17 febrero 2025

Cruzeiro do Sul, zona universidad

 


Mi vecina tiene un loro que canta de noche. 
Cantar o la mierda que esa que hacen los loros, que es una cosa como "pi-piu", vaya, pero de noche. 
Antes de que venga nadie a indignarse, a mí no me molesta en absoluto, al contrario. Me hace compañía cuando no puedo dormir y, francamente, me molesta mucho más que ZaraJota, pongamos por caso, esté a mi lado durmiendo tan a gusto cuando yo no puedo. Pero no he venido aquí a esparcir un rencor más que justificado por la calidad del sueño de mi marido Y SU TOTAL INDIFERENCIA HACIA MI SUFRIMIENTO, porque lo llevo discretamente y con total abnegación. 
Además, el pobre bicho, o sea, el loro, no mi marido, no tiene culpa de que no poder conectarse a internet para que se le actualice el reloj y dejar de vivir en hora amazónica, o de dónde coño venga, que probablemente sea el Kiwoko de Islazul, pero él está orgulloso de sus raíces y canta, así a ojo, según el horario de Cruzeiro do Sul, zona universidad, cuarta arriba, cuarta abajo.
Él es feliz con su "pi-piu", yo soy feliz con su "pi-piu", ZaraJota es feliz durmiendo a pierna suelta a sabiendas de que a mí me está costando dormir, en fin, todo el mundo es feliz con el loro desubicao.
La que no parecía muy feliz era la vecina, y lo sé porque le pregunté.
-Tienes un pajarito, ¿no?
-Es un loro y no es mío.
-Ay, es que lo oigo cantar a veces -hice todo lo posible por poner ojitos manga, de verdad, pero es que tengo una úlcera. Casi todas mis miradas son como de que te quiero matar.
-¿Te molesta?
-No, no, que va. Al contrario -hice todo lo posible por sonar sincera, de verdad, pero es que tengo una úlcera. Casi todo lo que digo últimamente suena a que te quiero matar.
Yo creo que no me creyó. 
También creo que es posible que estuviera proyectando en mí sus propios sentimientos hacia el loro.
Y que no eran sentimientos bonitos.
El caso es que creo (digo "creo" para que no penséis que soy una stalker y me paso el día espiando a la vecina)  que empezó a meter al loro en el baño por las noches. El baño es interior y supongo que pensó que si el loro no veía ninguna luz, pero ninguna ninguna, tarde o temprano llegaría a la conclusión de que era de noche. 
Esta estrategia fracasó.
El loro no es tonto.
Aunque no vea luz, él sabe que es de día en alguna parte como, por ejemplo, Cruzeiro do Sul, zona universidad, cuarta arriba, cuarta abajo. Además... bueno. El baño es interior. como he dicho. Solo tiene una ventanita, que da a un respiradero. Como mi baño. Que también tiene una ventanita que da al mismo respiradero, a la misma altura. Frente a frente.
Y bueno, básicamente, así es como todo el edificio empezó a escuchar "pi-piu" cada vez que me levanto a mear.


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03 febrero 2025

Resistiré, aunque me meo todo


No sé en qué momento me transformé en una señora mayor y esto se convirtió en un blog de pupeces.
La semana pasada fui al médico a hacerme un estudio urodinámico que, para mi decepción, no consiste en toros con jersey rojo cantando Resistiré.
La última vez que me hicieron una urodinámica de esas, consistió en hacer pis sobre una especie de balanza que te mide la potencia chorril, así que yo iba muy tranquila.
Y con las bragas limpias, por supuesto.
Al médico siempre hay que ir con las bragas limpias, aunque sea el oftalmólogo.
Así que cuál no sería mi sorpresa cuando nada más llegar me dan un consentimiento informado para autorizar sedación, sonda por uretra y ano.
A mí lo de la sedación me parecía bien porque no seré yo quien se niegue a que la droguen. Lo de la sonda por la uretra lo podía entender porque al parecer el pis sale por ahí.
Ahora, lo de la sonda por el ano me dejó un poco de pasta boniato.
-La del ano es para medir y la de la uretra es para llenarte la vejiga de agua -me explicó el... ¿urodinatra? Urodinatra me va bien. Urodinatra. 
Lo del ano lo acepté sin problemas. A fin de cuentas, desde que me lesioné el coxis esa zona me avisa de cuándo va a llover, así que lo de medir cosas con el culo no me resultaba una idea extraña. El tema de usar mi vejiga como un globo de agua me preocupaba más.
-¿El agua está fría? -pregunté.
-Está del tiempo. 
-Estamos a bajo cero.
-...
-¿Y una vueltita en el microndas no se le podía dar?


