30 marzo 2007

Vacaciones!

La semana pasada Be se declaró absent but glowing.

Ahora me toca a mí declarame absent.

No puedo con mi cuerpecillo, jo.

Lo de glowing también me gustaría, pero no me puedo comprometer sin consultarlo porque no depende sólo de mí.
Bueno, puedo intentarlo sola, pero me da la impresión de que no va a ser lo mismo y además he oído que me puedo quedar ciega y...

Ejem...

Nos vemos después de semana santa.

28 marzo 2007

Estrella Invitada XVIII

Envié a Curly, Rana y Hermano Mediano a comprar harina, huevos, leche, levadura, sal y azúcar para hacer tortitas.
Y lo trajeron, sí.
Y también un bote de pepinillos.
Curly prometió darme una explicación, y aquí está.
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Bueno Lorz, nadie se atreve a contar la Verdadera Historia de los Pepinillos, o cómo unas aceitunas terminaron llamándose pepinillos.

Todo comenzó una mañana de sábado, en la que dos valientes amazonas y una cosa despreciable y peluda (dícese, Hermano Mediano) se adentraron en el tenebroso mundo del supermercado, venciendo toda pereza y desidia en pos de derrotar al hambre que les asediaba.
Allí tuvieron que escudriñar todos los tipos de patatas fritas y demás fritanguillas que ocupan todo el tercer pasillo de dicho supermercado, superar la tentación de la crema condensada y de toda esa comida saludable y natural de este supermercado de gran variedad sin igual y reponerse (como colofón final) a Popi el Oso y su extraña bola roja, Topi el perro y su extraña bola roja, Copi el cerdo y su extraña bola roja, Mopi el gato y su extraña bola roja...
Para los que se pregunten a qué monstruos y criaturas extrañas denominan estos curiosos y currados nombres, os adelanto que son una especie de pesadilla en formato de cuento infantil para fulminar las neuronas de todo ser viviente que lo lea, y empujar a una vida vacía y tormentosa a todos/as los/as niños/as del barrio. La bola roja es un misterio que nadie ha sabido descifrar hasta ahora, así que dejo que fluyan las hipótesis.
Cuando finalmente las dos valientes protagonistas y la cosa esa (recordad, la despreciable y peluda) se disponían a salir sanos y salvos de aquella vorágine de saturados, grasas, estabilizantes y colorantes, se fueron a topar con.... las aceitunas!!
Curly H: ¡Aceitunas!
Cosa Despreciable y Peludo (en adelante, Eso): Pero...
Curly: ¡Aceitunas!
Eso: hay...
Curly: ¡Aceitunas!
Eso: en...
Curly: ¡Aceitunas!
Eso: casa...
Curly: ¡Aceitunas!
Eso: aceitunas...
Curly: ¡Aceitunas!
Eso: ....
Curly: ....
Eso: Vale.
Curly: ¡¡¡Yujuuuu!!!

De camino a casa las aceitunas mutaron a Pepinillos (como cuando un Hermano Mediano pasa a ser Eso), pero esto son cosas que pasan todos los días.

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Ejem...
Estoooo...
Lo único que he sacado en claro es que Hermano Mediano es un calzonazos.

25 marzo 2007

Entrevista de trabajo (otra vez)

Como dos trabajos no me parecen suficientes esta semana he hecho una entrevista para otro.
Al principio fue todo bien, el entrevistador leyó mi curriculum en voz alta y luego me preguntó si era cierto.
Yo le dije que sí, que todo era verdad, porque no era plan de decirle "no, no, es todo una trola, pero lo he puesto a ver si colaba".
Después me dijo que tenía que hacer una prueba de ofimática.
A mí eso me sonaba a cosa chunga de hacer, pero resultó que sólo era escribir una carta.
Se me ocurrió escribir algo muy original que les impactara, pero luego me pareció muy arriesgado, así que decidí escribir algo que ya me había dado buenos resultados en ocasiones anteriores:

Queridos Reyes Magos...

El entrevistador, que estaba mirando por encima de mi hombro, me interrumpió.
-No, Lorz. Una carta a la empresa.
-Ah, vale.

Queridos Reyes Magos S.A...

Después de eso vino lo realmente difícil: un test de personalidad.

Lea atentamente las preguntas y responda SÍ o NO.
Vale. Quiero decir, SÍ.

