Va a hacer mucho frío, pero no pasa nada porque el saquito es sueco.
Como mañana es el día del padre y, en algunos casos, de la madre, voy a aprovechar para hablar de mi padre y de mi madre, que además es lo que toca.
La c*g*st* burlancaster.
Mis padres llevan 33 años casados y a pesar de eso se quieren y todo.
Yo aún diría más: según ciertos y muy dramáticos testimonios, se quieren demasiado.
En concreto, demasiado a menudo, demasiado alto, y con la puerta demasiado abierta, y no voy a dar más detalles porque esto luego esto lo leen los niños.
Después de tantos años han creado una relación simbiótica cuya manifestación más característica es lo que yo llamo "el rezongue", Hermano Mediano llama "festival del humor", y Hermano Pequeño no lo llama porque él es más de borrar los recuerdos traumáticos.
El rezongue consiste en hablar solo.
Todos hablamos solos cuando estamos solos, ¿no?
La diferencia es que mis padres hablan solos el uno con el otro.
Continuamente.
Sin parar.
Sin escucharse y, lo que es peor, sin darse cuenta de que lo hacen.
Sin escucharse y, lo que es peor, sin darse cuenta de que lo hacen.
El rezongue es una conversación en piloto automático que se desarrolla en círculo, dando vueltas y vueltas sobre sí misma hasta alcanzar un punto crítico, en el que es necesario desbloquearla preguntándole a un tercero "¿a que YO tengo razón?".
Los terceros en cuestión, que somos sus hijos, huimos del rezongue como de la peste porque:
a) Es un c*ñ*z* oírles.
b) La mayor parte de las veces no tenemos ni idea de qué están hablando.
c) Digas lo que digas, al final la culpa es tuya.
Los terceros en cuestión, que somos sus hijos, huimos del rezongue como de la peste porque:
a) Es un c*ñ*z* oírles.
b) La mayor parte de las veces no tenemos ni idea de qué están hablando.
c) Digas lo que digas, al final la culpa es tuya.
Por eso, una de las cosas que más miedo me daba de irme con mis padres al pueblo era estar cuatro horas ATRAPADA en el asiento de atrás mientras ellos rezongaban.
-Prometemos portarnos bien y estar calladitos -dijo mi madre.
-No me lo creo.
-Que sí, que sí.
Cuando llegó el día F (de "frío que vamos a pasar, y Bebé-chan tan pequeña, aunque el saquito es sueco y abriga mucho, ¿eh? que a veces pasa calor y todo"), mis padres vinieron a buscarnos, y nos montamos en el coche. Apenas acabábamos de arrancar cuando sonó el móvil de mi padre.
-¡Un guasap! ¡Me ha llegado un guasap!
Mi padre no quería ponerse guasap porque decía que era una tontería y un c*ñ*z*.
Ahora que lo tiene sigue diciendo que es una tontería y un c*ñ*z*... y no para de usarlo.
-Pues luego lo lees -contestó mi madre.
-Es que puede ser del trabajo...
-Bueno, pues si es del trabajo que se aguanten, que estás conduciendo.
-¿No me lo puedes leer tú?
-¿Y si es del trabajo qué les digo?
-No sé, tú léemelo y ya te diré.
-Es que no entiendo tu móvil.
Después de forcejear un rato con la pantalla táctil, mi madre lee el guasap y contesta siguiendo las instrucciones de mi padre.
Acto seguido, el móvil vuelve a pitar.
-¡Un guasap!
-¿OTROOO? -dice mi madre, como si ella no recibiera unos trescientos diarios.
-Míralo, anda.
-A ver si ahora me voy a pasar todo el viaje leyéndote guasaps...
-¿Qué pasa, tienes algo mejor que hacer?
-No, pero esto es un no parar.
-Sólo han sido dos.
-De momento, que eres mupesao todo el día con el guasap.
-Mira quién fue a hablar. Todo el día mandándote cosas con Lorz -sabía que me iba a salpicar tarde o temprano, lo sabía-. Venga a mandaros fotitos de Bebé-chan. Y a mí no me mandáis ninguna. Como a mí nadie me quiere...
A mi padre no le mando guasaps porque dice que son una tontería y un c*ñ*z*. A no ser que los mande él, que entonces son lo mejor que hay en el mundo mundial y siempre llegan exactamente en el momento oportuno.
-¿Me lo vas a leer o qué?
-Ya lo leo, ya lo leo, es que no entiendo tu móvil.
A la tercera vez que se repitió la conversación le requisé el móvil a mi padre, lo apagué y me senté encima.
Por si acaso.
Entonces mi madre se empezó a rebullir en el asiento y a rebuscar en el bolso.
-¿Te quieres estar quieta? -le preguntó mi padre. Creo que era una pregunta retórica, porque a estas alturas ya debe saber que mi madre y lo de estar quieta, como que no es lo suyo. Además mi madre tiene una habilidad especial: cuando ella se mueve, lo mueve todo a su alrededor.
Si la realidad fuera un flan, mi madre sería el platito temblón.
-Es que no encuentro mi móvil.
