Previously in Lorz…
Sin wifi no se puede vivir.
Había todavía una cosa más. Para que el
electricista, el fontanero y todos los demás pudieran hacer su trabajo,
teníamos que despejar toda la pared del salón a la que normalmente llamamos “cocina”.
Que no es que sea mucho, la verdad sea
dicha.
Pero cuando salí del trabajo descubrí
que había refrescado un poco y se podía andar por la calle sin morir, así que se
me olvidó del todo que tenía que ir a casa rápido para despejar la cocina y me
entretuve haciendo recados, y en vez de llegar a casa a las cinco y media
llegué raspando las siete.
-Mierdaaaaaaaa –dije cuando llegué a
casa y vi todos los muebles y cosas en el mismo sitio de siempre.
-Ya -dijo ZaraJota.
-BLUUUUAAAAAAAARP –dijo Bebé-kun. Y a
partir de ese momento ya no paró de potar, o, para usar la sofisticada
expresión de Nena-chan, “gomitar”.
Nena-chan siempre ha sido de “gomitar”
(aunque cuando lo hace ella lo llama elegantemente “escupir”) y está más que acostumbrada,
pero el pobre Bebé-kun nunca ha comido lo suficiente para echar nada, y estaba
bastante pasmado con que le salieran cosas de la boca, y cada vez que echaba
salía corriendo en la dirección opuesta, esparciendo… amor a su paso.
Me puse a despejar la cocina mientras
ZaraJota iniciaba un ciclo de niño vomita, corre, lo limpio, vomita, corre. Os
ahorraré los detalles: lo único que se salvó de la lluvia de fluidos corporales
fue la cocina, ysolo porque como yo la estaba moviendo era más difícil acertar.
Debían ser como las diez de la noche o
así cuando terminé con el realojo de todos nuestros artefactos de cocina, y la
limpieza de la superficie correspondiente. Entonces volví a prestarle atención
a ZaraJota.
-Bebé-kun no para de devolver. Estoy
esperando a que pare para limpiar… ya sabes, TODO.
Me asomé a la habitación para ver cómo
estaba aquello, pero no hizo falta porque solo con el olor ya me lo podía
imaginar.
-Me lo llevo a urgencias -le dije.
-Puedo
ir yo. Total, si allí lo único que hacernos es esperar sentados.
-¡PIDO YO! ¡PIDO YO! ¡PIDO YO!
Continuará...
Seguro que ya te extrañaban en urgencias
ResponderEliminarEs que, en vista del panorama, la sala de espera de urgencias es una bendición. Espero que se haya recuperado. Besotes!!!
ResponderEliminarjajajaja Eso no es un bebé, eso es una sofisticada máquina de gomitar masiva...jajaja
ResponderEliminarBesos y salud
Di que si, que el niño necesitaba consuelo después de tanto "escupir" y nada como la teta y de eso eres la única suministradora.
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