Previously in lorz...
Irresponsable, peligroso y estúpido. Sí, suena a algo que yo haría.
Así que el ginecólogo me hizo un informe recomendando que me dieran la baja como que ya, y yo que soy muy obediente me fui a mi médico de cabecera con el informe en la mano.
El problema es que el ginecólogo era un médico privado, mientras que el médico de cabecera era de la medicina pública. Y entre los médicos privados y los públicos hay, digamos, una cierta tensión. En concreto, los médicos de la pública parecen creen que los privados se limitan a seguirle la corriente a los pacientes y darles cualquier cosa que les pidan. Por ejemplo, una baja. Así, por decir lo primero que se me viene a la cabeza.
Por dejarlo claro, eso no es así. Si lo fuera, la fruta prueba de la glucosa se la habría hecho su fruta madre. Por poner también el primer ejemplo que se me viene a la cabeza.
Cuando el médico de cabecera vio el informe con su logo de la clínica privada y todo arrugó la nariz.
-¿De cuánto estás?
-De 29 semanas.
-¿Y no es un poco pronto para coger la baja? -me preguntó.
-Las bajas no se cogen pronto, ni tarde. Se cogen cuando uno las necesita -contesté, cruzando los dedos para que el buen hombre no hubiera visto El señor de los anillos.
-¿Y qué es lo que dices que te pasa?
-Que cuando ando tengo contracciones, cuando me quedo parada de pie me mareo, cuando estoy sentada tengo sofocos y vértigos y tumbada tengo acidez.
Lo que viene a ser que cada minuto de mi vida es una pura agonía. Sin dramatizar.
-En tu historial consta que trabajas sentada -dijo. Lo que no dijo, pero estaba pensando, es que si trabajas sentada no es para tanto. Y eso me tocó la moral. Porque yo entiendo que un jornalero o un minero o los señores que ponen el asfalto de las carreteras piensen que trabajar sentado no supone mucho esfuerzo, pero que lo piense también un médico de cabecera que, en fin, básicamente trabaja sentado, es un poco el colmo.
-Sí, trabajo sentada. Tengo una silla comodísima y un reposapiés que me he fabricado yo misma con una caja de cartón llena de papel para reciclar. Y tengo el chorro de aire acondicionado justo encima de mi cabeza. Pero también tengo un trayecto en metro con cuatro tramos de escaleras a cada extremo, y cualquier día de estos vamos a tener un disgusto.
-Bueno, si tú quieres la baja, yo te la doy.
Eso me terminó de tocar la moral.
-Yo no quiero la baja. Yo quiero ir a trabajar debajo de mi aire acondicionado. Quiero ser una de esas embarazadas maravillosas que trabajan hasta que les asoma la cabeza entre las piernas, y aun así terminan el informe trimestral antes de ponerse a empujar. Quiero poder con todo yo sola. Pero el ginecólogo opina que no debo.
Coño ya.
El médico me dijo entonces que me daba un par de días de reposo, y que después ya veríamos.
Pasados los días de reposo volví al ambulatorio. Estaba en el mostrador y me estaban contando no sé qué cuando empecé a ver puntitos de colores y a oír un zumbido y lo siguiente que sé es que alguien estaba gritando "¡sujetadla! ¡sujetadla!", y yo pensé vagamente que alguien debía estar intentando escaparse y lo siguiente que sé es que estaba en una silla de ruedas y que una de las chicas de recepción me estaba abanicando.
Fresquito...
Me preguntaron si necesitaba algo y pedí si por favor me podían tomar la tensión, para saber si había sido subida o bajada o qué coño. Empujaron mi silla hasta la consulta de la enfermera, pero cuando se abrió la puerta una viej... anciana se levantó corriendo y se coló dentro.
-Espere un momento, ahora tengo que atender a esta chica -dijo la enfermera.
-¡Me ha dicho antes que ahora me tocaba a mí!
-Ya lo sé, pero esto es una urgencia.
-¡Lo mío también es urgente!
-Sí, pero lo de esta chica es urgente de verdad.
Aquello no le sentó bien a la viej... anciana. Nada bien. Mientras la enfermera me tomaba la tensión y me medía el azúcar ("todo por los suelos, todo") podíamos oír el tumulto fuera.
-Ahora voy a llevarte a que te vea un médico.
-Puedo andar, de verdad.
