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Londres es como el mercadillo de mi pueblo y yo soy un puto lunni.
Cuando ya me había acostumbrado a los extranjeros llegó el momento de volver a casa.
Yo pensaba que los ingleses nos dejarían irnos, porque la gente habitualmente me da muchas facilidades para que me vaya de los sitios, pero resultó que en esto son tan raros como en lo demás.
Para empezar calculamos un poco mal la hora y llegamos al aeropuerto unas tres horas antes de lo previsto, así que no nos dejaron embarcar porque parece ser que el avión todavía no estaba preparado.
Nos tiramos en el suelo, y entonces llegaron unos señores de uniforme con un perrito.
El secuestro de perritos debe ser muy común, porque todos los señores llevaban metralleta, y cuando el perrito se acercaba a alguien todos corrían en esa dirección.
A pesar de todo me hubiera gustado que el perrito se acercara, y le propuse a ZaraJota sacer una galleta para ver si venía, pero me dijo que como se me ocurriera tratar de atraer la atención del perro del cualquier forma o manera saldría corriendo y no le volvería a ver en la vida.
Es lo bonito que tiene la vida en común, está llena de sorpresas: hasta ese momento yo no tenía ni idea de que a ZaraJota le dieran miedo los perros.
Cuando por fin nos dijeron que bueno, que vale ("good, it cost") que podíamos pasar, fuimos al mostrador con los billetes. No queríamos embarcar nada, pero cuando vieron la maleta nos dijeron que no la podíamos meter como equipaje de mano porque ya llevábamos otro bulto como equipaje de mano: mi bolso.
Traté de explicarle a la señorita que eso no era equipaje de mano, que era un bolso, y que además yo nunca lo llevo en la mano, sino en bandolera, pero la pobre no me entendió, así que tuvimos que facturar la maleta.
Yo creía que con eso ya estaba todo hecho, pero resulta que para entrar al avión hay que pasar unas pruebas, como en un concurso.
Primero tienes que enseñar todos tus líquidos.
Segundo tienes que pasar tu equipaje-de-mano-que-en-realidad-es-de-bandolera por un escaner.
Tercero tienes que pasar tu cuerpo humano por un detector.
Si esta prueba la haces mal te dejan recuperar puntos cacheándote.
Cuarto tienes que recuperar tus cosas, que salen por una cinta transportadora tan rodeada de señores con metralleta que tienes que dar saltitos para ver si de verdad son tus cosas o no.
Y cuando crees que ya lo has pasado todo, tuerces a la izquiera en un pasillo y te encuentras agazapado otro escaner, y te dicen que te quites los zapatos.
-Jo -le dije a ZaraJota-, si son superbonitos.
-Es por si llevas algo peligroso dentro -me explicó.
Pues a ver:
Llevo cuatro días en un hotel con baño compartido, así que las duchas han sido, por decirlo de alguna forma, someras.
Me dejé la crema para la cosa purulenta y asquerosa en Madrid (Spain), y si no tengo crema a mano para ponérmela después no puedo usar jabón.
La ropa limpia se me mezcló con la sucia el segundo día, y como todos mis calcetines son iguales no tengo ni idea de si me he estado poniendo siempre los mismos.
Llevo desde las ocho de la mañana pateando Londres (Guayó Miní) con un calor bastante impropio de un país extranjero.
¿Que si llevo algo peligroso en mis zapatos?
¡Pues claro que sí: una peste que echa de espaldas!
Traté de explicarle a ZaraJota que si me quitaba los zapatos nos iban a detener por masacre indiscriminada en aeropuerto, pero ZaraJota le quitó importancia.
-No te preocupes, nadie va a notar nada.
-¿Cómo lo sabes?
-Porque detrás nuestra vienen 30 adolescentes y ya han empezado a desabrocharse los cordones.
Creo que ha llegado el momento de despedirme de mis seres queridos.
No nos digas esas cosas, Lorz, que preferimos pensar que hueles bien de norte a sur, y que tienes calcetines distintos, o por lo menos que los llevas numerados...
ResponderEliminarHay que ver para lo que dan un viaje a Londres y una cobaya.
ResponderEliminarXD oye y que pasó después?
ResponderEliminarme has dejado intrigado!
Ummmmmm... Si lo estás contando, no te detuvieron acusada de arma biológica, ¿no?
