Previously un Lorz...
Pis... ci... na...
Al final lo de "llevarnos a otro bungalow" resultó ser un eufemismo de esos, porque nosotros mismos recogimos todo. Y con todo, me refiero a MUCHO. Por que cuando uno viaja con niños el equipaje se multiplica por diez o doce (cuánto más pequeño es el niño, más equipaje) y porque cuando uno convive con niños descubre que todo tiende a expandirse hasta ocupar un máximo de superficie, así que nos pasamos horas recogiendo juguetes, calcetines y vasitos adaptados de los doquieres del bungalow inundado.
Además, estábamos en pleno proceso de mudanza cuando apareció un señor en el bungalow nuevo.
-Hola, soy carpintero, vengo a arreglarle la puerta.
-¡LE JURO POR DIOS QUE YO NO LA HE TOCAO!
-No, no, me ha avisado el encargado de que ya estaba rota.
Su fruta madre, las ganas que tienen de matarme a sustos entre todos.
Para cuando terminamos con la mudanza y las reformas del hogar ya era hora de comer y habíamos perdido medio de nuestros cuatro preciosos días de vacaciones, con lo cual nuestro nuevo alojamiento no despertaba nuestras simpatías, precisamente.
Aparte, tenía sus desventajas.
-No tenía cama de matrimonio. "Pues junten las camas", nos dijo el fontanero. Y eso hicimos. Pero siempre quedaba un hueco en medio, y como yo no puedo dormir sin achuchar a Zarajota y Bebé-chan no puede dormir sin achucharme a mí, acabamos los tres en una cama de noventa, que es buenísimo para mantener el calor humano pero para la espalda un poco menos.
-El porche estaba pegado al de los vecinos y nos veíamos y oíamos perfectamente, y como nosotros somos un poco asociales tanto contacto humano nos daba un poco de repelús.
-Uno de los vecinos tenía puesta la música a toda leche continuamente. Podría perdonárselo si no tuvieran también la barbacoa encendida continuamente: la usaban hasta para calentar el café. Yo oscilaba entre la fascinación y la intoxicación por inhalación de humos.
-El tendedero era uno plegable, exactamente igual que el que tenemos en casa. Mismo color y todo. Esto parecerá una tontería, pero es que estábamos de VACACIONES, y cada vez que veía el tendedero tenía como dejavús de esos.
-Además, claramente no tenían previsto ocupar el bungalow en breve, porque faltaban algunas cosas del ajuar doméstico, por decirlo finamente. En concreto, apenas quedaba papel higiénico y una de las toallas estaba sucia.
Pero lo que de verdad no podía perdonarle al bungalow era el tic-tac.
No oímos un ruido en todo el día (probablemente gracias a la música de los vecinos) pero en cuanto nos acostamos y apagamos la luz empezamos a oír el tic-tac tic-tac tic-tac tic-tac...
Buscamos el origen por todas partes, sin resultado, y al final, ZaraJota, que es un hombre pragmático, se dio la vuelta y se quedó dormido.
Pero yo no podía dormir.
Seguramente habéis oído que las embarazadas no pueden hacer esfuerzos ni cargar peso. Tonterías. Claro que pueden. El problema es lo que pasa después.
En mi caso, lo que pasa después de pensar que tu marido ha muerto en una explosión, retirar muebles de cocina empapados y trasladar maletas de un bungalow a otro es que cuando llega la noche y me relajo empiezo a tener contracciones hasta que me duele la tripa como si fuera a explotar.
Y resulta que eso me impide dormir. Así que me quedé despierta abrazándome la tripa y oyendo el tic-tac y poniéndome cada vez más nerviosa.
