15 abril 2024

Hola, maja, ¿cómo estás?

 Diciembre de 2023

-Cieliamor...
Tenía que haber sospechado. Siempre que ZaraJota me llama así es porque quiere algo. 
-Qué.
-¿Tenemos algo programado para el 20 de abril?
-¿Del noventa? -para mi generación es imposible oír "20 de abril" y no completar con "del noventa", eso sí que es adoctrinamiento y lo demás son tonterías-. No, de momento no, está muy cerca del día del libro pero para entonces nuestra parte, que es enviar los libros, estará terminada.
-Ah, genial, es que quiero ir a un concierto de Celtas Cortos. Hacen otro el 19, pero claro, habiendo el 20 de abril hay que ir a ese. 
Para los que me leéis desde fuera de España, Celtas Cortos son un grupo de música que tiene una canción llamada "20 de abril del 90".

La canción va de un tóxico que va a llorarle a su exnovia porque todos sus amigos han madurado mientras él sigue comiendo Doritos en el sótano de sus padres. La canción se podía haber llamado 20 de noviembre del 75 y habrían tenido muchos problemas con la audiencia nacional, pero me habrían facilitado mucho la vida, como se verá a continuación. 
-Claro, vete el día 20, no creo que nos surja nada. ¿Vas con las Fruitis?
-No, no, con la niña.
-¿Qué niña?
-...la nuestra...
-¿CÓMO QUE LA NUESTRA?
-Es que le gustan mucho.
-PERO CÓMO LE VAN A GUSTAR MUCHO.
Que tienen edad para ser sus abuelos. Por no hablar de que la última vez que fuimos a un concierto de Celtas Cortos olía fuertemente a... incienso. Salimos muy relajados, eso sí.
-Que sí, que sí, que me dijo que tenía muchas ganas de verlos en concierto y claro, yo por acompañarla... Que a mí ni me apetece ni nada... Uy, uy, mira que pereza. Yo por la niña todo. Pero si nos coincide con algo no vamos.
-No, no, no tenemos nada, y si surge algo ya nos apañaremos, raro será que surja todo a la vez.

Abril de 2024
-Bueno, entonces el día 20 yo me voy a Vitoria para el Zabaliburu y tú te vas a Alcalá para el Krunch, el 21 estamos los dos en el Krunch, el 22 me voy a Barcelona para Sant Jordi.*
-Entendido, solo una cosa: ¿a qué hora vuelves de Vitoria?
-Teniendo en cuenta que voy y vuelvo en el día, en bus, para estar el domingo también en el Krunch, yo diría que entre tarde y muy tarde.
Tarde y mal, añadí para mis adentros. Que una ya no tiene edad para pasar la noche en un Alsa.
-Pues a ver qué hago con el niño.
-Será con los niños, y te los puedes llevar al Krunch a echar el día, que les gusta más que a un tonto un lápiz.
-No, no, solo con el niño, porque con la niña me voy al concierto.
Sudores fríos recorrieron mi espina dorsal. Claro que si hubieran recorrido la espina dorsal de otro no me habría enterado.
-Qué concierto.
-El de Celtas Cortos, ¿te acuerdas? 20 de abril.
-Del noventa -terminé. Porque los condicionamientos paulovianos son así, no se desconectan ni cuando estás en una crisis vital extrema.
-Puedo revender las entradas, lo que pasa es que le hace tanta ilusión a la niña...
-Claro, claro.
A la niña.



*Por suerte para nuestra protagonista acabó cancelando ese viaje, aunque sus libros si estarán en Sant Jordi, buscadlos bien. 
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Venid a vernos, necesitaremos todo vuestro apoyo vital, especialmente en forma de cafeína.








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