba tanto tiempo sin darse un baño que es posible que lo tuviera y no lo recordara.
Otros ingredientes habían resultado ser menos metafóricos. El "brillo de la luna sobre la charca de las ranas en una tarde de verano" había sido difícil de conseguir. La "doncellez robada de la princesa" la había acabado sustituyendo por un poco de canela en rama después de darla por imposible. Las "lágrimas de un político honrado" habían requerido de toda su inventiva: inscribió a una cabra para las elecciones del pueblo, y después la puso a pelar cebollas hasta tener lágrimas suficientes.
Y ahora, el último ingrediente: "las cenizas de las fantasías robadas de una anciana ingenua".
La vieja y malvada bruja cogió el Libro Secreto, lo arrugó entre sus manos y lo arrojó a la chimenea.
Viéndolo arder supo que estaba a punto de conseguirlo.
Continuará....
-Pero Lorz, ¿te das cuenta de que el año que viene tendrás el mismo problema?
-No importa, falta muchísimo para el año que viene.
23 octubre 2011
Superprofesional
Al mío le quedan dos telediarios, y ya he empezado a buscar otro trabajo. Las últimas semanas se han publicado muchas ofertas. Todas ellas tienen en común ofrecer unas condiciones que harían palidecer de vergüenza a un empresario industrial de principios del siglo XIX, pero eso es secundario. ¿No queríamos trabajo? Pues hay trabajo. Si queríamos un trabajo digno lo teníamos que haber especificado antes.
Entre estas nuevas ofertas se está poniendo de moda añadir al final "abstenerse candidatos que hayan estado en paro más de un año". No tengo palabras para describir la catadura moral del individuo que haya tenido eesta ocurrencia, pero puedo suponer que lo próximo será pedir el certificado de penales, el de buena conducta y el de cristiano viejo.
Algunas de estas ofertas llevan semanas renovándose. Señores de recursos humanos, no sé cómo decir esto suavemente: si en un país con cuatro millones (tirando en corto) de parados tardas más de una semana en encontrar un candidato adecuado, pueden estar pasando dos cosas: que estás pidiendo un imposible, o que lo que ofreces es tan deleznable que ni estando al borde de la miseria merece la pena trabajar ahí.
Entre tanta porquería laboral, encontré algo que merecía la pena, eché el curriculum y me llamaron para hacer una entrevista.
He hecho millones de entrevistas, he estado a ambos lados de la mesa, y tengo tan claro lo que hay que hacer que a veces me sorprendo detectando fallos en mi entrevistador. Por supuesto, no se lo digo: soy una profesional de las entrevistas y sospecho que eso me dejaría fuera del proceso de selección de inmediato.
Para mí, lo más importante en una entrevista es la imagen.
Primero, porque los seres humanos somos idiotas y nos dejamos llevar por la apariencia exterior.
Segundo, porque si vas de cualquier manera a una entrevista da la impresión de que no pones interés.
Y tercero, lo más importante: porque cuando me arreglo y me veo guapa me siento más segura de mí misma, y es más fácil que el resto de la entrevista salga rodado.
Lógicamente, la imagen depende del tipo de trabajo. Presentarse en traje a una entrevista para un burguer quizá sea un poco demasiado. Presentarse en bermudas y chanclas a una entrevista para administrativo es de no querer que te cojan.
Ante la duda, mi técnica es: pantalón oscuro y camisa clara (a fin de cuentas, la camisa es lo que van a ver durante la entrevista), tonos neutros y algún complemento discreto pero mono para que te recuerden, especialmente si el entrevistador es una chica.
Pero además hay que tener en cuenta otros detalles.
Por ejemplo, siempre me quito el reloj para evitar sentir la tentación de mirarlo, porque da la sensación de desinterés. Bueno, y porque es un poco cantoso:
También intento no ponerme mi pulsera más favorita del mundo mundial. Hace bastante ruido y es un poco infantil. No queremos que descubran mi síndrome de Peter Pan, por lo menos, hasta que haya firmado el contrato.
Me quito la alianza. Indispensable. Una mujer joven casada es una mujer que PUEDE TENER HIJOS. Una mujer joven casada hace plantearse al entrevistador que sería mejor contratar un hombre, a ser posible castrado.
