27 abril 2011

Lorz, ZaraJota, Barcelona 2

En capítulos anteriores...
De las glorias deportivas que campean por España me tuvo que tocar la que tenía las hormonas desatás.

Llegamos a Barcelona en plena hora punta de la operación salida, como se puede observar por este gráfico:




Primera parada: el hotel.
-Quiero subir andando-le dije a ZaraJota™.
-¿Al cuarto piso y con las maletas?
-Sí. El ascensor me da miedo.
-A ver, sorpréndeme.
-Seguro que funciona mal. El tipo que lo hizo no sabía ni contar.


-Aix...
Después pasamos por el Salón del Cómic.
Concretamente pasamos de largo por delante de esta puerta.


Es que no nos dieron acreditación.
Tampoco la pedimos, ciertamente, pero eso son detalles sin importancia.
Además ZaraJota™ quería enseñarme cosas de Barcelona que le gustaban de pequeño.


ZaraJota™, oteando el horizonte con su vista de elfo para ver por donde c*ñ* teníamos que tirar.
Al final llegamos a esto:

-Voy a mirar qué es -dijo, desplegando el plano.
-Es la reconstrucción del Pabellón Mies van der Rohe, diseñado para la exposición de 1929 y que fue reconstruido en los años ochenta por su importancia para la historia de la arquitectura.
-¿Cómo lo sabes?
-Ni idea. Me ha salido así, sin pensar.

Después de dar una serie de vueltas (también conocidos como desvíos estratégicos) llegamos a nuestro destino.


-Lo sabía: nos hemos perdido y hemos llegado a Ávila.
-No es Ávila, es el Pueblo Español.
-¿Cuál de ellos?
-Pues no sé... todos.
-Que te has perdido, admítelo.
Resulta que el Pueblo Español es el primer parque temático de la historia: se construyó en 1929 y está formado por réplicas de edificios típicos de varios puntos de España (menos de las islas, porque los diseñadores iban en coche).
Muy bonitos, y tal.
Tienen cosas muy interesantes, como, eh... esto.

La colección de escultura moderna también es interesante.
A esta la llamo "Señor con cara de pasmo porque le sobran piezas del mueble de Ikea"

De todas las que vimos, mi favorita es esta:

Esperad, que os la acerco para que podáis apreciarla en toda su plenitud.


Yo la llamo "La comida china está hecha con bebés".


Claro que igual ese no es su verdadero nombre, todo puede ser.



Continuará...

23 abril 2011

Día del Libro 2011

Interrumpimos la programación habitual porque hoy es el Día del Libro.
¡Bien! ¡Bien! ¡Fiesta!
Y para celebrarlo, voy a hablar del libro que últimamente centra todos mis pensamientos (los dos), este:






Sí, ya, no es que sea muy glamuroso...


Y como es un libro muy largo, voy a hablar de la historia que más me ha gustado, la de Los Doce Trabajos de Heracles.



Heracles era un héroe griego al que posteriormente se le conocería como Hércules, posiblemente porque sonaba más comercial.
Heracles realizó una serie de hazañás a las órdenes de su primo Euristeo, que además era el rey de la Argólida.
No me preguntéis dónde está la Argólida. La he estado buscando en Google Maps y no sale.
El motivo por el que realizó dichos trabajos no está muy claro, aunque recientes investigaciones sugieren que la gente se aburría mucho antes de que se inventara el WOW.

La primera prueba que le puso Euristeo a Heracles fue derrotar el león de Nemea, un monstruo malo malísimo de la muerte que asolaba la región. Heracles lo mata, lo despelleja, usa su cráneo como casco y su piel como vestimenta.
Tenía que ir monísimo.
Cuando fue a entregarle el botín a Euristeo, éste se fue por la patilla de ver lo bruto que era su primo, y le dijo que no hacía falta que entrara en la ciudad, si eso que dejara el botín a las puertas y ya lo recogería o algo.

La segunda prueba fue derrotar a la hidra de Lerna, una serpiente acuática mala malísima de la muerte, con varias cabezas y aliento venenoso, que por razones que nadie llega a comprender no tenía amigos. Heracles intentó cortarle las cabezas, pero le volvían a crecer, lo que, si alguien me pregunta mi opinión, es muy práctico. Como vio que no podía con ella le pidió ayuda a su sobrino Yolao, que fue cauterizando las heridas según Heracles cortaba las cabezas para que no volvieran a crecer.
Cuando fue a contárselo a su primo, Euristeo le dijo que este trabajo no contaba porque había recibido ayuda, aunque fuera de Yolao, que con ese nombre debía ser bastante moñas.

