31 agosto 2009

Los problemas técnicos

Odio las páginas-piojo.

Llamo páginas-piojo a esas páginas que consisten en enlaces, sólo enlaces, única y exclusivamente.
No crean nada, no aportan nada, sólo miran el trabajo de los demás y ponen un enlace en su página.
Nunca he entendido bien la motivación de estas páginas. Supongo que es algo así como "eh, mirad cuánto molo, ¡sé poner un enlace!"
Bueno, no quiero ser aguafiestas, pero cualquier memo puede hacerlo.
Después de varios intentos, eso sí.

La semana pasada, de alguna forma, una página-piojo colocó un enlace a uno de mis post.
La cosa fue bien, al principio.
Empezó a llegar gente nueva, que dejaba sus comentarios, o no, según les parecía, pero de forma educada y amable.
Al cabo del rato los comentarios subieron de tono, me empecé a mosquear y decidí echar un vistazo a la página-piojo en cuestión.
Resulta que en la página-piojo, además del enlace, había comentarios de los lectores, también. La mayoría eran muy educados y sensatos, pero luego había un grupo que se dedicaba a insultar, primero a los demás y después entre ellos, de forma totalmente anónima, por supuesto.
De pronto empecé a hiperventilar.
Siempre he tenido mucha suerte con la gente que pasaba por aquí.
Mucha, mucha, mucha suerte.
Todo el mundo es educado con todo el mundo,y aunque se digan las mayores barbaridades nunca se falta el respeto a nadie. Después de cuatro años (la leche, como pasa el tiempo), acabas conociendo a la gente, y cogiéndoles cariño, aunque no les hayas visto nunca.
La idea de que esa panda de hunos (y otros) llegara aquí como elefante en cacharrería, insultando a mi gente me parecía tan espantoso como que un elefante priapístico se colara un día en casa y desvirgara a Arale-Chan.
Presa del pánico, escribí un mail a la página-piojo y les pedí por favor y poniendo ojitos que quitaran el enlace de ahí.
La respuesta no se hizo esperar: internet es libre y a ti te encontré en la calle.
Además me explicaban que si no quería que me enlazaran tenía que haber puesto un código en mi plantilla.
Es el colmo.
¿Qué tendrá que ver mi olor de pies con que me enlacen?
Cabreada como una mona, me puse a mirar por internet, que para eso es libre, y descubrí que no se trataba de mi plantilla, si no la del blog, pero para entonces ya estaba demasiado cabreada como para ponerme a investigar el olor de pies del blog, y decidí tomar una medida desesperada: hacerlo privado.
Al menos hasta que Eme A volviera de vacaciones y arreglara el desbarajuste.
Sólo serían un par de días.
¿Quién se iba a dar cuenta?
Dos horas más tarde lorzagirl@gmail.com había recibido 43 correos, mi cuenta de persona seria alrededor de 20, y me daba miedo entrar en facebook.
Pensé en ignorarlos, pero entonces empezó a sonar el teléfono y fue peor.
Jo.
Que bonito es que te echen de menos.




Pd.: Mientras tanto Arale-Chan espera impaciente a su elefante priapístico


Editado 31/08/2009 21:30. Ahora sí que deja meter comentarios.

25 agosto 2009

Los griegos

Las oposiciones vuelven, y a mí me toca volver a estudiar... o a volver a decir que estoy estudiando cuando en realidad lo que hago es mirar al vacío con cara de concentración.
El caso es que un día estaba estudiando de verdad, y de pronto me encontré con un descubrimiento histórico sin precedentes.
Resulta que no sólo hay yogures griegos. Hace muchos años, como 10 o 12, también había griegos griegos, es decir, seres humanos griegos.
Que fuerte.
Los griegos griegos hablaban un idioma que se llamaba griego, escribían con un alfabeto que se llamaba griego y vivían en un sitio que se llamaba Grecia Clásica.
No eran muy originales poniendo nombres, la verdad...
Los griegos griegos inventaron un montón de cosas que todavía hoy se utilizan, como por ejemplo las columnas en orden, las bañeras que se desbordan y las líneas paralelas cortadas por transversales.
Sin embargo la mayor contribución de los griegos griegos a la historia universal fue en el campo de la veterinaria:

Los supositorios para lechuzas.