-¿Y para qué quieres el móvil ahora?
-No sé, para mirar si tengo un guasap.
-Yo no he oído nada.
-¿Y si me lo he dejado en casa? -dijo, y siguió dando bolsazos a diestro y siniestro-. A ver si quiere salir...
¿Salir?, pensé. Ese no sale. Viendo lo que le estás haciendo al bolso yo tampoco saldría.
-¿Cómo te lo vas a dejar en casa, si has llamado a Lorz cuando veníamos?
-Pues no sé, se me habrá caído.
-¿Y no lo puedes buscar luego?
-¡Que quiero ver si tengo un guasap!
-¿Tan urgente es?
-Claro, si es TU guasap es urgente, si es MI guasap puede esperar...
-A mí me da igual lo que hagas con el guasap, pero deja de darme bolsazos ya, que estoy intentando conducir.
-Que te molestará a ti mucho lo que yo haga con el bolso...
-Pues sí, porque estoy conduciendo y me distraes.
-¿Yo te distraigo? Te distraes tú solo, que tienes que estar a todo.
-Ya estamos, al final siempre es culpa mía.
-Hombre, culpa mía no va a ser. Además, has empezado tú.
-No es verdad -el rezongue había alcanzado el punto crítico. Podía sentir el cerebro de mis padres encendiendo el radar en busca de apoyos para el desempate... y lo único que había a mano era yo-. Lorz -m**rd*, me pilló- ¿a que siempre empieza ella?
-¡A mí no me metáis en vuestras discusiones!
-Pero...
-¡Y dejarme tranquila, que estoy ocupada!
-¿Sí? ¿Qué haces?
Intentar desinstalaros el p*t* guasap.
Bonus track.
Esto es lo que va a pasar ahora.
Mi padre leerá el post y llamará a mi madre.
-¿Has visto como yo tenía razón?- le preguntará.
-De eso nada, está clarísimo que me está dando la razón a mí...
Cinco minutos de rezongue más tarde le preguntarán a Hermano Mediano.
Hermano Mediano huirá corriendo y agitando los bracitos hasta ponerse a salvo, y luego me mandará un guasap.
"No les provoques que luego los tengo que aguantar yo".
Entonces le enviaré un guasap a mis padres.
"Dejad tranquilo a Hermano Mediano, que bastante tiene ya".
"¿Qué pasa? ¿Ya os estáis riendo de nosotros a nuestras espaldas?", contestará mi madre.
"Sí".
Mi madre lo rumiará un rato, y al final llegará un guasap al grupo familiar que dirá, simplemente:
"Sois todos mutontos".
Bien pensado, creo que yo también voy a desinstalarme el guasap.
Continuará...
-¡Un guasap! ¡Me ha llegado un guasap!
Mi padre no quería ponerse guasap porque decía que era una tontería y un c*ñ*z*.
Ahora que lo tiene sigue diciendo que es una tontería y un c*ñ*z*... y no para de usarlo.
-Pues luego lo lees -contestó mi madre.
-Es que puede ser del trabajo...
-Bueno, pues si es del trabajo que se aguanten, que estás conduciendo.
-¿No me lo puedes leer tú?
-¿Y si es del trabajo qué les digo?
-No sé, tú léemelo y ya te diré.
-Es que no entiendo tu móvil.
Después de forcejear un rato con la pantalla táctil, mi madre lee el guasap y contesta siguiendo las instrucciones de mi padre.
Acto seguido, el móvil vuelve a pitar.
-¡Un guasap!
-¿OTROOO? -dice mi madre, como si ella no recibiera unos trescientos diarios.
-Míralo, anda.
-A ver si ahora me voy a pasar todo el viaje leyéndote guasaps...
-¿Qué pasa, tienes algo mejor que hacer?
-No, pero esto es un no parar.
-Sólo han sido dos.
-De momento, que eres mupesao todo el día con el guasap.
-Mira quién fue a hablar. Todo el día mandándote cosas con Lorz -sabía que me iba a salpicar tarde o temprano, lo sabía-. Venga a mandaros fotitos de Bebé-chan. Y a mí no me mandáis ninguna. Como a mí nadie me quiere...
A mi padre no le mando guasaps porque dice que son una tontería y un c*ñ*z*. A no ser que los mande él, que entonces son lo mejor que hay en el mundo mundial y siempre llegan exactamente en el momento oportuno.
-¿Me lo vas a leer o qué?
-Ya lo leo, ya lo leo, es que no entiendo tu móvil.
A la tercera vez que se repitió la conversación le requisé el móvil a mi padre, lo apagué y me senté encima.
Por si acaso.
Entonces mi madre se empezó a rebullir en el asiento y a rebuscar en el bolso.
-¿Te quieres estar quieta? -le preguntó mi padre. Creo que era una pregunta retórica, porque a estas alturas ya debe saber que mi madre y lo de estar quieta, como que no es lo suyo. Además mi madre tiene una habilidad especial: cuando ella se mueve, lo mueve todo a su alrededor.
Si la realidad fuera un flan, mi madre sería el platito temblón.