A las personas que me molestan les doy su merecido.
NO. Porque lo que se merecen es que les corten los güevos con una cizalla y a mí la sangre me repugna.

Suelo reirme solo/a.
Jiji, NO.

Necesito contar a todo el mundo cada cosa que me pasa.
NO. Claro que NO. Y menos por internet, hombreyá.

Me deleito en la autocompasión.
NO. Jo. Seguro que me ha tocado el peor test.

Me distraigo con fcilidad.
NO. Jiji. Una errata. Jiji.

Está usted mintiendo como un/a bellaco/a.
Mierda, me pilló.

22 marzo 2007

Estrella invitada XVII

Este es el segundo post que me escribe Rory, pero el primero no lo pude publicar porque en una de cada dos líneas aparecían las palabras "calvo cabrón", y no era plan.
Este he estado a punto de censurarlo porque como tema ha escogido la vida sexual de Hermano Pequeño.
No es que me escandalice: es que no me creo que tenga una.

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Veamos, Lorz me ha solicitado amablemente (sí, ha sido amable, porque lo ha hecho a través de Hermano Pequeño y como él me tiene miedo... pues ha sido encantador) que escriba sobre la vida sentimental del nene.
Ya se sabe, todos los hermanos se dedican a humillarse a través de Internet.
¿Por dónde empiezo? Podría decir que desde el primer momento en que le vi supe que su vida sexual iba a ser escasa… claro que de vez en cuando el niño nos sorprende a todos. Acerté en lo de que sus relaciones se pueden contar con los dedos de una mano, pero nunca me imaginé los niveles de perversión a los que podía llegar.
De PrimeraNoviaDeHermanoPequeño solo puedo decir un par de cosas:
1. Se daban la manita y hablaban.
2. No le gustaban los Monty Python, por lo que no tenían casi nada de lo que hablar, así que sólo se daban la manita y ella se asustó por el elevado compromiso de la relación.
Después de un noviazgo tan intenso el chico quiso tomarse las cosas con calma, así que en una fiesta de esas de Nochevieja (Lorzapadre, el niño de la casa bebe, no te preocupes que en eso es normalito) apareció con su primer “ligue sin compromiso”. Todos tuvimos que sufrir las tiernas carantoñas y entonces él la llevó a casa (en mi mente todo lo que viene a continuación son imágenes censuradas, os recomiendo no visualizar).
Al día siguiente la chica ya no quería saber nada de él… y a él le buscaba la policía porque la susodicha era menor de edad. Tan menor de edad que en EE.UU. no podría ver el Mago de Oz en un cine sin la supervisión de un adulto. Ser amiga de un prófugo es emocionante, pero ¿no podías haber atracado un banco? Es menos original, pero también es menos delicado que lo de las menores.
¿Parece difícil superarlo? Bueno, inmediatamente después vino la fase crítica: cristiana con dudas sobre su identidad sexual. A Hermano Pequeño eso de la sexualidad ambigua le persigue, así que se solidarizó con la chica y le sirvió de experimento para descubrir que, como ya había sospechado, era lesbiana. Pero algo hay que decir a su favor: a ella sí le gustaban los Monty Python.
En su camino hacia la vida sentimental torturada aún decidió infringir una ley más: el acoso sexual en el trabajo. Sí, persiguió a una subordinada hasta que la chica totalmente asustada cayó en sus redes de manipulación. Nada reseñable, excepto que me hace pensar constantemente que debería tomarle las huellas dactilares o al menos llevar un cuchillo en el bolso cuando quedo con él.
Para finalizar, me voy a abstener de comentar su relación actual, porque a pesar de que es la más duradera que ha tenido no creo que lo que hace con su mano derecha pueda considerarse una relación.

Chupachús

Esta historia la he contado muchas, muchas veces... Pero es que me traumatizó mucho, jo.

