Pues no, no nos cabe.
Además, ¿qué hacemos nosotros con un
dragón?
Son grandes, escupen fuego, comen carne
humana... ¡y deben hacer unas cacas enormes!
Que no, que no, que son muy poco
prácticos.
Además, lo que papá y yo queríamos
no era un dragón, sino un bebé.
Es lo que pasa cuando te sale el amor a
borbotones, ¿sabes?
Nuestra pequeña familia se nos quedaba
aún más pequeña por falta de gente a la que querer.
Entonces mamá tuvo un accidente. Ya
hablaremos de eso cuando seas mayor. Ahora lo único que importa es
que el médico le dijo a mamá que iba a tener muchas dificultades
para tener hijos.
Eso dolió más que el accidente,
mucho, mucho más.
Después hubo
otro accidente. Sí, también hablaremos de eso cuando seas mayor.
Esta vez el médico dijo que mamá iba a tener muchas dificultades
para tener hijos, y que de todas maneras quizá era lo mejor para
todos.
Ni que decir que
no estaba de acuerdo, no lo estaba en absoluto.
Hizo falta otro
médico diferente, mucho tiempo después.
-Tienes un útero
precioso -dijo.
-¿Y eso que
significa?
-Que eres tan
fértil que te puedes quedar embarazada bebiendo del mismo vaso que
tu marido.
El médico
exageraba, no es así como se tienen los bebés... ya te lo explicaré
cuando seas mayor. Muy mayor. Unos cincuenta o sesenta o así.
Papá y mamá
empezaron a beber del mismo vaso en noviembre del 2011, pero no te
fabricaron hasta la navidad de ese mismo año, una de las más
tristes que hemos tenido.
A la tita del
Puerto le acababan de detectar un cáncer de pecho, y no se podía
mover de su casa porque iban llamar para que se operara en cualquier
momento. Los abuelos se fueron al Puerto con ella, para que no
pasaran la navidad sola. A cambio dejaron a sus hijos solos en
Madrid. Que es verdad que ya éramos mayorcitos, pero, ¿te imaginas
una cena de navidad sin los abuelos?
Sin los gorritos
absurdos de la abuela, sin el abuelo de los nervios porque alguien
llega cinco minutos tarde, sin las toneladas de comida, sin el cabreo
porque ha salido una botella de cocacola en la foto, sin las velitas
y el “mira que mono me ha quedado el árbol”.
No es lo mismo, ¿verdad?
Al final a la tita
del Puerto la operaron el mismo día que supimos que venías de
camino.
Papá y mamá
acordaron no decirle nada a nadie, ¡eras tan pequeñita, tan frágil!
Pensábamos que con sólo nombrarte el viento se te llevaría.
Aunque ocultarlo
era difícil. Mamá estaba hecha una pupa. Devolvía, se mareaba, le
dolía todo, a veces se quedaba dormida de pie... lo que pasa cuando
tienes un bichillo inquieto creciendo dentro de ti.
A pesar de todo,
ese segundo fin de semana de enero nos fuimos al Puerto a ver a la
tita. Nada más verme, me cogió del brazo y me llevó aparte; la
tita era la única que sabía que te andábamos buscando.
-¿Que tal?
-¡Creo que estoy
embarazada!
A la tita se le cambió la cara.
-¿Seguro?
-El palito dice
que no, pero yo lo sé, estoy tan malita...
Y mamá, tan
malita como estaba, sonreía.
-¿Se lo vas a
decir a tu madre?
-No, no se lo
digas, es muy pronto...
Papá y mamá
pasaron el fin de semana en el Puerto haciendo equilibrios para que
nadie notara nada. La tita, recién operada como estaba, se dedicó
a cubrirnos. Creo que en el fondo se lo estaba pasando hasta bien. Y
entre unas cosas y otras, nadie notó las escapadas para devolver, o
que mamá esquivaba ciertas comidas y luego comía frutos secos y
manzanas todo el día, o que apenas tocaba a los gatitos.
Volver a Madrid
sólo fue un alivio en parte.
Porque verás, mi
niña, cuando estás embarazada (y prométeme que tú tardarás
mucho, mucho en estarlo) necesitas mucho a tu mamá. No sé si es el
instinto, o que necesitas mimitos, o qué, el caso es que así es.
