Previously in Lorz...
Libando rocío con las hadas.
Para tranquilidad de Necio Hutopo lo primero que os voy a decir es que Hermano Mediano estaba en casa tan tranquilo, tirado en el sofá y jugando con la Nintendo Switch.
En su defensa diré que está muy lesionado de varias partes de su cuerpo, que necesita una especie de tobillera para andar, que con la tormenta se le había mojado y que después de quitársela estaba rabiando de dolor y sin poder ponerse de pie.
Hermano Pequeño y yo fuimos a comprarle una tobillera de urgencia en cuanto solucionamos el resto de la papeleta.
Y había mucha papeleta que solucionar.
El carrito tenía como cinco centímetros de agua dentro.
Niños y adultos estábamos ensopados.
Toda la ropa, la merienda, las toallas, los millones de juguetes, todo, estaba chorreando agua.
Parecíamos supervivientes del Titanic.
Y encima mi padre no paraba de hacer preguntas estúpidas.
-Pero ¿por qué no me habéis llamado para que os fuera a recoger con el coche?
Vale, a lo mejor la pregunta no era tan estúpida.
-No se nos ocurrió.
Puede, PUEDE, que cuando empezara a llover me viera en mitad del campo con dos niños pequeños y entrara en pánico sin tener en cuenta que me rodeaban cuatro adultos más, y que mi padre estaba en casa con el coche perfectamente aparcado y las sillas de los niños puestas.
Puede que Hermano Pequeño también entrara en pánico debido a un razonamiento similar y saliera corriendo con el carrito sin pararse a pensar en nada.
Puede que mi madre llegara a las mismas conclusiones y saliera corriendo también.
Puede que los tres hiciéramos el camino gritando, corriendo y agitando los bracitos mientras la Tita del Puerto y Hermano Mediano nos seguían sin entender qué mosca nos había picado de pronto.
Puede.
Lo importante era que ya estábamos en casa.
Mi madre se puso a bañar a los niños y yo me puse a achicar agua del carro, a tender toallas, a buscar ropa seca, qué se yo.
En algún momento me di cuenta de que estaba tiritando, pero solo pensaba en que los niños no pillaran frío, así que me quité el bañador para no coger lo que mi abuela llama "una infersión en el chichi" y seguí con el vestido mojado en plan comando para arriba y para abajo.
Ya había parado de llover, los niños estaban limpios, secos y tomando leche calentita, y pensé en llevarme el carro a la fuente para limpiarle el barro que tenía por todas partes. Lo arrastré hasta la fuente y lo miré por todas partes: parecía que lo mejor era ponerlo bocabajo y echarle cubos de agua a saco. Me agaché para volcarlo y entonces sentí una brisilla en cierto sitio.
M**rd*.
Cuando volví a casa con el carro limpio me encontré a mi madre en el pasillo.
-Madre -le dije-: no llevo bragas.
-Filla: preferiría no saberlo.
-Creo que los vecinos también, pero no les he dejado elección.
¿Te ha gustado? Ayúdame a seguir escribiendo.
Vale, ahora estoy más tranquilo...
ResponderEliminarEn todo caso, los vecinos de Villamatojo tendrán algo para recordarte.
Vaya rollo que te gastas, que la anécdota no da ni para una entrada.
ResponderEliminarY respecto a eso de ayucarte a seguir escribiendo ¿me vas a dar el libro gratis si sporto x euros?¿vas a donar los beneficios a una ong? Porque tiene narices que te pongamos el dinero y luego te lleves tú los beneficios, que alguno habrá, aunque solo sea el poder decir "he escrito un ebook"
Ana
Si no te gusta, no lo leas. En cuanto a lo de los aportes, Ana, está para ayudar a gente que hace cualquier tipo de actividad, de forma no profesional, y comparte lo que hace, para echarles una mano. Y es voluntario. Si no quieres, no colaboras.
EliminarAaaaah... y por eso lo de Villa MATOJO...
ResponderEliminarHay que ver el nivel de amargamiento de la gente. En concreto, Ana, si no te parece bien la entrada o cualquier acción que haga la legítima dueña de este fabuloso blog, no entres, no leas, no comentes de forma tan maleducada, crea tu blog y a ver qué pasa. Y Lorz, nos haces felices con tus historias, no dejes que los comentaristas de este tipo te hagan perder ni un segundo de tu vida. Gracias por las risas, (me) hacen falta.
ResponderEliminarDe acuerdo con Pepa!
