30 mayo 2012

La herencia Urodini 6

Previously in Lorz...
Los franceses te cobran por destruir tus cosas.


Después de mucho, mucho tiempo, todos los viajeros consiguieron recuperar sus maletas.
-Bueno, ya nos vamos -dijo el chófer.
Recordemos el retrato robot del chófer:

Entonces fue cuando a uno de los miembros de nuestro grupo se le ocurrió hacer una foto a los militares.
Vamos a morir aquí, me dije.
Media hora y un reconocimiento rectal más tarde dejaron ir al listo de las fotos y por fin salimos del aeropuerto.
Y entonces fue cuándo empezó el auténtico espectáculo.
-Bueno, cuidado con la puerta de la furgoneta -explicó el chófer mientras subíamos-. Se ha roto y se cierra sola.
Dos aterrorizados turistas sujetaron la puerta mientras los demás nos subíamos. Después tuvieron que hacer un Indiana Jones para subir. Nadie sufrió la amputación de ningún miembro, aunque estuvimos cerca, y ZaraJota™ tuvo que hacer de escudo humano para que mi tripa no sufriera daños.  
Una vez dentro, descubrimos que la puerta no sólo se cerraba sola: también se abría sola.
-No pasa nada, tengo una cuerda por aquí -dijo el chófer, y ató la puerta a un asiento para que no se abriera.
-¿Cuánto tardamos en llegar a Eurodisney? -preguntó una señora.
-¿A Eurodisney? Una hora, más o menos. Pero no vamos a Eurodisney, vamos a la estación de Austerlitz.
-¿QUÉ?
-Es que se me ha perdido uno del grupo y ha aparecido allí.
Todos nos hicimos la misma pregunta: si pasan cinco minutos y nadie lo reclama, ¿lo harán detonar?
-¡Vamos a llegar tardísimo!
-¿Y yo que quiere que le haga, si esto está fatal organizado?
-Pero lo organiza su empresa...
-¡Yo soy un mandao! ¡A mí me dicen que vaya y voy! ¿Cree que a mí me gusta? ¡Yo por mí me volvía a mi pueblo mañana! ¡Villamatojo de Arriba, lo más bonito que hay! ¡Estoy de los p*t*s franceses hasta los c*j*n*s!
La señora tenía razón para enfadarse, porque habíamos pagado un plus para tener transporte privado y directo y con la tontería íbamos a tardar más que cogiendo el cercanías o un autobús público, y encima con un chófer psicópata y una puerta que no se cerraba.
-Pero...
-J*d*r, es que... que asco de país... todo funciona así: te dan una orden y tienes que cumplirla... Y los franceses... son lo peor.
-Bueno -dije, para aliviar la tensión-, al menos veremos algo de París, ¿no es genial?
-Es una m**rd* de ciudad.
-Eh...
-No tiene nada bonito. ¿La torre Eiffel? Una m**rd*. ¿El Sagrado Corazón? Lleno de moros carteristas. ¿El Louvre? Un timo. Y no me hagas hablar de la comida... ¡Una m**rd*!
-Eh... ¿Usted no vive del turismo?
-¡No me hagas hablar!
En medio de tan animado ambiente llegamos a París.
Vimos la Torre Eiffel de lejos y el grupo de empezó a animar y a señalar las cosas bonitas que veía.
-Oiga -preguntó de nuevo la señora-. ¿Qué es aquello?
-Vete tú a saber. Estos p*t*s franceses le ponen banderitas a cualquier m**rd* de edificio.
-Jo.
Por fin llegamos a la estación. El chófer desató la puerta, el viajero perdido se subió a la furgoneta, el chófer ató de nuevo la puerta y, ahora sí, pusimos rumbo a Eurodisney.
-Ese que estaba contigo en la estación -le dijo al recién llegado- era mi jefe.
-Parecía majo.
-Es un c*br*n. P*t*s franceses... Nos odian a todos los españoles. Nos miran por encima del hombro, ¿sabéis?
-Yo también soy de Villamatojo -se atrevió a decir un señor. Por cambiar de tema, supongo.
-Somos buena gente los de Villamatojo... ¡No como estos p*t*s franceses!
No funcionó.
Por fin llegamos a Eurodisney. Para añadir diversión al asunto, resultó que no íbamos todos al mismo hotel.
Así que el chófer paraba delante de un hotel.
Desataba la puerta.
Se bajaban una o dos personas.
Volvía a atar la puerta.
Siguiente hotel.
Desataba la puerta...
A la tercera parada, el chófer perdió la paciencia.
-Mira -le dijo al señor de Villamatojo-, estamos perdiendo el tiempo con esto de atar y desatar. Mejor sujetas tú la puerta y ya está.
-Eh...
Y arrancó de nuevo.
Estábamos en la carretera cuando el señor de Villamatojo, sin soltar la puerta, se giró hacia nosotros.
-¿Esto es parte de la experiencia Disney?
Ahora le digo que no y le hundo el día.