Y justo, justo
cuando mamá necesitaba a su mamá, la abuela estaba en el Puerto. Un
mes entero, y que largo que fue.
Todos los días
hablábamos por teléfono, y cuando colgaba me sentía más frustrada
que antes, porque no se lo podía decir; la abuela ya lo
estaba pasando bastante mal:
Estaba preocupada
por la tita, porque un cáncer no es cosa de broma.
Estaba preocupada
por su trabajo, porque para cuidar de la tita había tenido que pedir
una excedencia; una suspensión de empleo y sueldo durante un mes, y
no sabía si a la vuelta seguiría teniendo trabajo, tal y como
estaban las cosas.
Estaba preocupada
por el dinero, claro, porque un mes sin sueldo no es algo que una
familia pueda asumir así como así.
Estaba preocupada
por sus hijos, porque estaban solos en Madrid. Por aquel entonces el
más pequeño tenía 26 años y vivía con su pareja, pero los hijos
son siempre niños.
Estaba
preocupada por el abuelo, porque ya sabes que los abuelos se pasan el
día rezongándose, y luego no pueden estar el uno sin el otro.
Y además, “¡a
saber cómo me está dejando la casa! Porque ya sabes cómo son los hombres,
que limpian, pero no afinan. Le temo, le temo a lo que me voy a
encontrar cuando vuelva”. Las cosas de la abuela.
Al final, la tita
me convenció para que se lo contara.
Me dijo que la
abuela estaba muy triste. Me dijo que eso la animaría. Me dijo que
le haría sonreír. Y sobre todo, me dijo que o se lo contaba yo, o
se lo contaba ella, que no podía guardarse un secreto tan gordo ni
un día más.
Ya sabes cómo son
los abuelos. Si se lo hubiera dicho antes a la abuela, el abuelo se
habría enfurruñado, “nadie me quiere”, “nadie me cuenta
nada”, “no pinto nada en esta casa” y todo lo demás. Si se lo
hubiera dicho antes al abuelo, la abuela no me habría vuelto a
hablar en la vida. Que ahora que lo pienso, así a largo plazo, igual era una ventaja.
La solución fue
mandar un mensaje al móvil, a los dos a la vez, y si uno lo leía
antes que el otro era su problema, ¿no?
Ellos no lo vieron
así. Sobre todo la abuela. “Mira que decirme una cosa así por
mensaje”, decía. El cabreo le duró poco: iba a ser abuela, y estaba muy ocupada anunciándolo a gritos por la calle.
Por aquel entonces
eras tan pequeña que papá y yo te llamábamos Cigotito: medías 9
milímetros. Nos parecía mentira que aquella manchita diminuta fuera
a convertirse en un bebé, y aún así, empezamos a prepararnos para
tu llegada.
Conseguimos una
hipoteca, todavía no sabemos muy bien cómo, y nos compramos un piso
con una habitación grande y ventilada para ti.
Peleamos con pintores, albañiles, técnicos y papeleos de diverso tipo.
Peleamos con pintores, albañiles, técnicos y papeleos de diverso tipo.
Y luego nos
mudamos.
Hija, si puedes, no te mudes nunca, o mejor, múdate mil veces, pero ve ligera de equipaje. Una mudanza es como el infierno, con cajas y pelusas en vez de llamas y diablillos.
La mudanza fue especialmente traumática para Arale-Chan, durante un tiempo pensamos que no lo superaría.
Hija, si puedes, no te mudes nunca, o mejor, múdate mil veces, pero ve ligera de equipaje. Una mudanza es como el infierno, con cajas y pelusas en vez de llamas y diablillos.
La mudanza fue especialmente traumática para Arale-Chan, durante un tiempo pensamos que no lo superaría.
No te preocupes, lo superó.
Cuando acabamos las reformas, la mudanza y nos asentamos, ¡pluf! Reventó una tubería que nos inundó la casa. Por suerte el fontanero, no te lo creerás, estaba en el edificio, y actuó rápido. Bueno, actuamos: el fontanero, papá, tú en la tripa y yo, recogiendo agua, apartando muebles, construyendo pequeños diques con toallas... En medio del desbarajuste, mamá se hizo daño en la rodilla, y por eso se pasó los siguientes meses cayéndose de todas partes: de las escaleras, del autobús, andando en llano por la calle... Cada caída era un susto, porque te podías haber hecho daño tú también.
