La piscina nos está sentando fenomenal.
Sobre todo a mí: es el único rato que paso cerca de Bebé-kun sin que se me enganche a la ubre.
No es que no lo intente, lo que pasa es que mi bañador deportivo se me queda un poco repegao y no consigue bajármelo.
Bueno, alguna vez lo ha conseguido, pero como no llevo gafas no lo veo y me da igual.
A lo que iba.
Estaba en la piscina sujetando a Bebé-kun por los deditos para que flotara libremente envuelto en unas treinta toneladas de porexpán y de pronto se me escurrió, entró en pánico, empezó a aletear y me soltó, presuntamente sin querer, una bofetada que me dejó tonta.
Más tonta.
Le debió parecer la monda y empezó a reírse con toda la boca abierta, y entonces dije uy, me parece que este niño tiene una caries, y ya os podéis imaginar cómo sería aquello si lo vi sin gafas ni nada aunque tengo seis dioptrías y a medio metro no le distinguía ni la cara.
Entonces nos fuimos al dentista.
A uno privado, obviamente, porque como es lógico en el siglo XXI la salud dental depende de que te la puedas pagar.
(Otro día hablamos de las gafas.)
El dentista le echó un vistazo a la boca de Bebé-kun.
Un vistazo rápido.
Muy rápido.
Y eso que Bebé-kun en cuanto lo sujetamos de pies y manos entre tres adultos empezó a cooperar por completo.
-Pues sí, tiene caries -nos dijo el dentista.
-¿Muchas?
-No, mujer, muchas no. Una en cada diente, nada más.
-¿QUEEEEEE?
-Tiene incluso en los molares que le acaban de salir, es fascinante...
-¿Y por qué puede ser?
-Bueno, esto es lo que pasa cuando se abusa del biberón.
-¿Perdone usted?
-La leche artificial contiene muchos azúcares que favorecen la caries. La leche materna, en cambio...
Sobre todo a mí: es el único rato que paso cerca de Bebé-kun sin que se me enganche a la ubre.
No es que no lo intente, lo que pasa es que mi bañador deportivo se me queda un poco repegao y no consigue bajármelo.
Bueno, alguna vez lo ha conseguido, pero como no llevo gafas no lo veo y me da igual.
A lo que iba.
Estaba en la piscina sujetando a Bebé-kun por los deditos para que flotara libremente envuelto en unas treinta toneladas de porexpán y de pronto se me escurrió, entró en pánico, empezó a aletear y me soltó, presuntamente sin querer, una bofetada que me dejó tonta.
Más tonta.
Le debió parecer la monda y empezó a reírse con toda la boca abierta, y entonces dije uy, me parece que este niño tiene una caries, y ya os podéis imaginar cómo sería aquello si lo vi sin gafas ni nada aunque tengo seis dioptrías y a medio metro no le distinguía ni la cara.
Entonces nos fuimos al dentista.
A uno privado, obviamente, porque como es lógico en el siglo XXI la salud dental depende de que te la puedas pagar.
(Otro día hablamos de las gafas.)
El dentista le echó un vistazo a la boca de Bebé-kun.
Un vistazo rápido.
Muy rápido.
Y eso que Bebé-kun en cuanto lo sujetamos de pies y manos entre tres adultos empezó a cooperar por completo.
-Pues sí, tiene caries -nos dijo el dentista.
-¿Muchas?
-No, mujer, muchas no. Una en cada diente, nada más.
-¿QUEEEEEE?
-Tiene incluso en los molares que le acaban de salir, es fascinante...
-¿Y por qué puede ser?
-Bueno, esto es lo que pasa cuando se abusa del biberón.
-¿Perdone usted?
-La leche artificial contiene muchos azúcares que favorecen la caries. La leche materna, en cambio...
Ahí ya me entró la risa floja, y ZaraJota empezó a darme patadas por lo bajini, y Nena-chan que por supuesto estaba en medio de todo el fregao empezó a preguntar "papá, ¿por qué le estás pegando a mamá otra vez?" y no me quedó más remedio que darle explicaciones al dentista.
-El niño ha tenido lactancia materna exclusiva.
Exclusivamente j*d*d*, por concretar más.
-Uy, pues eso sí que es raro. ¿Ha tenido algún problema digestivo?
"Algún", dice...
-Sí.
-Pues puede ser que no esté absorbiendo bien el calcio.
Le lancé a #bebekun una mirada furibunda.
"Mira, nene", le dije mentalmente, "si vas a estar enganchado a la teta full power lo mínimo que puedes hacer, LO MÍNIMO, es absorber como dios manda".
Pero a Bebé-kun la mirada furibunda le dio exactamente igual.
-¿Y qué podemos hacer?
-Pues habría que empastar, lo que pasa es que aquí no lo podemos hacer porque habría que anestesiar y no podemos porque no llega al peso.
Bueno, yo tampoco llego al último estante de la cocina y me anestesian sin problemas.
-El niño ha tenido lactancia materna exclusiva.
Exclusivamente j*d*d*, por concretar más.
-Uy, pues eso sí que es raro. ¿Ha tenido algún problema digestivo?
"Algún", dice...
-Sí.
-Pues puede ser que no esté absorbiendo bien el calcio.
Le lancé a #bebekun una mirada furibunda.
"Mira, nene", le dije mentalmente, "si vas a estar enganchado a la teta full power lo mínimo que puedes hacer, LO MÍNIMO, es absorber como dios manda".
Pero a Bebé-kun la mirada furibunda le dio exactamente igual.
-¿Y qué podemos hacer?
-Pues habría que empastar, lo que pasa es que aquí no lo podemos hacer porque habría que anestesiar y no podemos porque no llega al peso.
Bueno, yo tampoco llego al último estante de la cocina y me anestesian sin problemas.
Continuará...