19 agosto 2009

El mercado inmobiliario está en declive

ZaraJota™ y yo seguimos buscando piso.
Al principio nos lo tomamos muy en serio, pero después de varias experiencias, estoooo... interesantes, empezamos a desanimarnos.
Ahora seguimos mirando pisos, pero ya no es con la intención de comprar, sino más bien algo así como:
-¿Qué hacemos esta tarde?
-No sé, ¿buscas un piso espantoso y vamos a verlo?
-Pos vale. Pero esta vez llevamos repelente de insectos.
La verdad es que era divertidísimo.
Estuvimos en un piso con el techo verde. Más concretamente, verde y con pelusa.
Estuvimos en otro que sólo tenía un domitorio en la cocina, para el servicio.
Vimos otro, de lejos, eso sí, en el que olía tanto a cucarachicida que me empezaron a dar lástima los pobres bichos.
Lo de ver pisos horrorosos se convirtió en una adicción.
Heike nos advirtió:
-Ya verás como encontréis uno que os guste.
Mierda, que lista es la jodía...
Poco después fuimos a ver un piso, y resultó que era perfecto.
- Tenía una terraza para que Arale-Chan pudiera corretear.
- Tenía un armario empotrado enorme para mí.
- Tenía una habitación más de la que necesitamos, para que ZaraJota™ se esconda de mi exuberancia mental.
Perfecto.
El precio también era perfecto.
Le dijimos al señor de la agencia que nos interesaba.
-Bien, pues antes de nada lo que tenéis que hacer es hablar con vuestro banco, y si os dicen que os pueden dar la hipoteca volvéis y lo miramos todo.
Al día siguiente fuimos al banco y nos dijeron que nos concedían la hipoteca; todo quedó preparado, sólo a falta de nuestra firma.
Esa tarde fuimos a la agencia.
-Nos lo quedamos.
-Bien, ahora sólo tenéis que hacer una oferta, con el precio que estáis dispuestos a pagar.
-El precio que tiene nos parece bien.
-Ah, pero es que lo hemos cambiado.
-¿Y cuál es?
-No podemos dar información sobre nuestros pisos si no nos adelantáis la señal.
-Bueno, es que antes de dar la señal nos gustaría saber el precio del piso, porque es posible que el nuevo precio no nos interese.
-No os puedo dar el precio si no nos dáis la señal.
-Bueno, entonces haremos la oferta.
-Estupendo, sólo tenéis que rellenar este impreso. Nosotros le haremos llegar la oferta al propietario, y si está conforme sellamos el trato.
-Bien.
-Pero no os puedo dar el impreso si no entregáis señal.
-De acuerdo. Y si el propietario no acepta la oferta, ¿nos devolvéis la señal?
-Claro que no.
-Verá, no vamos a darle la señal por hacer una propuesta de un piso cuyo precio no sabemos y cuyo propietario se puede negar a venderlo.
-Pues si no hay señal no hay propuesta.
-Pongamos que damos la señal. Nuestro banco nos pide los datos del catastro para darnos la hipoteca.
-¿Banco?
-Para la hipoteca.
-No, no, tenéis que hacerlo con nuestra financiera.
-¡Pero usted nos dijo que fuéramos a nuestro banco!
-Seguramente no te enteraste, maja.
-Ya veo. Bueno, da igual, nos parece bien.
-Bien, primero voy a recoger todos vuestros datos... le sumo el IPC... le quito el PVC... lo multiplico por el TCP/IP... Bien, ya está.
-¿Somos viables?
-No puedo decírtelo...
-Si no te damos antes la señal.
-¡Exacto!
Llegado a este punto le dijimos al señor que teníamos que mirarlo y que ya diríamos algo.
Al cabo de unos días nos llamaron por teléfono.
-Hola, llamo para preguntar si han pensado lo del piso.
-Ah, sí.
-¿Qué van a hacer?
-Pues verá, me encantaría decírselo... ¡pero antes tiene que darme una señal!




Pd: Pensaba decir qué inmobiliaria es, pero al final he decidido no ponerlo. Si quieren publicidad gratuita que me den una señal.

26/08/2009. Dadas las circunstancias voy a eliminar todos los comentarios en los que se ha mencionado a alguna inmobiliaria concreta. Por favor en adelante absteneos de nombrar a ninguna, o tendré que deshabilitar los comentarios y no tengo ni idea de cómo se hace.

15 agosto 2009

Caralibro

Últimamente Arale-Chan estaba muy rara.
Se pasaba todo el día en su habitación, con la puerta cerrada, tecleando furiosamente en el ordenador, sin relacionarse con sus amiguitos de siempre.
El Señor Rata quedó en una esquina, desatendido y solo.
No hablaba con nadie, y si decía algo era con monosílabos: pasó del piyu-piyu al piyu y luego al pi en apenas unos días.
Al principio pensé que se había metido en una secta, pero no.
Apenas salía. Es la ventaja que tiene que el suelo de tu habitación sea de arena y puedas hacer caca en el mismo sitio en el que duermes: no tienes que salir para ir al baño.
Y si salía era peor: los ojos de conguito enrojecidos, los bigotes rizados...
Empezaba a preocuparme que estuviera esnifando pienso o fumándose el heno.
No es que hubiera notado ningún olor raro. Es la ventaja que tiene que el suelo de tu habitación sea de arena y puedas hacer caca en el mismo sitio en el que duermes: ese olor mata el resto.
Un día ya no pude más: sin previo aviso entré un su habitación. El pobre bicho se quedó congelado por la sorpresa, con los deditos en el aire sobre el teclado...
Antes de que pudiera reaccionar me acerqué y le di la vuelta a la pantalla:




Maldición, la hemos perdido para siempre.