Apenas nos
habíamos recuperado de la emoción de tener un parque acuático en
casa cuando la tía Noli nos llevó a Eurodisney. Tú ya eras un
bichillo de tamaño considerable, empezabas a dar patadas y con ellas jugábamos a imaginar lo que te gustaba y lo que no.
Por entonces,
cuando parecía que todo estaba perfecto y listo para la llegada de
nuestra pequeña, mamá se quedó sin trabajo. Económicamente no
suponía ningún problema, mamá llevaba muchos años trabajando, y
tenía derecho a su prestación. El problema era, precisamente, que
mamá llevaba muchos años trabajando, y no sabe estar parada. Y por
mucho que buscó trabajo, con cinco millones de parados como había,
a ver quién contrataba a una embarazada.
Al final mamá se
resignó y se dedicó a estudiar. La de horas que habremos pasado, tú
y yo, recitando lecciones de inglés, de historia, de arte. La de
exámenes que hemos hecho juntas, escritos y orales, y lo que nos
hemos reído cuando los examinadores veían a esa opositora de tripa
enorme acercándose a la tarima...
Nada más acabar
los exámenes, cuando ya me saboreaba un mes de paz, tranquilidad y piscina,
la tita del Puerto tuvo un accidente de coche. El coche quedó como
un acordeón. Por suerte la tita llevaba el cinturón puesto, así
que en vez de quedar hecha mermelada y que la tuvieran que recoger
del asfalto con una palita, sólo se hizo un magullón en el pecho que
durante unos días le impidió moverse con normalidad. Para que veas
lo importante que es el cinturón, hija, hay que ponérselo siempre.
Y si alguna ves no te apetece, piensa si prefieres moratón o
mermelada, porque de eso se trata.
Lo peor para la
tita fue el bajón, porque acabar un tratamiento de cáncer y justo
tener un accidente es como para deprimir a cualquiera. Por eso le
dije que me iba con ella unos días.
Eso me costó una
bronca con tu padre. Ya sabes que tu padre y yo no discutimos, y no
es por que yo no lo intente, que va, es culpa suya, que lo único que
hace es levantar una ceja y así no hay manera de discutir con nadie, que poca consideración.
Esta vez, en
cambio, tu padre no tuvo bastante con levantar una ceja.
-Es que no
entiendo que tengas que ir tú.
-Porque mi madre
no puede pedirse más días en el trabajo.
-¿Y no hay nadie
más?
-Sí, pero...
-Que no es porque
vayas, que ya sabes que no... Es que estás de siete meses, tienes
una rodilla inútil, anemia, nauseas casi todas las mañanas y
contracciones casi todas las tardes... Que no estás para ayudar a
nadie, estás para que te ayuden.
-Bueno, no sé, al
menos le haré compañía, ¿no?
Tu padre accedió
al fin a regañadientes.
Luego, cuando
llegué al Puerto y la tita me vio puso cara de espanto.
-¡Yo no sabía
que estabas así!
Que tampoco era
para tanto, es que ya sabes lo exageradas que son.
Después de pasar cuatro días con la tita, contracción va, contracción viene, la tenía tan asustada que me acompañó a Madrid porque tenía miedo de lo que me pudiera pasar si me venía sola.
Ya ves, como si no hubiera ido yo sola, para empezar.
Porque había una
cosa que tuve clara desde el principio: estar embaraza no es estar
enferma.
Bueno, a veces lo
es. No en mi caso, no en nuestro caso.
Es verdad que tenía días en los que se encontraba muy mal, y tenía que quedarme en la cama abrazándome la tripita y repitiendo “es por mi
bebé, es por mi bebé” como forma de consuelo.
En cambio, la
mayoría de los días, hemos hecho de todo juntas, tú y yo.
Hemos hecho
exámenes, hemos ido en avión, nos hemos montado en atracciones de
Eurodisney. Hemos estado en la playa, y en el cine, y en una obra de
teatro en la que mamá se rió tanto que papá dijo que al final nos
ibas a salir centrifugada.
Hemos ido a la piscina y nadado largos a un lado y al otro como si nos fuera la vida en ello. Hemos hecho pilates, y ejercicios para embarazadas, y otro tipo de ejercicios de los que te hablaré cuando seas mayor.
