06 mayo 2012

La hipoteca que surgió del frío 9 y ya

Previously in Lorz...
Lo más sensato que puedes hacer es quedarte en casa de tus padres hasta los sesenta o setenta años.

Piso recién pintado, baldosas colocadas, suministro de luz facilitado...
Sólo faltaba la cocina.
Decíamos ayer que la expropietaria del piso se llevó todos los muebles de cocina.
Bueno, pues en realidad no se llevó todos-todos, se dejó uno, una cajonera de IKEA bastante mona y totalmente nueva, que no se pudo llevar porque tendría que haber desmontado todas las tuberías del fregadero. Ahora que lo pienso, lo raro es que no desmontara las tuberías y se las llevara también.
Nosotros decidimos aprovechar el mueble y compramos el resto a juego.
A mí me hubiera gustado que nos lo montaran los señores de IKEA, pero no pudo ser porque los pintores no acabaron a tiempo.
Visto en retrospectiva, me parece un milagro que acabaran.
Los señores de IKEA nos dejaron los muebles amontonados en mitad del salón (para que los señores pintores pudieran seguir trabajando en las paredes) y se fueron.
-No pasa nada -dijo ZaraJota™-, yo me ocupo de montarlos.
A fin de cuentas, montar los muebles de IKEA es facilísimo, ¡hasta un niño de cinco años podría hacerlo!
Con lo que no contábamos es con que la cocina-cocina, que era esta...


...vendría también totalmente desmontada, es decir, la estructura por una parte, las patitas por otra, el horno por otra, la vitrocerámica por otra, y sin enchufe.
-No pasa nada -dijo ZaraJota™-, no puede ser tan difícil.
Seis horas más tarde, las piezas seguían desperdigadas por todo el salón.
-¿Busco un niño de cinco años para que termine?
-¡No vienen las instrucciones!-gritó ZaraJota™-. ¡Hago lo que puedo!
-¿Has probado a descargarlas de la web?
-¡No están!
-¿Y si...?
-¡No! ¡Voy a montar esta cocina aunque sea la último que haga! ¡ES UNA CUESTIÓN PERSONAL!
Varios días más tarde, por fin. ZaraJota™ apretó el último tornillo y me llamó para que admirara su obra.
-¡Hala! ¡Que bonita! -le dije. Que ni bonita ni nada, era por animar.
-Mira que grande es el horno -dijo, abriendo la puerta.
-Anda, si tiene dos bandejas... ¿y esos papelotes qué son?
A ZaraJota™ le cambió la cara.
Las instrucciones.
O, mejor dicho, las p*t*s instrucciones.
-¿Estaban dentro del horno?
Durante una par de días ZaraJota™ estuvo en estado de shock, balanceándose y repitiendo "dentro del horno, dentro del horno" mientras le caía la babilla por un lateral de la boca.
Para entonces yo ya había descubierto la aterradora realidad: la vitrocerámica no funcionaba.
ZaraJota™ desmontó y volvió a montar todo, esta vez siguiendo las instrucciones, cambió el cable, cambió el enchufe... y nada.
Al final llamé al servicio técnico.
-Eso es que está mal montado -me dijo el técnico por teléfono.
-Me quedaría más tranquila si viniera a verlo.
Y vino. Por suerte, vino un día que ZaraJota™ no estaba. No sé qué habría sido de su pobre cerebrito.
El técnico desmontó la vitro y empezó a resoplar.
-Menuda chapuza le han hecho, señora...
-¿Sí?
-Lo mejor que puede hacer es llamar a IKEA y poner una reclamación.
-Es que no lo han montado los de IKEA...
-Pues tendría que haber llamado a un electricista.
-Oiga, que ha sido un electricista titulado.
Sí, el terrible secreto de ZaraJota™ sale por fin a la luz: ZaraJota™ estudió para ser técnico electricista. Que no quiere decir que se convirtiera en uno, por suerte para la humanidad.
-Señora, el que haya hecho esto no tiene ni idea de electricidad.
-Pues claro que no. Yo he dicho que tiene el título, no que le haya servido para algo.
-...
-Es mi marido, ¿sabe?
-Ya.
El técnico se dio cuenta entonces de que yo era una víctima, me dio un par de palmaditas en la cabeza, arregló la cocina y se fue.
Unos días más tarde los señores de la mudanza nos trajeron todas las cajas, nos instalamos y empezamos a vivir felices como perdices en nuestra casita nueva.
Un domingo por la tarde, mientras estábamos perreando en el sofá medio atontados por el olor a pintura y a muebles nuevos, la vecina de abajo llamó al timbre.
-Hola, es que me ha salido una mancha de humedad en el techo.
-¿Sí? ¿De dónde?
-Es el techo del salón. Creo que viene de vuestro baño.
-No puede ser... el grifo del baño goteaba, pero justo hace un rato lo ha arreglado mi marid... está bien, es culpa nuestra.





