19 enero 2014

Para el Primo Buena Persona y su santa

Mi primo Buena Persona es muy pesao.
Y cuando sea padre va a ser un padre pesao, pesao, de esos que pesan la caca del bebé todos los días y si un día hace tres gramos menos de caca va corriendo a urgencias corriendo y agitando los bracitos y cuando llega allí se dan cuenta de que ha salido de casa con tanta prisa que se ha dejado el bebé atrás, probablemente jugando a lamer la plancha encendida dentro de la bañera o algo peor.
De esos.
Y lo vamos a comprobar muy pronto, porque su señora santa sale de cuentas en breve.
La última vez que lo vimos ya miraba a Bebé-chan con suspicacia, como si su futura hija hubiera enviado un agente infiltrado. De vez en cuando superaba el recelo y me hacía una pregunta. Pero rara, rara, ¿eh? Que la gente normal pregunta cosas como qué marca de pañales usas, y mi primo preguntaba cómo funciona mi secadora.
Y esta es la cuestión: incluso cuando preguntaba, no me atrevía a decirle gran cosa, porque no hay nada más irritante que un padre primerizo que intenta darse aires aleccionado a otro. Y de esos hay mogollón, porque solo hay una cosa que le guste a la gente más que los bebés, y es demostrar que saben más de bebés que nadie.
Por eso los padres primerizos se ven obligados a sufrir un aluvión de consejos no-solicitados cuyo único fin no es ayudar, sino subir la autoestima del padre supuestamente experimentado que los da, y que busca reafirmarse a costa de la menor pericia del otro.
Por supuesto también hay un montón de consejos bienintencionados muy prácticos y hechos con muchísimo amor. Tengo una lista muy larga de personas a las que me gustaría comer los morros por haber dicho la palabra oportuna en el momento apropiado y haberme salvado la vida como madre primeriza; a la cabeza de la lista está Angua, a la que nunca podré comerle los morros porque su marido es muy grande y tiene aspecto de violento.
Bien. Los consejos no-solicitados que recibes son de todo tipo y algunos te dan ganas de matar gente, pero no lo haces porque en el fondo estás pensando "¿y si tienen razón? ¿y si lo estoy haciendo mal? ¿y si soy un mal padre? ¿Y si mi bebé acaba siendo el líder de una banda de moteros drogadictos ninfómanos o peor, ministro?"
Y bueno, también porque matar está mal y eso.
Si te pillan. 
Porque resulta que los padres primerizos, como especie, son muy inseguros, como cualquiera que hace algo extremadamente importante, por primera vez, solo y sin manual de instrucciones.
Los consejos no-solicitados no solo no les ayudan, sino que encima les hacen pensar "todo el mundo lo tiene dominado menos yo, lo voy a hacer fatal, soy un puto desastre".
Por eso yo no quería dar consejos no-solicitados... al principio.
Porque ahora lo estoy pensando y a lo mejor, si le dejo claro que se los envío desde el cariño, el respeto y el entusiasmo por el advenimiento de mi primera (de la que espero que sea una larga serie) sobrina, no le importa que le no-solicitee un poco.
No creas que te voy a no-solicitear con lo primero que se me pase por la cabeza, ¿eh? Llevo pensando por lo menos diez minutos y este es el resultado.



COSAS QUE ME HUBIERA GUSTADO SABER CUANDO NACIÓ BEBÉ-CHAN
(y que a nadie se le ocurrió decirme) 

1.-Los bebés recién nacidos solo conocen dos conceptos: gustito y disgustito.

2.-La definición de gustito y disgustito es más o menos la misma para todos los bebés, por ejemplo: "en brazos de mamá con la tripita llena" suele entrar en la categoría gustito, mientras que "un loco de bata blanca me pincha el talón para sacarme sangre y encima me dice que es por mi bien" suele calificarse como disgustito. 

3.-Peeeeeero hay excepciones. Los bebés son personas, cada uno tiene derecho a tener su propia personalidad y sus propios gustos, y a veces lo que para un bebé es gustito para otro puede ser disgustito, o al revés. Eso significa que a lo mejor el sobrino segundo de tu vecina se dormía estupendamente con el disco del concierto de Aranjuez, pero eso no significa que tu bebé tenga que hacerlo (aunque, en momentos de gran desesperación no está de más probar; nunca se sabe).

4.- Los bebés son más inteligentes que los adultos. Ellos comprenden que no podemos adivinar sus gustos así como así. A ver, que nos acabamos de conocer. Si es tu pareja, que lleva años aguantándote, y a veces te mira como si no supiera de dónde has salido, ¿no? Pues con el bebé igual. Bueno, sí que sabes de dónde ha salido, pero aparte de eso no lo conoces de nada. Por eso cuando están a disgusto te lo comunican, para que lo sepas.

5.-El problema es que la única forma que tienen de comunicarse es llorando. Este es el quid de la cuestión: los bebés lloran. En cualquier momento y lugar, siempre que no están a gustito. Un bebé que llora mucho no es ni más malo ni más bueno que uno que llora poco, simplemente tiene más que comunicar. Los bebés no son ni malos ni buenos, solo son bebés. Lo que pasa es que a la gente le encanta poner etiquetas: un bebé que llora mucho molesta, por tanto es malo. Y si el bebé es malo, es fácil saltar a la conclusión de que sus padres no lo están haciendo bien. Pues no. El bebé llora porque está a disgusto, y sabe que llorando sus padres lo sabrán e irán a ayudarle. ¿Sabes qué bebés no lloran nunca, nunca, nunca? Los que saben que por mucho que lloren nadie les va a ayudar.