13 agosto 2009

Mi infancia son recuerdos...

Estos días atrás he estado con ZaraJota™ de vacaciones en la playa.
Me apetecía mucho, pero mucho mucho.
Un día, estábamos sentados en la arena, mirando el mar y ganándonos una insolación de campeonato.
-Jo, que bonito -dije.
-Sí -contestó ZaraJota™.
-De pequeña, todos los años pasábamos las vacaciones en Blanes.
-Por eso la nombraron zona catastrófica.
-Estábamos todo el día en el agua, jugando, mis hermanos y yo.
-Pobres chavales.
-A veces hacíamos equipos, y teníamos que arrastrar a los del equipo contrario al agua. Como Hermano Pequeño era el más pequeño siempre íbamos a por él, jijiji, y le arrastrábamos por la arena hasta el agua, jiji, y como gritaba sin parar y no cerraba la boca tragaba un montón de agua, jijiji...
-Seguro que le encantaba.
-Sí... Y otras veces nos poníamos en el rompeolas cogidos de la mano, y cuando llegaba una ola grande saltábamos gritando "¡¡¡OOOOOOOOOOLA!!!", jijiji, y como Hermano Pequeño era tan pequeño las olas siempre le cubrían, y como tenía la boca abierta tragaba un montón de agua, jijiji, era divertidísimo.
-¿Para quién?
-Y también jugábamos a que se ahogaba y teníamos que rescatarle... le cogíamos de los pies y se le hundía la cabeza, jijiji, y como gritaba pidiendo auxilio...
-No me lo digas: tragaba un montón de agua.
-¡¡¡SÍ!!! Jijiji... Pero lo mejor era cuando mi madre se ponía las supergafas de bucear y venía a por nosotros... Como Hermano Pequeño pesaba poco lo cogía y lo lanzaba, y Hermano Pequeño abría la boca para gritar... ¡y tragaba un montón de agua! Jijiji, que bien nos los pasábamos...
-A ver si lo he entendido bien: básicamente, todos vuestros juegos consistían en intentar ahogar a Hermano Pequeño.
-¿A que MOLA?
-Pues no.
Este hombre es que no sabe divertirse.

11 agosto 2009

Cuy

Cada tres meses hay que llevar a Arale-Chan al veterinario a que le recorten las uñas y se las pinten de rojo pasión.
Bueno, lo del rojo pasión es coña, pero lo de recortarle las uñas es verdad.
Esta vez, como siempre, la metimos en su transportín y nos fuimos los tres como una familia feliz. En el ascensor coincidimos con una vecina.
Ecuatoriana, para más señas.
La vecina se asomó al trasportín.
-¿Es un cuy?
-Sí -contesté, acercándole el cacharro para que la viera de cerca.
-Em... ¿se la van a comer?
-Pueeeeeeeeees... no. De momento no -contesté, alejando el transportín a toda velocidad.
-¿Y para qué la tienen?
-De mascota -dijo ZaraJota™ que, ante la cara de espanto de la señora tuvo que explicarse-. Aquí no se comen, se usan de mascota para los niños.
-¡De mascota!
-Sí, supongo que es cuestión de a qué estés acostumbrado. Como los conejos.
-No, no, señor, como los conejos no.
-¿No?
-Pues claro que no. ¡El Cuy está mucho más rico!
Ahora tendremos que llevar a Arale-Chan al psicólogo.