Tic-tac. Tic-tac. Qué raro. No recuerdo haber visto ningún reloj. Tic-tac. Tic-tac.¿Será el mío? Tic-tac. Tic-tac. Juraría que en Madrid no suena tan fuerte, pero aquí con la paz del campo y esas mierdas... Tic-tac. Tic-tac. Voy a ver. Tic-tac. Tic-tac. No, me lo he dejado en casa. Tic-tac. Tic-tac. ¿Qué puede ser? ZaraJota no usa reloj, y Bebé-chan tampoco. Tic-tac. Tic-tac. Y sí... ¿y si hay OTRA PERSONA en el bungalow? Tic-tac. Tic-tac. Podría ser. No esperaban que viniera nadie. Tic-tac. Tic-tac. Si no hubiera explotado el calentador no nos habrían traído aquí. Tic-tac. Tic-tac.Y la puerta estaba ROTA. Tic-tac. Alguien podría haber forzado la puerta para entrar y vivir aquí a escondidas. Tic-tac.Tic-tac. POR ESO QUEDABA POCO PAPEL HIGIÉNICO. Tic-tac.Tic-tac. Y LA TOALLA SUCIA. Tic-tac.Tic-tac. Seguro que cuando nos oyó entrar se escondió en un armario y ahora está esperando que nos durmamos PARA SALTAR SOBRE NOSOTROS CON UN HACHA.
Tic-tac.Tic-tac.Tic-tac.
Está bien. Tic-tac. Cálmate, Lorz. Tic-tac. Vamos a ser razonables.
¿De verdad piensas que puede haber alguien escondido en un armario con un hacha?
Tic-tac.
Vale, no. Claro que no. Tic-tac. Es imposible. Tic-tac. Cuando llegamos abrí todos los armarios buscando las toallas. Tic-tac. Jajaja. Tic-tac. Que tonta soy. Tic-tac. Por supuesto que no hay nadie escondido en el armario con un hacha...
Tic-tac.
Tic-tac.
Tic-tac.
Debajo de la cama, en cambio...
A la mañana siguiente vino a visitarnos el vecino del bungalow de al lado.
-Quería preguntaron una cosa -nos dijo-. ¿habéis oído como un tic-tac dentro de vuestro bungalow?
-Sí -contestó ZaraJota.
-Ah, menos mal. Es que en el nuestro también. Jajaja. Me estaba volviendo loco. ¡No he pegado ojo en toda la noche! ¿Y vosotros?
-Ah, no -dijo ZaraJota-. Nosotros hemos dormido perfectamente.
Verás tú si al final la que sale del armario con un hacha voy a ser yo.
Pd: Al final conseguimos ir a la piscina. Bebé-chan cogió una infección de oído, yo cogí una infección de orina, y ZaraJota le cogió manía a ir a la piscina con nosotras. Pero mereció la pena. Ahora Bebé-chan nos pregunta cuando volvemos a la CASA DE MADERA CON PISCHINA.
Cuando termine de afilar el hacha, le contesto. No parece entender la respuesta.
Pd": Me doy cuenta, por vuestros comentarios de ¡QUE NO HE EXPLICADO EL ORIGEN DEL TIC-TAC!
En realidad, nunca llegamos a descubrirlo. Creemos, porque nos parece lo más lógico, que procedía del calentador eléctrico (¿el termostato? ¿la válvula de presión? ¿el asesino del hacha que habita dentro?) que no podíamos ver porque estaba empotrado en el falso techo del cuarto de baño (que, por cierto, era lo bastante amplio como para que cupiera un calentador y un asesino con un hacha). Quizá la próxima vez tenga que hacer un agujero en el yeso para comprobarlo.
Pis... ci... na...
Al final lo de "llevarnos a otro bungalow" resultó ser un eufemismo de esos, porque nosotros mismos recogimos todo. Y con todo, me refiero a MUCHO. Por que cuando uno viaja con niños el equipaje se multiplica por diez o doce (cuánto más pequeño es el niño, más equipaje) y porque cuando uno convive con niños descubre que todo tiende a expandirse hasta ocupar un máximo de superficie, así que nos pasamos horas recogiendo juguetes, calcetines y vasitos adaptados de los doquieres del bungalow inundado.
Además, estábamos en pleno proceso de mudanza cuando apareció un señor en el bungalow nuevo.
-Hola, soy carpintero, vengo a arreglarle la puerta.
-¡LE JURO POR DIOS QUE YO NO LA HE TOCAO!
-No, no, me ha avisado el encargado de que ya estaba rota.
Su fruta madre, las ganas que tienen de matarme a sustos entre todos.
Para cuando terminamos con la mudanza y las reformas del hogar ya era hora de comer y habíamos perdido medio de nuestros cuatro preciosos días de vacaciones, con lo cual nuestro nuevo alojamiento no despertaba nuestras simpatías, precisamente.
Aparte, tenía sus desventajas.
