-Hola, ¿está María?
-Pues no, no está.
-¿Cuándo puedo volver a llamarla?
-Ya me gustaría a mí saberlo.
-¿Qué?
-Se fue la semana pasada de vacaciones con una amiga, y todavía no ha vuelto, ni me ha dicho cuando volverá.
-Que bien, ¿no?
-¿Bien? ¿BIEN? Siempre está igual; ahora de vacaciones, ahora de puente... ¡Estoy de la emancipación de la mujer hasta los güevos!
-Hombre, no se ponga así, que todo el mundo tiene derecho a desconectar unos días...
-Es que cuando está en Madrid es peor; que si ahora me voy de compras, que si he quedado con mis amigas, que si me voy a ver no sé qué museo... Desde que se apuntó a esas clases no le veo el pelo...
-Glups...
-Y las dichosas llamaditas de teléfono... Por cierto, ¿quién eres?
-Soy la profesora.
-¿Y qué quieres?
Irme con mi mamá.
12 comentarios:
No me gusta el color ese tan amariconao que le has puesto a tu interlocutor. Así ni da miedo ni na
Llamadas extrañas, desapariciones misteriosas...
no hay duda...
¡es una superheroina!
Va a ser que no mire mucho en los cajones, no vaya a encontrar un traje ceñido de cuero, o algo...
Y el que contestó fue...
Lo peor es que la llamada era para saber por qué razón María no había asistido a una sola de las visitas a museos...
No, si al final va resultar que es cierto... Es una superheroina (sí, con traje ceñido de cuero... Qué, no pueden las superheroinas vestirse cuero y usar como aramas un látigo y botas de tacón MUY alto... La máscara esa de cierres en los ojos y boca es para guardar su identidad...)
Debe ser que el pobre hombre está a pan y agua, sino ningun macho se quejaría de que la parienta le dejara tranquilo unos meses...
que mala es la abstinencia
osea que le dice al marido que está en tu clase y no está...uhmmm, a ver si es que se ha ido con el tio bueno de la Cocacola Light y no lo quiere decir.
besukis!!
¡Destrozahogares!
Una cosa es emancipación, pero lo de esta mujer es Huida. No creo q una mujer normal se fuera de vacaciones con una amiga sin decirle a su marido (si es q es su marido) cuándo va a volver.
Ahí hay algo q huele mal, yo investigaría.
Y es verdad, cada vez se respeta menos a los profesores, claro q para este hombre tú eres la causa de todos sus males, tú y tus dichosas clases que le meten ideas raras en la cabeza y le hacen tener amigas y salir por ahí, dónde se habrá visto eso...
-¿Yo? Esto... ¿no querrá apuntarse a una de esas clases por un módico precio?
Quizá así el hombre ve a su mujer!
Durante años ignoró a su mujer. Volvia del trabajo cansado y solo le apetecia sentarse, quitarse los zapatos y cenar. Descansar un rato. Sonreia a su mujer mientras le contaba (muy brevemente, todo hay que decirlo) lo que hizo durante su jornada laboral, pormenorizando y, tras su charla de yomismismos de cinco minutos se encerraria en la televisión y luego a dormir.
Su esposa estaba cansada. No lo iba a dejar. Lo amaba y sabia que él le amaba a ella y, a su manera, se lo demostraba. Victima de otros tiempos y otros valores se solia sentar a esperar sola en casa hasta que llegaba su esposo y le hacia la cena y le escuchaba y le asentia a todo lo que decia.
Una tarde, mientras su marido trabajaba bajó a tomar café con Margarita, que le presentó a Lucia, una señora de su edad más liberal y con una forma de pensar más abierta y empezó a salir con ella los fines de semana y participar en actividades y cursos.
Ella es mucho más feliz y, aunque su marido quisiera que todo volviera a como era antes, cuando la ve llegar con esa sonrisa y esos ojos llenos de vida que hacia tiempo que no veia, sonrie. No lo confiesa pero sonrie por que sabe que la felicidad de su esposa es suya tambien.
Moraleja: nunca des conversación a los desconocidos, sobre todo si son padres o esposos de tus alumnas. Por tu propia seguridad, Lorz...
Reza para que sea un caso aislado, porque si no lo mismo te encuentras con piquetes de maridos descontentos a la salida de tus clases...
Cuando pienso que son ya las once y pico
yo que ceno lo más tarde a las diez...
¿Cómo diablos se fríe un huevo frito?
¿dónde se habrá metido esta mujer?
La vecina me dice que no sabe
y mi suegra tampoco desde ayer.
No son horas de que ande por las calles.
¿Dónde se habrá metido esta mujer?
Yo le iba a contar lo de García,
y de cómo le he parado los pies...
lo del bulto que tengo en la rodilla...
¿Dónde se habrá metido esta mujer?
Qué hace aquí este montón de ropa sucia,
le compré lavadora y para qué...
Estas cosas me irritan, no me gustan.
¿Dónde se habrá metido esta mujer?
Mi camisa aún está toda arrugada,
y mañana me la tengo que poner.
¡Pues la plancha, aunque le den las tantas!
¿Dónde se habrá metido esta mujer?
Va a haber bronca, esta noche va a haber bronca.
Me cabrea, hoy tenía ganas de...
pues después de la bronca... ¿pero dónde,
dónde se habrá metido esta mujer?
¡Pero bueno, si falta una maleta...
la de piel, para colmo la de piel!
¿Para qué la querrá la imbecil ésta?
¿Dónde se habrá metido esta mujer?
¿Dónde se habrá metido esta mujer?
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