La tercera prueba fue capturar al jabalí de Erimanto, una bestia mala malísima de la muerte. No debió de ser gran cosa, francamente, después de un león y una hidra, no sé, el jabalí como que te sabe a poco.

La cuarta prueba fue enfrentarse a la cierva de Cerinia, un animal malísimo de la muerte que asolaba las cosechas.
Venga, va, ¿en serio?
Vale lo del león. Vale lo de la hidra. Vale lo del jabalí. ¿Una cierva? ¿Qué es lo peor que puede hacerte? ¿Mirarte con ojos de Bambi hasta que llores?
Vaya m**rda de prueba.

La quinta prueba fue matar a las aves del lago Estínfalo.
Esto está degenerando cosa mala. Lo siguiente será cazar un ratón o abrir un bote de mayonesa, ya lo verás.

La sexta prueba fue limpiar los establos de Augias.
Menos mal.
Augias era el rey de Élide, y tenía los establos hechos una caca. Literalmente. Además, como el estiércol estaba acumulado en los establos el campo no se abonaba y no le crecía ni un matojillo.
Esta parte no la entiendo. Se ve que las ovejas de Augias sólo hacían caca indoor, o que si hacían caca en el campo la recogían y la echaban en el establo, las muy c*br*n*s.
Sea como sea, Euristeo ordenó a Heracles que limpiara los establos. Se ve que quería humillarlo obligándole hacer un trabajo servil, aunque determinados expertos (yo) sospechan que cuando se levantaba airecillo de poniente debía llegar el tufo del establo a toda Grecia.
Heracles acordó su salario con Augias, y después derribó las paredes del establo, cavó una zanja e hizo que dos ríos pasaran por allí y limpiaran todo.
Se ve que Augias se negó a pagarle porque no quedó contento con el trabajo. Ahí tengo que darle la razón: primero se lo destroza, luego se lo inunda, le cae una multa por vertido ilegal al río y encima se le resfrían las ovejas. Un desastre.
Euristeo tampoco quiso contarlo como trabajo, porque, como seguramente habréis notado a estas alturas, el pobre era un poco tocapelotas.

La séptima prueba era capturar vivo al toro de Creta, un bicho malo, malísimo, etc., etc...
Heracles lo apresó y lo llevó a Grecia para ofrecérselo a Hera, pero Hera lo rechazó.
A ver, es que como mascota debía ser pelín incómodo.
Así que Heracles lo liberó.
El resultado de esta prueba es que el toro malo malísimo de la muerte en lugar de estar dando por c*l* en Creta, lo estaba en Grecia. Euristeo debía estar encantado.

La octava prueba era capturar las yeguas del rey de Diomedes. Y cuando digo capturar, lo que quiero decir es robar. Las yeguas se alimentaban de carne humana. Heracles consiguió que devoraran a su dueño y cuando ya estaban saciadas se las llevó a Euristeo.
La pregunta es, ¿cúando vuelvan a tener hambre qué?

La novena prueba era capturar el cinturón de la reina de las Amazonas. A estas alturas la fama le precedía y la reina decidió darle el cinturón voluntariamente. Esto dejó al público sumamente frustrado, así que Hera provocó una lucha entre los hombres de Heracles y las Amazonas, y se produjo el obligatorio baño de sangre.
Ya sé lo que os estáis preguntando: ¿A qué espera la HBO para hacer una serie sobre esto?

La décima prueba era capturar los bueyes de Gerión, custodiados por un gigante con tres cuerpos y tres cabezas.
Espera, si tenía tres cuerpos y tres cabezas, ¿no serían tres gigantes? ¿O uno que se movía muy rápido?
El único interés de esta prueba es que Heracles levantó a sus paso las dos columnas de Hércules: el peñón de Gibraltar y el de Ceuta, que entonces no se llamaban así, claro.
Heracles le llevó el ganado a Euristeo que lo sacrificó en honor de Hera.

