23 enero 2006

Una serie de catastróficas desdichas

Me gusta comprar libros.
Me gusta, incluso, ir a librerías sólo para mirar libros que me gustaría comprar.
Pero a veces, sufro.
El incidente más terrible tuvo lugar en una librería cuyo nombre no voy a mencionar porque con que me persiga el FBI ya tengo bastante. Estaba buscando Quiddich a través de los tiempos, y no había manera, así que me acerqué a una dependienta que se encargaba de apilar en pirámide unos 2.000 ejemplares de La órden del Fénix.
-Señorita, ¿dónde están los otros libros de J.K.Rowling?
-¿Jota Ca QUIÉN?
Jo, se me saltan las lágrimas de acordarme.
No importa, no importa, puedo superarlo...
-¿Y El ventanal, de Lemony Snicket?
-Lo voy a mirar... ¿Me deletrea Lemony?
En plena taquicardia friki trato de salir de la tienda y salta la alarma.
Mierda.
El segurata se acerca y me dice que vacíe el bolso.
Mierda, mierda.
Abro el bolso y empiezo a sacar cosas:
· La órden del Fénix, que era de Hermano Pequeño. Por un momento pensé que el segurata podía pensar que lo había robado, pero luego me acordé de que la noche de antes había derramado una coca-cola encima y que todavía estaba marrón y pringoso, así que no había problema. Bueno, no había problema mientras Hermano Pequeño no se enterara.
· El monedero de las Supernenas.
· Tres gominolas cubiertas de pelusa.
· El móvil.
· El cepillo de dientes, cubierto de pelusa.
· Un paquete clines que nunca uso (para eso ya tengo mangas), y que están despeluchadillos.
· Una libreta y un boli que no pinta porque se me cayó el capuchón hace meses y se ha encostrado.
· Un bote de colonia, que antes había sido un bote de champú, hasta que se acabó el champú y lo llené de colonia. Hay que ahorrar agua.
· Las medias del día anterior, que me había llevado a casa para lavarlas pero ahí seguían.
· Pasta de dientes fósil.
· El capuchón del boli. Qué bien.
· Un desodorante.
· Unas bragas.
Eh...
¿Qué hace esto aquí?
Y, lo más importante:
Si las bragas están en el bolso, ¿qué llevo puesto?

Miro al segurata.

El segurata me mira.

Ahora los libros me los compro por internet.

11 comentarios:

  1. tienes que comprarte un bolso que no genere pelusa en su interior. sé que es casi imposible, pero leí que en la NASA habían desarrollado un nuevo modelo para paseos espaciales. y el él te caben incluso la escafandra de repuesto y el jalimerizador de infrarrojos.

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  2. jo, y no habia piruletasssss, donde las guardasssss?
    3.1416

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  3. ¿Las pelusas nacen, o se hacen?
    No lo sé, pero en el fuondo de mi bolso siempre hay un montón, y se me pegan a las gominolas (que se escapan de la bolsa por caminos insospechados).

    3,14, las piruletas las tengo bien escondidas.

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  4. ¿Un libro sobre Quidditch?

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  5. Sí hombre, si me lo recomendaste tú...

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  6. las pelusas nacen y se alimentan de gominolas para crecer... ya me he puesto sensible, snif, añoro aquella pelusa de la casa de la playa...

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  7. Deberías haber ido al Carrefour, que fijo que lo tienen.

    O al menos lo tenían.

    Y ya de paso, bragas de repuesto, así no te mirará el segurata de mala manera.

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  8. Yo tengo el otro minilibro potteriano, la guía de animales mágicos

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  9. Claro, como en ese salen dientes...

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  10. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  11. Spike, guapo, he tenido que borrar tu comentario; para evitar problemas no admito nombres propios.

    Pd. Me he guardado una copia, ya me explicarás lo de la vestimenta de yonki.

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