Pd para los amantes de los finales felices: cuando ZaraJota™  apretó el grifo para que dejara de gotear, aflojó sin querer la tubería de alimentación del lavabo, que empezó a gotear por la junta y le hizo a la vecina de abajo una imitación muy bonita de las caras de Bélmez. El seguro se hizo cargo de todo, y vivimos felices y comimos perdices hasta que se nos inundó el piso... pero esa es otra historia y tendrá que ser contada en la nueva saga. ¡No se pierdan La Herencia Urodini, próximamente en sus pantallas!

11 comentarios:

  1. Creo que no me voy a mudar nunca. Viviré en casa de mis padres hasta que pueda mandarlos a una residencia.
    Espero que no hayáis tenido muchos más problemas...
    Un beso!

    ResponderEliminar
  2. Ay pobriños, teneis que pasar por eso, es la prueba del fuego...
    No desfallezcais !!

    ResponderEliminar
  3. Halaaaa...Ha insinuado que Zarajota es un "manos muñones".
    Lo mejor para la sociedad, ya lo aprendió mi pobre mujer, es que lo haga ella misma. Como toda su familia son unos chapuzas, los llama y les pregunta como se arreglan. Evidentemente, queda mal arreglado, pero eso es mejor que quedarme yo 6 horas rascandome el colodrillo con la mano izquierda y con la herramienta en la mano derecha (que suele ser un cuchillo de postre) y mirando fijamente la avería a ver si con el poder de mi mente se arregla

    ResponderEliminar
  4. Y bueno, por experiencia propia sé que si uno deja de vivir en casa de sus padres a temprana edad tampoco hace mucha diferencia, que yo ahora tengo al mío viviendo en mi casa... Y tampoco es que ayude mucho... pero ese soy yo quejándome de la vida

    ResponderEliminar
  5. ¿Os habéis comprado un piso? FELICIDADES!!!!

    ResponderEliminar
  6. Hola! primera vez por tu blog, y me anduve riendo de lo lindo con tu crónica del armado de la cocina. Así que las instrucciones si estaban!!! :-)
    Por suerte pudieron solucionar el tema. Dedicarse a armar una cocina sin experiencia en ello debe ser de lo mas dificil!!!
    saludos!

    ResponderEliminar
  7. Pijacosadora, no muchos más percances, sólo unos cuatro o cinco XD.

    Cosas de cocina, jo, es que hemos tenido un millón de pruebas de fuego en un mes, y llega un momento que olemos a churrasquito todo el día.

    Anseal, Zarajota al menos lo intenta. Unas veces lo consigue y otras veces concierte lo que está arreglando en un puñado de cenizas humeantes.

    Hutopo, seguro que estás encantado con tu papá en casa! Bueno, igual no.

    Anónimo, bueno, se lo ha comprado el banco y nos deja vivir aquí mientras paguemos las cuotas, jijiji.

    Estela, fue toda una odisea, Zarajota tuvo varios ataques de nervios y yo estaba pensando que tendríamos que comer de chino toda la vida. Pero al fin, todo tiene solución!

    ResponderEliminar
  8. Qué agotador, no sé cómo lo resistes. En fin, las cosas no tendrían gracia si todo saliera bien a la 1ª. Sufrir un poco tiene su enjundia. Que disfrutéis de vuestro nuevo hogar.

    ResponderEliminar
  9. Os ha mirado un tuerto? madre mía, qué odiseas...

    ResponderEliminar
  10. Podría haber sido peor. Podríais haber hecho un crocanti de instrucciones al horno de lo más indigesto.

    ¡Que ustedes cocinen esas perdices de una vez para siempre! xD

    ResponderEliminar
  11. Decidido, pienso vivir en la casa de mis padres hasta los sesenta o setenta!!

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.