31 julio 2006

Cumpleaños

-Lorz, cierra los ojos.
-¿Otra vez? Pero Novio, que mi familia está a punto de volver y...
-No es para eso, que tengo un límite, caramba, tú cierra los ojos.
-Entonces, ¿para qué?
-Ya lo verás, tú cierra los ojos.
-Vaaaaaaale.
-¿Cerrados?
-Cerrados.
-¿Dónde tienes las cerillas?
-¿Las cerillas? ¿Cómo que las cerillas?
-¡Que cierres los ojos!
-Pero...
-Lorz, confía en mí.
-Está bieeeeeeeen... Cierro los ojos.
-Sólo un momento...
-Novio, ¿no huele a quemado?
-Tranquila, es normal.
-¿Seguro?
-Sí.
-Pero yo no siento nada.
-¡Ya te dicho que no era eso! ¡Y cierra los ojos, j*d*r!
-Jo.
-Ya está, Lorz, ya puedes mirar.



M**rd*.
Vale, Lorz, no te dejes llevar por el pánico.
Un uno.
¿Qué pasó hace un año?
¿La última vez que rompimos?
No, eso fue en noviembre.
¿La última vez que nos reconciliamos?
No, eso fue en marzo.
¿Entonces?
Piensa, Lorz, piensa, antes de que sé dé cuenta de que no tienes ni idea.

-...
-¿No te gusta?
-Eh...
-Pensé que te gustaría.
-Sí, me gusta mucho, sí...
-Pues feliz aniversario.
-¿Sí?
-Ya hace un año que eres bloggera.
Jo que susto.

29 julio 2006

Crónicas parisinas VII: el desenlace

Ya está, lo conseguí:

Estoy de vacaciones en el extranjero.

Más o menos.

28 julio 2006

Crónicas parisinas VI: en el autobús

Me aburro.

No puedo dormir.

La peli es una chufla.

Los auriculares dan calambre.

Los sudokus no me salen.

Anda, Hermano Pequeño se ha sobao...
Ji, ji-ji-ji, ji...Voy a hacerle una foto...
Jo, si está babeando y todo...
A mi madre le va a encantar, como normalmente la que se duerme y babea es ella...
Ups, a lo mejor si digo eso me encolleja, la muy bruta...
¡Hace ruiditos!
¡Está haciendo ruiditos!
¡Ojalá la cámara fuera de vídeo!
¡Arg!
¡Se despierta!
Rápido, disimula.
-La, la-ra, la-ra-laaa...
-Lorz...
-¿Sí?
-¿Me estabas haciendo fotos?
-Eh... ¿no?
-...
-Técnicamente, la que hacía las fotos era la cámara.
-Dame la cámara AHORA.

-Nooooooo.
-Dame.
-Nooooooo.
-Bueno, da igual. Pero como vuelvas a hacerme una foto van a tener que sacártela del pompis con una sonda, ¿te enteras?
-...

Andá, mis pies.


continuará...

27 julio 2006

Crónicas parisinas V: un mal despertar

-Lorz...
-¿Mmmf?
-Que te has dormido.
-¿Sí? ¿Qué hora es?
-Las 6:35.
-¿Y a qué hora nos vamos?
-A las 7:00.
-¡ARG!
-Sí.
-¿Habeis hecho los bocatas?
-No.
-¿Y guardado los cepillos de dientes?
-No.
-¿Y metido las cosas en la mochila?
-No.
-¿Vosotros también os habeis dormido?
-No, nos levantamos a las 6:00, como nos dijiste.
-¿Y qué habeis estado haciendo?
-Jugarnos a los dados a ver quién arriesgaba la vida entrando a despertarte.
Estupendo.



continuará...

26 julio 2006

Crónicas parisinas IV: Moulin Rouge

Ya sólo nos quedaba fijar la fecha de nuestro maravilloso y largamente ansiado viaje a París.
-Yo no puedo los fines de semana -dijo Hermano Mediano.
-Yo no sé cuándo puedo, y cuando lo sepa es probable que no te lo diga -dijo Hermano Pequeño.
-¿Puede ser la segunda semana de julio, de lunes a jueves?
-Vale.
-Vale.
Pero no podía reservar en la agencia porque no sabía cuándo era mi exámen.
Y cuándo hice el exámen, no sabía cuándo saldría la nota.
Y cuándo salió la nota (vaya m**rd* de nota, por cierto), Hermano Pequeño tenía caducado el deenei.
Y cuándo Hermano Pequeño recuperó la legalidad, el tiempo se nos había echado encima.
-Vuelos no me quedan -dijo la amable señorita de la agencia de viajes-, pero les puedo conseguir una suite en un hotel de cinco estrellas. Unos sopocientos euros cada uno.
-...
-¿Bien?
-¿Y si alquilamos Moulin Rouge y nos comemos unos croasanes?



continuará...

