29 noviembre 2009

Las Crepusculocas

Este post está dedicado a María, la Becaria.
No te miré mal. De verdad. Pero si hubiera sabido que piensas que
ZaraJota™ es sexi, lo habría hecho.

Hacía tiempo que nos debíamos una noche de chicas y después de mucho intercambio de correos, sms y msn, Be,Xisca, Sheena, María la Becaria y yo conseguimos llegar a un acuerdo.
Al final María la Becaria decidió quedarse en casa ella misma por su propia voluntad...
Sé donde trabajas, no puedes esconderte eternamente.
...pero la tarde de chicas se mantuvo.
El plan: ver Luna Nueva.
El objetivo: Jacob sin camiseta.

*suspiro*

La verdad es que esto de Jacob me tiene traumatizada desde que me enteré de que este peaso de cuerpo sólo tiene 17 añitos.
¿Me estaré volviendo una pervertida?
¿Seré una efebófila?

He intentado corregir mis instintos y hacer que me guste Edward, que es un poco mayor, pero claro, veo esto:


Y luego veo lo otro, y es que no hay color. Literalmente.
Total, que el final he decidido que no soy efebófila, porque Jacob no es un efebo: es un peaso de tío que está bueno que te cagas, y me da igual lo que opine ZaraJota™ porque, como dijo alguien una vez, "mi corazón es sólo tuyo, pero mis ojos son para todos".

Pues eso.
Nos fuimos al cine, en versión original porque queríamos evitar a las adolescentes histéricas (con nosotras ya es sificiente), nos sentamos en las butacas y empezó la película.
Al principio todo fue bien.


*******warning spoiler******
Es el cumpleaños de Pavisosa, se corta con papel de regalo, uno de los vampiros se vuelve loco de rabia al ver la sangre, intenta matarle, pero Moñas Cullen la defiende.
Todo sale bien, pero a Moñas Cullen se le pone cara de estreñido...
Al poco, deja a Pavisosa en el bosque. En todos los sentidos.
Pavisosa se queda hecha polvo. Echa de menos a Moñas Cullen, hasta que descubre que cuando arriesga su vida puede verlo. Lo más arriesgado que se le ocurre hacer es montar en moto(os lo he dicho: Pavisosa), así que se compra dos motos y le pide a Jacob que se las arregle. A partir de ahí todo es una excusa para que el niño se quite la camiseta.
-!Tiene músculos en sitios donde no he visto nunca músculos! -decía Be.
Yo estaba disfrutando como la que más hasta llegar a la mitad de la película, cuando Jacob se corta el pelo.
Entonces se me encendió una alarmita en el cerebro: este tío me recuerda a alguien.
Intenté concentrarme, pero los abdominales me distraían (malvados abdominales).
La cara no es exactamente igual, pero la boca, la sonrisa... ¿a quién me recuerda? A ver si se pone la camiseta, para que pueda pensar con claridad...
Llegó el momento.
Jacob, con la camiseta puesta para variar, entra en la cabaña de Emily, se apoya en el marco de la puerta y...


es el sobrino de ZaraJota™.

No son exactamente iguales, mi sobrino político tiene la cara más redonda, más de niño, la nariz es diferente, y no tiene esos músculos, pero la expresión, y los ojos...

Creo que voy a vomitar.

Al salir del cine se lo conté a las chicas.
-Jacob se parece a mi sobrino.
-¿En serio? ¿Tienes una foto?
-No, pero seguramente vendrá este verano.
-¿Nos los presentas?
Um...
¡¡¡Efebófilas!!! ¡¡¡Pervertidas!!!

25 noviembre 2009

Oda al esplendor de la biodiversidad del planeta (opus caementicium nº 1)

Las cucarachas
son tan asquerosas
las odio por encima
de todas las cosas

Las odio cuando corren
por la encimera
las odio cuando nadan
en la bañera

Las cucarachas
son tan asquerosas
las odio por encima
de todas las cosas

Las odio cuando están
ahí paradas
las odio cuando miran
embelesadas

Las cucarachas
son tan asquerosas
las odio por encima
de todas las cosas

Las odio cuando corren
tan velozmente
Las odio cuando vuelan
entre la gente

Las cucarachas
son tan asquerosas
las odio por encima
de todas las cosas

Las odio cuando agonizan
durante horas
y estiran un pata
y luego otra

Las cucarachas
son tan asquerosas
las odio por encima
de todas las cosas





P.D.: Extinguirsus de una p*t* vez.

24 noviembre 2009

Culo roto V (lo del cu... nada, mejor lo olvidamos)

Previously, in Lorz...
(aquí va un ruido de avión que se estrella)
Mi culo tiene la culpa de la crisis.


