Nada más subirnos al tren descubrimos con horror que nos habían tocado los asientos del final del vagón, y que en vez de estar en fila india como les corresponde, unos detrás de otros, así...
...estaban unos frente a otros, así:
Los asientos así son un rollo. No puedes estirar las piernas por miedo a darle al de delante, y te pasas todo el viaje con las patitas encogidas hasta que te dan calambres y dejas de sentirlas, por no hablar de lo incómodo que es tener a un desconocido mirándote durante cuatro horas, especialmente si tienes la costumbre de coger la posturita y dormirte con la babilla colgando.
Para empeorar la situación, nuestros asientos, que eran de cara a la marcha, estaban ocupados por una pareja de viej...ancianos.
-Creo que estos son nuestros asientos -les dije.
-Sí, sí, es que los nuestros son los que van de espaldas a la marcha, y a mi marido no le van bien por la lumbalgia, y hemos pensado que si no os importara cambiarlos...
Lo primero que pensé es que la viej...anciana era maquiavélica. En lugar de esperarse en su asiento y preguntarnos si lo podíamos cambiar cuando llegáramos, se había aposentado en el nuestro y apostado por la política de hechos consumados.
-Claro, claro, no importa -le dije. Y nos sentamos en sus asientos.
Lo segundo que pensé fue que ahora que habíamos establecido contacto verbal, digamos, la situación iba a ser mucho más tensa.
¿Tenía que decir "hasta luego" cada vez que me levantara?
¿Debía ofrecerles gominolas?
¿Era necesario que entablara conversación?
¡La vida no te prepara para estas situaciones!
Mientras yo me debatía en un mar de dudas protocolarias, el viej...anciano sacó un ABC y empezó a leerlo. Crucé los dedos para que la señora sacara el Hola! o el libro de crucigramas que les regalan a los viejos cuando compran un billete de tren, pero nada. La señora, que se sentaba frente a mí, se quedó mirando al vacío, impidiendo que me concentrara lo suficiente como para echarme una siestecita.
Entre tanto, ZaraJota™ inició movimientos en torno a la mochila.
-Voy a leer un rato -anunció.
-¿Qué libro te has traido?
Que me importaba un pimiento, era por dar conversación.
-El del prepucio.
-¡No puedes sacar eso! -le grité en voz baja. Es una técnica que se me da muy bien: consiste en murmurar agitando los bracitos. Así, con disimulo.
-¿Por qué no?
-¡Porque tienes delante a un viej...anciano leyendo el ABC!
-Pero no es nada pornográfico, es la biografía de un señor judío...
-¡Peor me lo pones!¡Si sospecha que eres un enemigo de la fe es capaz de matarte con sus manos desnudas!
-Que lea la biografía de un señor judío no quiere decir que sea judío.
-En serio, ¿has visto tu nariz?
-Bueno, ¿y qué quieres que haga?
-Pues de entrada, ponerlo boca abajo.
-Lorz, la que estás liando por nada. El señor está leyendo su ABC y ni nos mira. Y si nos mira y nos ve murmurando con la mochila en la mano no va a pensar que somos judíos: va a pensar que somos terroristas islámicos.
-Voy a ver si puedo tapar el título con algo.
-Ahora que lo pienso, tenía una solapa.
-Vamos a intentar ponérsela delante del título... ya está.
Ya no pensará que somos enemigos de la fe.
15 comentarios:
Me parto! Lo bueno es que pensarían que eráis al menos pecadores, y vete tú a saber si incluso ateos, y a lo mejor no os dieron mucha conversación...
Un beso!
A la hogue... Epa... No... Olvídalo... Seguro tiene contactos con Al Quaeda por tu forma de mofarte del pueblo judío, así que a Guantánamo...
Bueno, y a todo esto ¿la señora os habló? ¿os llamó infieles? ¿se cambiaron de asiento y dejaron los vuestros libres para no compartir espacio vital con ateos?
muy buena anécdota jejej
Vaya título para un libro ja ja
besotes
jajajaja muy buena la solución de la solapa, espero que tuvierais muy buenas vacaciones.
bss
Pues a mí el libro no me gustó mucho que digamos. Habría sido mejor usarlo para golpear a los señores ancianos robasientos.
El libro es la bomba. Eso sí, su título ha proporcionado innumerables anécdotas parecidas a la que señala Lorz...
¡Esas cosas no pasan con los lectores de libros electrónicos! Una más que añadir a sus ventajas, la ausencia de cubiertas "delatoras"...
Vaya mala pata hombre! Seguro que Renfe lo hizo aposta. Menos mal que tienes soluciones para todo oye...
Mi hermana está empeñada en que lo lea, ella sí tiene una pareja judía.
¿Y no quedaban asientos vacios para que os cambiarais?
Sois unos prepucianos pro lumbalgistas enemigos de la fe con mochila sospechosa.
Yo no os dejaba subir a otro tren en la vida! xD
La gente no dice "¿Has visto tu nariz?", sino "¿Pero tú te has visto la nariz?". Ves muchas películas dobladas, ¿no?
Me he reído un montón con el post. Menudo título para un libro y menudos compañeros de viaje!
Un saludo
Jajaja. Genial. Lo de pasar por terroristas en vez de por judíos, mucho mejor, dónde va a parar!
La educación a veces se hace fuerte en nuestra contra y dejamos que pobres ancianitos se apoderen de nosotros y para colmo cuanto más educada eres tú menos son ellos. Son muchas las ocasiones en las que se aprovechan y si alguna vez les contestas algo que no les gusta encima te ponen verde de viva voz, no les importa que les oiga, al contrario es lo que quieren. Hacerte quedar como una mala cristianaaaaarrr.
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