Hemos ido a la piscina y nadado largos a un lado y al otro como si nos fuera la vida en ello. Hemos hecho pilates, y ejercicios para embarazadas, y otro tipo de ejercicios de los que te hablaré cuando seas mayor.
Hemos hecho vida
normal, la limpieza de los viernes, la intensiva premudanza y la general de otoño (un poco adelantada), ido a la compra, cargado con el carrito
hasta los topes, cocinado cosas ricas para papá, incluso cuando a
veces mamá no era capaz de comer nada después.
Hasta el último
día, hemos ido a todas partes en autobús y en metro, salvo cuando
el abuelo nos hacía de taxista. Una vez hicimos la croqueta en el suelo de un interurbano. Otra, el abuelo nos prestó el
coche, se nos rompió en un túnel de la M30 y nos tuvo que sacar la grúa. Hemos viajado en ave, y en un ascensor con sorpresa.
Hemos subido y
bajado miles de escaleras, a veces a pie, y a veces dando saltitos
sobre el culo de mamá. Ya pasados los ocho meses de embarazo, subimos tres pisos a pie para secuestrar un gato.
Hemos reído hasta llorar, y hemos llorado hasta que papá nos ha hecho reír contándonos chistes de pollos.
Hemos puesto el hombro para que lloraran otras personas, y no quiero señalar a nadie.
Hemos oído miles de horas de música clásica, cantado, escuchado los cuentos que leía papá para que te acostumbraras al sonido de su voz.
Hemos reído hasta llorar, y hemos llorado hasta que papá nos ha hecho reír contándonos chistes de pollos.
Hemos puesto el hombro para que lloraran otras personas, y no quiero señalar a nadie.
Hemos oído miles de horas de música clásica, cantado, escuchado los cuentos que leía papá para que te acostumbraras al sonido de su voz.
Todas las noches
le hemos dado el beso de buenas noches a papá, y todas las mañanas
hemos recibido los suyos de buenos días, uno para mí y otro en el
ombligo para ti.
Y todo eso, mi
pequeña, cuando no eras más que un bultito dentro de la tripa de mamá.
Estoy deseando ver
todo lo que somos capaces de hacer los tres juntos ahora que estás fuera.
Pd: Un post moñas al año no hace daño, ¿no?
Pd2: Ya está cambiada la errata, quejicas. Así, tecleando con el índice de la mano derecha y sujetando a Bebé-chan con la izquierda.
Gracias a todos por vuestros comentarios (los de este post y los del anterior). Me gustaría responderlos uno a uno, aunque creo que no voy a tener tiempo para hacerlo hasta dentro de unos 18 años o así.
Pd: Un post moñas al año no hace daño, ¿no?
Pd2: Ya está cambiada la errata, quejicas. Así, tecleando con el índice de la mano derecha y sujetando a Bebé-chan con la izquierda.
Gracias a todos por vuestros comentarios (los de este post y los del anterior). Me gustaría responderlos uno a uno, aunque creo que no voy a tener tiempo para hacerlo hasta dentro de unos 18 años o así.
Jo, ¡qué emocionante!
ResponderEliminarMe alegro infinito de que todo haya ido bien. Disfrutadlo mucho.
Abrazos
ains joer que se me ha escapado la lagrimita,coñoya..
ResponderEliminartoda la felicidad del mundo para vosotros,arale-chan incluída..ahora a buscar todos los sitios donde os dan muestras gratis para bebñes,canastillas etc...jijiji..q las muestras gratis molan mucho
besos desde invernalia
leti
soy la misma pesada de antes..ya paro..es sólo un ejemplo de canastilla gratis jijiji
ResponderEliminarhttp://www.caprabo.com/bienvenido-bebe/home/
beso,leti
Precioooosoooooo!!!!!
ResponderEliminarYa ves, las cosas que valen la pena hacen que plantes cara a todo.
Y no, no es moñas pero.....espera que cojo el clínex, que no veo el teclado!!!!
Me ha encantado, es que sois una monada de.....tachánnnn....FAMILIA!!!!
Un fuerte abrazo.
¡Qué bonito! Bebé-chan es muy afortunada. Por cierto, ¿cómo se llama?
