06 mayo 2018

Día de la madre 2018

Hoy,

los mismos políticos que  impidieron la ampliación de la baja por maternidad (y paternidad);
que aprobaron una ley que permite despedir a mujeres embarazadas siempre y cuando en el motivo de despido no ponga "te echamos por estar embarazada";
que permiten que en las entrevistas de trabajo se siga preguntando, aunque sea veladamente, si tienes hijos o planeas tenerlos;
que perpetúan la existencia de trabajos precarios, impidiendo que las familias ofrezcan una mínima seguridad y estabilidad a sus hijos, si es que se pueden permitir tenerlos;
que no han aprendido nada, y vuelven a apostar por la especulación inmobiliaria;
que boicotean hasta el intento más nimio de conciliación;
que son ciegos ante la brecha salarial y el techo de cristal;
que convirtieron las ayudas a la dependencia en un proceso kafkiano, tan lento y farragoso que muchos de los solicitantes mueren antes de haber recibido ni un solo euro;
que incluyen o eliminan ciertas vacunas del calendario según lo cerca que estén las elecciones;
que no dan cobertura ni a dentista ni a oculista, salvo para mirar al niño y decir "pues mira, sí, necesita un empaste/gafas";
que subieron los precios de las guarderías públicas hasta hacerlos prohibitivos para las familias con rentas medias;
que están desmantelando la sanidad y la educación públicas, y encima se atreven a insultar a los profesionales de ambos sectores;
que reducen más y más las becas y que han convertido la palabra "becario" en una forma bonita de decir "esclavo";
que, en definitiva, convierten la maternidad en algo mucho más difícil de lo que tendría que ser, y que solo se preocupan de los niños para usarlos como arma arrojadiza en sus debates;

hoy,

esos políticos y, no lo olvidemos, políticas,
llamarán por teléfono a sus mamás,
o se presentarán en su puerta un ramo de flores.
Y como el amor de madre es ciego sus madres pensarán:

"siempre fue un chico estupendo".

10 comentarios:

Necio Hutopo dijo...

Esto me ha recordado un poco a la canción aquella de "Entre esos tipos y yo, hay algo personal" de Serrat...

Anónimo dijo...

O una chica.

TheBigSquid dijo...

He pensado lo mismito

Genín dijo...

Me dan pena esas madres...
¿Cómo podrán soportar la mierda que tienen encima por culpa de sus canallas hijos?
Besos y salud

Maribel dijo...

Yo creo que de tal palo, tal astilla. Las madres y padres de los políticos deben ser gente de la misma ralea, orgullosos de las ideas tan geniales que se les ocurren para enriquecerse ellos a costa de los demás.

Ejemplo:

Cuando era pequeña, una niña del colegio me robó una diadema que yo llevaba puesta con todo su morro. Me la quitó de la cabeza y se la puso en la suya. Cuando salimos, se lo dije a mi abuela que me venía a buscar al colegio, y mi abuela fue a hablar con la madre de esta niña.

- Perdona María. Por error tu hija se ha llevado la diadema de mi nieta. Es esa que lleva puesta.
- Qué dices? esa diadema es de mi hija. De hecho era mía de cuando yo era pequeña y ahora la lleva ella.

Ahí me di cuenta de que en este mundo hay gente muy hija de puta.

Besitos!!!!

viñu dijo...

Tócate las narices.

La blastoTUM Pili dijo...

Es que si no los quiere su mamá, pues quién?

pseudosocióloga dijo...

Yo me imagino que los de derechas nunca han visto a sus madres trabajar y no se han parado a pensar que los criaron las tatas por una mierda de sueldo y carecen de empatía porque al final no les educaron emocionalmente ni unas ni otras.
Pero los de origen más humilde, la izquierda teórica, esos deberían tener más empatía ¿no?...pues no, es llegar al poder y olvidárseles todo lo vivido.
Ese tipo de reflexiones me las hago yo con los violadores de la manada, no con los de familias desestructuradas , si no con estos que tienen madres, hermanas y novias que probablemente les quieran.Se me escapa.

estrella dijo...

Olé

Patricia dijo...

A mí me pasó lo mismo con un reloj. Y encima mis padres me explicaron lo de que uno es inocente hasta que se demuestra lo contrario y que el que acusa tiene que probarlo (porque yo le dije a la madre de la criatura que me enseñara la factura). En fin.