Un verano mi abuelo estuvo muy muy enfermo y hubo que llevarlo al hospital a toda velocidad.
Allí nos dijeron que no nos iba a durar más de dos días, pero como era un cabezota y siempre hacía lo que le daba la gana aguantó tres meses más, y protestando porque le trataban como a un enfermo. El día que le dijeron que a los señores de 72 años operados de cataratas y en silla de ruedas no suelen renovarles el carnet de conducir echaba humo de indignación. Jo, es que en la Dirección General de Tráfico le ponen pegas a todo...
El caso es que en la habitación del hospital siempre había alguien de la familia montando guardia, y ese día estábamos mi abuela, su hermana mayor y yo.
-Que vida esta -dijo mi abuela.
-Sí... los años pasan volando -dijo su hermana.
-Sí, por eso hay que vivir la vida mientras se pueda.
-Desde luego, que cuando te quieres dar cuenta la oportunidad ha pasado y ya no tiene remedio.
-Eso, eso... Lorz, tú que todavía puedes aprovecha, no seas tan tonta como yo, que llegué virgen al matrimonio.
Esta es una de esas cosas que una nieta no quiere saber de su abuela, pero yo ya lo sabía, más que nada porque mi abuela nunca ha tenido ningún reparo en hablar de sus, ejem, obligaciones conyugales.
La que no tenía ni idea era su hermana.
-¿QUE LLEGASTE VIRGEN AL MATRIMONIO?
-Sí, sí, claro... Espera, ¿es que tú no?
La hermana mayor de mi abuela, viuda, ochenta años, media docena de hijos y otro tanto de nietos, se puso colorada.
-Bueno, cuando éramos novios nunca llegamos hasta el final... Pero el chupachús sí que lo mojamos.
¿Ves? Por eso a la gente le resultan desagradables los hospitales.

18 marzo 2007

Cierre

-Lorz, hay una señora...
-¿Y qué?
-Deberías hablar con ella.
-Joooo... ¿por qué yo?
-Porque lo hemos votado entre todas.
-Snif... Maldita democracia. Bueno, venga. Estooooo... ¿señora?
-¿Qué?
-¿Le puedo ayudar en algo?
-No, señorita, no hace falta, ya puedo yo sola, gracias.
-Verá, es que hemos cerrado el supermercado hace más de veinte minutos.
-Ya, pero es que yo no he acabado de hacer la compra.
Ah, bueno.

16 marzo 2007

Sola en casa

Mi familia se ve tan poco que se comunica por correo electrónico.
Hoy me he encontrado esto:

A quienes lo quieran ver y entender.
Este sábado y domingo Lorzamadre y yo estaremos ausentes del domicilio familiar, ya que vamos a hacer una visita a nuestra casa rural, a la que estáis todos invitados durante la próxima campaña de aceitunas (aire sano, ejercicio saludable, contacto con la naturaleza.....).


Teniendo en cuenta la producción de aceitunas en años anteriores tú mismo con un cubo puedes recogerlas en un rato que tengas.
No hace falta ni que te compres el cubo: yo te presto uno con rastrillo y palita incluídos.

Deseamos que a nuestra vuelta:

Ah, ¿planean volver?

A.- El gato no tenga que acusar a nadie mirando fijamente el comedero y bebedero vacíos y poniendo cara de sufrimiento por el abandono del que ha sido objeto durante nuestra ausencia.
Eso nunca ha ocurrido, sabe que si nos delata nos hacemos unos mitones con él.

B.- Esté instalada la tarjeta de puertos USB 2.0 en el equipo, ya que no es de recibo que la multifunción esté unida a un multipuestos USB, lo que retarda su trabajo.

No tengo ni idea de cómo se hace eso, pero con un martillo seguro que puedo encargarme yo.

C.- La fregona sea una fregona, no un amasijo de aceite y agua, contra todas las leyes de la insolubilidad del aceite en el agua.

No era aceite y agua sólo. También había harina, huevo y nata.

D.- Quien encienda la freidora se acuerde de apagarla para evitar sobrecalentamientos y la consiguiente generación de productos carcinoticos en el aceite.

Carcinoticos no vi ninguno, estaba todo lleno de humo.

E.- Los experimentos culinarios se dejen para el laboratorio y se eche mano del bien provisto congelador que para eso está. Se puede considerar laboratorio cualquier espacio destinado a la preparación de alimentos que no esté situado en el domicilio familiar. (El ascensor se considera domicilio familiar).

Jooooo.... Sólo porque una receta me haya salido mal una vez... dos veces ya no se fían de mí.

F.- La tortilla de patatas que prepara invariablemente Lorzamadre antes de cada viaje sea consumida, que si no luego me toca comérmela a mí, con los consiguientes efectos para el colesterol y los triglicéridos.

No es que no nos la queramos comer, es que la racionamos por si se alarga el viaje.

