30 septiembre 2019

Mira, mamá, sin dientes

Esta es la leyenda 
de Nena-chan la bella
que de la litera saltó 
y los dientes se rompió.


CANTO PRIMERO

Era Nena-chan la bella
la más hermosa doncella
que tenía un hermanito
y también una litera.

Tenía también una amiga
que un día vino a jugar. 
La amiguita estaba triste
y la querían animar.

Nena-chan, amiga y hermanito
hicieron plasti un ratito, 
jugaron a las muñecas 
y pintaron acuarelas.

Luego se fueron riendo
a subirse en la litera. 
Empezaron a saltar. 
Los padres dicen: "¡PAFUERA!".

"Que ya no saltamos más.
Haremos guerra de almohadas".
Pero solo había dos, 
así que cogieron el respaldo del sillón, que era más grande que ellos me da igual que no rime yo los mat*SE LA LLEVAN ENTRE CUATRO*

"Dejad eso en su sitio
y quedaos tranquilitos"
Dijeron "Vale" los tres.
Y acto seguido, un grito. 


CANTO SEGUNDO

Acudieron con premura
los padres de la criatura.
Estaba tirada en el suelo, 
sangraba por las costuras. 

Bueno, sangraba por la boca, es que no se me ocurre una rima mejor. 

La cogieron en volandas,
le pusieron los zapatos, 
le dieron una toalla 
para parar el sangrado...

y le miraron la boca
para valorar el daño:
se temieron lo peor, 
que no hubiera un diente sano.

Raudo fue el padre a urgencias
con la niña berreando
su madre se quedó en casa
en pleno shock postraumático. 

Llamó a la abuela y este vino
a cuidar a amiga y hermano
y rauda partió la madre
con el móvil del marido en la mano. 

Que ya le vale dejarse el teléfono en casa en semejantes circunstancias, digo yo, pero con el berrinche que llevaba suerte tuvo de no olvidarse a la niña. 

Llegó al hospital en pánico
sin saber qué encontraría
fue a recepción y temblando
le dijo al recepcionista:

"¿Han atendido a una niña
con la boquita sangrando?"
"Está dentro y está bien,
SEÑORA, SUÉLTEME EL BRAZO"


CANTO TERCERO

Así fue como Nena-chan
perdió dos dientes de leche...
De la leche que se dio,
pues los dientes de leche hace mucho los mudó. 

"Ha sido culpa de mi amiga
porque ella me empujó".
Su madre se puso muy seria
y muy seriamente le habló.

"Los niños no tienen culpa
de nada de lo que pase;  
si hay que buscar un culpable,
el adulto es responsable". 

"¿Entonces la culpa es tuya
porque me estabas mirando?"
"Mía y de tu papá...
vayamos relativizando"

A la mañana siguiente
cuando volvieron a verse
la abuela le preguntó
"¿Qué te pasado en los dientes?"

 [Toma aire]

"Se me han roto por culpa de mi papá y de mi mamá"
Y a los servicios sociales se sentaron a esperar. 

Fin. 

6 comentarios:

  1. Auch.. Todo esto me ha dolido en más de una forma.
    Solidaridades con los involucrados.

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  2. Al final lo que más nos va a doler va a ser el bolsillo : )

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  3. Pobrecita por favor, y la cosa no termina aquí, que ahora vienen las reparaciones, ojalá que os sea leve... :(
    Salud

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  4. Genín, nos va a doler el bolsillo más que a ella los dientes : (

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  5. ouch! me solidarizo con nena-chan, me rompí una paleta de leche y años después la de verdad!

    pero sí, lo más doloroso es pagar... ahora entiendo por qué un adulto que conocí siendo yo una niña se hacía dientes temporales con chicles xD

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  6. Uff amiga, tengo una historia con mi hija y una litera exactamente igual. En su caso fue rotura de una paleta y sangría por doquier. Lo bueno del tema es que la rotura conforme van creciendo sus cabezas, se nota cada vez menos, y en la adolescencia les da hasta un toque rebelde que les queda bien, a las jodías :-)

    El susto nuestro no se pasa ni con drogas. Han pasado 10 años y sigo sin poder soportar que duerma en una litera ...

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