11 mayo 2014

Publicidad subliminal

Vamos por partes.
La primera fue Margaret Macmillan. La primera vez que la vi la llamé vieja (fue un accidente, lo juro) y la segunda ZaraJota™ le tiró una gamba (todos los detalles humillantes aquí).
El segundo fue un poeta español cuyo nombre no diré no vaya a ser que me encuentre. Me temo que me presenté en una reunión una hora tarde y con los zapatos llenos de vómito de Bebé-chan. En mi defensa diré que yo no sabía que tenía esa reunión, que Bebé-chan estaba enferma y que solo pasaba por allí para recoger un par de cosas. Pero aún así...
El tercero... creo que al tercero le hice un calvo. Fue sin querer. Lo juro.
Luego fui a una conferencia que daba un fotógrafo muy bueno, cuyo nombre tampoco voy a decir porque no es plan. Me pasé toda la conferencia haciendo fotos con el móvil, por aquí y por allí. Al final de la conferencia hubo una ronda de preguntas, y una de las cosas que le preguntaron fue qué opinaba de la fotografía digital. No recuerdo exactamente lo que contestó, solo que pensé que por mi propio bien lo mejor era que guardara el móvil y me escondiera en posición fetal debajo de la silla. Y era una silla muy pequeña, tipo plegable. Os lo digo para que entendáis lo motivada que estaba.
Después vino Philip Ball. Lo de Philip Ball fue un momento fan. Por momento fan me refiero a que me entró la risa floja y me puse colorada y fui incapaz de decir nada coherente. Fue espantoso. Y lo más espantoso fue que nadie notara nada, porque eso solo puede significar una cosa: que siempre me comporto así y ni siquiera me doy cuenta.
Ay...
No mucho después de aquello puede que le dijera a un extraordinario escritor español algo que no estoy dispuesta a repetir. Y también puede que alguna vez me haya referido a otro como "friki de Fringe" (a dios pongo por testigo que no sabía de quién era el teléfono que estaba sonando).
Y digo todo esto, aparte de para autofustigarme (que es una razón tan válida como cualquier otra) porque el lunes voy a conocer a este señor... y no sé si tenéis que desearle suerte a él o a mí.







Pd: Un día de estos me tengo que animar y contar lo que le hice a Amenábar, que como hace más de diez años ya habrá prescrito.

7 comentarios:

Un grillo en la sopa dijo...

A por ellos, oe,....

se valiente, se imaginativa, se locuaz y espontánea,....pero sobre todo, sobre todo, se tú misma.
y nos pienses en ánimos filosóficos ni en sentimientos humanistas ni espirituales,...
es que nos partiremos más,..jajajaja

P.d. Todo esto en unos años lo borraras de la nube, verdad?
No vas a consentir que bebechan piense otra cosa aparte de que su madre es una persona integra y formal.

Necio Hutopo dijo...

No sé si el Estado Español logre acabar, como quiera, con toda demostración cultural que no sean los toros (a lo que, además, habría que agregar la cuestión de si los toros son arte en algún sentido)... Lo que sí sé, es que si los miembros de la élite cultural española te sobreviven a ti, el PP la tiene parda para hacerles algo.

Genín dijo...

Sobre todo mucho ojo con la hucha... :)
Besos y salud

Mi Álter Ego dijo...

Pues a ver con qué nos sales esta vez. Jajaja. Besotes!!!

Camaleona dijo...

Seguro que eres capaz hasta de sorprenderte a ti misma... ya nos contarás.

Anónimo dijo...

Me intriga muchísimo a qué te dedicas

Anónimo dijo...

Anónimo de la 01:00
Está muy claro, es espía secreto.