Esperé en posición fetal hasta que el viej... anciano se fue, y me arrastré hasta el banco más cercano, también en posición fetal porque no me podía enderezar.
Trepé hasta el asiento, me mareé, poté un poco, rescaté el móvil de un bolsillo (menos mal que no lo llevaba en el bolsillo trasero, jijiji) y llamé a ZaraJota™.
-¡Me he roto el culo! -le dije.
-Ya lo sé. La semana pasada.
-¡No, otra vez!
-¿Cómo?
-Patinando.
-¡El médico te dijo que no volvieras a patinar en un mes por lo menos!
-Es que no he podido evitarlo, ¡los patines son de color rosa, ZaraJota™, ROSA!
-Aix... ¿quieres que vaya a buscarte con la grúa para camiones?
-Porfiiiii...
El culo me dolía mucho, pero mucho mucho, pero pensé que se me pasaría en unos días.
Pues no.
Pero eso no era lo más preocupante: un día me levanté, y ya no me pude volver a sentar.
ZaraJota™ estaba fascinado.
-Tenemos que ir a que te lo miren.
-Hombre, tampoco es un superpoder tan interesante.
-En el hospital. Que te lo miren en el hospital.
-Jo.
En el hospital me mandaron a que me hiciera una radiografía.
-Oye, ¿no te he visto yo antes-me preguntó el radiografiador.
-No.
-¿Seguro? ¿No te he hecho una radiografía abdominal hace poco?
-Eeeeeeeeeh... ¡fue mi hermana gemela mala!
-De verdad, me suenas mucho. ¿Pudo ser por un esguince?
-¡Somos trillizas!
Las mundialmente famosas trillizas gafe.

21 noviembre 2009

Culo roto IV

En capítulos anteriores...
Salvada por la grasa.

El médico me dijo que no tenía el coxis roto, pero que me había hecho mucha pupita y que si me volvía a caer seguro que se rompía del todo, así que me prohibió patinar en una temporada.
Yo le dije que sí, que bueno, que vale, porque lo que yo hago no creo que pueda considerarse patinar, lo mires por donde lo mires, sino qué más bien podría definirse como "arrastrarse", "jugar con la muerte" o "tantear el destino".
Durante un par de semanas no me puse los patines, el culo dejó de dolerme y pensé que me había recuperado del todo.
Un fin de semana decidí volver a encaramarme sobre ruedas y me fui a patinar al Retiro.
Era bastante temprano y hacía un frío horroroso, así que había poca gente y me pude dedicar a ir poco a poco: ahora voy hacia delante... ahora freno... ahora hago un limón...
A medida que fui ganando confianza me atreví a dejar el Paseo de Coches, llegué hasta el Ángel Caído y luego seguí hasta el Lago. Empezaba a pensar que la cosa iba muy bien, pero no conté con las hojas: en otoño las hojas se caen al suelo, y si hay algún agujero en el pavimento no lo ves, pero la rueda sí que lo nota.
Me llevé un par de sustos, hasta que al final la rueda se enganchó en una grieta, y de ahí no pasó. En cambio, mi cuerpo sí que pasó rápidamente de la posición vertical a la horizontal.
Tengo que decir en mi defensa que gracias a las enseñanzas jedi del monitor y al intenso entrenamiento conseguí no caerme de culo, pero la leche fue monumental.
Intenté ponerme de pie, pero lo único que conseguí fue quedarme a cuatro patas en mitad del camino. Pensé que iba a tener que volver a casa gateando, pero entonces noté que alguien se acercaba, un viej...anciano.
Va a ayudarme, me dije.
-¿Te has caído? -me preguntó.
-Sí -dije, preparándome para darle las gracias por su amable ayuda.
-Es que los jóvenes de hoy en día ya no saben que inventar. ¡Patines! ¿A quien se le ocurre?
-¿No me va a ayudar?
-¡Y luego dicen que hay crisis! ¿Cómo no va a haber crisis con esta juventud? ¡Menos trabajar lo que sea! ¡Deja de hacer el tonto y ponte hacer algo productivo!
Jo, si estoy haciendo algo productivo...
¡Genero empleo para traumatólogos!

