En capítulos anteriores...
Mi abdomen no es normal. Pues vaya novedad.
Eran las seis de la mañana de un sábado, y
ZaraJota™, mi abdomen anormal y yo teníamos que llegar hasta el hospital.
-No te preocupes Lorz -me dijo
ZaraJota™-
voy a parar a un taxi y estaremos allí en cinco minutos.
ZaraJota™ se puso en el bordillo en la típica pose de sota de bastos, y para que no estuviera solo yo me puse justo al lado a potar a intervalos regulares de 30 segundos.
Curiosamente, entre pota y pota veía que pasaban muchos taxis libres, pero no sé porqué ninguno paraba. Es como si les diéramos miedo. Que raro.
Al final
ZaraJota™ se rindió.
-Vamos a tener que caminar un poco.-Eso le dijo Moisés a los judíos cuando salieron de Egipto.
-Es sólo hasta una parada de taxis.Empezamos a andar, y, afortunados nosotros, nos encontramos un taxi parado justo delante de una cafetería, con todas las luces encendidas como un tiovivo.
Yo seguía potando a intervalos regulares, así que le supliqué a
ZaraJota™ que entrara y le suplicara al taxista que cuando terminara el café nos acercara al hospital.
Y eso hizo.
El taxista miró a
ZaraJota™, con su aspecto de tengo-doce-años-y-me-he-escapado-de-casa y luego me miró a mí, potando en un parterre.
-Eh... es que es mi día libre. Sí. Eso.Jo, que mala suerte.
Salimos a la calle (poté un poquito más) y justo pasó otro taxi, que pasó de largo, pero se tuvo que parar en un semáforo en rojo unos metros más adelante.
-Voy a correr hasta allí y volvemos a buscarte -dijo
ZaraJota™, y salió corriendo.
Jo, nunca había visto a
ZaraJota™ correr.
Se pone supersexi.
Bueno, al menos a mí me parece supersexi. El taxista miró por el retrovisor y vio a un pimpollo delgadísimo, palidísimo y con una camiseta negra con una calavera estampada correr hacia su taxi, y se olvidó de que el semáforo estaba en rojo: pisó a fondo y escapó a toda velocidad.
Yo empezaba a sospechar que los taxistas no nos querían llevar, pero
ZaraJota™ no se rendía, y además el último incidente le había dado una idea: a partir de ese momento esperamos agazapados junto al semáforo, y al final pillamos a un incau... taxista que accedió a llevarnos al hospital.
Nos subimos y, unos 30 segundos más tarde, sentí la llamada de la naturaleza.
Me tapé la boca y le hice un gesto a
ZaraJota™-Disculpe -le dijo al taxista-.
Mi novia necesita devolver.Jo, que pedazo de frenos tenía el coche ese: pasamos de 100 a 0 en milésimas de segundo.
-FUERA. DE. MI. COCHE.Definitivamente probado: lo que pasa es que
ZaraJota™ les asusta.