En capítulos anteriores...
La vieja y malvada bruja estaba agachada junto al fuego, removiendo el contenido de su caldero con el viejo cucharón cuando oyó un ruido muy desagradable que provenía del suelo.
Miró hacia abajo y se dio cuenta de que las uñas de sus pies estaban un poco largas. No demasiado para el gusto de las brujas en general, pero sí para el de la vieja y malvada bruja, a la que le molestaba que las uñas rompieran la parte delantera de las botas forradas de metal y arañaran el suelo de pizarra.
Con un suspiro soltó el cucharón oxidado dentro del caldero y rebuscó entre los cajones hasta encontrar la cizalla. Con ella en la mano salió al exterior de la casa, se sentó en el escalón de la puerta y se quitó las pesadas botas.
Ahora que veía las uñas de cerca se daba cuenta de que sí que estaban un poco largas. Y amarillentas. Y llenas por dentro de una mugre negruzca y pelusas de calcetín.
A la bruja se le hizo la boca agua sólo de verlas, y se puso a cortar mientras pensaba en qué tipo de salsa podría cocinarlas.
Las del pie derecho se dejaron cortar bien, pero al cortar la del dedo gordo del pie izquierdo el cascarón salió disparado y se perdió en la espesura del bosque.
Sería mejor que fuera a asegurarse de que no había apuñalado a un ciervo, se dijo la bruja, y se puso en marcha sin pararse a ponerse las botas ni nada.
Caminó un rato en la dirección que creía que había tomado el cascarón, hasta encontrárselo clavado en la corteza de un árbol. La bruja se acercó y se dio cuenta de que había arrastrado algo en su trayectoria: atrapada entre el cascarón y el árbol, un hada trataba de zafarse con escaso éxito. Era tan pequeña que habría cabido en la mano de la bruja, pero se debatía con tanta furia que había esparcido polvo de hada por todo el claro.
La bruja se apresuró a quitarle el cascarón y a cogerla con sumo cuidado entre las manos, que de inmediato se cubrieron de purpurina dorada.
-Gracias por salvarme -dijo el hada con su cantarina voz-. Y como muestra de agradecimiento voy a concederte un deseo. Dime, ¿qué puedo hacer por ti?
La bruja se lo pensó un buen rato antes de contestar.
-Depende -dijo-. ¿A qué sabes?
Jejejejejeje.
ResponderEliminarBravo.
Esperaba un final así, pero eso no ha impedido que suelte la carcajada.
ResponderEliminarGracias por ello.
Besos de una maia.
ya veo que lo has convertido en tradición jajajaja...muy muy bueno, so guasona
ResponderEliminarBien... Voy a llamar a cierto escritor inglés para que:
ResponderEliminara) Se retire y deje su legado en tus manos
b) Te demande por plagio
Muy bueno, sí señor...
AINS! es verdad, se acerca la "noche de los muertos". Habra que sacar la escoba y el caldero para preparar una poción mágica de esas que le dejan a uno mirando pa'cuenca... una queimada, por ejemplo... ¡esta tarde me voy al súper a por los ingredientes!.
ResponderEliminarChulo el relato muchacha!
Jajajaja, muy bueno. Cada día mejoras.
ResponderEliminarEntre esta bruja y la de cierto autor inglés que es mi ídola, creo que vuelvo a ver a las brujas con otros ojos n_n
OMG, Terry se apodera de ti en estos días de tradiciónanglosajonatraídaporelcapitalismoubicuo.
ResponderEliminarHave a happy one !
Hoping to se/know/hear from you soon,
your Homersexfreak-wannabe!
Jolín qué bueno, me ha dado náuseas y todo ;P
ResponderEliminarMUY BUENO!!!
ResponderEliminar(como siempre)
feliz halloween!
Si el hada dice "a callos con garbanzos de hace ocho días", sigo leyendo.
ResponderEliminarQue bonito cuento de navidad. O lo que sea.
ResponderEliminarY no tenéis ni idea, no tiene nada que ver con el escritor inglés ese. A mi me hicieron leerme el Hamblet en el instituto y no se parece en nada.
Al que me ha recordado un montón es a unos libros que están vendiendo ahora en los kioskos. Un tal Pracher o algo así. A ese si que me ha recordado un montón...
¡qué bueno, qué bueno!
ResponderEliminar¡¡me encanta!!
Feliz Halloween.
No sé por qué pero me he imaginado a la bruja también pertrechada con gafas de soldadura para evitar accidentes.
ResponderEliminarMadame Discordia
He tenido naúseas mientras lo leía. Ahhhgggfs... hasta dentro de un buen rato no ceno.
ResponderEliminarjeje que bueno..ole
ResponderEliminarPese a su innecesaria mítica, las hadas saben a bacalo.
ResponderEliminar¡PLAS, PLAS, PLAS!
ResponderEliminarSimplemente genial... y con el final me he tenido que reir!
Y si, la descripción de las uñas también me ha dado náuseas a mi..
Tú en tu línea, Lorz.. fantástica!
jajaja, me ha gustado esta frase: "Sería mejor que fuera a asegurarse de que no había apuñalado a un ciervo".
ResponderEliminarApuñalar a un ciervo, como si fuera más una persona que un animal, simplemente me encanta.
me encanta tu blog, hace bastante tiempo que lo leo, pero no se porque deje de leerlo durantee una pequeña epoca, y una amiga me recordo que seguias escribiendo y volvi a meterme.
ResponderEliminarme encanta tu imaginacion & esa
cabecita que tienes que tener!
Un beso uapa! me encanta ^^