G.- En el caso inevitable de tener que realizar alguna labor fuera de lo habitual en la cocina os rogamos:
· Que eliminéis el riesgo.
· Si no es evitable evaluarlo.
· Si es preciso utilizar equipos de protección individual.


Que ya os he dicho que a mí en la encimera no me gusta, que es incómodo y luego hay que limpiarlo todo.

Os recuerdo que tenéis a vuestra entera disposición el Cardhú, el Chivas, el Larios y al Absolut, en el sitio de costumbre. Si os entran ganas de cocinar bebed hasta que se os pase, coñe.

Jo.

14 marzo 2007

Martes 13

7:00
Suena el despertador.
Jo.
Cinco minutitos más...


8:30
¡¡¡ARG!!!


9:00
Encerrada en el ascensor.


9:15
Descubro un agujerito en mi abrigo.


9:30
El portero acude al rescate.
-Es que desde esta mañana la puerta del ascensor no se abre en el bajo, tienes que salir en el primero y bajar andando.
-Ah, claro.


10:00
Llego al trabajo por los pelos.
Para darme más prisa paso de desabrochar los botones. Me llevo por delante los dos kilos de pintura que llevo en la cara. De pronto mi camisa parece el sudario de Turín.

10.30
Sólo queda libre la caja con la silla rota cuyo asiento se baja solo y luego no hay forma de volverlo a subir.
Me paso la mañana así:



11:00
Una viej... anciana trata de abonar su compra con un vale descuento.
-Disculpe, señora, es que este vale es de otro supermercado.
-¿Y no me lo coje?
-Si no estuviera caducado lo mismo sí.
12:00
Mi lector de tarjetas de crédito deja de funcionar.
Por suerte hoy en día no se usan las tarjetas de crédito.
No.
Casi nada.

12:30
Llega el de mantenimiento y mira por todos lados.
-Pues no sé, chica, espera un rato a ver si se le pasa.

13:00
No se le pasa.

13:30
El de mantenimiento decide apagar y volver a encender.
A los clientes que llevan una hora esperando les hace una gracia tremenda.

14:00
Sigue sin darle la gana.

14:30
Me quedo encerrada en el ascensor.

Menos mal que no creo en supersticiones estúpidas.

