Después de años de leal servicio la bombilla del baño ha optado por fundirse.
A mí realmente me da igual porque hace años (4) que no me miro en el espejo de casa más que para hacerme selfies, pero a Nena-chan lo de hacer pipí a oscuras como que no le parecía lo mismo.
Que tiene 4 años. Mea más tranquila si no tiene que poner el culete en un agujero negro.
ZaraJota cambió la bombilla y por una vez no rompió el plafón y yo se lo agradezco mucho, porque estoy engordando y no me viene bien ir a Ikea a comer perritos.
Al día siguiente Nena-chan descubrió que la bombilla volvía a funcionar.
-Yo creo -me dijo muy seria- que ayer estaba rompida porque me disiste muchas veses "lávate los dieeeeentes, veeeeeenga, lávate los dieeeeentes, que nos tenemos que ir al cooooole".
Me dio mucha penita. Es que jo, desde pequeñitos los culpabilizamos y los responsabilizamos se todo. Si no haces esto, tal. Si no haces eso, cual. Al final, los pobres acaban cargando el peso del mundo sobre sus hombros.
-¿Crees que la luz se ha roto porque no me hiciste caso? -le pregunté, con la lagrimilla colgando.
-Nooo -contestó-: se ha rompido porque eres muy pesada.
Gracias, ya me siento mejor.
26 mayo 2017
La bombilla del baño
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6 comentarios:
Yo lo había entendido a la primera... la culpa era tuya y solo tuya por habérselo dicho tantas veces. A ver si aprendes.
Jajajajajaja!!!!
Hay que eliminar la culpa de nuestras vidas. No sirve para nada, solo para jodernos la vida.
Vamos, que la bombilla se suicidó ante tu insistencia...
Juan, juas, juas, juas.....
Tranqui Lorz, si no eres pesado no eres madre ;)))
Franché
Tan pequeñita y ya domina el complejo de culpabilidad a la perfección-
"Y estoy engordando"..es un mensaje subliminal que nos dejas?
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