ResponderEliminarjajaja, que mal plan que Ana no sea Ana el hermano de la vecina del que en una ocasión escribió un post, Lorz, tu sabes que para muchos lo molas todo y con ganas, de verdad Lorz, que sabia tu abuela y tu por hacerle caso con lo de la infersion del chichi, y sobre la desesperación y entrar en pánico y actuar así de raro, anda tu!!! que yo pensaba que era la única que con el defcon activado hace cada locura, aunque sea feo decirlo me siento muy consolada, gracias por tanto Lorz!!!
ResponderEliminarPero estoy flipando con el comentario de Ana! A ver querida, 1:sí la anécdota solo da (según tu) para una entrada y lorza lo quiere extender a treinta entradas, perfecto, eso se llama libertad creativa, que para eso es ella la que escribe y no tú. Según esa lógica para que cojones Proust se extendió tanto si podía resumir en una oración como "me comí una magdalena y me dio morriña". 2:aunque no lo creas, la gente normalmente tiene una vida y el blog es algo que haces solo por amor al arte, generosidad, gusto por compartir, llámalo cómo quieras. Me parece perfecto que lorza haya puesto el enlace para contribuciones, y espero que le vaya muy muy bien, y qué tenga muchos beneficios, y qué que esos beneficios los gaste cómo le salga de los cojones, que me da igual si los dona a una ong, se compra la colección completa de sandman autografiada o los gasta en irse a Zara. Me da igual! Y lo mismo debería darte a ti! Que estás consumiendo gratis lo que lorza produce! Que no le pagan con tus impuestos, que hasta donde yo sé no tiene una beca, y que nadie te obliga a contribuir! Y lorza, perdón por el tochaco, es la primera vez que comento en tu blog aunque lo leo desde hace años, creo que ocho años al menos, y que agradezco profundamente el tiempo que le dedicas y las risas que me sacas . Pasa de comentarios cómo este, que solo pueden venir de personas que no son generosas como tú.
ResponderEliminarjajajaja Al final vas a pillar la infersión de la que te quería librar tu abuela...jajaja
ResponderEliminarBesos y salud
No había leído el comentario de Ana, en fin, a palabras mojadas oidos impermeables, bien dicen que hay gente pa to, concretamente, para no hacerles ni puñetero caso...
ResponderEliminarMuchas gracias por tus geniales entradas guapa!!!
Besos y salud
Ana, bonita, si tal te haces tú un blog a ver si tus anécdotas dan para una entrada o no. Y nadie te ha cobrado por entrar aquí y mucho menos te han obligado así que si no te gusta, pues no entres y ya está. Desde luego, para decir cosas tan desagradables, mejor te ahorras el esfuerzo de comentar.
ResponderEliminarLorz, ni caso. Te queremos. Nos gusta como escribes. Vales mucho, Lorz. Haznos un hij... digoooo...
Un abrazote!
Creo que las redes sociales se crearon para que los amargados pudieran desahogarse a gusto escondidos tras un nick, firma o avatar... Si no pudieran escupir las bilis, tal vez murieran por envenenamiento
ResponderEliminarBueno, Anabelpmpm, yo creo que, para eso, mejor que mueran envenenados, ¿no?
ResponderEliminarLorz, te queremos. No hagas ni caso. Vales un montón, como escritora y como persona. Y eso que no te conozco de nada.
ResponderEliminarVaya, ignoraba que los comentarios solo son para alabar, que no puedes discrepar ni expresar tu opinión si es contraria a la del dueño del blog.
ResponderEliminarAna
No, Ana, cariño, los comentarios no son solo para alabar, pero igual que tú has expresado tu opinión, los demás tienen derecho a expresar la suya, que puede ser contraria a la tuya, ¿No te parece?
ResponderEliminarY por cierto, tus formas han sido tremendamente maleducadas, así que no esperes que la gente se ponga a debatir contigo de buenas maneras, cuando tú no las has tenido.
Lorz, no comento casi nunca, pero te leo siempre, gracias por los buenos ratos.
Ana, me voy a ir a tu casa a insultarte y criticar todo lo que haces y luego cuando me eches, te voy a acusar de no respetar tu libertad de expresión, ¿qué te parece? Porque es poco más o menos lo que has hecho tú aquí.
ResponderEliminarHombre Ana, sí que puedes "discrepar" y "expresar tu opinión", y los demás podemos señalar tus formas y llamarte reverenda mal educada.
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