-No tenía cama de matrimonio. "Pues junten las camas", nos dijo el fontanero. Y eso hicimos. Pero siempre quedaba un hueco en medio, y como yo no puedo dormir sin achuchar a Zarajota y Bebé-chan no puede dormir sin achucharme a mí, acabamos los tres en una cama de noventa, que es buenísimo para mantener el calor humano pero para la espalda un poco menos.
-El porche estaba pegado al de los vecinos y nos veíamos y oíamos perfectamente, y como nosotros somos un poco asociales tanto contacto humano nos daba un poco de repelús.
-Uno de los vecinos tenía puesta la música a toda leche continuamente. Podría perdonárselo si no tuvieran también la barbacoa encendida continuamente: la usaban hasta para calentar el café. Yo oscilaba entre la fascinación y la intoxicación por inhalación de humos.
-El tendedero era uno plegable, exactamente igual que el que tenemos en casa. Mismo color y todo. Esto parecerá una tontería, pero es que estábamos de VACACIONES, y cada vez que veía el tendedero tenía como dejavús de esos.
-Además, claramente no tenían previsto ocupar el bungalow en breve, porque faltaban algunas cosas del ajuar doméstico, por decirlo finamente. En concreto, apenas quedaba papel higiénico y una de las toallas estaba sucia.
Pero lo que de verdad no podía perdonarle al bungalow era el tic-tac.
No oímos un ruido en todo el día (probablemente gracias a la música de los vecinos) pero en cuanto nos acostamos y apagamos la luz empezamos a oír el tic-tac tic-tac tic-tac tic-tac...
Buscamos el origen por todas partes, sin resultado, y al final, ZaraJota, que es un hombre pragmático, se dio la vuelta y se quedó dormido.
Pero yo no podía dormir.
Seguramente habéis oído que las embarazadas no pueden hacer esfuerzos ni cargar peso. Tonterías. Claro que pueden. El problema es lo que pasa después.
En mi caso, lo que pasa después de pensar que tu marido ha muerto en una explosión, retirar muebles de cocina empapados y trasladar maletas de un bungalow a otro es que cuando llega la noche y me relajo empiezo a tener contracciones hasta que me duele la tripa como si fuera a explotar.
Y resulta que eso me impide dormir. Así que me quedé despierta abrazándome la tripa y oyendo el tic-tac y poniéndome cada vez más nerviosa.
Tic-tac. Tic-tac. Qué raro. No recuerdo haber visto ningún reloj. Tic-tac. Tic-tac.¿Será el mío? Tic-tac. Tic-tac. Juraría que en Madrid no suena tan fuerte, pero aquí con la paz del campo y esas mierdas... Tic-tac. Tic-tac. Voy a ver. Tic-tac. Tic-tac. No, me lo he dejado en casa. Tic-tac. Tic-tac. ¿Qué puede ser? ZaraJota no usa reloj, y Bebé-chan tampoco. Tic-tac. Tic-tac. Y sí... ¿y si hay OTRA PERSONA en el bungalow? Tic-tac. Tic-tac. Podría ser. No esperaban que viniera nadie. Tic-tac. Tic-tac. Si no hubiera explotado el calentador no nos habrían traído aquí. Tic-tac. Tic-tac.Y la puerta estaba ROTA. Tic-tac. Alguien podría haber forzado la puerta para entrar y vivir aquí a escondidas. Tic-tac.Tic-tac. POR ESO QUEDABA POCO PAPEL HIGIÉNICO. Tic-tac.Tic-tac. Y LA TOALLA SUCIA. Tic-tac.Tic-tac. Seguro que cuando nos oyó entrar se escondió en un armario y ahora está esperando que nos durmamos PARA SALTAR SOBRE NOSOTROS CON UN HACHA.
Tic-tac.Tic-tac.Tic-tac.
Está bien. Tic-tac. Cálmate, Lorz. Tic-tac. Vamos a ser razonables.
¿De verdad piensas que puede haber alguien escondido en un armario con un hacha?
Tic-tac.
Vale, no. Claro que no. Tic-tac. Es imposible. Tic-tac. Cuando llegamos abrí todos los armarios buscando las toallas. Tic-tac. Jajaja. Tic-tac. Que tonta soy. Tic-tac. Por supuesto que no hay nadie escondido en el armario con un hacha...
