-Hola, me llamo Lorz y llevo cinco días sin potar.
-Hola, Lorz.
Mi primer embarazo empezó con una frase épica:
-Joder, me encuentro fatal, creo que me va a venir la regla.
Nueve meses más tarde la regla no se había dignado a aparecer, pero había potado como para toda la vida (o eso creía yo).
El médico lo llamaba "náuseas matutinas", término que ha recibido recientemente el premio al eufemismo del siglo porque
1 "náuseas" son "ganas de potar". Y yo no me quedaba precisamente con las ganas.
2 "matutinas" son "relativas a la mañana", y yo potaba durante todo día y gran parte de la noche.
El médico me recetó una pastilla para evitar las presuntas náuseas.
-Tómala DESPUÉS del desayuno -dijo.
Y eso hice. Y luego poté. Y, no sé por qué, la pastilla no me hizo efecto.
-Tómala ANTES del desayuno -dijo el médico en la siguiente visita.
Y eso hice: me tomé la pastilla, me tomé el desayuno. Y poté. Y la pastilla siguió sin hacerme efecto.
-Tómala DESPUÉS de la cena -dijo el médico.
Y eso hice. Me tomé la cena, me tomé la pastilla. Y en mitad de la noche me levanté con ganas de potar, calculé mal las distancias y me pegue un guarrazo contra la pared que se me quedó tatuado todo el gotelet en la frente. Y me da que la pastilla tampoco me hizo efecto, porque acto seguido poté sobre la cama.
Gracias Ikea por hacer rellenos nórdicos lavables.
-Lo siento -le dije a Zarajota.
-No te preocupes. Mientras no vuelvas a potarme en la cara mientras jugamos al parchís no pasa nada.
ZaraJota es que es así: tiene muchas manías con el sexo.
Volví al médico.
-Toma la pastilla ANTES de...
-¿CUÁNDO? ¡Al ritmo que vamos me la voy a tener que tomar el año pasado!
Dejé de tomarme la pastilla.
Para entonces me había leído un libro de esos de la-maternidad-es-maravillosa-y-si-sientes-molestias-es-porque-no-tienes-la-actitud-adecuada-cacho-puta.
El libro no tenía desperdicio y durante un tiempo pensé en hacer un post recopilando las estupideces más gordas, pero luego me di cuenta de que tendría que teclearlo a mano prácticamente entero y me dio mucha pereza.
Este libro afirmaba que para evitar las náuseas los único que tienes que hacer es imaginar que te acaricia una brisa fresca.
Perdón, es que me ha dado un ataque de risa y he echado la fanta por la nariz.
Yo me esmeré mucho en imaginarme la puta brisa.
Yo soy la brisa, me decía a mí misma, yo soy el viento.
Como no funcionaba, y el libro dejaba claro que lo único que podía fallar era mi actitud, le puse más empeño.
A gritos.
-¡YO SOY LA BRISA! -gritaba-. ¡YO SOY EL VIENTO! ¡YO SOY...!
-¡TONTA DEL CULO! ¡Y COMO ME VUELVAS A DESPERTAR A GRITOS A LAS TRES DE LA MAÑANA VAS A SER UNA TONTA DEL CULO DIVORCIADA!
Zarajota es que es así: nunca me apoya en nada.
El segundo embarazo va mejor: esta vez estoy teniendo náuseas matutinas de verdad.
Bueno, en realidad las tengo todo el día, pero al menos son solo náuseas.
Bueno, en realidad también he estado potando. Pero solo una o dos veces al día. Y así, como de soslayo.
Así que he pasado de pedir la pastilla y he ido directa a la brisa fresca.
-Yo soy la brisa -le decía a Bebé-chan cuando la acompañaba a la guardería-. Yo soy el viento.
-Yo soy la brisa -decía en el metro, y aún así la gente fingía no verme para no tener que cederme el sitio-. Yo soy el viento.
-Yo soy la brisa -me repetía a mí misma (en voz baja) en el trabajo-. Yo soy el viento.
-Yo soy la brisa -decía mientras jugaba la parchís con Zarajota-. Yo soy el viento.
-De verdad que nuestras relaciones conyugales con cada día más raras, Lorz.
ZaraJota es que es así: nunca está contento con nada.
Pd: agua con mucho hielo bebida a sorbitos. Más efectiva que la puta brisa, garantizado.
Lloro de la risa... XD
ResponderEliminarPrimer!!
Soy la brisa dice. ... Jajajaja
ResponderEliminarTu lo que eres es una ilusa!
A ver, deberías aprovechar tu superpoder para:
- vomitar al que no te ceda el sitio en el metro
- vomitar en medio de una reunión aburrida (yo lo hice y estuvo genial/asqueroso, aún se acuerdan en el curro)
- comer lo que te salga del pie... total, lo vas a volver a ver en nada.
Pero nunca, y digo NUNCA vomitarle a ZaraJota en pleno parchis!