Antes de llegar a la entrevista, me limpié las manos con una toayita húmeda (manos sudadas=nervios=malo). Cuando entré a la entrevista, le lancé a la entrevistadora una mano derecha seca y perfumada, y apreté la suya como me han enseñado a hacer.
Me senté sin cruzar las piernas, la espalda recta, sonrisa moderada.
Super madura.
Super profesional.
Super tranquila.
-Bienvenida, Lorz -me dijo la entrevistadora-. Antes de nada, ¿te importaría que le haga una fotocopia a tu DNI?
-Claro que no.
Cogí mi bolso, lo abrí, saqué el monedero...
Mierda...
Pd. Sorprendentemente, me llamaron para una segunda entrevista. Para la tercera no. Jo.
16 octubre 2011
Lentejas
Y vamos a empezar, por razones puramente sentimentales, con las lentejas.
Las he odiado toda la vida.
Mi madre hacía lentejas todos los lunes. Entiendo que planificar las comidas de toda la semana es un rollo, madre, pero ¿TODOS LOS P*T*S LUNES? Con el tiempo, las lentejas me acabaron sabiendo a lunes y, por si eso no fuera poco, me sentaban horrorosamente mal: era acabar de comerlas y me iba por la patilla. Hay gente que cuando tiene problemas para ir al baño come ciruelas o toma zumo de naranja en ayunas: a mí me basta con comer las lentejas de mi madre. Las conchas codan me hacen el mismo efecto. Todavía no he descubierto porqué: en cuanto lo descubra pienso patentarlo.
Años más tarde, cuando empecé a cocinar lentejas por mí misma, descubrí que el efecto patilla no lo provocaban las lentejas, sino el laurel que mi madre le echa en cantidades industriales.
¿Llevarán laurel las conchas codan?
Eliminado el efecto patilla, empecé a cocinar lentejas cualquier día, y dejaron de saberme a lunes. Ahora las lentejas me gustan mucho, lo bastante como para hacerlas incluso (madre, tápate los oidos) en domingo.
Vamos a ello.
Para dos personas necesitas:
- Medio vaso de lentejas.
- Un cuarto de cebolla.
- Un tomate.
- Medio pimiento.
- Un diente de ajo.
- Morcilla y chorizo.
- Patatas.
- Zanahorias.
- Aceite, sal, pimentón.
La ventaja de esta receta es que la mitad de los ingredientes los puedes conseguir gratis poniéndole ojitos a tu madre: el aceite de sus olivitos, el chorizo y la morcilla del pueblo, el pimentón de la Vera. Si le echas mucho morro también puedes coger de su nevera el resto de los ingredientes, pero intenta que no te pillen.
Lo primero de todo es llenar un vaso con lentejas hasta la mitad y después llenarlo de agua. Tu madre las pone en remojo el día de antes. O lo intenta. La mayor parte de las veces se le olvida: por eso algunas veces la has oído levantarse de de madrugada y correr a la cocina gritando “¡las lentejas! ¡que se me han olvidado las lentejas!”. Yo las pongo el mismo día, generalmente cuando voy a la cocina a desayunar, aunque después de un par de lapsus ya he descubierto que con una hora antes te sobra. Las lentejas absorben el agua y crecen hasta llenar todo el vaso.
Pelamos el diente de ajo y picar la cebolla, el tomate y el pimiento en trocitos pequeños.
Cuando picas cebolla, por lo general, los ojos te van a llorar. Hay un truco infalible para evitarlo: que lo haga otra persona mientras tú te vas a otra habitación a ver la tele.
Lorzconsejo: si te quedas en la misma habitación, el truco no funciona.
Cuando lo tengas picado, cubres el fondo de una olla con aceite y lo pones a calentar.
Lorzconsejo: en algunas recetas te dirán “fuego medio”, “fuego alto”. Como ya nos conocemos, lo vamos a hacer todo con el fuego al mínimo. Por si acaso. Estudia atentamente los dibujos de los botones de tu cocina antes de empezar.
Para saber si el aceite está caliente, lo más eficaz es meter un dedo.
¡ES BROMA! ¡ES BROMA!
Sabes que el aceite está caliente porque parece más líquido y transparente.
Y sin haberlo planeado, me ha salido un pareado.
Una vez que el aceite esté caliente echamos el diente de ajo, la cebolla, el tomate y el pimiento, tapamos la olla y dejamos que se haga bien, removiendo de vez en cuando. Ten en cuenta que para remover tendrás que levantar la tapa.