-Es que no encuentro mi móvil.
-¿Y para qué quieres el móvil ahora?
-No sé, para mirar si tengo un guasap.
-Yo no he oído nada.
-¿Y si me lo he dejado en casa? -dijo, y siguió dando bolsazos a diestro y siniestro-. A ver si quiere salir...
¿Salir?, pensé. Ese no sale. Viendo lo que le estás haciendo al bolso yo tampoco saldría.
-¿Cómo te lo vas a dejar en casa, si has llamado a Lorz cuando veníamos?
-Pues no sé, se me habrá caído.
-¿Y no lo puedes buscar luego?
-¡Que quiero ver si tengo un guasap!
-¿Tan urgente es?
-Claro, si es TU guasap es urgente, si es MI guasap puede esperar...
-A mí me da igual lo que hagas con el guasap, pero deja de darme bolsazos ya, que estoy intentando conducir.
-Que te molestará a ti mucho lo que yo haga con el bolso...
-Pues sí, porque estoy conduciendo y me distraes.
-¿Yo te distraigo? Te distraes tú solo, que tienes que estar a todo.
-Ya estamos, al final siempre es culpa mía.
-Hombre, culpa mía no va a ser. Además, has empezado tú.
-No es verdad -el rezongue había alcanzado el punto crítico. Podía sentir el cerebro de mis padres encendiendo el radar en busca de apoyos para el desempate... y lo único que había a mano era yo-. Lorz -m**rd*, me pilló- ¿a que siempre empieza ella?
-¡A mí no me metáis en vuestras discusiones!
-Pero...
-¡Y dejarme tranquila, que estoy ocupada!
-¿Sí? ¿Qué haces?
Intentar desinstalaros el p*t* guasap.
Bonus track.
Esto es lo que va a pasar ahora.
Mi padre leerá el post y llamará a mi madre.
-¿Has visto como yo tenía razón?- le preguntará.
-De eso nada, está clarísimo que me está dando la razón a mí...
Cinco minutos de rezongue más tarde le preguntarán a Hermano Mediano.
Hermano Mediano huirá corriendo y agitando los bracitos hasta ponerse a salvo, y luego me mandará un guasap.
"No les provoques que luego los tengo que aguantar yo".
Entonces le enviaré un guasap a mis padres.
"Dejad tranquilo a Hermano Mediano, que bastante tiene ya".
"¿Qué pasa? ¿Ya os estáis riendo de nosotros a nuestras espaldas?", contestará mi madre.
"Sí".
Mi madre lo rumiará un rato, y al final llegará un guasap al grupo familiar que dirá, simplemente:
"Sois todos mutontos".
Bien pensado, creo que yo también voy a desinstalarme el guasap.
Continuará...
11 comentarios:
¡Menuda suerte tengo! Mi madre a duras penas entiende su móvil y encima no se le puede poner el guasa, jajajajja, así que me libro de que me de la tabarra via mensajes inoportunos. Una buena idea esa de quitárselo a tus padres.Bezozzzzzzz.
¡Anda que no le has sacado tu jugo ni na al guasap y a tus viejos!...jajaja
Besos y salud
Qué bonito es el amor... Envidiosa xD
Pobrecita, me estoy partiendo xo no puedo evitarlo.
Dejaselo desinstalado o mejor, diles k. les puede dar una contractura en los pulgares, a ver sí así paran.
Besos
Escondidos para siempre ;)
Mi madre me lee tooooooodoooos sus wasaps con gente que no conozco y pretende que me descojone. "Mira lo que me han dicho, mira, mira. Y luego yo le dije, y el me respone: nosequé! jajaajjaa, es buenisimo!!!". Si fuera buenisimo me reiría pero normalmente no es buenisimo, o simplemente no entiendo nada de nada porque no sé de dónde vienen los chistes. Muy duro todo.
Mi padre con lo que está enloquecido es con Internet. Cada 2x3 está subiendo fotos que hace por la calle o en su casa a Facebook o nos las manda por correo electrónico. Está realmente enganchado, pero supongo que es porque le sobra tiempo libre y no lo sabe emplear en cosas más productivas. No a toda la gente mayor le gustan las nuevas tecnologías, pero a los que le gustan son auténticos adictos. Y como intentes disuadirlos se vuelven peligrosos. Un saludo Lorz.
La cosa ha de pasar a los tribunales, qué duda cabe. A ver quién tiene la razón en todo esto.
Seguro que Bebe-chan dormía placidamente pensando "Qué suerte que aún no me entero de nada"
Lo bueno es que ya van a cobrar y te quitarán una preocupación...
Muy bueno el post.. sobre cuando a uno le preguntan "tengo razon?".. como en eso no hay respuesta correcta.. lo que atino a decir (y siempre funciona) es: "Ahora que lo sabes, hace algo con eso?".. y me voy.. eso hace que se queden pensando y lo libera a uno de cualquier otra respuesta incorrecta.. ejeje
Muy buneo el blog, saludos!
Ahora mismo voy a hacer un grupo familisr, a mi madre le va a encantar.
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