X cierto, a mie daba resultado oler café (en grano) iba con mi tupper a todos lados esnifando como una chica bien
Soy la brisa dice. ... Jajajaja
ResponderEliminarTu lo que eres es una ilusa!
A ver, deberías aprovechar tu superpoder para:
- vomitar al que no te ceda el sitio en el metro
- vomitar en medio de una reunión aburrida (yo lo hice y estuvo genial/asqueroso, aún se acuerdan en el curro)
- comer lo que te salga del pie... total, lo vas a volver a ver en nada.
Pero nunca, y digo NUNCA vomitarle a ZaraJota en pleno parchis!
X cierto, a mie daba resultado oler café (en grano) iba con mi tupper a todos lados esnifando como una chica bien
Tenéis una vida sexual digna de Youporn #justsaying
ResponderEliminarSiento reirme como si me soplara una brisa ideal en la cara ;)
ResponderEliminarA mi que me da que la pastilla aquella era para potar...
ResponderEliminarTambién existe la posibilidad que la niña la rechazara y te la mandara para fuera...jajaja
Besos y salud
Yo también estuve cuatro putos meses y puto medio sin encontrar la maldita brisa. Mi truco era masticar galletitas saladas y oler medio limón que llevaba en el bolsillo. Pero regu, eh. Suerte!
ResponderEliminarCreo que yo también tuve una mala actitud. Estuve 9,5 meses sin poder comer casi porque todo me sentaba mal. Hasta el agua. A día de hoy sigo sin soportar el olor a café ni a asados.
ResponderEliminarEl comer cosas ricas era mala idea porque después de portarlo les pillaba manía.
Solo me funcionó durante un tiempo las galletas MARIA.
Tienes que comer por dos-> pues mi equipaje no quiere ni recibir la dosis mínima.
Lo peor cuando sales del baño verde después de haber potado y te preguntan "te sientes mal?" la próxima vez no me molesto en ir al baño y así no hay preguntas obvias.
Besisss
Cielos. Menudos nueve meses de poteo. (El poteo en el norte es irse de cañas), iba a poner "ir de potas", pero suena infinitamente peor. Ánimo.
ResponderEliminar¿Abracito? pero si me vas a potar encima avisa so p*rr*c*
ResponderEliminarUn poco escatológica la entrada de hoy pero me he reído, igual. No le veo yo mucha base científica a sentirse brisa para controlar las náuseas. Jajajaja. Besotes!!!!
ResponderEliminarMujer, si no fuera porque tengo pruebas tangibles de lo bien que te salen los descedientes, te recomendaría dejar de tenerlos... pero oye, que si #lorzing es equiparable a #bebechan, muy seguro que le hace falta al mundo más que un pan a un ayunante.
ResponderEliminarMe he partido con la técnica.... de veras hay quien piense que eso funciona? A mi me han ido bien las rosquilletas, así a mordisquillos pequeños cuando me entraban las náuseas. Aunque también es verdad que de potar nada....
ResponderEliminarQue rarito Zarajots, ;-DDDDDDD
ResponderEliminarA mí lo único que me funcionaba era comer pepinillos en vinagre.
ResponderEliminarCuando dejas de comerlos deja de funcionar. Así que el truco es comer pepinillos en vinagre. Siempre.
Animo guapa con la puta brisa.
Los idiotas que dicen eso de las nauseas y de no se qué, son los mismos payasos que achacan los cólicos a falta de amor y de atención...¡es para darles con todo lo gordo, hombre!
En mi próxima cogorza lo pruebo. Es lo máximo que voy a engendrar de aquí a unos años... xD
ResponderEliminarZumo de naranja muy frio (naranjas casi congeladas) antes de levantarte por la mañana. Tomado en la cama. Si, te lo tiene que hacer él.
ResponderEliminarMano de brisa
Regaliz. Y serás más feliz.
ResponderEliminarBuah, yo me lo poté todo, y le cogí asco a cosas que un año después aún no puedo comer.
ResponderEliminarMe iba bien la tónica muy fría y dicen que el jengibre va muy bien!
Me he reído mucho. Sí, ya sé que no tiene gracia, pero eso del parchís y el gotelé tatuado en la frente, jamía... Si no querías risas, no haber escrito el post. :-D
ResponderEliminarpues me uno a los consejitos, como han dicho por ahí los pepinillos, cebolletas, aceitunas...vamos yo soy doña encurtido, es lo que más me calma el estómago pero claro a cada una nos funciona una cosa, ánimo!!!
ResponderEliminarUff yo potando hasta el dia del parto, increíble poder diferenciar los múltiples olores que hay en el autobús y metro, que agobio. Menos mal que la pastillita me ayudó a no potar en público. Caramelos sin azúcar hasta el séptimo mes, a partir de allí todo me daba mucho más asco. Aún odio el cocido de la abuela, lo tengo grabado en la nariz.
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