Hermano Mediano quiere una sudadera, Hermano Pequeño quiere colonia...
A mis hermanos les podía preguntar directamente lo que querían de regalo de Reyes Majos, pero a mis padres no.
Si les preguntas lo que quieren, cuando llega el Día-R (de Reyes), desenvuelven su regalo gritando "OH, NO ME PUEDO NI IMAGINAR LO QUE EEEEEEEEEES", y cuando lo ven, empiezan con un "¡¡¡UN [lo que sea]!!! ¡¡¡QUE SORPRESAAAA!!! ¡¡¡JUSTO LO QUE QUERÍA!!!".
Por eso para saber qué querían utilicé tácticas más sutiles.
Primero llamé a padre por teléfono.
-Oyes, padre, ¿sabes lo que quiere madre por navidad?
-¿De regalo? Espera, que está aquí delante, me voy a la otra habitación para que no se entere.
Claro. Seguro que con lo que acaba de oir no sospecha nada.
-¿Ya?
-Espera. Gato, sal. No me mires así, sal que voy a cerrar la puerta.
-¡Miau!
-¿Cómo que miau?
-[Suspiro].
A veces hablar con mis padres por teléfono es como estar en una partyline.
-Ya está. ¡Que pesá, la gata! ¡Está cada día más pesá! Tu madre ha dicho que quería lo último del Consorcio.
-Que raro. No sabía que a madre le gustara tanto el atún.
-No, ese Consorcio no, el que canta.
-¿A madre le gusta El Consorcio?
-Claro. ¿Por qué crees que llevamos el CD en el coche?
-No sé, ¿para disuadir a los ladrones? Bueno, da igual, pásame con madre.
-Espera. Gato, déjame salir.
-¡Miau!
-No, miau no, que siempre estás en medio...
Desde mi punto de vista no es que el gato esté en medio: está siempre en el mismo sitio. El problema es mi padre, que no para de moverse.
-¿Ya te estás peleando con el gato otra vez? -intervino mi madre, de fondo.
-No, es que tu hija quiere hablar contigo.
-¡Es que me echa mucho de menos! ¡Hace por lo menos un día que no hablamos! Hola hija.
-Hola. Oyes, ¿sabes qué quiere padre para navidad?
-Espera, que está aquí y se va a enterar -claro, como que no sospecha nada a estas alturas-. Vete.
-¡Siempre me estás echando! ¡Nadie me quiere!
-¡Miau!
-¡El gato es el único que me quiere!
-Y de paso échale un ojo al cocido.
-¡Eso, nadie me quiere y encima tengo que echar un ojo al cocido!
-¡Miau!
¿He dicho ya lo de la party line?
-Ya está, ya se han ido. ¿De qué hablábamos?
-Del regalo de padre.
-Ah, sí, quiero un chaleco.
-¿Un jersey?
En mi pueblo, al jersey lo llaman chaleco, a la camiseta, chimilicós y a los calzoncillos, braslis. Y luego dicen que no somos bilingües.
-No, un chaleco-chaleco.
-¿Como el de Han Solo? Por que te aviso desde ya que no le va a quedar igual.
-No, de lana.
-¿Como el de Bilbo?
-No, el de Bilbo era tipo tweed. Padre lo quiere de punto.
En serio, no se puede ser fan de El Consorcio y saber cómo era el chaleco de Bilbo: es antinatural. Después de colgar el teléfono fui cabizbaja al encuentro de ZaraJota™, rumiando lo que me habían dicho: un chaleco, un disco de El Consorcio...
-¿Qué te pasa? -preguntó ZaraJota™ cuando me vio- ¿No te han dicho lo que quieren?
-Sí, pero no se lo puedo comprar.
-¿Por qué? ¿Qué quieren?
-Jubilarse.
Con mis respetos a El Consorcio, que debería ser declarado patrimonio nacional.
Y para muestra, un botón.
Lorza, lo del chaleco de Han Solo... imagino que tu padre tendrá más tipo Bilbo que Han pero, lo mejor de lo mejor es que con una lata de atún y un chaleco pidan la jubilación. Jeje.
ResponderEliminarYo he pedido un Sr. Potato de Leia ¿eso que significa?.. por cierto, no me lo han traido, snif snif (me han traido una sabanas del retorno del Jedi a-lucinantes!)
