El año pasado, la madre de ZaraJota™, que vive en Barcelona, dijo que venía "porque es el primer cumpleaños, y cumplir un año es muy importante". Pensamos que tenía razón, y organizamos un cumpleaños estilo boda gitana, que empezó el viernes con fiesta en la guarde, continuó el sábado con toda la familia en el musical de El rey león y cena, y rematamos con un día salvaje en Faunia.
-Nunca más -le dije a ZaraJota™-, nunca más.
Pero este año la madre de ZaraJota™ dijo que venía "porque es el segundo cumpleaños, y cumplir dos años es muy importante".
-Nunca más -le dije a ZaraJota™-, nunca más.
Pero este año la madre de ZaraJota™ dijo que venía "porque es el segundo cumpleaños, y cumplir dos años es muy importante".
Empiezo a ver una pauta aquí...
-Pero no esperes gran cosa, ¿eh? -le advertimos-, solo una merienda tranquila, en casa.
Con mi familia, claro, porque la familia de ZaraJota™ vive en Barcelona, que no es que lo hayamos hecho aposta ni nada.
-Vale, vale, si es solo por ver a la niña -contestó la buena mujer.
Una semana antes del mágico evento, llamó la hermana de ZaraJota™.
-Que yo también voy.
-Vale, vale, pero no esperes gran cosa, ¿eh? -le advertimos-, solo una merienda tranquila, en casa.
Lo que pasa es que no estaba tan claro que la merienda fuera a ser tranquila, porque para entonces ya teníamos doce invitados, dos de ellos a pernoctar, cinco sillas y cero agua caliente.
-Nos apañaremos -le dije a ZaraJota™.
Mis padres nos prestaron taburetes, compramos vajilla de plástico y convertimos la merienda en un buffet libre de cucharada y paso atrás.
Y cuando parecíamos tenerlo todo controlado, una tarde, cuando llegué a casa, me encontré a ZaraJota™ sonriendo como un maníaco.
-¿Qué te pasa?
-Nada, ¿tiene que pasarme algo?
-Estás... sonriendo.
-Es que tengo una buena noticia que darte. JA. JA. JA.
-ZaraJota™, me estás asustando.
-Es que ha llamado mi hermano. Que dice que también viene.
-Ay...
-Con su mujer, y las niñas.
-Ay...
Lo siguiente que recuerdo es que ZaraJota™ me estaba dando de bofetadas.
-¡Reacciona, Lorz, reacciona!
-¡Y UNA MIERDA VOY A REACCIONAR! ¡SI ME ESTÁS TOÑANDO POR NO HACER NADA IMAGINA SI VOY Y REACCIONO!
-Es que te has quedado pallá...
-De la impresión. Pero ya está, no pasa nada. Solo somos dieciséis, nos apañaremos.
-Sí, sí, además mi hermano dice que no quiere molestar.
-Si no es molestia.
Es física. En concreto, física espacial.
-Se van a ir a un hotel a dormir.
-Pues ya que están, podían llevarse a tu madre con ellos.
Que no es por quitármela de encima, es que tiene setenta años y no está para dormir en un sofá.
-No, no puede, porque mi madre no sabe que vienen. Mi hermano quiere darle una sorpresa.
-Bueno, pues ya veremos cómo quedamos con ellos.
-No, no, mi hermano dice que no quieren quedar con nosotros. Que quiere que sea una sorpresa.
-Pero hombre, al menos vendrán al cumpleaños de la nena, ¿no?
-Sí, sí, a última hora o así. Es que quieren que sea una sorpresa.
Ya, ya, sorpresa. ¡Este lo que quiere es esconderse!
-Pero no esperes gran cosa, ¿eh? -le advertimos-, solo una merienda tranquila, en casa.
Con mi familia, claro, porque la familia de ZaraJota™ vive en Barcelona, que no es que lo hayamos hecho aposta ni nada.
-Vale, vale, si es solo por ver a la niña -contestó la buena mujer.
Una semana antes del mágico evento, llamó la hermana de ZaraJota™.
-Que yo también voy.
-Vale, vale, pero no esperes gran cosa, ¿eh? -le advertimos-, solo una merienda tranquila, en casa.
Lo que pasa es que no estaba tan claro que la merienda fuera a ser tranquila, porque para entonces ya teníamos doce invitados, dos de ellos a pernoctar, cinco sillas y cero agua caliente.
-Nos apañaremos -le dije a ZaraJota™.
Mis padres nos prestaron taburetes, compramos vajilla de plástico y convertimos la merienda en un buffet libre de cucharada y paso atrás.
Y cuando parecíamos tenerlo todo controlado, una tarde, cuando llegué a casa, me encontré a ZaraJota™ sonriendo como un maníaco.
-¿Qué te pasa?
-Nada, ¿tiene que pasarme algo?
-Estás... sonriendo.
-Es que tengo una buena noticia que darte. JA. JA. JA.
-ZaraJota™, me estás asustando.
-Es que ha llamado mi hermano. Que dice que también viene.
-Ay...
-Con su mujer, y las niñas.
-Ay...
Lo siguiente que recuerdo es que ZaraJota™ me estaba dando de bofetadas.
-¡Reacciona, Lorz, reacciona!
-¡Y UNA MIERDA VOY A REACCIONAR! ¡SI ME ESTÁS TOÑANDO POR NO HACER NADA IMAGINA SI VOY Y REACCIONO!
-Es que te has quedado pallá...
-De la impresión. Pero ya está, no pasa nada. Solo somos dieciséis, nos apañaremos.
-Sí, sí, además mi hermano dice que no quiere molestar.
-Si no es molestia.
Es física. En concreto, física espacial.
-Se van a ir a un hotel a dormir.
-Pues ya que están, podían llevarse a tu madre con ellos.
Que no es por quitármela de encima, es que tiene setenta años y no está para dormir en un sofá.
-No, no puede, porque mi madre no sabe que vienen. Mi hermano quiere darle una sorpresa.
-Bueno, pues ya veremos cómo quedamos con ellos.
-No, no, mi hermano dice que no quieren quedar con nosotros. Que quiere que sea una sorpresa.
-Pero hombre, al menos vendrán al cumpleaños de la nena, ¿no?
-Sí, sí, a última hora o así. Es que quieren que sea una sorpresa.
Ya, ya, sorpresa. ¡Este lo que quiere es esconderse!
7 comentarios:
¡Biennnn! Una serie. Porque esto tiene continuación, ¿no?
Desde luego, con tu familia nunca te falta material para el blog. Jajajaja. Besotes!!!
Vale, empiezo a entender la crisis existencial...
¿Qué es "un buffet libre de cucharada y paso atrás"?
Eso, ¿Que es?
Supongo que lo mejor vendrá ahora... :)
Besos y salud
Si es que... las confianzas dan asco, lo digo siempre. ¡Que os sea leve!
Por cierto (off-topic): ¡han nominado mi blog para un premio! ¡Aaaa votaaaaar! :-)
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