Trabajos manuales

Una de las cosas malas que tiene ser yo es que de pronto un sábado te levantas sintiendo la imperiosa necesidad de colgar en la pared esa estantería que lleva más de un año esperando que te acuerdes de ella.
Mi primera idea fue sujetarla a la pared con salivilla, pero no funcionó; me parece que lo que pasa es que los grumitos del gotelet impiden que fije bien.
Mi segunda idea, después de descolgar un par de cuadros y estudiar atentamente su complejo mecanismo, fue usar tornillos.
Bueno, en realidad la idea ya se me había ocurrido antes, porque es lo que suele hacer mi padre con los cuadros. Lo que pasa es que, ejem, casualmente ese día mi padre no estaba.
Así que decidí hacerlo yo misma.

Paso 1:
Encontrar la cosa esa de hacer ruido.



Paso 2:
Encontrar la cosa de hacer agujeros.



Paso 3:
Llamar a Casisuegro para preguntarle cómo se sujeta la cosa de hacer agujeros dentro de la cosa de hacer ruido.
"Con una llave", dice.



Hago palanca y nada.
"Girándola", añade.

Ah, vale.

Paso 4:
Convencer a Hermano Mediano de que haga los agujeros en la pared.
Se encarama al taburete.
Coge el taladro.
Lo acerca a la pared.
Le hago una foto.



Salta el flash.
Casi se escoña de la impresión.
Se cabrea sin motivo aparente.
-¿Para esto quieres que te ayude? ¿Para dedicarte a hacer el moñas?
-Sí.
-Pues ahora lo haces tú.
-Jo.

Paso 4:
Hago los agujeros.



Paso 5:
Descubro que las cosas de plástico que colecciona mi padre no son tapones para los oídos.



Paso 6:
Las meto en los agujeritos.


Paso 7:
Mientras sujeto la estantería con una mano, la atornillo a la pared con la otra.
Hermano Mediano se niega a documentarlo gráficamente.
"Avisa cuando necesites que llame a una ambulancia", dice.

Paso 8:
Admiro mi obra.




Paso 9:
Quito todos los objetos frágiles de debajo.
Por si acaso.