Me gustaban más cuando eran Mocedades y cantaban La vuelta al mundo en 80 días XDXDXD.
ResponderEliminarEs broma ...¡de verdad coñe!
Bueno, aquí estoy llorando a moco tendido, es lo más depri-emocionate que he visto en años, espero que le regalaras "Mocedades " directamente, que el el "bonito" de "Consorcio". Por Dios¿y no se deprimirán Sergio, Estibaliz, Beatriz y cia. cada vez que miran la pantalla?
ResponderEliminar"En serio, no se puede ser fan de El Consorcio y saber cómo era el chaleco de Bilbo: es antinatural."
ResponderEliminarAMÉN
Llevaba 3 días intentando acordarme del verdadero nombre de El Consorcio;) MOCEDADES!!! Eureka!
ResponderEliminarGran trilogía de Reyes majos;)
Tu madre es la bomba, ni yo misma con todo mi frikismo sería capaz de recordar que el chaleco de Bilbo era tipo tweed, que grande!
ResponderEliminarEspero que no les regalases cosas de jubilados sino algo tipo, fin de semana en casa rural con actividades de barranquismo y rafting. Chica, que los padres en cuanto olisquean la jubilación ya están pidiéndote nietos para estar entrenenidos. Ojo!!
Por cierto, te he invitado en mi blog ha hacer un juego. No pasa nada si no te apetece o no tienes tiempo, lo que más quería era poner el enlace a tu blog para que mis lectores te conozcan, porque eres desternillante XD
ResponderEliminarfuerzaexpedicionariabetana.blogspot.com
Ains El Consorcio... agh. Que repelús! Es que cuando era pequeña mi madre me torturaba todo el fin de semana con la cinta de Mocedades. Ostras! Pues mira, fijo que le gustaría también el disco de El Consorcio este... (menos mal que estoy independizada porque si no ya me veo torturada otra vez con el CD)
ResponderEliminarGenial, genial... :D
ResponderEliminarY me ha parecido estupenda esa participación desinteresada del gato que, por cierto, no le hubiera venido nada mal como regalo de Reyes ese otro Consorcio enlatao.
Un saludo
En que cosas mas raras se fija la gente en las películas. Yo solo podía imaginarme que podía ser acostarse con una hobbit con esos enormes y feos pies peludos. Y anselmopareja se fijaba en todos los pendientes y en el broche en forma de hoja de la capa élfica que era "monísimo"
ResponderEliminarY a Anselmopareja tambien le gusta el consorcio. Bueno, más bien le gustaba Mocedades
ResponderEliminarEl Consorcio... Cuando aún se llamaban Mocedades mi madres nos acribilló durante meses con el único disco de ellos que conozco... "Quien quiere vender conmigo la paz de un niño durmiendo"...
ResponderEliminarA{un tengo pesadillas con eso...
Si no fuera plagio, haría un copia-pega con todos tus posts, los imprimiría y me haría un libro para desternillarme en las horas de moral baja xD ¡sigue así, eres genial!
ResponderEliminarOye, tener a una madre que sabe cómo es el chaleco de Bilbo es un lujazo... ya quisiera yo que la mía lo supiera (y eso que se leyó todos los libros y vio todas las pelis)...
Sobre el Consorcio... en fin. Qué decir de ellos... que hay cosas antiguas en este mundo que no deberían salir a la luz de nuevo. Pero oye, si a tu madre le gustan, qué se le va a hacer.
Yo en tu lugar me aseguraría comprando el disco y el atún. Si a tu madre no le gusta el atún, siempre se lo pueden dar al gato.
Hola, soy una Anónima. Te suelo leer a menudo y la verdad es que solo quería darte las gracias, por hacer un poco mas amenos mis ratos de ocio (digase aburrimiento total)en el destierro.
ResponderEliminarja,ja,ja me parto con el party line,y bueno tus padres están en su derecho de pedir lo que les apetezca, ya te llegará la época en que agradezcas un chaleco de buena lana y escuchar voces armoniosas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLos regalos de reyes...esos que ingenuamente intento siempre empezar a preparar allá por noviembre para evitarme el mogollón,...aunque sea en el plano teórico...y ná, no hay manera, al final a última hora.
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