-De eso nada. Tú te quedas en la silla. Y pon cara de estar muy mala, que nos linchan.
Volví a cruzar la sala de espera en silla de ruedas y poniendo cara de estar muy mala, que tampoco es que me costara mucho, y me dejaron en la consulta de un médico de urgencias.
-¿Esto te pasa muy a menudo? -me preguntó.
-Casi todos los días, pero no pasa nada, de verdad. Estoy acostumbrada.
-¿Tu médico lo sabe?
-Sí, sí, le traje un informe de mi ginecólogo y todo.
-Espera un segundo, voy a preguntar si puede verte.
El médico de urgencias se fue y volvió al rato.
-Tu médico de cabecera dice que no hace falta que te vea... y que aquí tienes tu parte de baja.
Eso, y me lo da ahora que no puedo hacer el bailecito de la victoria.
Vaya, criatura... tu médico tendría que volver a revisarse el temario de toda la carrera, no? Y de paso a ver si aprende un poco de empatía, porque por lo visto eso no sabe ni lo que es. Me sabe fatal porque se ve que estás teniendo un embarazo bastante duro, así que espero que descansar te haga mejorar.
ResponderEliminarBesos
Lorz, por muy pequeño que se Bebekun, te deseo que no tarde mucho en nacer y que tu médico, desde su trono, no tenga que asistirte en el parto, no vaya ser que crea que como no es el momento, mejor que el niño se quede dentro.
ResponderEliminarÁnimo y mucho aire acondicionado para ti. Besos.
Bueno, podrías haberle pedido a la enfermera que te diera una vuelta triunfal por el ambulatorio en la silla de ruedas...
ResponderEliminarSin ser médico, en parte entiendo al tuyo, porque la parte más difícil de trabajar de cara al público es que a veces tenemos que aguantar a cada personaje... y se pierde sensibilidad y empatía.
ResponderEliminarPero debería haber tenido algo de vergüenza torera y haber dado la cara en la segunda visita. Te podías haber hecho daño, tu o Bebe-kun.
Que fuerte lo del médico y lo de la viej... anciana y lo de todos. Qué poca sensibilidad. Pero hala, tú ya tienes tu baja, que es lo que importa. A lo mejor no era lo que querías pero es lo que necesitas. Un besote.
ResponderEliminarAsco de médicos y de seguridad social...
ResponderEliminarSeguro que esta idea es super original y no te la ha sugerido nadie, pero, ¿por qué no pides un cambio de médico de cabecera? Porque el que tienes ahora mismo es HAMOR, vamos. Como para romperle el brazo izquierdo y decirle que siga currando, que total, ausculta con el derecho.
ResponderEliminarNo me gusta generalizar, pero a mi estas cosas contra la salud de los que pagamos sin decir ni pío durante toda nuestra vida los sueldos de algunos gañanes que dicen ser médicos, por lo que cobran, insisto, de nuestros impuestos, me pone enfermo, mira que teníamos una sanidad pública que yo ensalzaba desde que en el 2000 me dio el infarto, una maravilla como me atendieron, hoy dia es una verdadera vergüenza, al menos por estos lares, con tu anécdota no me han quedado casi ganas de reírme, y mira que casi siempre me parto la caja con tus entradas, pero bueno, estoy seguro que todo te irá bien, eso es lo que yo deseo...
ResponderEliminarBesos y salud
A los médicos de cabecera los están presionando a lo bestia para que no den bajas en general y a embarazadas en particular. Es una vergüenza.
ResponderEliminarTu médico es idiota.
ResponderEliminarYo estuve de baja desde el tercer mes, la empresa me obligó, y no me mareaba, ni tenía náuseas, ni casi nada, solo que no podía pensar, estaba totalmente abstraída y con la tensión tan baja que me daba igual ocho que ochenta.
ResponderEliminarTu médico de cabecera debería ser tu ex-médico pronto.
ResponderEliminarMe he reído un poco, porque siempre te las apañas para sacar una risas, con la enfermera, con la viej* o con lo que sea. Pero ni p*uta gracia. Uy, he escrito puta al final.
En el cortingles dan la baja a partir del 5º mes estés como estés por riesgo laboral. Pa que luego digan...Malegro de tu baja, cuidate hermosa!!