25 julio 2006

Crónicas parisinas III: ver y preveer

-Lorz, ¿de verdad os vais una semanita? -preguntó mi padre con un brillo de ilusión en los ojos.
-Sí, a París.
-Vale, pues yo os pago el billete de ida.
-¿...?
-Y os compro provisiones para el camino.
-No hace falta que...
-Sí, sí... ¿qué quieres?
-Nada, en serio...
-Que sí, Lorz, que el viaje es muy largo... ¿coca-cola?
-Eh, bueno, vale.
-Y bocadillos. Y galletas. Y patatas fritas. Y latas de judías. Y un abridor. Y un melón.
-Bueno, lo que quieras.
-¿Algo más?
-No sé, papá, ¿agua?
-No. Agua no.
-¿No?
-No.
-Jo.


Cuando mi madre volvió del madrecurro, mi padre acudió a su encuentro para darle la feliz noticia.

-¿Sabes que los niños se van una semana? -dijo mi padre con un brillo de ilusión en los ojos.
-¿En serio? -contestó mi madre-. ¿Dónde?
-A París.
-Tendrán que llevarse algo para el viaje...
-No empieces a organizarles la vida, ¿eh?, que te conozco.
-¿Que yo les organizo la vida?
-Sí, te da la vena de madre y te pierdes. Y además, yo ya lo tengo todo previsto.

Moraleja:
Las madres organizan la vida, los padres preveen.
Y los hijos se quedan sin agua.
Jo.



continuará...

24 julio 2006

Cronicas parisinas II: practicando el francés

Decidí que para sobrevivir en el extranjero durante la friolera de cuatro días lo mejor que podía hacer era refrescar un poco mis escasos y rudimentarios conocimientos de francés (sin coñas, que os veo venir), así que me hice una lista con unas cuántas frases básicas, y luego se la enseñé a Hermano Mediano, que como sabe japonés nos va a hacer de intérprete.
-Mira, he hecho una lista de supervivencia -le dije.
-A ver:

Ú se truf le tualet? -¿dónde están los lavabos?
Sé combián? -¿cuánto es?
Queleretil? -¿qué hora es?
Pegdón, mesié, ye e pegdú mon Petit Freg -perdone, señor, he perdido a mi Hermano Pequeño.
-¿Qué te parece?
-Eh... bien, bien... Aunque está última... ¿de verdad crees que nos va a hacer falta?
-Espero que sí.



continuará...

23 julio 2006

Crónicas parisinas I: el origen

Este verano, Novio y yo teníamos pensado ir a París.
Así que cuando rompimos, en pleno arranque colérico/victimista levanté el brazo y grité:
-Pues este año yo me voy al extranjero de vacaciones, aunque tenga que ir sola.
-¿Te vas a de vacaciones? -preguntó Hermano Pequeño.
-Sí, por mis ovarios que sí.
-¿A dónde?
-A París.
-Pues yo también quiero.
-Pues nos vamos los dos.
-Pues bueno.
-Pues vale.
-Pues me alegro.
A los pocos días estábamos hablando de nuestro viaje cuando nos oyó Hermano Mediano.
-¿Os vais a París? -preguntó.
-Sí.
-Ya, claro, y a mí nadie me dice nada, sólo porque me avergüence de que me vean en público con vosotros ya hala, a pensar que no voy a querer ir, pues teneis razón, ladillofílicos, oligofrénicos, piojosexuales: no iría con unos tarados comem**rd* como vosotros ni aunque me arrastraran de las p*l*t*s; no sé a quién odio más, si a la molestia testicular o al sodomita de caballos, pero el día que lo decida ya os pondré un fax, escoria gorgonita.
-¿Quieres venir? -pregunté.
-Vale.
Total, que meses después Novio volvió a ser Novio.
-Ahora podremos hacer ese viaje a París -dijo, todo arrobado.
-Bueno...
-¿Qué?
-Es que iba a ir con mis hermanos.
-...
-Pero tú también puedes venir.
-...
-Será divertido.
-Mira, ahora que lo pienso, creo que tengo una reunión.
-Si no te he dicho la fecha, hombre...
-No importa: seguro que tendré reunión.
Pobrecillo, si es que en el trabajo le explotan.



continuará...

