Durante una breve y apasionante temporada, los pescaderos ponían alarma dentro de la bolsa del pescado.
Cuando el cliente pasaba por la caja a que le cobraran, la sufrida cajera tenía que deshacer el nudo maligno como buenamente pudiera, trastear con las manos sucias en el pescado, atrapar la alarma y sacarla de allí ante el espanto de la concurrencia.
-Señorita, ¿por qué me quita eso?
-Es una alarma, tengo que quitarla para que no le pite al salir.
-No me diga.
-Sí, mire, ¿ve? Es una alarma.
-Ah, pues es la primera vez que me pasa -dijo el señor cliente, total y absolutamente convencido.
Esta era una excelente oportunidad para decirle que sí, que era una norma nueva, para que se fuera a casa contento y, a ser posible, en breve.
¿Qué hice yo?
-No, la ponemos siempre -dije-. Lo que pasa que a lo mejor no se ha dado cuenta.
-Mire, señorita: le aseguro que cuando hurgan en mi pescado me doy cuenta, y estoy seguro de que hasta ahora nunca me habían puesto una alarma en el pescado.
Llegado a este punto una de las señoras que esperaban su turno se decidió a meter baza.
-Pues a mí si me la ponen, y todos los días.
-Será a usted -contestó el señor, mirando a la señora como si fuera una ladrona de fama internacional-. A mí, nunca.
La señora, por su parte, miró al señor como si fuera un chicle pegado en un zapato.
-A lo mejor -dijo-, al pescado barato no le ponen alarma.
El señor empezó a ponerse colorado mientras las venillas de la frente se iban hinchando más y más.
-¿Qué insinua usted, señora?
La cosa se estaba poniendo muy fea y pensé que lo mejor que podía hacer era utilizar mis inmensas dotes de pacificadora internacional e intervenir antes de que la cosa fuera a más.
-Lo que quiere decir -expliqué- es que usted no puede permitirse otra cosa.
No sé por qué, pero eso no solucionó nada.
Jojojo... ahí tuviste la sutileza de un elefante en una cacharrería!!!
ResponderEliminarEs que no es lo mismo un kilo de merluza fresca o de marisco, que unas barritas del Capitán Pescanova... dónde vamos a parar!!!
ResponderEliminarjajajaja... sabes que, siempre que voy a comprar al super me acuerdo de ti. Ahora... me parece horrible lo de la alarma al pescado, ya me imagino se la pusieran a mi salmón de 3 euros el medio kilo.
ResponderEliminarSaludos
rezo por ti cada dia, lorza, para que no acabes en un mercadona.
ResponderEliminarNo puede ser, no puede ser, no puede ser que de verdad contestaras ESO!!!
ResponderEliminarPor favor! como acabó? hubo sangre? la tuya?
Francamente, no consigo comprender como esquivaste la muerte. Lo má sprobable es que hubieras sido muerta a golpes con un besugo.
ResponderEliminarLa gente suele admitir casi cualquier cosa que le digas con una radiante sonrisa de oreja a oreja.
ResponderEliminarEso y que debieron pensar que siendo cajera también debía ser estúpida, y me tuvieron lástima.
Además, era Navidad.
Y tenían prisa, claro.
Lorza, si te mandamos de embajadora a EEUU acabamos en la lista de los países del eje del mal y, por consiguiente, bombardeados. Ya veo a los soldados estadounidenses haciendo lo mismo que con la estatua de Sadam... no sé, con la cibeles.
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