Lorzconsejo: no remuevas con el dedo. Especialmente si lo has usado antes para comprobar la temperatura del aceite.
Cuando la cebolla esté transparente y el pimiento tenga un color verde apagado el sofrito estará listo.
Es muy importante saber hacer bien esta parte porque la mayoría de los platos tradicionales que nos parecen tan complicados no son más que un sofrito al que se le han añadido más cosas. Por ejemplo, si a este sofrito le añades un bote de tomate triturado, pimienta, orégano y sal tienes salsa para macarrones como la que hace tu madre.
A continuación le echamos el chorizo y la morcilla. Si decides echarlos enteros, ten en cuenta que hay que pincharlos un poco para que no exploten. En mi caso la morcilla siempre explota. No sé porqué. Miles de científicos del mundo se han interesado por el tema sin encontrar respuesta. Supongo que hay cosas que el ser humano no está preparado para comprender.
Tapamos la olla y lo dejamos unos minutos para que suelten grasilla. Después añadimos un vaso de agua y la pastilla de avecrem. Hay muchos tipos de pastillas de avecrem: algunas ni siquiera son de la marca avecrem. Para las lentejas me gusta usar una de verduras o de carne. Nunca uses una de pescado.
Lorzconsejo: hay que quitarte el envoltorio a la pastilla de avecrem antes de echarla a la olla.
Pela la patata y córtala en dados. Ten en cuenta que si los dados son muy grandes tardarán mucho en cocerse y si son muy pequeños se desharán.
Pela o raspa la zanahoria, quita el ombliguito del principio y córtala en rodajas. A no ser, claro, que tu cobaya se haya comido la última zanahoria, en una muestra más de su total falta de respeto y consideración hacia los sentimientos de los demás.
Cuando el mejunje que tenemos al fuego haga blup-blup añadimos las patatas, la zanahoria y a nuestras amigas las lentejas.
Lorzconsejo: Sólo las lentejas. Retira el agua sobrante y el vaso antes.
Echamos un poco de sal y pimentón. Mejor poco que mucho, siempre podemos corregir después.
Tapamos la olla y la dejamos a fuego lento haciendo blup-blup. De vez en cuando removemos un poco, porque las c*br*n*s de las lentejas tienen tendencia a pegarse, y no entre sí, que sería lo más normal, sino al fondo de la olla.
Jijiji, rima con p*ll*.
El tiempo de cocción depende mucho de la cocina. Por lo general, no suelo necesitar más de media hora, pero antes tenía un fogón eléctrico y tenía que empezar tres días antes.
Deja que se vayan haciendo a fuego lento, removiendo de vez en cuando y añadiendo agua si ves que se empiezan a convertir en cemento marrón.
Sabrás cuando han terminado de hacerse porque tu cocina empezará a oler rico-rico y las lentejas estarán blanditas.
Lorzconsejo: para saber si las lentejas están blandas hay que probarlas. Y probarlas consiste en comer una cucharada de lentejas, NO en aplastarlas contra la encimera, aunque admito que así también es posible comprobar si están blandas.
Bueno, pues estas son las instrucciones, pero para cocinar realmente bien necesitas algo más, el Lorconsejo definitivo:
Nadie nace sabiendo, nadie aprende sin ayuda y para hacer algo bien hay que hacerlo mal muchas veces.
Miramos a nuestras madres y pensamos que no merece la pena aprender a cocinar porque nunca lo haremos tan bien como ellas... porque no estábamos presentes mientras aprendían, y no vimos todas las veces que tuvieron que tuvieron que repetir las croquetas hasta que les salieron tan bien como cuando vas a casa los domingos.
Y si nuestras madres pudieron, ¿por qué no lo vamos a poder hacer nosotros?
Todo es cuestión de intentarlo.
Ensayo y error, nene.
Y sí, cada vez que te equivoques y le prendas fuego a las cortinas de la cocina toda tu familia se va a reir de ti (yo la primera, MUA-JA-JA).
Piensa que el único que rompe los platos es el que los friega, es decir, que si te has equivocado, es porque lo has intentado, y de eso va la vida, ¿no? de intentar mejorar un poco casa día.
Ups, me he vuelto a pasar de seria... ¡rápido, que alguien cuente un chiste de pollos!
Pd: hoy es el cumpleaños de mi mamá.