La undécima (o oncécima) prueba fue secuestrar al can Cerbero, un perro de tres cabezas que custodiaba la puerta del infierno. No sé si cuenta como secuestro porque le pidió permiso al propietario, así que fue más bien un préstamo.
En el infierno Heracles se encontró a un montón de colegas, entre ellos al rey Meleagro, que le contó su historia y Heracles, conmovido, le prometió casarse con su hermana Deyanira.
Así que el tal Meleagro ve aparecer en el infierno a un tío bestia con un modelito de piel de león, y le dice, "oyes, que sufro mogollón, me ayudaría bastante si te casaras con mi hermana".
La opinión de la hermana nos la trea fresca, claro.
Pero es que además, imaginaros el numerito:
-Oyes, que he estado hablando con tu hermano muerto, y que dice que me case contigo.
-Pues es la peor excusa para ligar que he oido nunca.
Total que Heracles coge al perro y se lo lleva a Euristeo, que se asustan tanto que le dice que si eso que mejor lo devuelva al Infierno, y ya irá a verlo en fines de semana alternos o algo.

Y por fin la última, la duodécima (o docécima) prueba: las manzanas de oro de las Hespérides.
Gea le regaló a Hera unas manzanas de oro, y Hera las mandó plantar en su jardín, haciendo que las custodiaran un dragón malo malísimo de la muerte y, ejem, tres ninfas.
A estas alturas de la historia Hera iba corta de monstruos, por lo que se ve.
De camino, Heracles mató y torturó a un par de personas más, y de paso liberó a Prometeo, que estaba encadenado a una roca donde un águila le comía los higadillos cada día. Prometeo, muy agradecido, le contó a Heracles que no debía coger las manzanas por sí mismo, porque sólo las podía coger Atlante.
¿Por qué? Eh... ¡lo hizo un mago!
Atlante era un gigante que había sido castigado por Zeus a sostener el cielo sobre sus hombros. Heracles se ofreció a sostenerlo un ratito a cambio de que le cogiera las manzanas. El gigante aceptó, pero cuando tuvo las manzanas en la mano le dijo a Heracles:
-Oyes, que si eso ya te quedas tú ahí sujentando el cielo, y ya le llevo yo las manzanas al plasta de tu primo.
Heracles vio que le acababan de tangar e ideó una estratagema.
-Vaaaaaaale -le dijo-, pero si me voy a quedar más rato por aquí será mejor que coja una almohadilla cervical o algo. ¿Te importa sostener el cielo un ratito mientras busco una?
-Vale.
Y sí, Atlante volvió a coger el cielo sobre sus hombros.
Muy listo no era, el chaval.
En cuanto se vió libre, Heracles cogió las manzanas y salió corriendo a todo correr a casa del primo.
-Mira, que te he traído unas manzanas.
-Pues ya no las quiero.
Así que Heracles se las ofreció a Hera.
-¿Ofrecer? ¡Si ya eran mías! Lo que hay que aguantar.

Para los griegos, el héroe personificó los valores atléticos de la competición, la superación y el esfuerzo, y también el triunfo de la astucia sobre la fuerza, lo que explica la frecuencia de su representación en la Antigüedad.




A mí, personalmente, me parece un vándalo, pero claro, como no soy griega, a lo mejor es que no lo estoy entendiendo bien.

18 abril 2011

Lorz, ZaraJota, Barcelona

Este fin de semana hemos estado en Barcelona en un viaje exprés.

Para aprovechar mejor el tiempo, viajamos en Ave; personalmente le tengo declarado la guerra porque los inodoros son muy altos y para hacer pis tengo que trepar al lavabo e inclinarme peligrosamente mientras el tren avanza a 300 km/h, aunque en este caso he tenido que claudicar porque hay que admitir que es lo más rápido que hay.


Y, para aprovechar todavía más el tiempo, decidimos coger el Ave que sale a las 6:30 de la mañana.

La estación de Atocha, a las 6:30 de la mañana.


Llegados a la estación, descubrimos con horror que en la cola para enseñar los billetes se encontraba todo un equipo juvenil de baloncesto, al que para mantener su anonimato llamaremos Estudiantes.

No me malinterpreten: seguro que son unos chicos estupendos. Pero cuando has dormido cuatro horas y tienes que meterte en un vagón de tren a las 6:30 de la mañana lo último que necesitas es un montón de adolescentes hiperactivos haciendo cosas de adolescentes, como concursos de eructos, p*j*s en grupo o pincharse heroína en los ojos, lo normal a esas edades.

Ojo, que no digo que estos adolescentes en concreto lo hicieran.

-Espero que no les toque en nuestro vagón-le dije a ZaraJota™.

