30 noviembre 2013

De la paz a la gamba

Ayer ZaraJota™ y yo estuvimos en el Museo Thyssen en la presentación del libro 1914. De la paz a la guerra, que va de nunca-adivinaréis-qué. Pero no creáis que íbamos a divertirnos: ZaraJota™ y yo teníamos una misión: atiborrarnos de canapés conseguir que la autora nos firmara un ejemplar para mi padre.
En teoría era tan fácil como entrar allí y pedírselo, pero había ciertos... impedimentos.
-Es mejor que yo no me acerque a ella -le dije a ZaraJota™.
-Ni a nadie.
Esa no era la primera vez que me había cruzado con la autora. De hecho, habíamos incluso hablado en una ocasión.
En inglés y todo.
Más o menos.
Porque cuando me vio luchar con las palabras, me preguntó, muy educadamente, si estaba acostumbrada a hablar en inglés.
A dios pongo por testigo que lo que quise contestar era "sí, pero normalmente hablo inglés con frikis como yo, no con una historiadora brillante a la que admiro mogollón".
Por desgracia, lo que salió de mi boca fue:
-Sí, pero normalmente es con gente joven.
Después de eso no me quedó más remedio que esconderme en posición fetal detrás de un ficus y todavía no he salido. Es un poco duro ir a todas partes sujetando la maceta, pero peor sería salir y dar la cara, digo yo.
Total, que le dije a ZaraJota™ que tendría que ir él, porque solo me faltaba acercarme con el ficus y sacarle el ojo a alguien con una ramita.
ZaraJota™ es un hombre valiente: me ve cocinar todos los días y ni se altera. Cogió nuestro ejemplar de 1914 y salió a la caza y captura de una firma.
Al rato volvió, colorado como un tomate.
-Jopé que mal, jopé que mal... -decía
-¿Qué ha pasado?
-Pues nada, que he ido a que me firmara y se estaba tomando un cóctel, y me ha dicho que se lo sujetara mientras me firmaba, y cuando se lo estaba sujetando...
-¿Qué? ¿QUÉ?
-¡Pues que le he tirao una gamba!
Vamos a necesitar otro ficus por aquí...

22 noviembre 2013

50 aniversario Doctor Who

Mañana se emite (por fin) el capítulo especial que conmemora el 50 aniversario de Doctor Who y como siempre ya tenemos EN EXCLUSIVA las primeras imágenes:

 

O quizá no.

16 noviembre 2013

Maldita semántica!

Vosotros no lo sabéis, porque no me gusta mucho hablar del tema, pero el caso es que el año pasado tuve una Bebé-chan. 
Mejor dicho, me la tuvieron, porque fue cesárea y lo único que tuve que hacer es tumbarme en una camilla y evitar quedarme dormida.
Y creo que tampoco lo he contado para no regodearme en el tema, pero por un error de las enfermeras se olvidaron de rasurarme (que en klingon significa "afeitar el piticlín") y cuando fui a quitarme los puntos padecí un dolor insoportable (que en klingon significa "me afeitaron el piticlín de un tirón").
Mientras lloraba en posición fetal debajo de la camilla, el médico me dijo:
-Y no olvides volver dentro de tres meses para que te hagamos una revisión. 
Bien. 
Las revisiones ginecológicas son muy importantes, por eso apenas un año más tarde conseguí reunir el valor suficiente para volver. 
-Hola, vengo a mi revisión. 
-¿Cuál? ¿La de la menopausia? ¡Te dije tres meses!
-Es que he estado ocupada y tal...
Viéndome crecer el pelo del piticlín, básicamente. 
El ginecólogo me hizo una citología, que en klingon significa "rascar el interior del piticlín con un palo".  
-Te vas a hacer unos análisis de sangre DE INMEDIATO, ¿me oyes?
Las revisiones ginecológicas son muy importantes, por eso apenas dos meses más tarde conseguí reunir el valor suficiente para hacerme los análisis y volver. 
-¡¡¡TE DIJE DE INMEDIATO!!!
-Es que tenía que hacer una cosa...
-¿QUÉ COSA?
-Esconderme...
-Ay... Bueno, Lorz, he estado mirando tu citología y está muy bien. 
-Me alegro por ella. 
-De hecho estás en un momento estupendo para ir a por el segundo. 
-Que bien. ¿El segundo qué?
-Embarazo.
-...
Mi abuela tuvo gemelos.
Una de mis primas se quedó embarazada de gemelos el año pasado.
Otra de mis primas se ha quedado embarazada de gemelos este año.
Si creen que yo también voy a jugar a la primera señora Von Trapp van listos.
-Bueno Lorz, vamos a ver esos análisis de sangre... uf... no me gustan nada tus tiroides.
-Pues bien bonitas que son. 
-Están altísimas. 
-Mejor. Así alcanzan los vasos del estante más alto. 
-¿No has notado nada? ¿Estás más cansada últimamente?
-Sí.
-¿Desde cuando?
-Desde que me abrió usted en canal y me sacó un Bebé-chan de dentro.Aunque reconozco que ha ido a peor desde que trabajo a jornada completa, y a mucho peor desde que Bebé-chan ha aprendido a andar. ¿Es por las tiroides?
-Creo que eso es por ser madre trabajadora. 
-Que cosas...
-Bueno, la cuestión es que mientras estén las tiroides así no puedes quedarte embarazada.
-¡YUJÚ! Quiero decir... que mal, ¿no?
-Vamos a hacerte más análisis. ¿Qué anticonceptivo vas a usar?
-Las tiroides esas, ¿no? Lo acaba de decir usted. 
Que parece tonto...
-¿Yo? No. 
-Me ha dicho que mientras tenga las tiroides así no puedo quedarme embarazada.
-Me refería a que no debes quedarte embarazada. 
Ya está la m**rd* de la semántica dando por c*l* como siempre. 

