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in Lorz...
Niños,
no compréis drogas. Haceros una cesárea y os las darán GRATIS...
Si
vuestra madre atina con el botoncito, claro.
Para
entender el resto de la historia hace falta un flashback.
15:00
del 25 de agosto de 1980.
Córdoba.
45
ºC a la sombra.
La
familia en pleno se dispone a comer cuando mi madre empieza a tener
contracciones.
Se
plantean si ir al hospital o comerse el cocido que tienen preparado.
En
serio.
¿A
quién se le ocurre hacer cocido cuando se está a 45 ºC a la
sombra?
¿Y
dárselo a una embarazada?
¿Querían
matarla o qué?
No
me extraña que mi madre se pusiera de parto: ¡casi me pongo yo sólo
de pensarlo!
En
fin, al tema.
Mi
madre dice que no va a ninguna parte sin comer y se zampa su plato de
cocido con su pringá.
Seguro
que hasta mojó sopas y todo, como si la viera. Con lo peligroso que
es mojar sopas cuando se está embarazada, que todas las manchas
acaban en la tripa.
-Los
demás no comimos nada, de los nervios -declaró la Tita del Puerto
más tarde-, pero ella se comió el cocido tan tranquila.
Que
digo yo que si la parturienta en cuestión estaba tan tranquila, a
cuento de qué se ponen nerviosos los demás, pero es que en mi
familia se hace todo así, en comandita.
A
las cinco de la tarde se fueron para el hospital, y a las siete nací
yo.
-Tu
madre, tan tranquila -declaró mi abuela más tarde-, ella tiene los
hijos como el que se tira un pedo.
Mi
madre, en cambio, me dio otra versión:
-Cuando
tú naciste lo pasé fatal -me dijo un día.
-Pero...
¡si todo el mundo dice que fue un parto estupendo!
-Claro,
claro, nadie se da cuenta de lo que sufrí...
Que
mi madre se quejara me preocupó muchísimo, porque mi madre... no sé
cómo decirlo... mi madre es muy burra.
Voy
a poner sólo un ejemplo: una vez se partió un dedo, se puso una
tirita y se arregló para salir, porque “no era para tanto”. Se
fue a la calle a por una cerveza y volvió con una escayola... y
porque mi padre la obligó a ir al médico, que si no ella tan feliz
con su tirita.
Así
que si mi madre dice que lo pasó mal en el parto es de verdad, no
como esas señoras que tiene hijos sólo para poder quejarse del
parto durante el resto de sus vidas.
-¿Qué
pasó? -le pregunté- ¿Hubo alguna complicación?
-No,
no, todo estupendo, saliste muy rápido... enseguida te tenía en
brazos...
-¿Entonces?
-Pues
nada, que no me subieron a la habitación hasta las ocho.
-No
lo entiendo.
-¡Pues
que ya habían repartido la cena, y no me dieron nada de comer hasta
el desayuno!
Una experiencia espeluznante, sin duda.
Continuará...
Como mi madre, que lo único que cuenta del día que me tuvo a mí es el gusto con el que se comió las croquetas que le pusieron después. Un abrazo Lorz.
ResponderEliminarjaaaaaaaaaaaaaaaaaa jajajajajajajja
ResponderEliminarTu madre es de las mías: cuando me puse de parto con la primera a las 3 de la mañana, me fui desayunada...por si las moscas, y menos mal, que nació a las 11.23, imaginaté qué hambre con todo ese trabajo!!
Y luego me subieron a las 14.00, y yo lloraba más que mi niña del hambre que tenía, y la enfermera me dijo que ya habían pasado con la comida (de verdad, ¿se plantean dejar a una recién parida después de horas de desvelo, esfuerzo, dolor y ayuno sin comer?) así que yo, taaaaaaaaaaan contenta de no tener que comer comida de hospital, le dije al santo delante de ella:
-Fenomenal, bajaté al bar y subemé una barra rellena de JAMÓN
Me vió tan contenta, a él tan decidido, que dijo no no no no no no...esperad un momento, que seguro que hay algo!
A los 3 minutos tenía una paella (era domingo) fría que me supo a gloria.
Creo que era la suya, pero oye, la que había parido era yo!!
Pd. Las visitas, encantadoras, a mí no me molestaron: mis mejores amigas y mis compis del curro, me trajeron jamón, jamón en lonchas de la gasolinera, bocatas de jamón...el paraiso del jamón era aquello!!!
ResponderEliminar¿Y nadie le pudo subir un bocadillo a esa buena mujer? Pobre...
ResponderEliminar:P
Cuando yo tuve a mi hijo, había un amigo mío en el mismo hospital por otra historia.
ResponderEliminarAl día después del parto me dijo "La que llamó a Telepizza fuiste tú, ¿no?"
Sí. Fui yo. Y logramos que le dejaran pasar aunque fuera de horas de visita. Que no jueguen con una recién parida con hambre! XD
No, con el hambre que no jueguen... yo rompí un poco aguas (solo tenía la bolsa fisurada) a las 14.30, pero comí y a las 16.00 fuimos al hospital.A las 19h nació mi niña, menos mal que había comido porque no me dejaron ni beber agua, en Mayo, en Murcia, una sed!!
ResponderEliminarEso sí, la cena sí que me la trajeron y me supo deliciosa!!
Besos,
Ana D.
Pues menos mal que se zampó el cocido...
ResponderEliminar¿No notabas nada raro mientras mojabas el caldo? xDDD
ResponderEliminarMadre mía, lo de tu dedo... de verdad que eres burra.
Cómo? Sólo el flashback? Y el resto de la historia presente?
ResponderEliminarYa lo pasé mal cuando me bajaron a quirófano a las 9,30 SIN desayunar....para darme un calducho y un puré FATAL a las 22,00. Qué jambre poddiosss!!! Cuánta razón tiene tu madre!!!
ResponderEliminarYo lo último que cené fue una triste ensalada, eso a sobre las diez de la noche del sábado. A partir de ahí más de doce horas de suero, zumo y acuarius, mi hija nació a las 15:30 del domingo. Así que yo quería cenar!!! Menos mal que me subieron a planta antes de que la repartieran. El hambre es muy mala...
ResponderEliminarAhora lo entiendo...¡de tal palo tal astilla!.
ResponderEliminarEs lo que tiene ir de atrás para "alante".