Bebé-chan
se ha atascado.
El
obstetra me tuvo toda la mañana de prueba en prueba y luego me
volvió a ver en la consulta.
-Bueno
chavales -dijo el obstetra-, voy a ser totalmente sincero: Lorz no se
va a poner de parto nunca. Y aunque se pusiera, Bebé-chan no podría
salir por ella sola, y al final tendríamos que recurrir a la cesárea
de todas maneras. Por eso creo que lo mejor es que te hagamos la
cesárea directamente.
-Está
bien, ¿cuándo sería?
-AHORA.
-Jajaja,
que gracioso.
-¿Has
venido en ayunas?
-Sí,
pero...
-Pues
nada, vete desnudando que esto lo apañamos en dos patadas.
Antes
de que me diera cuenta estaba en pelota picá. Peor: estaba con una
de esas batas de hospital abiertas por detrás. Muy, muy abierta,
porque no hay batas de hospital para embarazadas.
-¿Se
me ve el piticlín? -le pregunté a ZaraJota™.
-No, se te ve todo el culo.
Entonces
llegó una enfermera y me dijo que la acompañara a quirófano.
-¡Y
una mierda! ¡Yo no salgo de aquí hasta que no me tapen el culo!
La
enfermera se fue y volvió con una bata.
-Vamos.
Y
nos fuimos a quirófano, donde tuvo lugar la experiencia más subrealista de toda
mi vida.
En
la puerta del quirófano estaba todo el equipo.
-Hola,
soy tu médico, voy a practicar la intervención -me dijo, y me dio
dos besos.
-Yo
soy otro médico -beso, beso.
-Hola
cariño, soy la enfermera -beso, beso.
-Otra
enfermera -beso,beso.
-Hola,
yo soy el anestesista -beso, beso.
-Yo
el pediatra -beso, beso.
-Y
yo la matrona.
-¿Hace
falta matrona para una cesárea? -pregunté.
-No,
yo estoy atendiendo a la chica del paritorio de al lado, he venido
sólo a saludarte -beso, beso.
-¿Pero
ustedes van a operarme o a darme el premio Miss España?
Pronto
me di cuenta de que todo el besuqueo era una maniobra de distracción:
no sé cómo me vi de nuevo en pelota picá, subida a una camilla y
llena de cables y vías por todas partes.
Estaba
a punto de protestar cuando me taparon de cuello para abajo con una
tienda de campaña verde. Todo lo que veía era verde. Y, al otro
lado, oía hablar a los médicos.
-Pues
nada, que me pido zuecos blancos del 38, y me traen zuecos verdes del
40, y voy al tío y le digo...
En
serio.
Probablemente
el momento más importante de mi vida y allí estaba, oyendo hablar
de zapatos. Y ni siquiera eran zapatos bonitos. Es más: por no ser
no eran ni de mi número. En fin, si al menos me dejaran participar
en la conversación...
-Oigan...
-Hola, gordita.
-Hola, gordita.
Esto ya es el colmo, me dije. Vale que me despeloten. Vale que hablen de
zapatos. Vale que me ignoren. Ahora, ¡lo de gordita ya es pasarse!
-¿Gordita?
-Sí,
mira.
Y
de pronto, por encima de la tienda de campaña verde, apareció una
cabecita muy calva, una carita muy cabreada, y un cuerpecillo muy
pequeño.
Bebé-chan.
Una
enfermera la envolvió en una mantita y me la dejó caer en el
cuello, que era la única parte del cuerpo que me quedaba al aire.
-Nos
la vamos a llevar un segundo, ¿vale? -me dijeron al poco.
-No.
-Te
la traemos ya mismo.
Bebé-chan
desapareció detrás de la tienda de campaña.
-Mientras
te vamos a poner un tranquilizante para que descanses un poco.
-BUUUUUUAAAAAAA...
-Eh...
¿ha nacido ya el otro niño?
-BUUUUUUAAAAAAA...
-No,
eso que llora es tu hija.
-BUUUUUUAAAAAAA...
-Que
mona, ¿no?
-BUUUUUUAAAAAAA...
-Ahora
vamos a coserte. No te preocupes, que ya queda poco.
-BUUUUUUAAAAAAA...
-¿Sigue
siendo mi hija?
-BUUUUUUAAAAAAA...
-Me
temo que sí.
Un
poco más tarde apareció dentro de mi campo de visión el pediatra.
-BUUUUUUAAAAAAA...
-He
revisado a la niña y está estupenda. Enhorabuena.
-BUUUUUUAAAAAAA...
-Entonces,
¿no es ella la que llora?
-BUUUUUUAAAAAAA...
-Sí
que lo es.
-BUUUUUUAAAAAAA...
-Ah.
-BUU.
-Anda,
se ha callado.
-No,
es que la hemos subido a planta a que conozca a su papá.
-Jijiji, ZaraJota™ la ha pringao...
Sabiendo
que la operación estaba a punto de terminar y Bebé-chan se
encontraba a salvo con su papá empecé a relajarme un poco. Además,
el tranquilizante me estaba haciendo mogollón de efecto.
-Voy
a sherrraaaaar los ojossssssh un shegunditoooooo -me dije a mí
misma-, para meditaaaaaaar shobre eshte momento trashendenteeeee...
Cerré
los ojos y me quedé dormida.
No
debía haber pasado ni un segundo cuando se acercó una enfermera y
empezó a darme bofetadas.