12 marzo 2007

La masacre de las tortitas

Me apetecía desayunar tortitas, y detalles tan insignificantes como que eran las dos de la tarde y que no sé hacer tortitas no me iban a detener.
Además, cocinar es fácil: sólo hay que seguir la receta paso a paso.
Y además esta vez no estaba sola: contaba con la ayuda de Rana, Curly Hair y Hermano Mediano.
Necesitábamos harina, huevos, leche, levadura, mantequilla, sal y azúcar.
Perfecto.
Sólo teníamos mantequilla, así que Hermano Mediano se ofreció voluntario a ir a comprar el resto.
-Pero por qué c*j*n*s tengo que ir yo, ¿eh? Si ni siquiera me apetecen las p*t*s tortitas, c*ñ*, lo tranquilo que estaba yo jugando con mi wii...
-No te preocupes -dijo Rana-, nosotras te acompañamos.
-Y encima tengo que ir con estas...
Se fueron a la compra y yo me quedé derritiendo mantequilla, a ver, es que era lo único que tenía, era eso o batir huevos invisibles, y no es plan. Además fue más complicado de lo que esperaba, porque como no encontraba la tapa-de-plástico-que-se-pone-sobre-los-platos-cuando-los-metes-en-el-micoondas tuve que hacerlo al baño maría.
Una hora después volvieron Rana, Curly y Hermano Mediano. Traían la harina, los huevos, la leche, la levadura, la sal, azúcar... y un bote de pepinillos.
-¿Y esto? -pregunté.
-Para entretenernos mientras tú cocinas.
Mejor no preguntar.
Ya tenía mis ingredientes, así que eché en un bol medio kilo de harina, un sobre de levadura, una cucharada de sal y tres de azúcar y lo mezclé todo.
Lo seguiente era "hacer un volcán con la mezcla", y esa es la prueba de que lo que estaba mal era la receta y no yo: después de mucho investigar descubrí que con "volcán" quería decir "cráter".
¡JA!
Hice el cráter.
Ahora tenía que verter en el agujero cuatro huevos batidos, un vaso de leche y seis cucharadas de mantequilla derretidas.
...
El cráter aguantó bien los huevos, pero al echar la leche desbordó, y con la mantequilla ni te cuento, que aquello ya no era un cráter, era la erupción del Vesubio como poco, y yo intentaba meterlo todo de vuelta en el cráter pero nada, se desbordaba, y por un momento pensé que aquello no tenía remedio y me iba a quedar sin tortitas.
Jo.
Pero resultó que después había que mezclarlo.
Me pregunto para qué leches me hacer excavar un cráter para luego juntarlo todo.
Eso es tortura psicológica.
Y además aquello en cuanto se mezcló se transformó en una masa grumosa, porque me salté el paso de tamizar la harina. A ver, si no soy capaz de encontrar la tapa-de-plástico-que-se-pone-sobre-los-platos-cuando-los-metes-en-el-micoondas, que la uso todos los días, a ver cómo voy a encontrar el tamiz.
Intenté aplastar los grumos con una cuchara pero se quedó pegada a la masa grumosa.
-¿Qué he hecho mal? -pregunté.
Rana, Curly y Hermano Mediano abandonaron lo que estuvieran haciendo con los pepinillos (que yo en la vida de los demás no me quiero meter) y vinieron a resolver mis cuitas.
-Todo, Lorz. Lo has hecho todo mal.
-Jo.
Curly trató de salvar el momento dramático cambiando de tema.
-Eh, Lorz, ¿en qué trabajas?
-En un supermercado -contesté mientras tiraba de la cuchara para despegarla.
-¿Y cuánto llevas?
-Cuatro años.
-Ah, claro. Es lo que pasa, que tiene un trabajo de mierda, pero te acomodas y el tiempo va pasando, y cuando quieres darte cuenta has desperdiciado toda tu juventud vendiendo lechugas.
Empezaba a pensar que como consiguiera sacar la cuchara de la masa grumosa la iba a guardar en la cuenca del ojo de Curly para que no se perdiera, pero la verdad es que cuando lo conseguí estaba tan contenta que en lugar de eso encendí el fuego, puse la sartén encima, eché un poco de mantequilla y en cuanto chisporoteó dejé caer un pegote informe de masa grumosa.
-Andá, Lorz -dijo Rana-, un buñuelo...
-Que cosa más fea, Lorz -añadió Curly.
-No pretenderás que nos comamos eso, ¿verdad? -dijo Hermano Mediano.
Yo no entendía de qué se quejaban. Era práctiamente igual que la imágen de la receta, sólo que en vez de una tortita del Vips parecía una boñiguita del campo.
Eso sí, al ser tan gorda tardaba mucho en hacerse.
Cuando fui a por la segunda Rana detuvo la trayectoria de la cuchara.
-¿Qué? -pregunté.
-¿Y si le echas más leche a la masa?
-¿Para qué?
-Porque la leche crea una capa protectora en el estómago que ralentiza y minimiza la absorción de sustancias nocivas.
Me pregunto qué pretendía insinuar.

08 marzo 2007

Estrella invitada XVI

Después de la tardecita que me dio el sábado pasado (al parecer la niña no estaba satisfecha con las tortitas que le hice, por eso se puso morada, en señal de protesta) lo menos que podía hacer RaNa era escribir algo para mí.
Yo personalmente no he entendido una palabra, pero para que vea que no le guardo rencor lo voy a sacar a la luz como si de verdad me gustara el post que ha perpetrado.

Y no estaban quemadas, estaban tostaditas.


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La prometí a Lorza que escribiría algo en su blog, y, aunque el tema iba a ser otro escribo esta pequeña anécdota por no demorarlo más (mentira: lo hago porque Hermano Mediano me ha insistido hasta hacer que sangren mis oídos, y porque después de ir a apalancarme todos los domingos a su casa y saquearles la nevera era un precio más que razonable, y más después del estropicio del último finde que dejaré en manos de Lorza si se atreve a contarlo…)

En fin, esta historia comienza la fatídica tarde en que me acerqué a ciertos almacenes dónde venden todo tipo de chatarra electrónica susceptible de estropicios prematuros e inesperados.