16 julio 2006

14 julio 2006

Llegan las rebajas

Lo malo de las rebajas es que todo tiene un precio tan bueno que no puedes evitar la tentación de comprar.

Por ejemplo:



Y claro, luego empiezas a ver borroso.



Yo era una chica cándida e inocente hasta que empecé a leer a Jotacé.

12 julio 2006

Superman returns: el regreso

¿Es un pájaro?
¿Es un avión?


¡No! Es Superman, que ha vuelto...

Aunque un poco acartonado, eso sí...
Y ahí estaba yo, con las entradas que consiguió mi mamá a costa de gran esfuerzo...

Para asegurarme de que todo estaba donde debía estar.

Ji, ji-ji-ji, ji.

10 julio 2006

Benicàssim 2006

11:00
-Novio, desabrocha ahí, que voy a ponerme en top-less.
-Vale.

11:05
-Oye, Lorz, ¿desde cuándo haces top-less?
-Desde siempre.
-Ah, claro.

11:15
-Oye, Lorz...
-Sí...
-El año pasado, en Cullera, no hiciste top-less.
-Es verdad, el año pasado no, pero yo siempre hago top-less.
-Ah.

11:30
-Lorz, estoy pensando...
-¿Sí?
-Hace dos años, en Blanes, tampoco hiciste top-less.
-Ah, ¿no?
-No.
-Bueno, puede ser, pero yo siempre hago top-less.
-Ah, vale.

11:50
-Oye, Lorz...
-¿Qué?
-Que he estado dándole vueltas y tampoco hiciste top-less en Rosas, ni en Bolonia, ni las 14 o 15 veces que hemos ido a El Puerto.
-¿No?
-No.
-¿Seguro?
-Seguro. No hiciste top-less.
-Vale, puede ser, pero yo siempre he hecho top-less.

12:00
-Estoooo, Lorz...
-Dime...
-¿Con "siempre" quieres decir "cuando yo no estoy"?
M**d*, me pilló.

07 julio 2006

Sello

Estoy empezando a sospechar que el milagroso poder de Antoñita no va a ser suficiente para compensar mi total falta de conocimientos sobre China.
Que voy a catear, vaya.
Así que he decidido enviar algunos curricula, curriculums, curriculumes o como se diga.
Unos 200.
Es un rollo: hay que redactar el curriculum, redactar la carta, imprimir, meter en el sobre, pegar el sobre, escribir la dirección, pegar sello...
Como veía que yo sola no iba a poder le he pedido ayuda a Hermano Pequeño y nos hemos repartido las tareas: yo vigilaba que todo se imprimiera bien, y él lo ensobraba y pegaba la solapa y el sello.
-Ciento cincuenta, ciento cincuenta y uno, ciento cincuenta y dos... -iba diciendo yo según salían las hojas de la impresora traicionera.
-Dorz -dijo de pronto Hermano Pequeño-, ¿de impodta gue gambiemod un dato?
-Ni de coña.
-Ed gue ya do be diento da dengua.
-Pues por eso.

05 julio 2006

Problemas de pareja

El cliento y la clienta llegaron juntos y se quedaron mirándome mientras pasaba su compra por el lector de códigos de barras.
Bip, ris-ras. Bip, ris-ras. Bip, ris-ras.
-Cincuenta y siete con veinticinco, por favor.
-Vale -dijo la clienta, sin hacer ningún movimiento que indicara que A: iba a sacar el monedero para pagar o B: pensaba embolsar la mercancía.
-Vale -dijo el cliento, y me dio su tarjeta.
-¿Quiere una bolsa isotérmica para el congelado? -pregunté mientras esperaba que se imprimiera el resguardo.
-¿Congelado? -preguntó el cliento, y miró a la clienta -. Usted no es mi mujer -dijo-. Y esta no es mi compra.
-Entonces -pregunté, repasando mentalmente una larga lista de palabras malsonantes-, ¿para qué me ha dado la tarjeta?
-...
-No importa, anulo la cuenta, la repito, y esta vez, por favor se lo pido, NO me de la tarjeta.
En ese momento llegó la auténtica y genuina esposa del cliento, con una lechuga en la mano.
-Ya estoy aquí -anunció-. ¿Nos toca?
-Sí -dijo el cliento-. En cuanto le repitan la cuenta a esta señora.
-¿Y eso?
-Nada, la cajera, que no se entera.
Eso: encima de adúltero, mentiroso.