El 31 de julio de 2025 este blog cumplirá 20 años en activo.
Lo celebramos recordando las mejores entradas.
06 septiembre 2007
Atrapados en el ascensor
Nunca compro el pan; de eso se encarga mi compañero de piso, que es un poco maniático para las migas, pero hubo un día que decidí salir al mundo exterior y comprar el pan yo misma, así que salí de casa, llamé al ascensor, el ascensor vino, saludé a la señora y la chica que había dentro, las puertas se cerraron... y el ascensor se desplomó hasta el primer piso, donde después de un muy poco esperanzador ¡¡¡BUM!!! se detuvo.
Con cara de pasmo nos miramos, nos preguntamos unas a otras si estábamos bien y nos estiramos las faldas, porque las chicas, en momentos así, siempre se estiran las faldas.
Probamos a abrir las puertas pero no hubo manera: estábamos total y absolutamente encerradas.
Si hubiera sido una película una de las ocupantes se habría dejado llevar por el pánico, la otra se habría puesto a filosofar y nuestra heroina (yo, por supuesto) habría decidido replantearse su vida y partir en busca del hombre al que amaba, sin saber que en ese preciso instante le estaría atropellando un autobús escolar.
Como no era una película, lo que hicimos las tres fue coger el teléfono móvil: la señora para decirle a su marido que iba a llegar tarde a comer, la chica para anular la cita con el médico, y yo para llamar al número de emergencias y pedir que nos sacaran de allí, que me había dejado la olla en el fuego y se me debían estar haciendo carboncillo las lentejas.
La operadora de emergencias me hizo repetir la dirección tres veces.
-Disculpe -dijo al final-, es que no la oigo bien.-A lo mejores porque estoy dentro de un p*t* ascensor.
Al final la operadora me dijo que enviaría a alguien "lo antes posible". Cualquiera que haya trabajado en telemierding en algún momento de su vida sabe que "lo antes posible" significa:
a) "no tengo ni idea"
o bien
b) "cuando al operario le salga de la pirula"
así que me empecé a poner un poco nerviosa.
Además la señora se había sentado en el suelo y estaba hiperventilando, y yo, que conservaba la calma (es un decir), me vi en la obligación de tranquilizarla.
-No se preocupe -le dije-, nos van a sacar muy pronto.
-¿Y si se cae?
Jo, yo no había pensado en eso.
Mira que si la m**rda del ascensor va y se cae (más).
¿Qué va a ser de mí?
¿Qué va a ser de mis lentejas?
-No se va a caer...
Mentirijilla piadosa, lo llaman.
-Ha hecho un ruido muy raro.
-Eso ha sido el freno de emergencia, al parar la caída.
Eso ya no era un mentirijilla: era un peaso mentira que echa para atrás del espanto.
-¿De verdad?
-...
-¿A qué altura estamos?-Ni idea, pero el suelo está ahí mismo, ¿ve?
El suelo quedaba a la altura de mis hombros, lo que desde mi punto de vista estaba bien porque en cuanto abrieran la puerta sería muy fácil sacarnos. La señora, en cambio, se puso aún más nerviosa.
-¡No voy a poder salir! -repetía.
La chica y yo empezamos a decirle que no se preocupara, que nosotras empujaríamos desde abajo para que saliera, pero la señora no estaba conforme.
-No lo entendéis... ¡es que llevo tanga y se me va a ver todo!
----------------------------