Comprando aspirinas

Esta historia no es mía. Le pasó a otra persona, a la que llamaré ZJ™ para mantener su anonimato.

Un día ZJ™ fue a la farmacia a comprar preservativos.
No eran para él, era para un colega que estaba pasando una mala racha.
ZJ™ es una persona adulta y no le da ninguna vergüenza comprar preservativos. En absoluto. De hecho, los compraría en la farmacia que hay en el portal de su casa, pero decidió ir a la que hay a tres manzanas por el puro placer de caminar*.
Sí.
A un grado sobre cero y con viento que supera los 70 km/h.
Una vez llegado a la farmacia ZJ™ se dirigió a uno de los farmaceúticos.
-Hola quiero preservativos.
-¿De qué marca?
-M**rd*...
Hay una marca de preservativos a los que la esposa de ZJ™ (que es inteligente, guapa y simpática, según me han contado, que no es que yo la conozca ni nada) es muy alérgica, pero ni ZJ™ ni la susodicha esposa recuerdan nunca el nombre: la reconocen por la caja. Pero en esa farmacia no tenían las cajas a la vista, y ZJ™ no quería pedir que le enseñaran todas las cajas para ver la que era.
No es que le diera corte ni nada, era para no hacer esperar a los demás.
Sí, eso.
-Si te da igual la marca, ahora tenemos una oferta.
-¿Un 2x1?
-No.
-M**rd*.
-Si te llevas un paquete de preservativos, te regalamos un lubricante, un pack de sabores, unos dados eróticos, y ¡lo mejor de todo! puedes meter la mano en la caja y coger un regalo sorpresa.
ZJ™ miró a su alrededor y vio a los cienes y cienes de personas que esperaban turno.
-¿Qué marca es?
-Marca Firlollo.
-¿Y si me llevo de esa tengo que coger todos los regalos?
-¡Sí!
-Pues deme de la otra.
Todavía debe estar la farmaceútica preguntándose qué pudo fallar en la estrategia de markéting.





*Para ser justos, ZJ™ fue a esa farmacia porque siempre tienen oferta 2x1. Es que si no no cunde. No es por presumir; a fin de cuentas no conozco al tal ZJ™ de nada.