Creo que ya lo he dicho alguna vez: odio las cucarachas.
Las odio, las odio, las odio y las odio.
He vivido muchos años en el campo y estoy relativamente acostumbrada a encontrarme bichos en sitios insospechados. No hago aspavientos ante arañas, hormigas o moscas.
Pero mi pueblo está en mitad de un secarral, y no había visto ni una cucaracha hasta que me mudé a Madrid, y aún así, de lejos, porque en casa de mis padres rara vez aparecía alguna despistada.
En mi primera casa de amancebada no había tampoco. Sólo una vez tuvimos un desagradable accidente, cuando cambiaron los desagües de la comunidad y todos los bichos del edificio decidieron aparecer en mi fregadero de pronto.
Después de verlas corretear por mi encimera recién lavada y por la comida que acababa de preparar les cogí un poco de manía. Totalmente injustificada, por supuesto.
Cuando nos mudamos a esta casa escribí un post en el que decía que una de las habitaciones estaba ocupada por la República Independiente del Cuchitril de Joe.
Era broma, claro: si hubiera visto aunque fuera un triste cadáver de cucaracha en diez kilómetros a la redonda no me habría mudado jamás.
Cuando hicimos la limpieza, no apareció tampoco ninguna, ni siquiera en el altillo.
Cuando sacamos las cosas de las cajas aparecieron un par, pero venían de la otra casa, se ve que nos habían cogido aprecio.
Pusimos trampas, y desaparecieron y no volvimos a ver ninguna...
hasta que volvimos de Grecia.
A nuestro regreso, la casa estaba invadida. Revolvimos la casa de arriba a abajo limpiando, pusimos miles de trampas (ahora mismo hay 36, toca a 0'65 trampas por metro), y nada: cada noche volvían, las cabronas.
Después de mucho investigar, llegamos a la conclusión de que salían por el desague de la bañera.
Bueno, en realidad no investigamos, es que las veíamos salir.
Tapamos el desagüe de la bañera y empezaron a salir por el desague del lavabo.
Tapamos el desagüe del lavabo y empezaron a salir por el desagüe del fregadero.
Tapamos el desagüe del fregadero y empezaron a salir por los rebosaderos.
Un día, después de encontrarme una pareja en un sitio particularmente sensible, obligué a Zarajota a llamar a la casera.
-Hola, soy ZaraJota... Sí, es que estamos teniendo un problema con bichos.
-¿Cucarachas?
-Sí... En los últimos días nos están invadiendo. Mi mujer está alterada. A mí no me importa mucho, pero es que cogen el mando de la tele y no dejan ver nada a los demás.
-Entiendo. No sé cómo decirlo... ¿hay restos?
-No señora, nos deshacemos de todos los cadáveres.
-Quiero decir, si la casa está limpia.
Por desgracia para él, ZaraJota tiene muy alto el volumen del teléfono, y lo oí.
-¿Te ha preguntado si la casa está limpia?
-Eh... sí.
-No me lo puedo creer. Dile a esa meseteña que mientras en su villa no se atrevían a tocar el jabón ni con la punta un palo, en mi ciudad teníamos baños públicos en cada esquina, y era obligatorio lavarse para rezar. Dile que en mi tierra se pintan las paredes con cal viva, y las señoras no están contentas con fregar su casa, y cuando terminan friegan su parte de acera. Dile que mi casa no está limpia, no, porque limpia no es la palabra. En su vocabulario no existe una palabra para definir cómo está mi casa. Mi casa, señora, no está limpia, ¡mi casa está ehcamondá!
-Disculpe -le dijo ZaraJota a la casera-, tengo que colgar. Mi mujer está a punto de reclamar Al-Andalus para el Islam.
continuará...
*No estoy en mi ordenador y no atino a poner el enlace. El post de la mudanza es el del 26 de mayo, no que quites el sayo.
En mi piso también salían las cucarachas por el desagüe de la bañera. Incluso les tirabamos botas encima y las cabronas no morían... hacían pesas con ellas!
ResponderEliminarQue puñetera la casera. Que os venga a fumigar!
Suerte con los bichos.
Oooh, no sabía que eras andaluza! ^^
ResponderEliminarMíralo por el lado bueno, al menos salieron a recibiros y no se quedaron apalancás viendo la tele mientras abríais la puerta.