Editado 16/10/2011 10:25
Aunque parezca mentira, me pongo colorada cuando me miras.
No, no era eso.
Aunque parezca mentira, hay gente que no sabe lo que es una concha codan.
Las conchas codan son dos bizcochos planos y redondos unidos por una capa de chocolate. Es como si alguien hubiera visto las galletas príncipe y hubiera dicho "dos galletas con chocolate enmedio, que buena idea, pero yo lo voy a hacer con tortas que lo de las galletitas es como para nenazas".
Las conchas codan son un clásico de la infancia, como los phoskitos o el bollycao pero con menos glamour porque no traen pegatinas.
Digamos que el bollycao era lo que te podías comprar cuando elegías tú, y la concha codan es lo que te compraba tu abuela. Están igual de ricas, pero te estropean la imagen en el recreo.
09 octubre 2011
Twitter es el mal
M**rd*.
Creo que es una especie de aviso kármico para que no escriba este post.
"Te vas a meter en un lío", me decía el universo.
"Eso dices siempre, y luego no es para tanto", le contestaba yo.
Y el universo suspiraba.
Ahora que lo pienso, igual no fuera el universo. Igual era yo. He tenido un poco de fiebre estos días y es posible que haya estado oyendo voces.
Todo empezó porque a ZaraJota™ le dio por ver una serie que se llama Flequillos al límite.
SI HAS VISTO LA TERCERA TEMPORADA ARRASTRA EL CURSOR POR EL ESPACIO EN BLANCO PARA LEER EL SIGUIENTE PÁRRAFO.
Flequillos al límite es una serie muy confusa y me ha costado ententerla, pero después de tres temporadas puede decir que va de dos hermanas gemelas que se ponen hasta el culo de LSD y se zumban al mismo tío. También sale una vaca.
A ZaraJota™ le gusta mucho. La serie, no la vaca. Aunque puede que la serie le guste por la vaca.
Creo que me estoy liando.
YA ESTÁ, YA PUEDES SEGUIR LEYENDO. O PUEDES IRTE A VER FLEQUILLOS AL LÍMITE Y DESPUÉS VOLVER. NO SÉ, HAZ LO QUE QUIERAS, QUE LUEGO ME DICEN QUE SOY UNA MANDONA.
La cuestión es que ZaraJota™ comentó en twitter que estábamos viendo la serie y Toayita le dijo que ella también, y que iba más o menos por el mismo capítulo.
-Toayita también está viendo esto -me dijo un día ZaraJota™.
-¡Sabía que ese bulto tan raro esa una cámara espía!
-Ese bulto es el interruptor de la luz, y Toayita está viendo la serie en su casa.
-Ah, vale.
-Va más a menos por el mismo capítulo que nosotros.
-Vale.
-Lorz, no podemos dejar que nos gane.
-¿QUÉ?
-Tenemos que acabar la serie antes que ella.
-¿Por qué?
-NO QUIERO QUE ME GANE Y PUNTO, ¿VALE?
Parecía que ZaraJota™ se tomaba aquello en serio. Y tan en serio. Durante las últimas semanas no hemos hecho otra cosa que ver Flequillos al límite. Había días que estaba tan cansada que me dormía en el sofá, pero ZaraJota™ volvía a despertarme y me obligaba a ver capítulo tras capítulo hasta que mis retinas se desprendían y tenía que recogerlas e ir al médico a que me las volviera a pegar. Esta semana la Seguridad Social no ha ganado para superglú.
-Odio a Toayita -le dije un día a una compañera de trabajo después de explicarle la situación.
-No he entendido muy bien tu problema, pero sospecho que Toayita no ha hecho nada malo. El que no está siendo razonable es ZaraJota™.
La gente normal no entiende nuestros corazones frikis, pensé. No se lo dije, porque la gente normal tampoco entiende nuestros cerebros frikis. Mejor dicho, la gente normal no entiende ningún órgano friki, así, en general.
El viernes, ZaraJota™ anunció que podríamos acabar la serie este fin de semana.
-Voy a ponerlo en Twitter para que Toayita agonice envuelta en el dolor de la derrota -me dijo.
Al rato volvió, todo triste y mustio (amoinat, dice él).
-Toayita no va a ver Flequillos al límite este fin de semana.
-Bien, ¿no? Hemos ganado matemáticamente.