ResponderEliminarMuchos besos
Eres capaz de hacerme llorar de risa y de alegría... ¡enhorabuena!
ResponderEliminarAnónimo, Bebe-chan se llama Bebe-chan XD (es broma, se llama Paula Zarajota-Lorzagirl, así, en apellido compuesto, como los famosos)
Un post ñoño-precioso. Enhorabuena otra vez.
ResponderEliminarQué bonitoooo!!!
ResponderEliminarBienvenida Bebe-Chan y Enhorabuena a los Bebe-Chan-Papás.
Muy ñoño pero no lo suficiente.
Eres genial.
Disfrutad de la peque y la oxitocina por las nubes!!
Besicos.
"Papá y mamá empezaron a beber del mismo vaso en noviembre del 2012, pero no te fabricaron hasta la navidad de ese mismo año"
ResponderEliminarSi no me equivoco, esto es de aqui a un mes y pico ¿no? :)
Felicidades. A disfrutar!
ResponderEliminar:_)
ResponderEliminarSabes cómo hacer sentirse a alguien inutil con un simple "post ñoño" (perra).
:P
A ver si la próxima vez que me acerque a Madrid se alinean los planetas y os puedo ver.
Un post precioso. Es genial leer lo que escribes, yo lo he hecho en un cuaderno durante el embarazo y ahora que está creciendo también le cuento cosas... Les va a gustar tanto leerlas :D
ResponderEliminarJop, con varias amigas en espera de bebés, esto me dispara las ganas de arrullarlos :')
ResponderEliminarSo loca, déjate de actualizar, y duerme mucho, que seguro que lo necesitas :D
Un bezo :*
ResponderEliminarEres como las hemorroides, te sufro en silencio, pero hoy tenía que poner algo. A mí también me has hecho caer la lagrimita y no es fácil.
Y no, un post moña al año no hace daño, pero este es el único post no moña que he leido aquí y han sido muchos xDDD
¡Muchas facilidades!
PD: Las cacas de dragón deben ser muy grandes, pero las de Arale-Chan no deben moco de pavo tampoco.
Sois una familia adorable de las que dan mucha envidia ^_^
ResponderEliminarCreo que es el premenstrual, pero me has hecho llorar mucho, mucho.
ResponderEliminarSeguro que a bebé-chan le encantará leerlo cuando sepa hacerlo.
Felicidades de nuevo a los tres ^^
Es genial, ¡qué bonito!. Enhorabuena.
ResponderEliminarSon ya varios años leyéndote y disfrutando con tus historias. Gracias, gracias por las sonrisas y las carcajadas, gracias por ser así de genial, y sobre todo gracias por dejarnos vivir un poquito de tu vida, hasta el punto de sentir como propia la alegría por la llegada de bebechan.
ResponderEliminarFelicidades, espero que la pequeña os traiga cientos de hogazas de horno de leña bajo el brazo (eso y que sea un poquito trasto, lo suficiente como para regalarnos muchos años más de tus maravillosas historias)
Un post moñas al año no hace daño, y unas lágrimas de alegría y emoción de vez en cuando vienen la mar de bien, como las que me has hecho derramar.
ResponderEliminarHa sido un embarazo...¿entretenido? Espero que los tres viváis cosas muy buenas a partir de ahora :)
Dios, qué poder tienen las hormonas.
ResponderEliminarEnhorabuena!!! Yo tampoco comento nunca nada, pero después de conectarme todos los días al twitter (aún sin tener cuenta)para ver si bebe-chan se decidía a salir, creo que lo mínimo que os mereceis los tres es una felicitación enorme. Ser muy felices y seguir contándonoslo así de bien. Bicos
ResponderEliminar¡Qué bonito!Ahora con el bebé te hartarás de hacer fiestas de cumples, santos y Navidades!
ResponderEliminarAins, qué dulce. Felicidades a los papas por tener una criaturita que os hace tan felices y felicidaes a bebe-chan por tener unos papas taaan especiales.
ResponderEliminarDisfrutaros mucho! :)
besicos
Jooooo qué bonito, qué emocionante y qué de todo ainsss!!!
ResponderEliminarMe alegro muchísimo por vosotros, family, ahora a disfrutar mil de #bebechan
Un besote!
Muchas felicidades familia! :D
ResponderEliminarSeguro que le hará ilu leerlo cuando sea un poco mayor y si no se lo lees tú porque es super bonito!
