Una vez más el detector de niños buenos de los Reyes Majos ha sido burlado: tengo un montón de regalos.
JA.
Así que este año paso de ser buena, total, de todas formas no se enteran...
Aunque estoy un poco mosqueada, porque entre otras cosas me han traído el Pikmin II. No es que no me guste, pero es que todavía no me he pasado el monstruo final del Pikmin I y me da la impresión de que se están burlando de mí. Eso, y que mis hermanos tienen una cara que se la pisan, porque el regalo me lo han hecho ellos y la game cube es suya.
Bien, pues se ve que cuando te pasas el Pikmin I el capitán Olimar vuelve a su planeta en la carraca esa que llama nave espacial. No se pasa ni a ver a su familia, sino que llega directamente a su empresa y se entera de que ha quebrado, y que les han expropiado la nave Dolphin que con tanto esfuerzo de otros había reconstruído.
La vida es cruel.
Resulta que como Olimar era el empleado más competente (madre mía, ¿cómo serán los otros?), sin él todo va mal; así que es culpa suya, por estrellar la nave y pasarse un mes haciendo el moñas con los pikmins. Al pobre, de la pura impresión, se le cae una chapa de La Casera que le había traído a su hijo de recuerdo, que ya hay que ser roñica, caramba. La chapa llega a los pies de la tasadora del banco, ¡y resulta que vale una fortuna!
La leche. Y yo toda la vida echándolas a la basura como si tal cosa... ¡ya me podía haber comprado un piso!
Total, que el jefe le manda de vuelta al planeta ese a recoger más basura para pagar al banco.
Olimar, que no sólo no ha ido a ver a su familia sino que tampoco se ha duchado, se mete en una nave nueva con Luis, el otro empleado de la empresa.
Y la estrella.
Hay cosas que nunca cambian.
3 comentarios:
Ver a tus pikmins es como ver un batallon de moscas* golpeandose contra un cristal, conseguir salir tras romperlo a cabezazos y decidir entonces que estaban mejor dentro.
*¡Pero con mas colores!
¿Que le ha pasado a mis acentos?
quieres ver lo que le hago a tus cds con un tenedor?
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