-Dice que se va a dedicar todo el fin de semana al sexo loco y desenfrenado.
-Ah, bien por ella.
-Lorz, NO PODEMOS DEJAR QUE NOS GANE.
Jijiji, gracias, Toayita.
02 octubre 2011
El gótico nefrítico
Y claro, cuando más empantanada estaba con actividades, me salió trabajo. No un trabajo de jornada intensiva, que es lo que estaba buscando, sino uno de todo-el-día-en-la-oficina-y-de-noche-no-pero-sólo-porque-la-luz-está-muy-cara.
Viendo que no llegaba a todo, hice una lista de todas mis actividades:
-Trabajar.
-Arte.
-Inglés.
-Blog.
-Intimar con ZaraJota™.
-Criar a una cobaya.
-Limpieza de la casa.
ZaraJota™ vino al rescate y se ofreció voluntario para hacer las cosas de casa y ser madre soltera de la cobaya, a cambio de que no anulara nuestras actividades íntimas, por las que sospecho que tiene un interés oculto.
Me quedé con cuatro cosas que no quería dejar a ninguna costa:
-No podía dejar el trabajo, por lo del dinero y eso.
-No quería dejar arte, porque me gusta mucho.
-No quería dejar inglés, porque el inglés es importante. Para ver series, claro.
-No quería dejar el blog, por pura cabezonería. Es decir, los blogs ya no están de moda, ¿no? Debería dejarlo languidecer poco a poco o rematarlo o ignorarlo y dedicarme a echar pestes de mi etapa como bloguera en twitter, que es lo que se lleva ahora.
Después de muchas cábalas, decidí reducir lo único que era reducible: limité el blog a "cuando tuviera tiempo" (léase "nunca") y en vez de presentarme a todas las asignaturas de arte me presenté sólo a tres: una en febrero, otra en junio y otra en septiembre.
En septiembre tocaba presentarme a Arte Gótico. La pregunta estrella fue la Alhambra de Granada, que como todo el mundo sabe es el máximo exponente del Gótico preclásico perpendicular en España. O algo así. Como no tenía ni idea, lo que hice es poner todo lo que sé de la mezquita de Córdoba cambiando los nombres.
Desde que llegué a Madrid he hecho esto en cada exámen en el que me han preguntado algo sobre arte andalusí, con excelentes resultados. A veces sospecho que en general los profesores de arte no tienen ni idea de arte musulmán, y que sólo meten estos temas para ser políticamente correctos.
Bien, semanas más tarde entré en la página web y me encontré con que tenía un cero patatero.
-¡No puede ser! -grité.
-¿Has vuelto confundir la nevera con el cuarto de baño? -preguntó ZaraJota™
-No, tengo un cero en Gótico.
-Imposible.
-Claro, ¡lo hice superbien!
-... No, imposible porque siempre ponen al menos un uno para que no sea tan humillante.
-Ah.
-Espera, déjame ver... Aquí no pone nada del Gótico, pone que tienes un cero en Geografía.
-¡Sí yo no me he presentado a Geografía!
-Míralo tú misma.
- H*st** p*t*...
En aquel momento se me ocurrieron tres hipótesis:
1. El día del exámen volví a confundir los lacasitos con la buscapina, fui al exámen más colgada que las casas de Cuenca y me metí en el exámen que no era.
Ahora que lo pienso, no puede ser, porque me dejaron llevarme a casa la hoja de las preguntas, que es sin ninguna duda la del Gótico, y además escribí en cada hoja el nombre de la asignatura.
2. Yo me presenté a Gótico, pero la Lorz de un mundo paralelo se presentó a Geografía, y debido a un fallo en el tejido esencial del universo se ha producido una interferencia entre ambos mundos, haciendo que yo vea su examen y ella vea el mío.
Nota mental: tengo que dejar de ver Fringe. Y Doctor Who. Y The Event. Sobre todo, The Event.
Sólo quedaba una opción lógica:
3. La tecnología de la UNED ha avanzado tanto que ya sabe que cuando me presente a Geografía el curso que viene voy a suspender, y han decidido ahorrar tiempo y dinero notificándome el suspenso ya.
-Me parece -dijo ZaraJota™ -que el profesor se ha confundido de nombre cuando ha grabado tu nota.
Ah, no, si vamos a proponer teorías absurdas yo no juego.