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20 enero 2025

Lo sabe


 Nena-chan ya lo sabe
Ya sabéis. 
Lo de los reyes y eso. 
Lo sabe desde hace tiempo, obviamente, pero hasta que no ha entrado al instituto no lo hemos hecho oficial. En fin. Ahora que lo sabe-sabe, le propuse que comprara ella algunos regalos de su parte. Alguna cosilla, solo, para que ella estuviera en el ajo también, pero sin gastarse mucho dinero.
-Calcetines -le dije-, son baratos y siempre hacen falta.
Le pareció bien y un día nos fuimos a un centro comercial la niña, su monederito y yo a comprar calcetines en secreto.
Al principio la cosa fue bien: 
-Estos para Nene-kun, que le gusta mucho Dragonball.
-Perfecto.
-Estos para papá. 
-Pero si tienen gatos. 
-Ya.
-Papá odia a los gatos.
-JAJAJAJAJA, por eso.
-Vale, son tus regalos y no me voy a meter, tú elige libremente.
-Y estos para ti.
-¿Esos? Como me compres eso no me lo pongo, así te lo digo, eso tiene una pinta de rascar cosa mala y encima a ver con qué convino yo el verde aguacate y el amarillo pollo. Coge esos de ajolotes, que por lo menos son rosa.
-¡Pero mamá! ¡No puedes elegirlo tú!
-¿Por qué no? 
-¡Porque entonces no es sorpresa para ti! 
-Bueno, he venido a comprarlos contigo y luego te tengo que ayudar a envolverlos. Mucha sorpresa no esperarías que fuera...
-No sé... Bueno, supongo que no importa porque luego tendrás más regalos, ¿no?
-¿Y quién crees que los coloca debajo del árbol cuando os dormís?
-...
Me da la impresión de que lo sabe, pero se lo plantea lo justito.





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El plazo para participar como expositor (editoriales, librerías, autoeditados, artesanos, artistas, creadores...) estará abierto hasta el 26 de enero.






06 enero 2025

La Nintendo de segunda mano


Mi marido tenía muchos cómics de grapa.
Pero muchos, muchos.
Algo así como cuatro armarios a rebosar. 
A mí no me importaba porque soy una persona muy comprensiva. Además, los tenía en casa de su madre. 
A su madre, por lo que fuera, le importaba un poco más que a mí, pero lo llevaba con resignación.
Hasta que vendió la casa, claro.
A mí me parecía que lo justo era que los cómics se quedaran donde estaban, ya que llevaban tanto tiempo ahí que probablemente eran necesarios para mantener la integridad estructural del edificio, pero al parecer los nuevos propietarios no estaban de acuerdo. Sus oscuros y seguramente muy egoístas motivos tendrían, yo qué sé. 
Así que este verano Zarajota tuvo que recoger sus cómics, que pasaron a habitar en nuestro maletero.
Es un maletero muy grande, las cosas como son. Lo que pasaba era que tampoco podían quedarse ahí para siempre, porque estaban empezando a causar daños permanentes en la suspensión y eso. 
Entonces Zarajota hizo lo más serio, maduro y responsable: subirlos a Wallapop y cambiarlos por una Nintendo Switch de segunda mano.
Y por casi todos los Asterix, todos los Terry Pratchett, varios mandos, un par de muñequitos y a saber cuántas cosas más. Sospecho que Zarajota es la única persona de España a la que le renta Wallapop.
Da igual, lo importante para esta historia es la Nintendo. 
-¿Qué te has agenciado una Nintendo? -le dije cuando la vi.
-¡Es para los niños! 
-Pues no pensarás dársela ahora, que acaba de ser su cumpleaños y ya han tenido un montón de regalos, y ahora vas y le das una consola que los vas a malacostumbrar, de eso nada, que luego se creen que las cosas aparecen en casa mágicamente.
-La podemos guardar para Reyes.
Así fue como la Nintendo pasó a habitar en el armario a perpetuidad.
Uy, como los cómics.
Tres meses más tarde, Zarajota estaba de la Nintendo en el armario hasta el mismísimo Switch.
-Yo creo -dijo- que en vez de los Reyes podía traerla Papa Noel. 
-Pero Papa Noel solo trae los regalos que le pide tu madre, igual que los Reyes solo traen los regalos que pedimos nosotros. Es la ley.
Zarajota miró al armario una mirada ansiosa.
Torturada, diría yo.
-¿Y cómo van a saber los niños quién le ha pedido quién?
Así fue como el 24 de diciembre, con nocturnidad y alevosía, cambiamos los regalos que la llallí había pedido por una Nintendo Switch de segunda mano comprada en Wallapop.
En perfecto estado, eso sí.
Sospecho que este años los Reyes Magos me van a traer una mierda pinchada en un palo, y lo peor es que me lo mereceré. 
El 25 de diciembre por la mañana, los niños se levantaron, abrieron el regalo y, en lugar de quedar ojipláticos de la emoción, preguntaron con evidente desconfianza: 
-¿La llalli nos ha pedido una videoconsola?
La llalli es que tiene fama de ser bastante analógica, las cosas como son.
-Pues sí, pues sí -les contesté con toda la calma, mientras mi yo interior corría en círculo agitando los bracitos-. Habrá que llamarla luego a darle las gracias, ¿no, Zarajota?
-¡NO! Estooo... quiero decir, que ahora estará dormida y eso.
Entonces fue cuando mi cuñada decidió enviar un vídeo. Dando a entender, así como quien no quiere la cosa, que la familia estaba despierta. 
-Mierda.
-Voy... -dijo Zarajota-, voy a la terraza a hablar por teléfono un segundo. 
-¡Voy contigo!
Y nos salimos los dos a la terraza, lo típico un 25 de diciembre a las nueve de la mañana cuando estás a bajo cero. 
-¿Pero qué haces?
-Llamar a mi madre para avisarle de que le ha pedido una Nintendo a Papa Noel. 
-¡Pero que los niños van a sospechar!
-A ver, Lorz, que tienen doce y nueve años. Yo creo que a estas alturas ya deben saber quién regala qué.
-¡Pues que nos lo expliquen a los demás, que nos hemos perdido hace un rato!


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