Continuará...


Haiku:
      Nuestro chófer
      odia a los franceses
       y a todo el mundo


12 comentarios:

EmeA dijo...

¡Nos engañas con el chofer! ¡Estoy seguro de que en realidad era así!

Inner Girl dijo...

Qué alegría empezar así un viaje, ¿verdad? ^^

Bea_Tou dijo...

Muy de acuerdo con EmeA, ese señor de mudito no tenía nada!!

Tita dijo...

jajajajajaj ¡vaya con mudito! ¿o calvito? ¿cuando llegáis a Urodini? ¿te dejaron montarte en algo?

Necio Hutopo dijo...

Lo lindo de los viajes es que ilustran...

Merengaza dijo...

No puede ser tan surealista!!! es que parece una película de terror jajajajajajajajaja
Esperando el final con impaciencia....

pilarrubio dijo...

No hagáis caso del chófer, París es una maravilla. Los franceses ya es otra cosa. Parece que en los viajes suelen pasar cosas que nunca hubieras imaginado. Forma parte de la aventura, si todo fuera un camino de rosas habría poco qué contar. Como la vida misma.
Me he reído mucho con la forma como describes lo sucedido. Ya sé que es una crueldad reirse del mal ajeno, pero es que no es difícil ponerse en tu lugar. A todos nos ha pasado algo en algún viaje. Lo que sucede es que ves el lado cómico del asunto, y así me gusta ver a mí las cosas. Genial.

pseudosocióloga dijo...

Más que mudito, era Gruñón, pero se abía quitado la barba para despistar.
Para cuando llegueis a las atracciones ya vais sobrados de experiencias....

JuanRa Diablo dijo...

Pero no puede ser!! Ese chofer de cabeza brillante, orejas grandes y mirada tierna ¿odiaba a los p*t*s fr*nc*s*s?

Se me han trastocao todos los esquemas... :(

Holden dijo...

¡Qué alegría! ¡Qué alboroto! ¡Otro perrito piloto!

lorzagirl dijo...

EmeA, no, no, era igual que Mudito, ¿sería un error en la organización?

Inner Girl, sí. Espectáculo y diversión desde el minuto cero!

Bea, no, sólo es aspecto, de verdad, era igualito.

Tita, era Mudito por fuera y Gruñón por dentro. Tardamos tres horas en llegar a Eurodisney y sí, me monté en muchas cosas, pero eso ¡en el próximo capítulo!

Hutopo, limpian, pulen y dan esplendor.

Merengaza, al menos el señor conducía bien. En Grecia temimos mucho por nuestra vida.

Pilar, antes cuando me pasaban cosas así me enfadaba. Ahora me froto las patitas y pienso en la suerte que tengo de que los post se me escriban solos.

Pseudosocióloga, en realidad, comparado con esto, Eurodisney fue hasta aburrido.

JuanRa, odiaba a todo el mundo. Así, en general.

Holden, ¿dónde?

Holden dijo...

Es que me ha caído bien vuestro chófer. Un tipo alegre a la par que hilariante, seguro.