Tic-tac.
Tic-tac.
Tic-tac.
Debajo de la cama, en cambio...
A la mañana siguiente vino a visitarnos el vecino del bungalow de al lado.
-Quería preguntaron una cosa -nos dijo-. ¿habéis oído como un tic-tac dentro de vuestro bungalow?
-Sí -contestó ZaraJota.
-Ah, menos mal. Es que en el nuestro también. Jajaja. Me estaba volviendo loco. ¡No he pegado ojo en toda la noche! ¿Y vosotros?
-Ah, no -dijo ZaraJota-. Nosotros hemos dormido perfectamente.
Verás tú si al final la que sale del armario con un hacha voy a ser yo.
Pd: Al final conseguimos ir a la piscina. Bebé-chan cogió una infección de oído, yo cogí una infección de orina, y ZaraJota le cogió manía a ir a la piscina con nosotras. Pero mereció la pena. Ahora Bebé-chan nos pregunta cuando volvemos a la CASA DE MADERA CON PISCHINA.
Cuando termine de afilar el hacha, le contesto. No parece entender la respuesta.
Pd": Me doy cuenta, por vuestros comentarios de ¡QUE NO HE EXPLICADO EL ORIGEN DEL TIC-TAC!
En realidad, nunca llegamos a descubrirlo. Creemos, porque nos parece lo más lógico, que procedía del calentador eléctrico (¿el termostato? ¿la válvula de presión? ¿el asesino del hacha que habita dentro?) que no podíamos ver porque estaba empotrado en el falso techo del cuarto de baño (que, por cierto, era lo bastante amplio como para que cupiera un calentador y un asesino con un hacha). Quizá la próxima vez tenga que hacer un agujero en el yeso para comprobarlo.
Hijademivida..... cuánto habéis descansado... qué envidia!!!!
ResponderEliminarY bueno, al final ¿averiguaron de dónde venía el tic-tac?
ResponderEliminarEso, eso falta lo mas importante de la historia, el origen del tic-tac... que sin saberlo, el que no dormira sere yo!
ResponderEliminarMe quedado con las ganas de saber de donde venía el tic tac, esto es como una película de miedo que al final siempre te dejan con la intriga... Yo que veo muchas pelis de miedo me hubiera imaginado que tiene una habitación secreta detrás de alguna pared o algo, que yo también estoy muy rayada ejejjejeje
ResponderEliminarTodos los bungalow tienen una bomba programada,por si hay alguna incidencia como q explote un calentador y haya heridos o algo peor,entonces la detonan y ya no le piden indemnizacion.Piensa mal y acertarás
ResponderEliminarLorz, me tomo la libertad de recomendaros, encarecidamente y sin que me lo hayáis pedido, que salgáis pitando de Madrid. Tanta contaminación, estrés y nervios no pueden ser buenos para la salid física y mental de nadie :(
ResponderEliminarUn abrazo,
*salud
ResponderEliminar¿Y no se resolvió el misterio del tictac? Ahora no voy a poder dormir... Un besote!!!
ResponderEliminarPero bueno, y el puñetero tictac ¿De donde venia?
ResponderEliminarAhora no podré dormir hasta que lo digas... :(
Besos y salud
Hola.
ResponderEliminarNosotros tuvimos un problema parecido en un apartamento. Al final era del cuadro de luces (vamos, donde se salta el chivato). Apagamos el general y a dormir como Ceporros.
Supongo que tendrás razón en lo del calentador eléctrico, que en casa de mi hermana tienen uno de esos y, efectivamente, en la noche y cuando todo está callado, hay un insoportable tic-tac que llena toda la casa y sabemos a ciencia cierta que viene del calentador porque:
ResponderEliminara) No hay ningún asesino con una hacha en casa de mi hermana
y b) se soluciona apagando el calentador por las noches.
Pero que bien aprovechados los cuatro días! 😂 Y os llevasteis hasta infecciones de recuerdo!!
ResponderEliminarNo te preocupes. Los asesinos con hacha solo van a los campings con lago al lado, no a los que tienen "pischina" :D
ResponderEliminarEntonces era de el cuadro de luces?O del termo eléctrico?Había de verdad alguien escondido con un hacha?? o la teoría de la bomba...?
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
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