06 agosto 2009

Mi marido, el oso y las polipoquet

Como todos los años desde que estamos juntos (estoooo.... dos), ZaraJota™ y yo hemos reservado algunos días para estar con su familia.
No es que me apeteciera mucho, pero es que mientras estamos con su familia no estamos con la mía, y eso siempre es un aliciente.
Además en su familia hay varios cachorros humanos que molan mil porque juegan conmigo a la oca y son una excusa estupenda para comprar juguetes
Este año el juguete estrella eran las polipoquet.
-Tía Lorz, ¿juegas conmigo a las polipoquet?
-¿Tengo elección?
-No.
-Pues vale.
-Tú eres la mamá -me dijo, dándome una muñeca-. Yo soy el marido y las hijas.
-¿Y eso no te creará un poco de confusión?
-El marido se va a trabajar y tú te quedas en casa cocinando y limpiando.
-Y cantando canciones de sufragistas.
-Din-don.-¿Ese es otro personaje?
-No, Lorz, que llaman a la puerta.
-Ah. Pase, pase.
-Hola. A tú marido se lo han comido los osos, ahora tu marido soy yo.
-Hombre, así de pronto, sin una cita antes ni nada es un poco brusco.
-Pero soy un buen marido.
-Bueno, pues nada... ¿quieres conocer a tus hijas?
-Las hijas se estaban peleando, ¿vale?
-Ah. Niñas, no pelearse, que os tengo que presentar a vuestro padre.
-Hola, soy vuestro padre, y por pelearos os castigo en el congelador.
-¿No es un poco excesivo?
-No. Y ahora me voy, que va a entrar un ladrón a robar y no puedo estar aquí.
-Pues vaya marido deplorable.
-Se llama John.
-Claro. Bueno, si te vas, ¿puedo sacar a una de las niñas del congelador para que me haga compañía?
-No, que se está congelando.
-Claro, se rompería la cadena del frío.
-Por favor Lorz, deja de decir tonterías.

Hay que ver... tan pequeñita y ya me tiene calada.

04 agosto 2009

Estrella invitada XXV: Meta144

Lo de las Estrellas invitadas se está convirtiendo en una costumbre anual.
Cómo echo de menos los viejos tiempos, cuando podía obligar a alguien a escribir por mí si yo no tenía ganas o me iba de vacaciones...
Ahora ya no puedo obligar a nadie, ¡maldita sentencia judicial!
En fin, menos mal que todavía tenemos voluntarios, como Meta144, que motu propio y sin recibir presión alguna nos ofrece una anécdota de bichos.
A disfrutar.



Hasta hace bien poco yo he tenido un perro, "pulgas" (la originalidad del nombre es cosa de mi madre, supongo que habrás intuido el por qué del nombre, ¿no?).
Pues bien, aunque legalmente era de mi madre, ya que ella figuraba como propietaria, y moralmente era de mi hermana (porque se lo regalaron a ella), la que al final acababa pagando las facturas del veterinario era la menda lerenda.
Pues bien, la anécdota no trata sobre mi perro, aunque si figura el que fue su veterinario durante mucho tiempo.
Yo nunca recuerdo haber tenido otra mascota que no fuese un perro, aunque mi madre insiste en que tuvimos tortugas y hamsters, pero yo al ser la hija más joven, pues que quieres que te diga, no lo recuerdo. Así que ya me ves con 18 años pidiéndole a mi madre que me dejara tener un hamster...
Siempre dijo que no, hasta que volvió a casarse... jejeje.
Entonces mi deseo se cumplió, por mi 19 cumpleaños me regalaron un par de hamsters, un macho y una hembra (¡anda! ¡el juguete que nunca se termina! pensé yo).
Pues bien, a la hembra la llamé Mama Luis, y al macho Everest.
Yo, como ya te he comentado antes, nunca había sido consciente de tener un hámster, así que no sabía muy bien cómo iba la cosa; pero dispuesta a enterarme y a tratarlos lo mejor posible.
Cuando los tuve en casa yo veía a Everest un poco raro, con el culo como muy grande, como si tuviera una infección y éste se le hubiera hinchado.
Ya me ves, ni corta ni perezosa llamé al veterinario que trataba a mi perro y se lo comenté.
-¡Mira! Tráemelo y le doy un ojo, y aunque no soy especialista en hamsters, si creo que es algo grave te digo dónde puedes llevarlo.
Así lo hice, arrastré a una amiga mía para que me acompañara por si me derrumbaba en medio de la consulta. Me colé delante de todo el mundo que estaba esperando en la consulta, y cuando por fin lo coge el veterinario y se lo mira me dice...
-¡Niña! ¿¿¿Tú sabes qué es esto???
Yo toda preocupada por mi nuevo mejor amigo....
-¡NO! ¿¿Es grave??
-¡Niña! ¡¡Esto son los cojones!! ¡Este hámster es la envidia del barrio! ¡¡Es un portento de la naturaleza!!
Cogió a mi pequeño Everest y fue a mostrárselo a los otros veterinarios de la clínica para que admiraran el par de razones que tenía dicha criatura...
Supongo que te puedes llegar a imaginar la vergüenza que llegué a pasar...
Al cabo de un tiempo Mama Luis y Everest tuvieron 3 hermosos hijillos, Lucky Skywalker, Miniwini y Palomita de maíz. Los 3 salieron al padre... como te puedes imaginar esa vez no pregunté a nadie.