-No te preocupes, seguro que esos van en primera.

Conseguimos pasar el control (duda existencial: porqué te hacen pasar el equipaje por los rayos X si el segurata está, invariablemente, de charla con el de mantenimiento y no mira la pantalla ni por casualidad), enseñar los billetes, subir al vagón y encontrar nuestros asientos.

Estaba amodorrándome lentamente cuando empezaron a entrar en el vagón adolescentes altísimos en chándal.

-No te preocupes Lorz, no son los del equipo de baloncesto que hemos visto antes.

-¿No?

-No, son de otro.

Efectivamente, eran de otro equipo, al que para mantener su anonimato llamaremos Real Madrid.

-No irán a Barcelona a jugar los unos contra los otros, ¿no?

-Los misterios del deporte son insondables, Lorz.

Tengo que reconocer que hace un tiempo manejo la teoría de que en realidad los adolescentes no son malas personas: es más, puede que ni siquiera sean personas.

Estos en concreto eran demasiado altos, las rodillas les topaban en los asientos, no paraban de removerse, se llamaban a gritos unos a otros, en un momento dado hubo una trifulca por unos auriculares y, llegado el momento cumbre, empezaron a contar chistes guarros. Primero los clásicos: que si el teto, que si la piragua... Luego empezaron a innovar.

-¿Te han hecho alguna vez una bisabuela?

-¿Una bisabuela?

-La mamá de la mamá de la mamá.

Francamente, puedo perdonar que el chiste sea guarro, que lo cuenten a gritos, incluso que me pateen el asiento para demostrar su entusiasmo, pero lo de que no tenga gracia es demasiado.

-Pobre entrenador. Lo deben tener frito. No puedo imaginar lo que deber ser intentar poner orden a estas fieras.

-Me parece que ni lo intenta-contestó ZaraJota™.

-¿Tú crees?

-Estoy seguro.

-¿Por qué?

-Porque está sentado a mi lado, y acaba de ponerse los auriculares para ver una peli de dibujos en su portátil.


Maldito traidor.

Continuará...





10 abril 2011

Doctor Who

Ya queda poco para que se emita la serie que todos estamos esperando.
Eh...
¿Quién ha dicho Juego de Tronos?
Sí, tú, no disimules, que te he oido.
Malditos frikis de R.R.Martin, ¡están por todas partes!
¡Por favor!
¡Hacer algo útil con vuestras vidas! Como por ejemplo poneros de acuerdo para secuestrarlo y obligarle a terminar de escribir los p*t*s libros en lugar de perder el tiempo con el blog de las narices.
¡No nos importa tu vida! ¡Ni siquiera nos caes bien! ¡Sólo queremos los libros, TERMINA DE ESCRIBIR YA!
Ejem... Creo que me he dejado llevar un poco.
Como iba diciendo:
Ya queda poco para que se emita la serie que TODOS estamos esperando:
¡Sí, lo habéis adivinado! ¡Doctor Who!
Para aquellos que nunca se hayan cruzado con el Doctor, un pequeño resumen: El Doctor es un extraterreste que viaja a través del espacio y del tiempo dentro de una cabina azul, acompañado por lo general de una jovencita impresionable, luchando contra unos robots con forma de salero gigante.
Sí, a mí también me sonó bastante estúpido la primera vez que me lo contaron.
A pesar de un argumento tan lamentable, Doctor Who lleva emitiéndose, con algunos parones, desde 1963, así que algo tendrá.
Chicas en falda corta corriendo, eso es lo que tiene.
El día 23 de abril empiezan a emitirse los nuevos capítulos, y los fanes del Doctor ya estamos mordiéndonos las uñitas. ¿Qué pasará? ¿Salvará El Doctor a personas que si no fuera por él nunca habrían estado en peligro? ¿Conseguirá Amy Pond enrollarse consigo misma? ¿O descubrirá las otras utilidades del destornillador sónico?
Tendremos que esperar para saberlo. Mientras tanto os ofrecemos, en exclusiva, un avance con escenas inéditas de la próxima temporada:



Esta vez sí que nos demandan.