-No,
no, no, cariño -plaf, plaf-, quédate con nosotros -plaf, plaf-, despierta
-plaf, plaf-, quédate con nosotros... -plaf, plaf.
Al
final no me quedó más remedio que abrir los ojos.
-Hagaaamosh
un traaato -le dije-: usssssted deeeja de pegaaaarme y yo me queeedo donde
ushted me diiiiga.
Continuará...
Continuará...
Yeeee. Es leerlo y como si volviese a ser ese día. :D
ResponderEliminarPues lo del calmante no lo entiendo. Porque no te dolía, ¿no? Lo suyo sería haberte quedado con tu nena mientras te cosían, digo yo...
ResponderEliminarNo se puede. Al bebé se lo llevan con el papi (algún familiar si no hubiera padre)
EliminarA la madre la cosen, y en algunos hospitales la dejan un par de horas en observación. Luego ya la suben a la habitación.
Madre del amor hermoso... Me río por como lo cuentas, me río mucho, pero jo... xDDD La verdad es que es un poco surrealista sí xD
ResponderEliminarOstras, qué confianzas!!! A mí me bajaron en camilla, y sin tantos cumplidos!!!!
ResponderEliminarPor cierto, contaste las grapas???
Suele pasar, que cuanto más masaje perineal, más grande es la raja en la tripa.
ResponderEliminarQue sepas que esto es una tortura, las entradas cada vez son más cortas, y voy a hacer una plataforma para que lo cuentes ya todo en tres tomos gordos o más si es posible!!!!
Vaya, o sea, que es cierto, cuanto más cosas de las sexuales hagas con tu pareja durante el embarazo más rápido e indoloro es el parto, bueno es saberlo... :-D
ResponderEliminarSalud y tal.
Oye, pues a como lo cuentas te ha tocado un equipo la mar de majo y profesional, además de que todo ha pasado en tris tras, me parece... Aunque no sé bien por qué, pero me parece que Zarajota ha potado menos de lo que esperaba en este post.
ResponderEliminarYo he tenido tres cesáreas.
ResponderEliminarEn la primera me doparon y fue el momento más feliz de mi vida, pero creo que era por la droga que me metieron. Les pedí de eso para casa pero no me lo dieron.
En la segunda creía que me estaba muriendo (creo que me bajaron demasiado la tensión) y yo se lo decía a la anestesista que estaba de charreta con sus compañeras. Le decía "Oye que me estoy muriendo y no te estás enterando" y ella ni puñetero caso.
En la última estaba tan nerviosa que se lo dije a la anestesista y se portó fenomenal, volvió a meterme la droga de la felicidad y mientras mi bebé berreaba a pleno pulmón, a mí me parecía que eran los ruiditos más monos que había escuchado en mi vida.
Diox, espero que dentro de 3 años si me quedo preñada antes de los 30 tenga un parto natural en casa, sin desgarros, en media hora y me salga de máximo 3kg con la cabeza super pequeña.
ResponderEliminarLevantarme y ponerme a fregar el suelo.
¿Existen esos partos?
PD: ¿Y CONTINUASTE DESPIERTA?
Señorpadre me contó que mientras le operaban de cataratas los médicos no paraban de hablar del partido del día anterior y de decirse "pásame la cocaína". Queremos pensar que esto último era para dilatarle la pupila a Señorpadre...
ResponderEliminarLa tienda de campaña verde es el mal, a mí a la niña me la pusieron en la boca para que le diera besos y no me la retiraron hasta que no dije que no podía respirar con el bebé ten en mi cara :) Suertuda con la droga, a mí se me acabó la anestesia y sentí todos los puntos. Malvados médicos que ponen poca droga a los pacientes de seguridad social...
ResponderEliminarMe hiciste recordar el dia que nacio mi nena snif, ya tiene 6 años ¡¡¡ asi que imaginate.
ResponderEliminaryo no paso por eso otra vez por nada... en mi caso, al pasarme de la camilla a la mesa de operacion se me salio el cateter de la espalda y no me estaba entrando la anestesia, y a pesar de que les decia que me dolia pensaban que estaba de coña y que era una quejica, tuve que decirles que me estaban cortando de izq a drcha para que pararan de abrir, me cerraron rapido, me levantaron, me lo colocaron de nuevo y vuelta a empezar... me tuvieron que atar de pies y manos porque me dio un ataque de histeria al sentir como me estaban cortando, luego me dormi... No repito, jamas... si mi marido quiere otro hijo... ya puede buscar por ahi. yo estoy fuera de servicio permanente.
ResponderEliminarLorz, hace tiempo que vengo siguiendo tu blog y, aunque ha tenido momentos memorables,este ha sido el mejor para mi gusto. Nunca había leído la narración de una cesárea con tanto humor...no he soltado una carcajada de milagro. Estaré impaciente por leer cómo ha sido la llegada a casa de Bebe-chan, que la cosa promete XD
ResponderEliminarHay que ver, te dan un tranquilizante fuerte y luego esperan que permanezcas despierta.
ResponderEliminarDesde luego esto de la cesárea parece mucho más sencillo que todo lo demás. Qué bonito "presenciar" un parto, me ha hecho recordar los míos. Un saludo Lorz.
Joerrr, que suerte, la cesárea más breve que he oido en mi vida.
ResponderEliminarBuenísimo lo de los besos.