18 noviembre 2009

Culo roto III

En capítulos anteriores...
La violencia tiene un precio

Durante el resto de la clase por el oído derecho sólo oía un pitido, pero mientras estuve de pie no noté nada más.
El problema apareció cuando traté de sentarme: no podía. Ni agacharme. Ni tumbarme.
Llegé a casa arrastrándome y le conté mi desgracia a ZaraJota™:
-Hemos hecho el trenecito y me he roto el culo.
-Pues espero que no lo cuentes por internet, que no quiero pensar en las burradas que puede llegar a decir Necio Hutopo sobre el asunto.
-En serio, que me he hecho mucha pupita.
-A ver, enséñamelo... Yo lo veo igual: grande, blanco, blando, celulí...
-¡¡¡Que me duele!!!
-Está bien, vamos al médico.
-¿Me llevas en brazos?
-En brazos no, pero si quieres te arrastro de un pie.
-Paso.
Nos fuimos al médico. Mi médico mola mucho porque es sirio y trascendental.
-¿Qué te ha pasado? -me preguntó cuando me vio arrastrarme por la consulta.
-Me he caído patinando.
-¿De nalgas?
-No, de culo.
-¡JA, JA, JA! ¿De verdad?
-Que sí.
Entonces se giró a ZaraJota™.
-¿Y tú lo viste? ¿Cómo fue?
-No, yo no estaba.
-¡Qué lástima, seguro que fue divertidísimo, ja, ja, ja!
-¡Sí, tuvo que ser divertidísimo verla, ja, ja, ja!
-¡Eh, un respeto! ¡Que he podido quedarme culopléjica!
-No, claro que no. A ver, Lorz, agáchate. Levántate. Levanta un patita. Levanta la otra. Haz el pino-puente... No, no tienes nada roto.
-¿No?
-Te podías haber roto el coxis, pero la grasa te ha acolchado y ha impedido que se dañara el hueso. ¡Es una suerte que estés tan gorda!
Lo que me faltaba.

15 noviembre 2009

Culo roto II

En capítulos anteriores...
Blancanieves sí que sabía cómo montar.

Descartada la idea del triciclo, me puse a pensar en otros medios de transporte, como las cabras, pero también tuve que renunciar porque ZaraJota™ se negó a meter más animales en casa. Bueno, en realidad dijo "bichos estúpidos", y que con dos tenía bastante. Creo que se pasó un poco porque Arale-Chan está gorda, pero no tanto como para contar por dos.
Al final me acordé de que todavía tenía por casa mis patines, y se me ocurrió que estaría bien volver a patinar.
Las experiencias anteriores (esta y esta) habían demostrado que aprender por mi cuenta era a) poco productivo y b) extremadamente doloroso, así que decidí apuntarme para recibir clases.
Los primeros días fueron bastante bien:
- Me desplazaba, sí, pero en horizontal, no en vertical.
- Me caía, sí, pero seguía las instrucciones para aterrizar y no me hacía daño.
- Me dolía el cuerpo, sí, pero era más por las agujetas que por los golpes. A veces las agujetas ni siquiera eran por patinar: después de clase he tenido hasta agujetas en la tripa de tanto reirme.
Empezaba a penser que mi gen mutante, el superpoder para autolesionarme incluso haciendo las actividades más inofensivas, había desaparecido, cuando un día regresó en todo su esplendor.
Estábamos haciendo un ejercicio que consistía en hacer el trenecito.
No, no uno de esos trenecitos, sino dos personas en fila, cogidas por la cintura, patinando.
Yo iba delante, y era el elemento tractor, remolcaba al de detrás, que cuando cogiéramos velocidad tenía que hacer una pirueta, no recuerdo cual.
Algo debió salir mal, porque la persona que llevaba detrás en lugar de hacer la pirueta se cayó de morros, arrastrándome a mí, que caí de culo.
Pupaaaaaaaaaaa...
Los otros compañeros reaccionaron rápidamente: uno se lanzó al rescate... pero como todavía no teníamos mucha pericia se resbaló a su vez, empezó a aleterar como un loco y en lugar de rescatarme lo que hizo fue darme una bofetada. Así, con to lo gordo, y las protecciones de plástico puestas.
El monitor vino corriendo ayudarnos. Primero se aseguró de que estábamos bien, y después se volvió a la persona que me había arreado.
-No puedes pegar a los compañeros -le dijo-. ¡Eso hay que pagarlo aparte!

10 noviembre 2009

Culo roto I

Después de un año y unas cien clases prácticas he empezado a pensar que lo mismo esto del carnet de conducir no es lo mío.
Se lo dije a ZaraJota™ y me contestó que si empezara a dejar todo lo que "no es lo mío" lo único que podría hacer sería pasarme el día en la cama bebiendo colacao.
Jo, no hay nadie como ZaraJota™ para animar a la gente.
Después de eso me sentí mucho mejor y decidí retomar las clases de la autoescuela, pero poco a poco. No sé, quizá me he precipitado al empezar así de pronto con el coche, a lo mejor debería empezar con un vehículo más pequeño, más sencillo, algo adaptado a mis facultades mentales...
Como un triciclo, por ejemplo.
-ZaraJota™ -le dije-, he pensado que la mejor forma de sacarme el carnet de conducir es comprarme un triciclo.
-Como soborno para el examinador me parece un poco cutre.
-¡Que no, que es para mí! ¡Para ir aprendiendo poco a poco!
-Lorz -dijo con su tono de "no me pagan suficiente"-, no vas a encontrar ningún triciclo que te valga.
-¿No?
-Los triciclos son para bebés.
-Todo el mundo dice que aparento menos edad.
-Da igual la edad que aparentes, lo que tendrías que aparentar es pesar doce kilos.
-¡Peso doce kilos! ¡Unas siete veces! ¡Me compro siete triciclos y ya está!
-¿Y como vas a montar, tumbada sobre los siete triciclos como Blancanieves en las camitas de los enanitos?
Ya está otra vez leyéndome el pensamiento sin permiso.

continuará...