Mi objetivo era comprar una MicroSD para fines lucrativos y, ejem, poco legales.
Fui directamente a la sección que correspondía y miré las diferentes MicroSD que tenían (vamos, los 2 modelos que tenían, de 1 y 2Gb). Lo curioso es que la tarjeta Micro SD 1Gb (marca Trascent) costaba 99€ y la Micro SD 2gb (marca SanDisk) costaba 60€… si, lo habéis leido bien, no me he equivocado al poner los precios:


1gb-99€

2gb-60€

Ante la alucinante diferencia busqué a alguien que pudiese atenderme para que me aclarase el tema de los precios. Por fin conseguí captar la atención de una dependienta (la seguí por todo el departamento hasta que no la quedó más huevos que escucharme).

RaNa: hola, estoy interesada en comprar una tarjeta MicroSD pero la verdad es que no entiendo mucho del tema. He visto estás dos, pero me ha sorprendido la diferencia de precio de una a otra, teniendo en cuenta que una es el doble de capacidad que la otra y, sin embargo, es más barata…

Dependienta: ¿Para qué quieres la MicroSD??

RaNa: Estoooo…

Respuesta n.1 Para guardar partidas piratas en mi NDS
(no, creo que no)

Respuesta n.2 Oyes, y a tí que te importa??
(podría ser...)

Respuesta n.3 Me la ha pedido un amigo para su PDA
(probemos)

D: Bueno, y qué tipo de PDA es??
Manda huevos!!

R: No lo sé, es para un amigo...

D: Es que depende de la PDA puede ser una MiniSD o una Micro SD.
Tengo en la mano 2 MicroSD, ¿tú que crees? ¿Acaso esto no te da una pista?

R: Me interesan las MicroSD. ¿Qué diferencia una de la otra? Por qué 1gb es más caro que 2 gb?

D: Es que son de 2 compañías diferentes.
Esto va a ser una prueba de cámara oculta seguro.

R: Sí, eso ya lo veo. Me he dado cuenta al leer que en una pone Trascent sobre fondo azul y en la otra SanDisk sobre fondo rojo.

D: Bueno, es que SanDisk es una compañía "de segunda" -sí, de segunda regional- y por eso es más barata.

R: pues es mucho más conocida que la otra.

D: Sí, es que es un nombre más extendido, pero sigue siendo una marca "de segunda”… -regional- pero vamos, que no tienen nada que ver la una con la otra.


¡Vamos ya!

¡¡Qué coño me estás vendiendo, tía loca!!

¡¡¡Pues claro que Trascent es mucho menos conocida!!!

¡¡¡¡A ese precio no la metes en el mercado ni aunque asegures que te aguanta 700 años!!!!

05 marzo 2007

Sola en casa

Este se lo dedico a la bocazas que le ha dado la dirección de mi blog a quien no debía.
¡Dije que le podías dar mi dirección de correo, no que desvelaras mi identidad secreta, que empiezo a parecer Spiderman!
También se lo dedico a mi prima segunda. Ya que estás, bienvenida; confío en tu discreción.
Por cierto: es traductora de las de verdad, por si alguien necesita una.




Igual que en los medicamentos pone "mantener fuera del alcance de los niños" en las recetas de cocina deberían poner "mantener fuera del alcance de Lorz", que luego pasa lo que pasa.
La culpa no es mía, es de Tita A., que se empeñó en enseñarme a hacer su receta especial.
-Venga, Lorz -decía-, si es superfácil, es imposible que salga mal.
-¿Te apuestas tu piso? -contesté yo, y ella no aceptó así que muy claro no lo debía tener.
El caso este fin de semana mis padres han estado de viaje y mis pobres hermanitos y yo hemos tenido que sobrevivir con nuestros propios medios.
Pero todo tiene un lado bueno: por fin podría demostrar al mundo que sé hacer algo más que macarrones.
Todo iba a salir bien: sólo tenía que seguir la receta paso a paso.

Paso 1:
Poner al fuego una orsita (perola) con dos dedos de aceite.
Hecho.

Paso 2:
Picar una cebolla en trocitos muy pequeños.
Um... ¿Se le quita la piel? Bueno, mejor que sobre que no que falte.

