Lavadora, lavadora
eres mi mejor amiga.
Me lavas los uniformes
y les despegas las migas.
Te tragas el edredón
cuando la niña vomita,
resucitas esos bodys
hasta arriba de caquita.
Y cuando llega el invierno
y todo el mundo se abriga
también eres secadora:
todo seco enseguidita.
Lavadora, lavadora
eres mi mejor amiga,
ojalá dures mil años,
que el Gran A'Tuin te bendiga.
M**rd*, odio la app de blogger para móvil. El Día Internacional de la Lavadora no es hasta mañana.
Bueno, qué más da ya.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarjajajaja Tu poema rebosa tierno amor por ella... :)
ResponderEliminarBesos y salud
Yo creo que la lavadora te agradece tanto amooooooor, aunque un día antes de "su día"
ResponderEliminarTodos los días son día de la lavadora, sobre todo cuando es, obvia y evidentemente, parte tan importante de la vida de una familia.
ResponderEliminarEstoy contigo.Jamás olvidaré un verano...allá por el pleistoceno...que pasé un verano en un pueblo de Almería donde había que ir a hacer la colada al lavadero común...a mano.
ResponderEliminarSecundo totalmente tu poema. Podría haberlo escrito yo misma (aunque no tenga que lavar bodies llenos de caquita ni uniformes con migas pegadas). A veces creo que no estoy muy fina porque adoro mi lavadora, me encanta escoger la ropa que voy a lavar, me encanta cómo huele el suavizante, escoger el programa...).
ResponderEliminarSi tuviera que elegir entre la tele y la lavadora, sin duda, mi amiga blanca de carga superior se quedaba a mi lado.
Bueno, yo lo estoy leyendo hoy, así que no me hubiese dado cuenta. Jajajaja.
ResponderEliminarJustamente ahora acabo de poner la lavadora. No le he dado el día libre pese a ser festivo. Soy una negrera.
Besotes!!!
No sin mi lavadora! Nadie trabaja mas en casa que ella! mi reina! mi todo!
ResponderEliminar¿Qué haríamos sin ella? Ir a lavar al río. Y viendo cómo está el de Madrid, casi que peor que no lavar. En fin, bendición auténtica la lavadora. Poco reconocido está el inventor.
ResponderEliminarUn besote.
ResponderEliminarEsas lavadoras casi mágicas, que haríamos sin ellas. Ir al río a lavar. Pero,y las que no tenemos río,que nos queda...😀😀😀😀me gusto tu blog. Saludos desde las sombras.
¡Dios salve a las lavadoras!
ResponderEliminarQué puedo decir http://madreconcarne.blogspot.com.es/2014/12/oda-y-adios-i.html?m=0
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