6.-El problema del llanto es que significa que el bebé no está a gusto, pero no te explica por qué, y tienes que adivinarlo tú. La única forma de hacerlo es por descarte.
-¿Hambre?
-Nop.
-¿Caca?
-Nop.
-¿Sueño?
-Nop.
-Joder. ¿Comodín del público?
-Lo gastaste ayer con el incidente de los gases.
-Mierda.
-Nop.
Y así hasta que atines.

7.-A veces, por más que lo intentes, no vas a conseguir adivinar qué coño le pasa. Si ha comido, está limpito, está descansado, está sano... ¿por qué sigue llorando? ¿eh? ¿eh? ¿EH?
Esto va a pasar alguna que otra vez, y en esos casos lo único que puedes hacer es darle mucho amor y esperar que pase.
Una vez más: esto no significa necesariamente que seas un mal padre, solo que eres un padre en prácticas.

8.- El bienestar del bebé es responsabilidad tuya, pero no siempre vas a poder garantizarlo. A veces sucederán cosas que no está en tu mano evitar.
Eso no te hace un mal padre, solo te hace un ser humano.

9.- Todo es cuestión de práctica. Lo que no hagas bien el primer día ya lo harás bien el segundo o el tercero. Y si nunca terminas de hacerlo bien, tampoco pasa nada. Lo importante es participar.

10.- El bebé, cuando nace, está programado para quererte y por su parte lo único que necesita es que lo quieras. Todo lo demás no son más que detalles sin importancia.



Corolario: vais a ser unos papás estupendos, disfrutad de vuestra pequeña y todo irá bien.


14 comentarios:

Mi Álter Ego dijo...

Qué complicado debe de ser todo pero, a la larga, a los padres siempre os termina saliendo genial!!! Un besote.

Genín dijo...

Y el mas amante de los bebes, Gallardón, el tío empeñao en hacer madres a como de lugar, ahí, por cojones...
A mi lo de padre se me ha olvidado, ahora estoy haciendo el curso de abuelo...:)
Salud y besitos

Maribel dijo...

Qué grandes reflexiones, como siempre. Y gracias por hacerme entender, despúes de 12 años, por qué mi hijo el mayo lloraba tanto de pequeño...es que es un parlanchín que habla por los codos con lo cual, de pequeño, tenía que comunicarse conmigo de la única forma que podía: berreando todo el santo día.
Besos !

María dijo...

El punto 5 resume exactamente lo que pienso sobre el llanto del bebé. El problema es que al no ser madre, las pocas vece que lo intento explicar a algún/alguna primerizo de niño llorón, me miran con cara de "ajaaa" (traducción: qué sabrás tú).

Anónimo dijo...

Yo sólo tengo una niña..
De nueve años....y he aprendido de primeriza las mismas cosas q tú...completamente de acuerdo....desde la visión de lejos sobre ésa etapa decir q siempre cogí a mi hija al mínimo lloro o quejido..q colechamos y aún ahora también...y q es una niña muy integrada,sociable,nada caprichosa....y con buena autoestima...besos

Gordipé dijo...

Cuando te pones así de sensata tú sí que estás para comerte los morros.

Anónimo dijo...

Gracias por los consejos no-solicitados, salgo de cuentas en ocho días y me vendrán de perlas ;-)

Numeros dijo...

Esto va a pasar alguna que otra vez, y en esos casos lo único que puedes hacer es darle mucho amor y esperar que pase.

Respuesta incorrecta. Lo que procede es pasárselo a su puñetero padre (o abuela, abuelo, tío o llegado el caso al vecino) y esperar a que se tranquilice.

Y si no, que no lo hubieran tenido.

;-)

Marta Mora Radigales dijo...

Lo primero es aceptar la enfermedad y confesarse: encontré tu blog por casualidad y ya no pude parar. Me lo he leído todo! Me has hecho reír mucho, y muchas veces me he sentido completamente identificada contigo.
Muy buenas reflexiones en este post, te doy toda la razón en todos los puntos. Y sobretodo disfrutarlo porqué el tiempo pasa volando y crecen tan rápido que ni cuenta te das. Mi hija cumplió dos años en diciembre y ya casi ni recuerdo cómo era de bebé.

Un saludo y sigue así!

Tita dijo...

Yo ya solo doy un único consejo a los que van a ser padres: dormid y follad como posesos. No está garantizado cuando se podrá volver a hacerlo a pata suelta (ambas cosas)

Ah, sí, y otro: turnos rigurosos para TODO. Y si sólo es la madre la que introduce alimento, pues sólo es el padre el que retira los restos.

;)

Necio Hutopo dijo...

Yo, por eso, eso de la paternidad es una materia en la que no estoy muy seguro de querer matricularme.

JuanRa Diablo dijo...

Un rastreador de blogs que localiza los de contenido materno-filial, nos ha dado la dirección del tuyo.
Enhorabuena por entrar en esta categoría.
A partir de ahora puedes dar conferencias sobre el tema.

Mañana día 23 toca en Valladolid.
Pasaremos a recogerte.

pilarrubio dijo...

Después de tanto llanto, de vez en cuando te regalan una sonrisa, aunque sea durmiendo. Es entonces cuando piensas que ha merecido la pena estar en este mundo al fin y al cabo, que todo tiene por lo menos algún sentido.
Yo leí una vez, cuando los míos eran pequeños, que los bebés también lloran por aburrimiento. Me pareció curioso que ya tan temprano perciban esas cosas. En fin, Lorz, sigue gozando de tu maternidad, y de la de los allegados.

Reyes dijo...

Olé! Punto por punto