Paso 3:
Cuando el aceite esté caliente echar la cebolla y dejarla a fuego medio hasta que se dore.
Hecho. Esto está controlado, así que mientras se dora la cebolla voy a freir las patatas en la freidora.
Lo que yo no sabía es que Hermano Pequeño se la había dejado encendida desde aproximadamente dos horas antes.
En cuanto eché las patatas el aceite empezó a bullir, gorgotear y burbujear y acabó desbordando y esparciéndose por toda la cocina.
Eso sí, las patatas se hicieron instantáneamente.
Estaba restañando (jo, me encanta esta palabra, todo esto es sólo una excusa para usarla) el aceite con papel absorbente cuando empezó a oler a quemado.
La cebolla, que llevaba tanto tiempo al fuego que estaba parcialmente carbonizada por todas partes.
Jo.
Intenté despegarla del fondo, pero cuando estaba rascando con la cuchara de madera empecé a sentir un calor intenso en la mano con la que sujetaba la orsita (cacerola).
Que raro, pensé, si me he preocupado de agarrarla con un paño de cocina y todo para no quemarme.
Entonces miré y vi que lo que tenía en la mano no era un paño, sino uno de los papeles empachuchados en aceite, y que lo había acercado mucho al fuego y estaba ardiendo.
Lo primero que pensé fue en echarle agua, pero una vez hice un Curso de Prevención de Riesgos Laborales y decían que en los fuegos con grasa nunca hay que usar agua, así que en vez de eso empecé a correr por la cocina agitando los brazos y gritando.
Con eso sólo conseguí que se avivara el fuego, así que abrí el grifo y metí aquello debajo del chorro de agua (la caliente, encima), y se apagó, y llegué a la conclusión de que los Cursos de Prevención de Riesgos Laborales son una caca de la vaca Paca.
Entretanto había llegado el momento del paso 4.

Paso 4:
Cortar el pollo en trozos y echarlo en la orsita (una cosa de cocinar, hombreyá) junto con un puñao de sal, ajo y perejil muy muy picaditos.
Vale, esto es fácil.

Paso 5:
Cuando el pollo esté doradito, añadir una cerveza.
Esto es coña, ¿no?
A ver, ¿una cerveza cómo?
¿De medio, de 33, de 25 cl., con alcohol, sin alcohol?
Bueno venga, le echo una de lata, pero sólo porque mi mamá no me deja jugar con el abridor.

Paso 6
Tapar y dejar cocer a fuego medio hasta que tenga un aspecto comestible.
¡Casi está!
Le dejo a fuego medio y me voy a ver la tele, pero de pronto empiezo a oler a quemado.
Bueno, llevaba oliendo a quemado desde el Paso 3, pero ahora olía más a quemado.
Abrí el grifo (mejor prevenir que curar) y me acerqué a la perola.
Me di cuenta de lo que pasaba de inmediato.
Resulta que si pones la ruedecita de la cocina señalando a la mitad no es "fuego medio", sino "fuego máximo", y se ve que el pollo no es ignífugo.
Jo.
Bueno.
Estooo...
¿Pizza?

02 marzo 2007

Expomanga 2007

Este fin de semana se celebra Expomanga en Madrid.
Os animo a visitarlo:
Habrá música.
Habrá disfraces.
Habrá videojuegos...
Lo que seguro que no habrá es Lorzagirl.

Este año tengo una cosa mucho más divertida que hacer: se llaman horas extras no remuneradas, y son como un sueño hecho realidad sólo que todo lo contrario y en peor.

Además la verdad es que a mí lo del Expomanga no me entusiasma demasiado; el año pasado sólo fui porque Eme A me tentó con falsas promesas de matrimonio.

Me pasé toda la mañana en la peluquería y eligiendo el vestido, y el ramo y convenciendo a Hermano Mediano para que fuera mi padrino y todo lo demás, pero cuando llegué allí Eme A no aparecía por ninguna parte.

No entiendo qué pudo pasar, cuando hablamos por correo electrónico Eme A estaba entusiasmado; lo noté por la forma en la que decía "eh, sí, sí, bueeeno, tú ve al Expomanga y búscame por ahí, si eso, que lo mismo hasta me encuentras".

En vano grité su nombre y busqué por todas partes: ni rastro.

Debía llevar unas cuatro o cinco horas preguntando a todos los otakus que pasaban si eran Eme A cuando Hermano Mediano tuvo una idea.
-Deberías preguntarle a esos tipos -dijo.

El 50% de las Charm, acosada por gente rara con la que yo jamás me dejaría ver en público.


-¿Por qué?
-Seguro que le conocen.
-¿Qué te hace pensar eso?
-Que son muy raros.
-Eh... oye...
-¿Sí?







-Exactamente, ¿raros con respecto a qué?