ResponderEliminarVaya tela, si es que lo que digo yo, los médicos se tocan los huevos al más no poder, y les dan los títulos en las tómbolas!!! Tienes que desmayarte para que te hagan caso, muy fuerte!! Menos mal que al final te ha dado la baja, ahora a descansar y cuidarse mucho estos últimos meses!! :)
ResponderEliminarMadre mía, el tema de públicos contra privados en sanidad y educación siempre lo paga el ciudadano.
ResponderEliminarAdoro tu blog, Lorz.
Jopé con el médico. Que asco de tío.
ResponderEliminarLa mía se preocupa un montón, aunque no me extraña, estamos todo el día allí metidos.
A lo que iba, una vez fuí por un catarrazo y al darle la tarjeta me vió el brazo, dijo ¡Uy! ¡Cuánto vello! y me mandó al endocrino. Así, a lo loco. XP
Resumiendo, cuando nazca el peque, cambia de médico de cabecera. No todos son tan capullos.
¡Y cuidate!
Lorz, tú puedes con todo!
ResponderEliminarHace tiempo que no te comento, pero lo del médico de cabecera me ha llegado al alma. No es que haya guerra médico público-médico privado, es que entre los propios médicos de la Seguridad Social hay piques.
ResponderEliminarYo tengo una enfermedad crónica que me provoca mareos y vértigos desde hace más de 9 años. Tomo una medicación que no es muy fuerte ni nada por el estilo, pero al sacar una nueva composición, mi médico especialista (al que veo cada tres meses) me cambió la misma para tomar 2 pastillas en vez de 3 al día. Pues cuando fui a decírselo a mi médico de cabecera, la muy fruta se enfadó y se negaba a pasarme el medicamento (que es de marca y no genérico). Le dije que me diera una receta y que en breve vería otra vez al especialista, que se lo preguntaría de nuevo. Éste casi la llama por teléfono desde el hospital hasta el ambulatorio, menos mal que pude convencerlo de que no era necesario, pero sí que redactó un bonito informe en el que especifica que debo tomar el medicamento de marca ("porque-lo-mando-yo") y no el genérico.
Yo de tí, me cambiaba de médico de cabecera.
grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr
ResponderEliminarque amengüen tantos síntomas Lorz, ahora por lo menos tendrás las escaleritas menos (las diarias aunque sea)
Morgan, la empatía es una enfermedad tropical, ¿no?
ResponderEliminarViñu, a Bebé-kun le quedan mínimo 8 semanas. El horror.
Hutopo, a la próxima me llevo el capote.
JF, en su defensa diré que en la tercera visita sí quiso verme.
Mi álter ego, me abuuuuurroooo...
Ali EB, no es cuestión de médicos o de seguridad social, es cuestión de personas. Las hay que por mucho que se pongan bata no mejoran.
Laura, lo he intentado (no porque sea un HAMOR, sino porque tiene horario de mañana y tengo que faltar al trabajo cada vez que voy por cualquier bobada), y no ha sido posible porque están todos saturados.
Genín, no es por ser malpensada, pero parece que hay quien piensa que si la seguridad social funcionara muy mal muy mal muy mal a lo mejor cuando nos propongan privatizarla nos parece buena idea y todo.
Anónimo, si yo lo entiendo, que no quieren que den bajas, que hay gente que le echa morro, que si yo qué sé, pero jo, que estoy muy malita y no la pido por gusto.
PGS, o muy listo.
Pseudosocióloga, esa es otra, me cuesta muchísimo concentrarme, se me olvidan las cosas según me las dicen... creo que no me llega sangre al cerebro. Y soy un peligro.
Tita, fruta gracia XD
Alejandra, el corte inglés tiene sus manías, y no todas iban a ser para mal. Además tantas horas de pie, o colocando, o cogiendo cajas, o, peor, con ese peto horrible! Nada, mejor en casa.
El poder de querer ser madre, que están saturados, los pobres, y lo acabamos pagando quienes no tenemos culpa.
Adaldrida, gracias. No entiendo esa guerra, se trata de descongestionar lo público, nada más.
Scarlett, vosotros es que ya sois como de la familia, seguro que tenéis una habitación reservada en el hospital y todo.
Anónimo, puedo con todo... hasta que todo puede conmigo.
María Eugenia, es que en el fondo los médicos son como personas y todo XD
Majopepe, te vas a reir, pero al día siguiente se estropeó el ascensor de casa, y vivo en un cuarto XD