09 noviembre 2013

Love and marriage

El otoño ya llegó
Ya llegó, ya llegó.
Y la lluvia comenzó
Comenzó, comenzó

Toda la semana dándole vueltas a esta tontería para que hoy amanezca soleado y sin una p*t* nube a la vista...
Cuando era pequeña me gustaba mucho la lluvia, probablemente porque vivía en un pueblo donde si llovía tres veces al año teníamos suerte.
Bueno, suerte, lo que se dice suerte, no, porque llovía tres puñeteras veces al año y las tres puñeteras veces se nos inundaba todo el puñetero pueblo.
En serio.
Cada puñetero año.
Cualquiera podría pensar que ya se lo tendrían que ver venir, ¿no?
Pues nada, cada año lo mismo, un no parar.
Al final hace unos años encauzaron el puñetero río y ahora en vez del puñetero pueblo se inundan las puñeteras tierras de mi madre y de vez en cuando la riada se lleva un puñetero olivo y mi madre va al campo, mira el agujero que han dejado las raíces del olivo y dice:
-Es sorprendente la fuerza que llega a tener el agua.
Impresionante. Increíble. Apabullante. Lo que quieras, madre, pero a estas alturas sorprendente ya no.
¡Si pasa cada puñetero año!
Desde que vivo en Madrid la lluvia me gusta menos.
A ver, que la lluvia no tiene nada de malo, lo que pasa es que en Madrid la lluvia acarrea tres catastróficas consecuencias:
- A la gente se le olvida cómo conducir.
- El metro funciona peor. Sí, PEOR.
- Dejo de recibir wifi y me quedo sin internet.
Repito:
ME QUEDO SIN INTERNET. 
Además en Madrid todo está lejos, no es como en el pueblo, que si empieza a llover vas a casa en un momento y coges el paraguas. Aquí como se ponga a llover y vayas desparaguado te empapas y punto.
Por eso en cuanto empieza la temporada de lluvias echo un paraguas al bolso y lo llevo encima siempre, siempre, siempre.
ZaraJota™ nunca lleva paraguas.
Nunca, nunca, nunca.
Y rara vez se abriga, pero esa ya es otra guerra.
ZaraJota™ nunca lleva paraguas, lo que me lleva a preguntarme para qué tiene la aplicación del tiempo en el móvil, si total le va a dar lo mismo.
Cuando salimos y empieza a llover siempre hace igual.
-Anda, está lloviendo -dice.
-Lleva tres días lloviendo. Tu aplicación te ha avisado de que está lloviendo. Te has asomado a la ventana y has visto que estaba lloviendo. Exactamente, ¿qué esperabas que pasara cuando saliéramos a la calle?
-Que no estuviera lloviendo.
-...
-Pues no llevo paraguas.
-No pasa nada, yo llevo uno en el bolso.
Y saco mi paraguas.
-¡Pero este paraguas es muy pequeño!
-Es mejor que nada.
-Deberías llevar uno más grande.
-Si fuera más grande no cabría en el bolso, no lo llevaría siempre encima y ahora no tendríamos ninguno.
-¡Pero es que este es muy pequeño! ¡Me voy a mojar por todos lados!
-¿Quieres que lo guarde y además te mojas por encima?
-Nooo...
-Pues a callar.
Hace unas semanas ZaraJota™ salió de paseo con Bebé-chan y a mitad de camino les sorprendió una tormenta. Cuando volvieron ZaraJota™ empuñaba triunfalmente el paraguas más grande que he visto en mi vida: puesto de pie me llega hasta el sobaco. Y es verdad que yo soy bajita, pero soy de sobacos altos así que si algo me llega a los sobacos es porque es muy alto.
-Lo he comprado en un todoacién -anunció ZaraJota™-: un paraguas de verdad, y no como la birria que llevas siempre en el bolso.
-¡Por eso lo llevo en el bolso, porque es PEQUEÑO!
Hace unos días volvió a llover. Seguro que os disteis cuenta: salió en las noticias y todo, en una sección que se llama "El Tiempo".
Yo no me enteré porque Bebé-chan tenía uno de esos días. Salí de casa corriendo, con el bolso en una mano, la mochila de la guardería en la otra, Bebé-chan en la boca como un cachorrillo, y me encontré el Diluvio Universal ™. Me puse a rebuscar en el bolso con la única mano que tenía libre, que era NINGUNA. El paraguas no aparecía por ninguna parte. Solté a la niña y la mochila en el portal y vacié todo el contenido del bolso en el suelo.
Nada.
Volví a recogerlo todo y subí a casa.
Solté a la niña y la mochila en el felpudo y vacié todo el contenido del bolso en el suelo porque ahora lo que no aparecían eran las llaves.
Encontré las llaves, abrí la puerta, volví a recogerlo todo y entré en casa.
Busqué por todos lados, pero lo único que encontré fue el paraguas de ZaraJota™, y claro, me llevé ese.
Cuando ya estaba en el metro le mandé un mensaje a ZaraJota™.
"Creo que he perdido mi paraguas, me he tenido que llevar el tuyo".
"No lo has perdido, lo he cogido yo"
"¿Y porqué no has cogido el tuyo?"
"Es que es muy grande y no cabe en la mochila"
No me digas...









Pd: Y a esto, niños y niñas, se le llama "estar casado"