ACTO PRIMERO
Delante de la guarde de Bebé-chan hay un árbol mutante de esos que echan las flores antes que las hojas, llámese cerezo, almendro o dubidubidubidú.
Ha estado pelón todo en invierno y de pronto PLUF: una mañana estaba cuajadito de flores.
-Mira, Bebé-chan -le dije-, mira el árbol.
Pero Bebé-chan es un animal de costumbres y aquello no le hizo ninguna gracia.
-¡BUAAAAAA! ¡EL ÁRBOL ESTÁ CHUCHIO!
-¡No está sucio! ¡Mira, son flores!
-¡NOOOOOO! ¡ETÁ TORO CHUCHIOOOO!
Entonces la cogí en brazos para que lo viera de cerca.
-Mira, ¿ves? Son FLORES. ¿A que son bonitas?
-¡CHIIII!
-Tócalas, ¿ves? ¡También son suaves!
-¡OOOOH!
Bebé-chan estaba encantada.
Entonces la cogí en brazos para que lo viera de cerca.
-Mira, ¿ves? Son FLORES. ¿A que son bonitas?
-¡CHIIII!
-Tócalas, ¿ves? ¡También son suaves!
-¡OOOOH!
Bebé-chan estaba encantada.
ACTO SEGUNDO
Al día siguiente salimos de casa como siempre.
"Como siempre" en klingon significa "tarde, Bebé-chan haciendo masillas con una galleta y yo cargando con su mochila, mi bolso y mi tupper mientras intento no potar".
"Como siempre" en klingon significa "tarde, Bebé-chan haciendo masillas con una galleta y yo cargando con su mochila, mi bolso y mi tupper mientras intento no potar".
Comodísimo todo.
Estábamos a punto de entrar en la guarde cuando Bebé-chan empezó a gritar.
-¡NOOOO! ¡GUARDE NOOOO! ¡ÁRBOL! ¡QUERO TOCAR FLORES ÁRBOL!
Suspiré. Cogí a Bebé-chan en brazos, me acerqué al árbol, acariciamos las flores ("MIRA MAMÁ SON ROCHAAAA") y Bebé-chan se fue a la guarde feliz como una perdiz.
Al día siguiente volvió a hacer lo mismo.
Y al otro.
Y al otro.
Y al otro.
-No te imaginas las ganas que tengo de que se caigan las p*t*s flores -le dije a ZaraJota.
Estábamos a punto de entrar en la guarde cuando Bebé-chan empezó a gritar.
-¡NOOOO! ¡GUARDE NOOOO! ¡ÁRBOL! ¡QUERO TOCAR FLORES ÁRBOL!
Suspiré. Cogí a Bebé-chan en brazos, me acerqué al árbol, acariciamos las flores ("MIRA MAMÁ SON ROCHAAAA") y Bebé-chan se fue a la guarde feliz como una perdiz.
Al día siguiente volvió a hacer lo mismo.
Y al otro.
Y al otro.
Y al otro.
-No te imaginas las ganas que tengo de que se caigan las p*t*s flores -le dije a ZaraJota.
ACTO TERCERO
Un día el suelo de delante de la guarde amaneció cubierto de flores.
-¡BUAAAAAA! -gritó Bebé-chan-. ¡EL CHUELO ETÁ CHUCHIOOOO!
-No está sucio -le expliqué-, son las flores del árbol, que se caen.
-¿FLORES ÁRBOL CAEN?
-Sí -y le di un toquecito a una rama y cayeron unas cuantas flores-. ¿Ves?
-¡BUAAAAAA!
-¿Qué pasa?
-¡¡¡NO QUERO FLORES CAEN!!! ¡¡¡NO QUERO!!! ¡¡¡QUERO TOCAR FLORES ROCHA ÁRBOOOOOL!!!
Ay...
-¡BUAAAAAA! -gritó Bebé-chan-. ¡EL CHUELO ETÁ CHUCHIOOOO!
-No está sucio -le expliqué-, son las flores del árbol, que se caen.
-¿FLORES ÁRBOL CAEN?
-Sí -y le di un toquecito a una rama y cayeron unas cuantas flores-. ¿Ves?
-¡BUAAAAAA!
-¿Qué pasa?
-¡¡¡NO QUERO FLORES CAEN!!! ¡¡¡NO QUERO!!! ¡¡¡QUERO TOCAR FLORES ROCHA ÁRBOOOOOL!!!
Ay...
EPILOGO
-Esta primavera -dijo ZaraJota un día-, podíamos llevar a Bebé-chan al Jardín Botánico a que vea las flores.
Lee mis labios: Y UN COJÓN.
Lee mis labios: Y UN COJÓN.