04 abril 2011

Zarajota y la pelandrusca rubia

Mi marido es un chungo.
Ya está, ya lo he dicho.
Empecemos desde el principio: Cuando nos fuimos a vivir juntos hace cuatro años, ZaraJota™ aportó un modesto ajuar compuesto por una freidora, media docena de vasos de coca-cola de los que dan con el menú del McDonals, un montón de libros y cómics (algunos de ellos en la lengua de Mordor) y varios discos de dudoso origen.
Entre ellos, me encontré este:

La idea de que tu futuro esposo (vale, entonces no lo sabía, pero sentía la fuerza del destino y esas m**rd*s) tuviera discos de una pelandrusca rubia semidesnuda y atada podría poner celosa a cualquiera, pero yo no le di ninguna importancia porque soy una mujer fuerte y segura de sí misma: sólo cogí el disco y lo puse lo más abajo de la pila que pude.
Pasados los primeros días de convivencia, llegó el momento de limpiar un poco.

-¿Pongo música para limpiar?
-preguntó ZaraJota™.
Bueno, él lo llama netejar. Creo que es un defecto del habla, me estoy planteando llevarlo a un logopeda a ver si me lo arregla.
-Vale.
-¿Qué pongo?

-No sé, lo que quieras.

Lorzconsejo: NUNCA dejes a ZaraJota™ elegir la música.
Pase lo que pase.
En los últimos cuatro años me ha tocado fregar el baño escuchando cosas como esta:



Esto:



O esto:



Un día, para netejar ZaraJota™ puso algo que parecía medio normal. Las canciones no las conocía ni su madre, pero estaban bien.
-¿Qué es esto?-le pregunté.
-Es Mürfila.
-No puede ser. No se parece a las otras canciones de Mürfila.
-¿Cuáles?
-La de "Tú y tu hámster".
-Eso es
Rammstein. Mürfila es una chica catalana, pequeñita, que antes iba de morena y ahora va de rubia.
Un sudor frío recorrió mi espina vertebral como en una novela mala de Stephen King e inmediatamente supe, sin la necesidad de que nadie me lo explicara, que la tal Mürfila era la pelandrusca rubia semidesnuda y atada, pero no me importó porque soy una mujer fuerte y segura de sí misma.
ZaraJota™ debió notar algo en mi expresión, y debió interpretarlo mal, porque a partir de entonces empezó a poner el mismo disco cada vez que netejábamos. Y a mí la idea de estar en chandal frotando el bidet con el limpiador multiusos con olor a pino mientras una pelandrusca rubia semidesnuda y atada le cantaba "me pones" a ZaraJota™ en el salón no me importaba, porque soy una mujer fuerte y segura de sí misma.
Hace unas semanas ZaraJota™ me propuso ir a un concierto de Mürfila y como soy una mujer fuerte y segura de sí misma no me importó y le dije que sí.
-¿Seguro que no te importa?
-¡Soy una mujer fuerte y segura de sí misma!
-¿Y eso que tiene que ver?

-Nada, nada, cosas mías.
Por fin llegó el concierto: Mürfila apareció entre el público montada en una cucaracha (largo de explicar) y subió al escenario, o eso creo, porque como soy tan canija en los conciertos no veo nada. Mejor, así pude concentrarme en repetirme a mí misma "soy una mujer fuerte y segura de sí misma que acompaña a su marido a un concierto" en bucle. Al menos, hasta que el adolescente de mi derecha hizo una foto y pude ver en la pantalla lo que pasaba en el escenario. En ese momento cambié la frase mental por "soy una mujer fuerte y segura de sí misma que acompaña a su marido a un bar para ver una pelandrusca en ropa interior que se frota mientras grita estoy caliente".
Cuando salimos del concierto la mujer fuerte y segura de sí misma que habita en mi interior estaba un poco tensa.
-¿Te ha gustado?-le pregunté a ZaraJota™.
-Sí, mucho.
-¡Mucho! ¡Y me lo dices así, tan tranquilo!
-¿Por qué, qué pasa?
-¡Pues que te has pasado todo el concierto mirándola!
-¿A quién?
-¡A Mürfila!
-Bueno, era un concierto, y es la cantante.
Claro, claro, siempre hay una excusa para los infieles.






No quisiera sufrir los ataques de hordas de fans enfervorecidos, así que dejemos las cosas claras: Mürfila mola. Luché a brazo partido contra el DJ del Infierno para que Me pones sonara en mi boda (aunque no conseguí que fuera nuestro vals nupcial) y animo a ZaraJota™ para que vaya a todos los conciertos, firmas de discos y eventos varios, a ser posible llevándome a mí con él. Por si acaso.