Tampoco dejaban entrar a Sark, pero eso me parece perfectamente comprensible.
Aquello dejó en mi interior profundos deseos de venganza, y no he cejado en mi empeño hasta conseguirla.
Bueno, la verdad es que ha sido pura casualidad...
El viernes Be me invitó a acompañarle a la inauguración de la exposición del 2 de mayo del Canal. Después de la exposición me iba directamente a trabajar, así que en el bolso llevaba:
-Carcasas vítreo-plásticas (el instrumento metálico afilado estaba al fondo del bolso y no quería salir para la foto):
Sustancias químicas complejas:
Objetos punzantes:
Armas arrojadizos metálicas de gran contundencia:
Refinados instrumentos de tortura:
Be me explicó que si me dejaban pasar con eso era porque íbamos acreditadas como prensa.
Pos vaya argumento.
Para empezar, acreditan como prensa a cualquier idiota.
Y además, ¿se supone que la prensa no es peligrosa?
¡JA!
Una vez me corté un dedito con el borde serrado de las hojas de El País y me escoció mogollón.
Aparte de eso me lo pasé muy bien haciendo fotos a los famosos.
Estaba Espe:
Estaba Pérez-Reverte con otro señor:
Eso sí, a una distancia prudencial, supongo que para que se viera bien el caballo:
Y un montón de periodistas, que seguro que son famosos también pero así de espaldas no me suenan de nada:
Luego nos dejaron entrar a la exposición sin pagar ni nada, y eso me plantea un dilema ético porque mi madre siempre me decía que hay que ser educada con la gente que te invita, y dar las gracias y decir que te gusta mucho, pero también me decía que está mal decir mentiras, así que mejor no digo nada y ya está.
Por lo menos nos regalaron cosas: un cd y periódicos.
Me dio mucha alegría porque pensé que después en el metro podría leer el horóscopo, pero resultó que eran números atrasados.
Con todo, la expo me brindó una oportunidad única (aparte de la oportunidad única de pasarme la mañana de bureo con Be en vez de estudiando, que se agradece mucho), porque nada más entrar, a pocos metros del personal de seguridad, las autoridades competentes y representantes de la prensa, saqué mi objeto metálico de su carcasa vítrea y lo mostré a la concurrencia:
¡¡¡ZaraJota™, por fin te he vengado!!!