En mi casa tuvimos una época de hormigas en la cocina... Era muy entretenido dar con ellas en la encimera de granito, más o menos como buscar a Wally pero con movimiento XD
¡Suerte con la plaga!
Aaaaiiiiin "ehcamondá". No sabes la alegría que me ha dado leer esa palabra. Hija, que desde que me mudé a Madrid tengo que callarme los mil localismos que aquí no entiende ni el Tato y, que si sueltas sin querer, hace que te miren como si fueses un bicho raro. ¿Y también en tu tierra se dice que algo está "percodío"? :-)
ResponderEliminarMe has recordado de las peores experiencias de mis tiempos en Madrid. En el segundo piso en el que estuve la comunidad fumigó las zonas comunes y fue una pesadilla, porque se vinieron todas las cucas para los domicilios escapando del veneno. agggggggggg, asco, asco, asco!
ResponderEliminarPor aquel entonces encontré este blog que me hizo mucha gracia, lo he vuelto a buscar para tí, a ver si por lo menos te hace reir el temita de las C
http://www.lainternetapesta.com.ar/?p=25
http://www.lainternetapesta.com.ar/?p=106
No te rindas en tu lucha, nosotros no dudamos que en tu casa el mayordomo de Tenn saldría con el algodón aun más blanco que cuando lo trajo!
Pero y lo divertido que es encender la luz de golpe y ver como salen todas corriendo a esconderse, qué, eh?
ResponderEliminar¡Eh! aquí una meseteña hija de una que también pintaba (y pinta) con cal viva una vez al año, y por supuesto hacen su propio jabón de sosa; son de pueblo de meseta que también, cuando se acaba de limpiar la casa, se limpia la acera y la carretera si no pasa nadie, nieta de una que a las 9.00, cuando ya estaba todo reluciente doblaba primorosamente las bolsas y no las planchaba porque se las derretía, y que dejaba las bombonas de butano taaaaaaaaaaaaaan relimpias, que el cabrón del butanero le dejaba a mi pobre abuelilla las más sucias por lo relimpias que se las devolvía!!! (yo no he salido tan relimpia, la verdad, pero tenía que dejar su pabellón meseteño bien alto jajajajajaja)
ResponderEliminarPues, en dejando claro eso, que sí, que las cucarachas, las muy cerdas como te cojan cariño estás jodida...ni sucio ni limpio ni ná. Y no es injustificado el temor, que tienen de todo las muy guarras!!!
A ver si tu casera se marca una fumigación en condiciones.
¡Suerte!
A ver si las confundes con grillos. Coñe, que carácter, me voy a esconder en cualquier esquina del iglú o detras de mi mochila a comerme un donuts.
ResponderEliminarSi eso le pasa a mi marido, tenemos que vender el piso y comprar otro. Eso sin contar con el ataque de ansiedad o infarto de miocardio que le hubiera podido llegar a dar..
ResponderEliminarCon eso te lo digo to..
Un beso!
Yo le tengo un ascazo tremendo a las cucarachas. NO PUEDO con ellas. Así que yo me mudaba, pero ya.
ResponderEliminarY me ha encantado tu discurso, sí señor. Jajajajajajajaja...
A mí me ha enternecido la parte en que ZaraJota se refiere a ti como "mi mujer" jijijiji.
ResponderEliminarBien dicho... Los dos
ResponderEliminarYo me he pasado todo el verano en casa de mi suegra matando cucharachas (una media de unas 15 por noche). Corrían por los suelos, paredes y se escuchaban por el doble fondo de la pared. Así que, presa de los nervios, dormí las 3 últimas noches con las luces encendidas y con una zapatilla en la mano (si hubiera podido, me habría alicatado). También rompí una escoba en un ataque salvaje de nervios mientras me defendía de algo parecido al desembarco de "Salvad al Soldado Ryan" versión 6 patas. Eso si, la bronca por la escoba rota se la llevaron los niños...un tío hecho y derecho no puede aparentar perder los nervios por quítame de allá esas 300 ó 400 cucarachas.
ResponderEliminarMi anterior domicilio era un primero con galería que daba rasantilla al patio de luces.
ResponderEliminarLas noches de verano, cuando salía a tender o a recoger la ropa, o a cualquier cosa que necesitase en la galería, siempre pillaba a las cucarachas de botellón. Debían reunirse en aquel patio todas las de la ciudad.