ResponderEliminaruju sigues libre
ResponderEliminarhe d confesar q nunca uso los calcetines en pares-
-todos mis calcetines son d distintos matices del cafe al negro y pasando x azul-
jo
Si escribes esto, es que no cometistes la imprudencia de encender un mechero. Habríais sucumbido a la deflagración XD
ResponderEliminarA mí lo que me jode es que eligen a algunos para quitarse los zapatos, y a otros no. Y a mí siempre me toca.
ResponderEliminarI love london
ResponderEliminarI hate sus putos aeropuertos ....
en stansted la última vez que fui me quitó (literal) el joputa del contro-contro una pulsera porque era una "guipon" y yo .. no .. es una cadena de bici ... y él guipon guipon ... le odiooooooo
A mí me revolvieron todo el equipaje buscando drongas con un algodoncillo. Como el 50% del volumen (y el 80% del peso) de mi equipaje era papel (libros y tebeos comprados en Forbidden Planet) se ve que me vieron mu sospechoso
ResponderEliminarEn cambio, no encontraron a nadie dispuesto a cachearme (pero al mucho más atractivo Hombre Malo bien que le metieron mano, no son listos ni na)
Lástima que con esto casi debemos estar llegando al final de las anécdotas londinenses... porque son de lo más divertidas.
ResponderEliminarLorza, gracias. Eres el antídoto contra el aburrimiento.
ResponderEliminarHay días que me despierto pensando ¿ qué se le habrá ocurrido hoy? gracias, gracias.
¿El fin de las anécdotas londinenses? A eso digo ¡NORL!
ResponderEliminarGracias a que a los canarios nos considerais extranjeros por aquello de vivir en otro continente tengo que pasar por todo eso cada vez que visito los madriles y también tengo un par de cosas que contar (aunque no con un verbo de calidad como el de Miss Lorza, evidentemente).
me gustas más cuando respondes mis comentarios. de todas formas, thankius.
ResponderEliminarbesitos a tu cobaya-baya.
Nica, en condiciones adversas mi olor corporal suele resentirse. Lo de los calcetines fue un trágico accidente.
ResponderEliminarAnónimo, ya sabes, en verano se rellena con lo que sea.
Kato, que nos apresuramos a quitarnos los zapatos y a pasar el control a toda leche para no coincidir con ellos... Y luego estaban en nuestro avión. Tol puto viaje cantando estuvieron.
Inner girl, tengo un buen abogado. Bueno, para ser sinceros lo dejaremos en que tengo un abogado.
Bizarro, así me gusta, desconcertando a tus propios pies.
Anselmo, ZaraJota no me deja jugar con fuego ni con instrumentos cortantes, que luego pasa lo que pasa.
Gato, en este caso nos los tuvimos que quitar todos, salvo una señora que dijo que no se podía agachar y que si no se los desabrochaba alguien no podría quitárselos. Como te puedes imaginar, la dejaron pasar.
Ynosek, lo que pasa es que se dieron cuenta de que te dedicas al contrabando de bicicletas pieza a pieza.
Eme A, que iditas, ¡mira que revisar los libros y no los orificios corporales!
Lucía, una más y se acabó.
María Jesús, es curioso, ZaraJota suele llegar a casa pensando lo mismo, pero con un curioso tono de desesperación (y gracias a ti).
E. Martín, como excusa para no contarlas es bastante triste.
Mjjulieta, intento responder siempre pero a veces la realidad impone sus exigencias. Intentaré darle el beso a Arale-Chan, pero no creo que lo consiga porque suele correr en dirección opuesta a mí (para demostrar que me quiere, seguro)
guapiiiiiiiiiiiiiiii!!!
ResponderEliminarpues en alemania se llevaron a mi amigo M. a un cuartito porque llevaba un instrumento musical sospechoso.. vamos, que no te quejes. Aunque si te llevan a un cuartito no me perdería la entrada del blog xD
ResponderEliminarLa culpa es nuestra por querer viajar lejos y depender de la aviación.
ResponderEliminarUn apunte surrealista más:
-Me pierden la maleta
-Para ir a la oficina de equipajes perdidos a buscarla, me hacen pasar por el control como si fuera a volar.
-Después de bajar y subir escaleras, el almacen de maletas está cerrado hasta las 12h.
Disculpen por el rollo.
Y habra que darse de santos que res española y, por tanto, natural de un país de la Unión Europea (civilizada, vamos)... Que cuando los salvajes de este lado del charco vamos a esos lares las cosas suelen ponerse un tanto cuanto surrealistas... por decir lo menos
ResponderEliminarMuy bueno el puntazo de Zarajota con los adolescentes, al final.
ResponderEliminarConsigues sacar la sonrisa con tus textos, genial.
Un saludo