Sigo sin poder usar mi ordenador. La batería se le ha acabado y no puedo cargarlo de nuevo porque se me ha roto el cable. He intentado comprar uno nuevo, sin mucho éxito, porque lo que tengo es un Eee (lo que mi madre llama un "mierdi") y no es compatible con los cargadores universales.
Vaya mierda de universalidad.
Cuando quiero escribir tengo que usar el ordenador de Zarajota, que me resulta muy incómodo. El ordenador, no Zarajota. Bueno, Zarajota también.
Usar el ordenador de otra persona es como llevar puestas las bragas de otra persona: puede que sean de tu talla, puede que sean el modelo que te gusta, puede incluso que tengas unas idénticas en casa. Pero no son las tuyas y eso, al final, se acaba notando.
Ayer, en un arranque de desesperación, posteé vía Twitter. Como la cosa quedó un poco reducida, voy a hacer ahora la versión extendida.
La cosa empezaba así:
Nosotros habíamos ido a la Feria del Libro a que Neil Gaiman nos firmara un libro. Neil Gaiman estaba por labor, pero las 300 (no exagero, los de seguridad acababan de contarlas) personas que había delante nuestra, no. Miento: hubo una persona que nos vio llegar con Bebé-chan, que en aquel momento estaba en plena grastroenteritis, se apiadó de nosotros y se ofreció a colarnos. En aquel momento sufrimos un espantoso ataque de honradez y le dijimos que no, gracias. Además, Gaiman firmaba otra vez por la tarde, siempre podíamos volver... y que nos pasara exactamente lo mismo. Pero esa ya es otra historia.
Ya que estábamos allí, nos acercamos a visitar a Jonatan Sark y de paso invitarle a desayunar unos croasancillos. Pero Jonatan Sark no estaba solo: estaba con Mr. Fanshawe, a quien no conocíamos, pero fingimos que nos parecía bien que se comiera también algún croasán. Cada vez se nos da mejor relacionarnos con personas normales, pensé, pero me equivocaba: algo habíamos hecho mal, porque Fanshawe empezó a decir que me tenía que hacer una foto, porque si no su novia no se lo iba a creer (señora novia, ese chico necesita comer más croasanes, como entrenamiento, hasta que consiga reaccionar de manera normal cuando le den uno).
El problema es que si te pones a hacer fotos a alguien delante de una caseta de la Feria del Libro la gente se para a ver si eres un famoso, y se empezó a formar un grupito. Y encima yo decía "no, no...", porque llevaba unas pintas horrososas, y él me contestaba "no te preocupes que no va a salir publicado en ningún sitio", con lo cual el grupito vio confirmadas sus sospechas.
El autor que estaba en ese momento firmando en la caseta, que ya estaba mosqueado de antes porque firmar, lo que se dice firmar, no estaba firmando nada, empezó a mosquearse mogollón con el circo que estábamos montando, así que pensé en distraer la atención comprando un libro, pero el petardo de Jonatan Sark se empeñó en regalármelo, haciendo grandes aspavientos, con lo cual creció el interés del grupito y el cabreo del autor, así que le dije a Zarajota:
Vaya mierda de universalidad.
Cuando quiero escribir tengo que usar el ordenador de Zarajota, que me resulta muy incómodo. El ordenador, no Zarajota. Bueno, Zarajota también.
Usar el ordenador de otra persona es como llevar puestas las bragas de otra persona: puede que sean de tu talla, puede que sean el modelo que te gusta, puede incluso que tengas unas idénticas en casa. Pero no son las tuyas y eso, al final, se acaba notando.
Ayer, en un arranque de desesperación, posteé vía Twitter. Como la cosa quedó un poco reducida, voy a hacer ahora la versión extendida.
La cosa empezaba así:
Nosotros habíamos ido a la Feria del Libro a que Neil Gaiman nos firmara un libro. Neil Gaiman estaba por labor, pero las 300 (no exagero, los de seguridad acababan de contarlas) personas que había delante nuestra, no. Miento: hubo una persona que nos vio llegar con Bebé-chan, que en aquel momento estaba en plena grastroenteritis, se apiadó de nosotros y se ofreció a colarnos. En aquel momento sufrimos un espantoso ataque de honradez y le dijimos que no, gracias. Además, Gaiman firmaba otra vez por la tarde, siempre podíamos volver... y que nos pasara exactamente lo mismo. Pero esa ya es otra historia.
Ya que estábamos allí, nos acercamos a visitar a Jonatan Sark y de paso invitarle a desayunar unos croasancillos. Pero Jonatan Sark no estaba solo: estaba con Mr. Fanshawe, a quien no conocíamos, pero fingimos que nos parecía bien que se comiera también algún croasán. Cada vez se nos da mejor relacionarnos con personas normales, pensé, pero me equivocaba: algo habíamos hecho mal, porque Fanshawe empezó a decir que me tenía que hacer una foto, porque si no su novia no se lo iba a creer (señora novia, ese chico necesita comer más croasanes, como entrenamiento, hasta que consiga reaccionar de manera normal cuando le den uno).
El problema es que si te pones a hacer fotos a alguien delante de una caseta de la Feria del Libro la gente se para a ver si eres un famoso, y se empezó a formar un grupito. Y encima yo decía "no, no...", porque llevaba unas pintas horrososas, y él me contestaba "no te preocupes que no va a salir publicado en ningún sitio", con lo cual el grupito vio confirmadas sus sospechas.
El autor que estaba en ese momento firmando en la caseta, que ya estaba mosqueado de antes porque firmar, lo que se dice firmar, no estaba firmando nada, empezó a mosquearse mogollón con el circo que estábamos montando, así que pensé en distraer la atención comprando un libro, pero el petardo de Jonatan Sark se empeñó en regalármelo, haciendo grandes aspavientos, con lo cual creció el interés del grupito y el cabreo del autor, así que le dije a Zarajota:
-Bueno, si me regalan este me compro otro.
Entonces me acerqué al autor firmante (le dije hola y le sonreí y todo), alargué la mano y cogí un libro.
Ejem...
Uno de Peppa Pig que había por allí encima.
Creo que no le sentó muy bien.
Si alguna vez me lo vuelvo a encontrar intentaré explicarle que la culpa de todo la tiene Neil Gaiman por tener la cola tan larga.
8 comentarios:
A lo mejor no se creen que la tenga tan larga... :)
Salud y besitos
Y por un casual, el ordenador de Zara-Jota, no será la misma patata para que pueda prestarte el cargador.
Continuará... di que si.
Yo lo que quiero saber es quién es el autor que estaba firmando y por qué se negó a firmarte tu ejemplar de Pepa Pig.
Tienes seguro de la casa? porque si tienes, normalmente entra la rotura del ordenata, es más, al mío le pasaba lo mismo y me lo arreglaron en una semana. Suerte!.
¿Alguna vez has tenido la necesidad de comprobar cómo te sientas unas bragas ajenas? :S
Para tus problemas cargadoriles, yo me compré este:
http://www.dx.com/es/p/world-ac-power-adapter-for-asus-eee-pc-701-umpc-laptops-100-240v-16157#.U5Xk5Pl_vl8
Pero...al final os firmó Neil?? Si llego a saber que iba hago los 500 kms solo para verlo. Como los otros 300
Claro, si Neil Gaiman no tuviese la cola tan larga... XDDDD
Muá.
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