Un beso!
El mejor post de una serie de post magistrales. Al final, Lorz, después de años leyéndote, leer cosas como esta me alegra, de verdad.
ResponderEliminarFelicidades, de todo corazón.
P.D: Un comentario moña al año no hace daño.
Lo mismo digo, despues de años leyéndote es como si te conociera, me alegro mucho por los tres, papi, mami y bicho.
ResponderEliminarDentro de un par de años te dirás a ti misma: con lo bien que vivía yo cuando llevaba al bicho este en la tripa...
Vicent.
Ainssssss.
ResponderEliminar¿Habrás impreso todo ésto para que quede en un libro y regalárselo a tu bebé al cumplir 18,no?.
Que los discos, duros o blandos, no son de fiar.
Jo¡¡ Que bonito¡¡ Me ha hecho emocionarme y todo, y no, un post moñas, o los que tu quieras poner, no hacen daño. Y menos si son tan bonitos como este.
ResponderEliminar¡¡Qué precioso!! Me has emocionado. Voy a pedirle a mi Consorte que me deje beber de su vaso ahora mismo.
ResponderEliminar¡Lo sabía! ¡Bebe-Chan es una niña reanual! XDD
ResponderEliminarEsperamos impacientes sus primeras aventuras en vuestra casa, incluida la reacción de Arale-Chan (a ver si le da el síndrome del príncipe destronado, pobre rata).
Por cierto, he dejado un regalito en mi blog para la nueva familia.
Lorz, me ha encantado esto :_)
ResponderEliminarFelicidades.
Por cierto, despedir a una embarazada es ilegal, incluso aunque la empresa no sepa que está embarazada. Seguro que tus amigos abogados te lo han dicho.
ResponderEliminarQue tierno ,os deseo lo mejor del mundo a los tres ,
ResponderEliminarEnhorabuena por vuestro bebe
ResponderEliminarMe has hecho llorar, coñe!
ResponderEliminarEstoy de 7 meses y tengo los sentimientos maternales locos!!!
Enhorabuena!!! Ya verás, ahora tendrás que sacar tiempo de debajo de las piedras... porque esa cosita que es vuestra acaparará toda vuestra atención y cuando empiece a sonreir no te digo nada...
ResponderEliminarJolín qué bonitos escribes los post moñas... eso no se hace que yo también estoy en lactancia y las hormonas están de aquí para allá... que me da la plorera...
ResponderEliminarFelicidades!!! Me alegro un montón de que estéis bien y de que queráis tanto al bichito... vais a estar la mar de bien, ya lo verás, tú disfruta hasta de la preocupación...
Me uno al comentario de Camaleona, mis hormonas de lactancia también me han hecho llorar. Muchos besos a toda la familia, te vas a divertir!
ResponderEliminarUn post tán, tan dulce... que emociona hasta sonreir ^^ porque no deja lugar a llorar, tan bello que es.
ResponderEliminarPrecioso, es muy tierno como has resumido estos meses
ResponderEliminarEspero que seáis muy felices y disfruteis con la nena y sus monerias.
Qué gonitooooooo ^^ ¡Me alegro un montón de que estéis los tres bien!
ResponderEliminarEl post más bonito del mundo mundial. Años leyéndote, me sumo a los comentarios por dar a conocer tus graciosas y bonitas historias. En mi vida había esperado tanto el epilogo de un embarazo. Felicitaciones a ambos (y a rata-chan) por tener una familia tan bonita y por la preciosa nena!
ResponderEliminarIba a comentarte algo, pero se me ha metido algo en el ojo.
ResponderEliminarLuego ya, si eso.
Snif...
Me has hecho emocionarme, gamberra! Precioso. En serio.
ResponderEliminarNo paro de decirlo, pero Bebechan tiene mucha suerte en teneros como padres. Ains.
Precioso.
ResponderEliminarEnhorabuena a los dos, a disfrutar de la peque y nosotros que lo leamos (enhorabuena también a Arale-Chan, que no se sienta destronado el pobretico)
La experiencia con hermanas menores y sobrino, me dicta decirte que los primeros meses no es que hagan mucho más que dormir, comer y cagar... Después empieza lo realmente divertido.
ResponderEliminarAins que bonito!!