Mi actual domicilio está tomado por hormigas. Y por más que las fumigo al grito de "¡Morid, hijas de P... ablo Motos!", no hay manera de que desaparezcan.
Anónimo, es imposible confundir a las cucharachas con grillos. Los grillos hacen "cri-cri", las cucarachas hacen "craaack".
Si os sirve de consuelo, eso de que sobrevivirían a una explosión nuclear es un mito XD.
Yo tmb me he quedado conmocionada con el "mi mujer" de Zarajota, aunque tal y como iba el discurso se tenía que haber referido a ti como "mi señora" jajajaja
ResponderEliminarLo que más mosquea es que la meseteña dijera Cucarachas en cuanto Zarajota dijo bichos, podían Haber sido avejas, o mantis religiosas, hormigas, pájaros, ratas, ratones...
ResponderEliminarEsta meseteña sabe más de lo que parece.
Grandes baños los de Al-Andalus.
jajaja
ResponderEliminarY tienes razón.
Mi madre es así también. Limpiar no es limpiar, limpiar es poder comer en el suelo. Por dios que estrés!
En la casa de la playa es verdda que todas limpian (limpiamos) nuestra parte de acera.
Y ni es andaluza ni ná!... pero como lleva viviendo aquí mucho, se le ha pegao la buena costumbre :)
No odies a la meseteña, compréndela, pobrecita, jajaj
O sea que como soy meseteña puedo dejar de limpiar??? Pues podías haberlo dicho antes...
ResponderEliminarEso,que se enteren bien!!!
ResponderEliminarZarajota estudio para santo, no?
Pero no me ha quedado claro si en tu casa hay restos, ¿los hay?
ResponderEliminarPorque va a ser de eso, va a ser de eso.
Themila, al final no hace falta que fumigue, ya verás...
ResponderEliminarElennim, de un pueblo de Córdoba, lo que pasa que llevo muchos años en Madrid y ya ehtoy totarmente pulía.
Bereni-C, ¿percordío? No, eso no... ¿qué significa?
Cordelia, creo que eso es lo que está pasando en el mío. Hoy me he encontrado una pila de cadávares junto a mi puerta... por el lado de dentro, por supuesto.
Sota, pues no. Lo mosqueante es que cuando encendemos la luz salen a nuestro encuentro, en plan homecoming.
Tita, di que sí, las meseteñas son tan limpias como las que más, es que cuando uno se cabrea dice cosas que no piensa.
Anónimo, si fueran grillos no nos dejarían dormir, ¿no?
Cactus, entonces en tu casa los bichos (cuquis o lo que sea) los matas tú? Tu marido está incumpliendo una de sus obligaciones maritales, a saber: matar bichos, sacar la basura y abrir el bote de la mayonesa.
Inner Girl, es que me gusta mucho este pisoooo...
McKel, Zarajota empezó a llamarme mujer o esposa cuando nos mudamos. Yo empecé a llamarle parejo cuando nos hicimos pareja de hecho, y ahora le llamo parej...marido porque todavía no me he acostumbrado.
Hutopo, nos estás dando la razón como a los locos, ¿verdad?
Anselmo, dile a tu suegra que les cobre alquiler, hombreyá...
Condesadedia, las hormigas es que son animales de costumbres, como les guste tu casa estás jodida. Digo, por animar.
Pal, ¡de señora nada! Que estoy muy bien conservada, oyes.
O Suso, sí que oculta algo, seguro.
Monttse, a eso me refiero. En mi casa se puede comer en el suelo. ¡Arale-chan lo hace continuamente!
Anónimo, no, no, puedes limpiar. Lo que no puedes es dejar la casa ehcamondá, porque eso se lleva en los genes XD.
Gemma, no sé lo que insinúas pero no me gusta.
JuanRa, ¡que no hay restos! ¡Y el próximo que lo insinue va a tener restos, pero de los mortales y en su casa! Restos yo...
Percodío: MUY sucio (con la roña pegada). Se dice también de la ropa o trapos cuando, por mucho que los laves, siempre quedan como sucios (de tanto uso).
ResponderEliminarlorz ERES ANDALUZA??? eske eso de escamonda me suena a mi tierra jijijiji
ResponderEliminar"ehcamondá" OLE!
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