04 noviembre 2009

El sandwich

Normalmente cuando viajo por trabajo llego tan tarde al hotel que lo que hago es derrumbarme en la cama y llamar por teléfono a recepción para suplicar que me suban comida.
Por favoooooooooooor...
Una noche llegué a la habitación, me miré al espejo y me dije:
-El exteriooooooor, quiero formaaaaaaar, parte de éeeeeeeeeeeeeeel.
-Ves demasiadas películas de dibujos -me regañé.
-Esta semana sólo he visto tres -me contesté rápidamente.
-Pero Kung Fu Panda la has visto seis veces.
-¿Es que siempre tengo que tener la última palabra?
-¿Es que siempre tengo que ser tan repipi?
-¡¡¡SE ACABÓ!!! ¡¡¡SAL A LA CALLE!!! ¡¡¡TE ESTÁS VOLVIENDO LOCA!!!
-No es cierto.
-¡¡¡LLEVAS UN RATO DISCUTIENDO SOLA!!!
-Jo. Bueno. Vale.
-Que tengo hambre, leche..
Y me fui a cenar al exterior.
Como había perdido mucho tiempo discutiendo conmigo misma se me había hecho tarde y tenía bastante hambre, así que me metí en el primer sitio que vi.
Primer error.
Me senté y esperé...
esperé...
esperé...
como una media hora más o menos.
Esa noche sólo había una camarera, el local estaba lleno hasta arriba, y aunque yo tenía mucha hambre decidí darle una oportunidad y seguir esperando.
Segundo error.
Finalmente la camarera se acercó a mi mesa y me preguntó qué quería cenar. Dadas las circunstancias decidí pedir algo sencillo y que no tardara mucho: un sandwich.
Tercer error.
Desde mi mesa vi como la camarera se acercaba a la cocina y gritaba:
-¡¡¡Un sandwich vegetal para la mesa tres!!!
Paso un rato laaaaaaaaargo... laaaaaaaaaaaaaaaaaaargo... y cuando ya creía que el cocinero se había ido a recolectar las verduras personalmente hizo su aparición por la puerta de la cocina y llamó a la camarera. Cuando se acercó el cocinero le preguntó algo, pero no entendí nada porque hablaba en extranjero.
-Un sandwich -repitió la cocinera.
-Saaaaand-wich.
-Eso. Vegetal.
-¿Beguetal?
-Vegetal. Con verdura.
-Verdura.
-Entre pan.
-¿...?
-¡¡¡ENTRE PAAAAAAAAN!!! -berreó la camadera batiendo palmas para demostras cómo tenía el pan.
Para entonces yo empezaba a sospechar que:
1.- Era el primer día del cocinero.
2.-El cocinero no hablaba ni una palabra de castellano... ni probablemente tampoco de otro idioma reconocido como lengua oficial en la Unión Europea.
La camarera le dijo que esperara en el lenguaje universal de los gestos, fue a la barra por una carta, se la llevó al cocinero y le señaló una foto.
-¡¡¡SANDWICH!!! ¡¡¡VEGETAL!!!
-Bien, bien.
Parecía que la cosa estaba de nuevo en marcha y que pronto tendría mi cena, sólo tenía que esperar un poco más.
Cuarto error.
Una hora más tarde la camarera se acercó con el sandwich.
Mejor dicho: se acercó con el sandwich más perfecto y maravilloso del mundo. Tenía un montón de pisos, estaba relleno con un montón de cosas y olía de maravilla. Era lo nunca visto: era idéntico al sandwich de la foto de la carta.
No era un sandwich vegetal, es cierto, pero tampoco se puede tener todo en esta vida.
Como estaba muerta de hambre decidí no protestar y comérmelo de todas formas.
Ya lo había cortado e iba a meterme un trozo en la boca cuando volvió a acercarse la camarera.
-Señorita...
El pánico se apoderó de mí. ¿Iría a quitarme mi sandwich?
-Le ruego que me disculpe...
¿Iría a disculparse por tardar más de una hora en traer mi cena?
-¡Se me ha olvidado traer la mostaza!
Estoooo... ¿en qué parte de un sandwich mixto hay que echar la mostaza?