ResponderEliminarFelicidades!!!
Emocionante y divertido a partes iguales...eres unica!! Muchas felicidades familia!!
ResponderEliminarAnda, Lorz, que he leído todo con una sonrisa de tonto que no veas. ¡Has escrito la prebiogragia completa de Bebe-chan!
ResponderEliminarEspero que no olvides esas explicaciones que le debes en un futuro muy muy lejano.
Felicidades de corazón a los tres.
Muchas muchas felicidades a ambos. Bueno... ¡a los tres!
ResponderEliminarLorz, que grande eres! El post es precioso. Enhorabuena familia!
ResponderEliminarEnhorabuena gorda!! Mejor dicho, gorda enhorabuena!!!
ResponderEliminarHas tenido un embarazo muy bien aprovechado. Vomitos, accidentes, mudanza, crisis mundial ... Se supone que lo del embarazo es una ventaja frente al clásico huevo pero yo no lo tengo nada claro. Llevar al huevo en el bolso (hoy en día son muy grandes( o mejor, en el carrito de la compra me parece bastante mas práctico que llevarlo incorporado.
Mucho ánimo para la continuación!!! Una vida de aventura os espera!!
Disfrutadlo!!!
Besotes gordos tambien.
Ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooohhhhhhhhhhhhhhh!!
ResponderEliminarQue tierno!! La oxitocina, a tope, veo!! Enhorabuena, Lorzamami!!
Disfrutad de Paula Zarajota-Lorzagirl, igual que del sugus de piña, jejeje!
Un besazo enorme a toda la familia!
Muchas felicidades por la nueva integrante!
ResponderEliminarPreciosa entrada y muy gráfica. Felicidades por el bebé :-)
ResponderEliminarMuchísimas felicidades!!! A la mamá, al papá, y a bebéchan que todavía no sabe la suerte que ha tenido...
ResponderEliminarSe va a llamar Paula? Me parece un nombre precioso, es el que mi madre hubiera querido para mí.
Disfrutadla!!! Enhorabuena a los 2
ResponderEliminarCnd.
Ayy que bonito. Aunque nunca te he comentado desde el año pasado leo tu blog y estoy tan contenta de bebechán. Un abrazo
ResponderEliminarenhorabuena papás! feliz puerperio y feliz lactancia! disfrútala! estoy deseando leer tus nuevas historias cómo mamá primeriza.
ResponderEliminarun besazo
ps:ya te vale, con tal de no escribir el famoso libro seguro que te has puesto a amenazar a la pobre bebé chan para que saliera...jejeje
Me ha gustado mucho el post ..... me ha emocionado... mil gracias !!!!
ResponderEliminaros deseo mucha saludy mucha paciencia para criarla, que adorarla ya lo haceis ... ah... y que la cría duerma toda la noche desde los 2 meses !!!!
besicos
perdida en la red
Disfruta de este momento familiar, los hijos son un regalo inesperado, incluso aunque los hayas esperado durante largo tiempo. Un abrazo.
ResponderEliminarPilar
Querida Lorzagirl,
ResponderEliminarHe llorado (bueno, casi) todo el rato que te he leido esta carta maravillosa a Bebe-chan, con un poco de sentimiento de voyeur. Se te nota el amor por todas partes, así que tendrás que aguantarte e intentar con más fuerza que no se te note muaja-já!! Que luego una acaba poniendo el blog rosa, y vomitando cursiladas sin querer!!!
Querida bebé-chan...ya desde hace mil comentarios de tu madre, se veía venir las ganas que te tenía!!!
Precioso, tu hija es una niña afortunada.
ResponderEliminarGracias, Lorz.
ResponderEliminarEnhorabuena!!! Le encantará leer esta entrada cuando vuestra niña pueda hacerlo...bueno y todo el blog!! ;)
ResponderEliminar¡Miles de felicidades! Te dejo un enlace por si te interesa, habla del embarazo y la toxoplasmosis y de las mentiras sobre su contagio. Ya sé que ahora ya no estás embarazada, claro, pero te puede aclarar cosas por si piensas que tu nene puede contagiarse o algo. Un saludo.
ResponderEliminarhttp://4gatoslibres.blogspot.com.es/2011/02/toxoplasmosis-o-los-ginecologos-y-su.html